Era un día aparentemente como cualquier otro en el cuartel Akatsuki, que reunía a los criminales más importantes y perseguidos por todos los países ninjas…
-Ita-chan… ¿me quieres?- preguntaba Deidara infantil mientras enrrollaba su cabello con el dedo.
-Si Deidi… sabes que te quiero…- contestó el Uchiha fugitivo ligeramente hastiado por la pregunta tan frecuente. ¿Acaso le había dado motivos para no creer que lo quería?
-¿Mucho?- insistió. Le encantaba que Itachi le dijera que lo quería con toda el alma.
-Si mucho…- contestó haciendo acopio de paciencia para no contestarle algo impropio.
-¿Mucho mucho?
-Si…mucho mucho- estaba comenzando a irritarse.
-¿Mucho mucho mucho?- preguntaba copiosamente
Eso era más de lo que el moreno podía soportar – Si mierda, te quiero mucho mucho y agregale todos los muchos que quieras, pero si no me dejas de molestar…- dejó esa frase inconclusa. Realmente nunca se había puesto a pensar que le haría a Deidara si en verdad le colmaba el vaso.
-Me gritaste- dijo el otro indignado.- Eso es porque no me amas…no soy esa parte explosiva en tu lado artístico.- comenzó a gemir. Itachi solamente se le quedó viendo…
-MANGEKYO SHARINGAN- dijo harto de la charla y salió del cuarto, dejando a Deidara tirado en el suelo inconsciente.
“por eso me gusta trabajar con Kisame… con el no tengo que repetir doscientas veces al día que es increíblemente hermoso y lo amo… el sabe que es feo cual ninguno”- pensaba mientras salía.- “por eso no trabajo con mi novio…”
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-Itachi-san… ¿has visto a Dei-chan?- preguntaba impaciente un ser extraño sin cara.
-No Tobi… no he visto a Deidara, y aun si lo hubiera hecho no te lo diría…
-Dimelo…Tobi es un buen chico- sonreía el otro…bueno Itachi se imaginó que estaba sonriendo ansioso.
-Ya te dije que no Tobi… y deberías dejar de repetir que eres un buen chico. Recuerda que esta es una organización criminal de elite… deberías tener tu propio motto, como el que yo usé con Sasuke ¿recuerdas? “No me puedes vencer porque te falta odio”.- dijo con orgullo, luego recuperó su tono normal -Deberías tener una frase como “Tobi NO es un buen chico” Tu entiendes ¿no?
Tobi se quedó “mirándolo” un rato para después contestar- Realmente no, pero Tobi es un buen chico y dirá “Tobi no es un buen chico”
Itachi se golpeó la frente con la mano. Sin duda era caso perdido intentar que Tobi dejara de actuar como lo haría un perro. Era la única manera en la que podía verlo…siempre se lo imaginaba moviendo la cola frenéticamente.
Intentó recordar como era que había caído en ese burdel de mala muerte llamada Akatsuki… sabía que eran criminales de rango S y todas esas cosas, pero muchos de ellos parecían salidos de algún experimento raro. Sin ir más lejos…Zetsu parecía una planta de mariguana andando.
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Mientras tanto en la habitación donde yacía el cuerpo inconsciente de Deidara entraba un chico marioneta descuidadamente.
-Hoy haré una representación personalizada de Pinocho…-decía mientras veía hacia el infinito- Recuerdo que era el cuento que más me leía la abuela Chiyo. El títere que se hizo un niño de verdad… y pensar que por seguir su ejemplo yo hice todo al revés- suspiraba ilusionado al tiempo que recordaba todas esas bonitas imágenes mentales de su infancia.
-Podría usar al Tercer Kazekage y a Hiruki y a…- su monologo fue interrumpido al encontrarse a sí mismo en el piso, junto a un par de piernas.
-Ohh por dios, ¿Quién podrá ser?- se preguntaba escandalizado. Temía que en un arranque de ira se hubieran asesinado.-Dios santo… es Deidara.
“un momento…es Dei-chan” pensó con un poco de morbo. Siempre había querido besarlo pero al estar con el desagradable portador del sharingan no había tenido la oportunidad de declarársele o robarle un beso. Bien…ese era el momento.
Sus labios se iban acercando lentamente. Podía sentir la pausada respiración del rubio artista. Comenzó a hacer un monologo como los que acostumbraba en sus juegos con las marionetas
-Deidara… te amo. Desde aquel primer momento te amo. Luego imitando la voz de Deidara continuó con su interpretación –Si Sasori. Yo también te amo. Ahora besame.
Se aproximaba a esos dulces y tersos labios. Estaba cada vez más cerca de él, a solo escasos centímetros.
-ALEJATE DE MI NOVIO- gritó Itachi entrando colerico. Sasori se quedó intimidado ante esa reacción.
-Itachi-san yo solo…-intentaba encontrar algún pretexto para no ser victima del genjutsu del otro –Lo encontré desmayado y pensé en darle respiración de boca a boca para reanimarlo.
-Aja si claro…y yo en mis ratos libres me disfrazo de comadreja ¿no?- decía el otro receloso mientras le lanzaba una fría mirada. Luego se dirigió a Deidara y dándole unas ligeras palmadas en las mejillas decía -Dei-chan… despierta cielo. Sasori, se útil y traeme un poco de agua…
-Oye a mi no me mires Uchiha…yo no soy títere de nadie.
-Eso es refutable.-contestó con una cara de suficiencia.- Ahora ¿me das un poco de agua por favor?
El pelirrojo obedeció a regañadientes. Estaba visiblemente molesto ante la petición. Había estado a punto de besar al chico que causaba explosiones de amor en su corazón y el idiota de los ojos rojos lo había interrumpido.
-Deidara…amor despierta.- El mencionado fue abriendo poco a poco los ojos, pero al ver a Itachi frente a el volvió a cerrarlos. –Vamos… dime que ocurre Deidi…
-…
-Si no me dices te quedas aquí tirado porque yo tengo que hablar con Pein y Kisame de mi siguiente misión.- Esas palabras fueron más que suficientes para que el rubio reaccionara irritado.
-Claro… siempre “Kisame esto” “Pein lo otro” pero dime Itachi…¿Dónde quedo yo? ¿Dónde quedan nuestros sentimientos y nuestra relación?
-Exageras. Sabes que te amo y daría cualquier cosa por ti…- contestó el otro temiendo haber herido los sentimientos de Deidara.
-Pues no parece. Da la impresión de que si por ti fuera yo podría explotarme a mi solito…
Itachi levantó una ceja…no le cabía en la cabeza que para todo su novio utilizara la palabra ”explotar”… es decir, el no ocupaba alguna frase como “Me podría aplicar el mangekyo saringan yo solo para lo mucho que te intereso…“ o “podría autolanzarme una bola de fuego”.
-No me veas así Uchiha… si tienes algo que hacer que sea mas importante que yo dimelo. Esa es la patética vida de un artista. El gozo y el sufrimiento son parte de nuestro día a día...
“pero tu sencillamente lo llevas al extremo” pensaba mientras veía al chico que seguía en sus brazos.- Dei…te amo. No volverá a ocurrir.
-Está bien. Ahora besame…- demandó. Itachi simplemente obedeció… en verdad lo adoraba como para rebajarse a sus peticiones extrañas y egoístas.
-_-*-_-*
Era hora de la cena. Pein veía a todos en la guarida y en verdad le daba gracias a algún villano en el otro mundo por permitir que nadie se hubiera asesinado todavía.
-Zetsu, Kisame… les toca preparar la cena…- informó. Eran los únicos que cocinaban algo que eventualmente se podía comer. Ambos acataron la instrucción sin alegar nada.
-¿Qué prepararemos Kisame-chan?- preguntaba el bicolor.
-No lo se… ¿alguna sugerencia?
-Pues…últimamente he estado plantando lechugas encima de mi cabeza…ya sabes en caso de que en las misiones se termine la comida y asi…- se justificaba.
-Eres lindo y precavido.- Kisame le sonrió con toda la ternura que le permitían sus dientes.
-Gracias… tu también eres lindo- contestó Zetsu abochornándose un poco. Recoradaba que la primera vez que sintió algo extraño en el estomago al estar en presencia del chico-pez había creido que se trataba de plaga…sin embargo era enamoramiento vil y puro.
Comenzaron las faenas en la cocina, mientras que se dedicaban frases melosas y tiernas. Deidara los veía con ilusión…
-Ita-chan. ¿te acuerdas cuando nuestro amor apenas estaba por explotar?
-Si…-contestó el otro recordando esos tiempos tan bellos. Deidara realmente lo volvía loco con esas actitudes impulsivas. Le alegraba que su camarada pudiera experimentar esa sensación… así considerara raro y parafilico.
Se sentaron a cenar, intentando por primera vez tener un poco de paz…
-Kisame…¿Qué es lo que te atrae más de Zetsu?- preguntó imprudente el pelirrojo. Kisame sintió ese breve pero intenso deseo de matarlo con Samehada. ¿Cómo se le ocurría preguntar esa clase de cosas…? Simplemente no constestó y fijó la vista en su plato.
-Odio esperar…dime- insistía el otro. El líder de la organización le dirigió una mirada de “cállate” bastante evidente.
-Que rica está la ensalada…- comentó Deidara cambiando el tema con prontitud -¿ Donde compraron la lechuga y los vegetales?
-De ningún lado…-dijo Zetsu con suficiencia- Las cultive yo mismo en mi propio cuerpo.
-¿Por qué no podemos hacer las compras como la gente normal?- comentó Itachi
-No tienes idea de lo difícil que es ir de compras cuando todo mundo tiene la impresión de que por cometer algún crimen terrible vas por ahí matando todo lo que se te ponga enfrente…-refutó Zetsu tranquilo.
-Deberian mandar a las marionetas de Sasori a hacer las compras… nadie las reconocería- comentó el rubio mirando hostil al pelirrojo.
-Son marionetas de combate. Obras de arte que están destinadas a preservarse por toda la eternidad. No son para hacer las labores del hogar- contestó irritado.
-El arte es algo que florece un segundo antes de marchitarse Sasori… es algo fugaz y hermoso. El arte es explosivo.
-El arte es la belleza que se puede apreciar por siempre- comenzaban ambos a levantar el tono. Ninguno de los otros miembros parecía interesado en la conversación. Peleaban por lo mismo día y noche…
-Habla con la mano Sasori- le dijo Deidara ignorándolo por completo y mostrándole su palma…que sonreía burlona.
-Te odio…- Sasori lo miraba con odio.
-Son unos inmaduros…- pensaba Itachi mientras que Zetsu y Kisame volvían a envolverse en miradas de amor.
-Dios mio…-se lamentaba Pein –mi madre siempre me dijo que buscara una profesión decente… ¡¡ahh pero no!! Tenía que empeñarme en formar una organización criminal…
-Vamos jefe no se desanime- lo reconfortaba Tobi emocionado- ¡¡¡Tobi es un buen chico!!!
-Ni me toques ese punto, que ese es precisamente el problema Tobi…- contestó el otro aun mas frustrado.