Cap 2 "Jugando con fuego"
Un suave olor a menta fue llenando su nariz, se acomodó un poco más y abrazó con fuerza la almohada que descansaba entre sus brazos encogió las piernas y ronroneó como un pequeño minino para después estirarse de nuevo, forzó sus ojos a abrirse y se encontró en una total oscuridad; alargó su mano para encender su lámpara de noche y no la encontró donde siempre, tal vez tan cansado estaba que había dormido del lado equivocado de la cama por lo que giró su cuerpo y ahí estaba aquel electrónico, lo encendió y una tenue luz amarilla iluminó la habitación; sus pupilas se dilataron y es que aquella no era su habitación, las paredes de un tono crema con tres líneas en la parte superior de tres diferentes tonos de verde, desde uno fuerte hasta uno algo claro, la cama lucía un edredón de color blanco decorado con unos tallos de bambú en la esquina derecha un par de buroes y del lado derecho una lámpara de noche con una pantalla verde que iluminaba aquel lugar, sin duda alguna esa no era su habitación ¿en dónde demonios estaba? Recordaba haber salido a comer con Naruto que le había presentado a su novio y que este le había ofrecido llevarlo a casa cuando comenzó la lluvia pero al parecer se había quedado dormido, analizó su vestimenta y no llevaba su saco ni los zapatos y el nudo de la corbata estaba flojo.
-veo que ya despertaste- decía el Uchiha luciendo unas gafas algo cuadradas que iban bien con su angulosa cara mientras sostenía una taza de café en una mano -te quedaste dormido y como no sabía cual era tu departamento te he traído a mío- decía dando un sorbo a aquel amargo líquido
-muchas gracias, siento las molestias- se disculpaba el pelirrojo mientras se paraba de la cama y buscaba sus cosas que se encontraban pulcramente acomodadas en un pequeño sillón de una plaza colocado estratégicamente en la esquina de la habitación junto a la ventana que tenías las cortinas abiertas, otra lámpara junto a la mesa pero esta era alta y con suficiente luz además de una mesa donde había documentos y libros.
-no fue ninguna molestia Gaara, además si eres amigo del dobe creo que tu y yo deberíamos de llevarnos bien- decía con seriedad el azabache -gustas una taza de café, está recién hecho-
-muchas gracias, me caería bien un poco de café- contestaba parcamente el pelirrojo sin sonar descortés
Ambos salieron de aquella habitación, la casa del azabache contrastaba con la suya, la sala y comedor estaban pintadas en un azul oscuro con muebles en tonos cremas que resaltaba en aquella oscuridad, llegaron a la cocina y el azabache colocó una humeante taza de café frente al pelirrojo que la bebió con suavidad, Sasuke no perdía de vista los labios de Gaara rozar la fría porcelana con sus delgados labios mientras saboreaba el sabor amargo del café ¿así cuanto que no se fijaba de aquella forma en alguien? Era verdad que estaba saliendo con Naruto pero ambos estaban concientes que aquella relación era más de amistad que de otra cosa, se conocían desde pequeños y el azabache solo veía al pequeño kitsune como un hermano menor pero aún así había iniciado una relación aquello era un acuerdo infantil cierto pero cuando pequeños lo habían prometido "estaremos juntos hasta que encontremos a la persona de la que nos enamoraremos yo la aceptaré si es buena para ti y lo mismo harás tú" recordaba con claridad la seriedad con la que aquella vez había hablado el rubio, ambos habían pasado por varias relaciones y sin ningún resultado favorable así que decidieron salir tal vez el amor estaba frente a ellos y nunca se habían dado cuenta o por lo menos eso era lo que decía Naruto.
-ya es tarde será mejor que me vaya, no pretendo ser más una molestia- decía Gaara dejando delicadamente la taza sobre la barra de la cocina
-no eres ninguna molestia- decía sirviendo un poco más de café en su taza y ahora era Gaara quien miraba al azabache vestido con unos cómodos pants grises y una camiseta negra bastante ceñida al cuerpo marcando cada uno de los músculos de su cuerpo, aquel hombre era un Adonis que incitaba al pecado y él no era de madera los finos labios acariciando la porcelana y la forma en la que saboreaba el amargo sabor y lamía con sensualidad sus labios, sentía su corazón acelerarse tenía que salir de aquel apartamento lo más rápido posible antes de que las cosas se salieran de control.
-no es solo eso, debes tener trabajo al igual que yo, muchas gracias por todo- hizo una reverencia y se encaminó a la salida
-bueno déjame acompañarte a tu casa- decía el Uchiha dejando ambas tazas en el fregadero
Ambos chicos salieron de la casa del azabache y Gaara notó que su departamento era justamente el que quedaba frente al de Sasuke, suspiró cansado sin duda el destino no pensaba ponerle las cosas fáciles y tendría que hacer esfuerzos sobrehumanos para mantener una relación simplemente amistosa con aquel hombre que ocupaba sus pensamientos.
-es aquí- dijo en un murmullo -alguien allá arriba debe de estar gozando con mi sufrimiento- pensaba el pelirrojo con fastidio
-así que somos vecinos, que pequeño es el mundo- se mofaba el azabache
-si... que pequeño es el mundo... bueno nos vemos- se despidió metiendo lo más rápido que pudo la llave para abrir la puerta de su apartamento y poder aclarar su mente pero el azabache fue más rápido y en cuanto la puerta del apartamento se abrió empujo con fuerza al pelirrojo dentro y cerró la puerta tras él.
-creo que tengo ganas de platicar un poco más- susurraba el azabache muy cerca del ojiverde.
-lo siento mucho pero tengo muchas cosas que hacer- decía molesto el pelirrojo al ver su espacio vital ser invadido por aquel azabache -así que le pido por favor se retiré, tenderemos alguna otra oportunidad para platicar-
-pero yo quiero hacerlo ahora- la forma en la que el Uchiha había pronunciado aquellas palabras había hecho estremecer el cuerpo de Gaara de pies a cabeza, mientras el cuerpo del moreno se acercaba más y más al del pelirrojo
-Sasuke-san por favor tengo cosas que hacer y no puedo perder el tiempo, si me hace el favor de retirarse- pedía mientras mantenía su mirada fría; Sasuke acercó su rostro al del pelirrojo hasta que sus alientos se mezclaron, los acompasados del azabache contrastaban con los algo acelerados del pelirrojo
-nos vemos Gaara- susurraba rozando sus labios con los del pelirrojo que no terminaba de reaccionar
Cuando Gaara salió de su estupor el azabache ya se había marchado dejándole con la cabeza en completo caos, la sensación de un beso fantasma y sobretodo con el corazón acelerado y las hormonas a tope, sin duda necesitaba una ducha fría para poder recuperarse de aquello.
-maldición- se reprochaba el pelirrojo -no Gaara no es para ti, es de Naruto- se decía una y otra vez como si fuera un mantra
Dejó su traje pulcramente colgado en el perchero, la pijama sobre la cama estirada completamente sin mostrar ninguna arruga, tomó una toalla y la colgó en el toallero, abrió el grifo de agua fría y sin pensarlo mucho se metió dejó que el agua fría se llevara los acontecimientos de aquel día, que se llevara el aroma a menta que cubría su cuerpo, cerró la llave y lavó su cabello con shampoo de canela y restregó su cuerpo con fuerza con una esponja de baño llena de gel con aroma de canela también intentando con todas sus fuerzas eliminar el olor a menta que aun sentía en su cuerpo; abrió de nuevo el grifo pero reguló la temperatura, enjuagó su cuerpo y salió amarrando la toalla a su cintura, se colocó la pijama y se enterró bajo las sábanas y la colcha de su cama esperando ahuyentar la figura de cierto vecino azabache de sus pensamientos.
Sasuke llegó a su casa y tiró las llaves sobre la mesa, se acostó en su cama justo donde hasta hace unos minutos estaba durmiendo su pelirroja tentación y el olor a canela estaba impregnado en la almohada, hundió su cara en ella y dejó que sus fosas nasales aspiraran aquel embriagante olor, mientras una sonrisa cruzaba por sus labios, lo había encontrado aquello de lo que hablaba con tanto entusiasmo el dobe.
-vas a ser mío Sabaku no Gaara- murmuraba el pelinegro mientras se dejaba abrazar por el sueño y descansaba.
Su día había comenzado como siempre, se levantó de la cama con calma, eligió un traje color negro, una camisa azul claro y una corbata azul y dorada unos zapatos negros y unos calcetines, lo dejó todo preparado, tendió su cama y se aseó, desayunó ligero una taza de café negro, con tan solo dos cucharadas de azúcar, y un pan con mermelada, se vistió tomó las llaves de su casa junto a su portafolio y salió de su casa, cuando puso el seguro una suave fragancia a menta llamó su atención.
-Buenos días Gaara- decía el pelinegro al oído del ojiverde
-Buenos días Sasuke-san, le agradecería que respetara mi espacio vital- pedía el pelirrojo alejando al Uchiha
-¡oh! lo siento- decía con falsedad mientras se volvía a acercar
-tengo prisa, con permiso- decía mientras se alejaba y oprimía el botón del ascensor esperando que aquel aparato llegará lo más rápido posible
-pero si aún es muy temprano- decía el Uchiha a un lado del pelirrojo esperando también el ascensor, el azabache lucía un traje azul marino con una camisa blanca y una corbata en tonos azules -que te parece si te acercó a tu despacho- proponía con la intención de conocer donde trabajaba el pelirrojo
-se lo agradezco pero me gusta caminar- decía parcamente aunque la presencia del moreno le incomodaba de sobremanera -además no quisiera molestar-
-no es ninguna molestia- el sonido del ascensor llamó la atención de ambos que entraron con calma a aquel aparato
-se lo agradezco pero no gracias- decía con firmeza el pelirrojo
-insisto- proseguía el Uchiha mientras oprimía la "S" para dirigirse al sótano
-¿es usted siempre así de persistente?- preguntaba cansino el Sabaku
-así es- decía orgulloso el azabache -¿acaso crees que si no lo fuera sería el mejor?-
-como sea, solo por hoy ya que voy tarde- concedía el pelirrojo con frustración
Ambos se subieron al auto de mayor, el Uchiha con una sonrisa de triunfo y el Sabaku con resignación, ambos en silencio solo con la música del estéreo sonando para llenar aquella invisible plática le indicó donde quedaba su despacho, con solo mencionar "SUNA y Asociados" el azabache sabía a donde dirigirse. La cabeza de pelirrojo estaba revuelta, estaba comenzando a sospechar que nada bueno podría salir de aquel intento de amistad que el azabache estaba llevando acabo, y aquella fragancia de menta seguía presente y envolvía sus sentidos, recargó su cabeza en la ventanilla del auto y miró el cielo, casi no había nubes un hermoso día habían dicho en las noticias, con 20% de probabilidad de lluvia, pero la verdad es que sospechaba que volvería a llover.
-hoy también lloverá- dijo casi en un murmullo
-no creo hace un mucho sol como para que llueva-
-lloverá lo sé- continuó el pelirrojo -y no he vuelto a traer mi sombrilla, no me vuelvo a fiar del tipo del clima- se quejaba
-te apuesto una cena a que no llueve- retó el Uchiha muy seguro
-muchas gracias pero no-
-anda es que tienes miedo de perder- picaba el orgullo del pelirrojo
-no tengo nada que probar, solo fue un comentario, además usted es el novio de mi mejor amigo así que no tiene razones para invitar a un casi desconocido a cenar-
-no eres un desconocido eres el segundo mejor amigo del dobe-
-¿segundo?-
-claro yo soy el primero-
-como sea- decía molesto al verse desplazado -no tengo interés en las apuestas-
-vamos es solo una cena entre los mejores amigos de un chico que por casualidades del destino resulta ser también mi novio- decía el Uchiha
-de acuerdo- decía frustrado Gaara sabiendo que aquella discusión no tenía sentido y la verdad no tenía ánimos de pelear.
-bien tu dices que lloverá y yo digo que no, si tu aciertas te invitaré a cenar y si yo acierto... mmm bueno pues ya me lo pensaré y veré que te pido- decía con una sexy sonrisa -bien ya llegamos, nos vemos Gaara-
-gracias hasta luego Sasuke-san- dijo con calma mientras entraba al enorme edificio y revolvía sus cabellos en señal de frustración arrancando una sonrisa burlona del conductor del Mercedes-Benz que se deleitaba con la figura espigada del pelirrojo.
-jajajaja no Itachi-san no es verdad jajajajaja Sasuke haciendo eso- reía estruendosamente el rubio
-claro que si, solo que tu eras muy pequeño y por eso no te acuerdas, pero Sasuke siempre llevaba una manta color azul con el emblema de nuestra familia y con el dedo en la boca hasta que tuvo 8 años la dejó y solo porque me burlaba de él- decía el mayo con una sonrisa
El menor de los Uchihas caminaba por el pasillo que llevaba a su oficina, vio a su secretaria teclear con rapidez una serie de documentos que el Uchiha le había pedido para aquella mañana pero lo que sin duda llamó su atención fueron las estruendosas carcajadas de cierto rubio, se acercó a su secretaria con lentitud ignorando las carcajadas.
-Sakura los pendientes para hoy- ordenó con frialdad
-si Sasuke-san, a las diez treinta tiene cita con los directivos de la empresa, a las doce tiene que pasar a ver los permisos de construcción que solicitó, y de ahí nada más hasta la próxima semana- dijo la chica observando la pantalla de la computadora donde estaba la agenda de su jefe
-gracias-
-su hermano y Naruto-kun lo esperan en su oficina- informaba la chica con un sonrojo en sus mejillas
-si me dí cuenta, el dobe solo se ríe como desquiciado cuando el idiota de Itachi viene- suspiraba frustrado mientras entraba a su oficina -Sakura necesito esos documentos para antes de mi reunión de las diez-
-si Sasuke-san- decía la chica retomando su tarea mientras el moreno cerraba la puerta detrás de él
-no te creo Itachi-
-a mira aquí está Sasuke, puedes preguntarle para que veas que no te miento-
-¿qué cosa?- preguntaba contrariado el menor de los Uchihas mientras colgaba su saco en el perchero de su oficina y dejaba su maletín sobre el escritorio
-Itachi-san me estaba diciendo que tenías una manta color azul con el emblema de su familia y que la llevabas a todos lados además de que siempre llevabas el dedo en la boca-
-¡¡¡ANIKI!!!- bramó el pelinegro
-jajajajajajaja entonces es verdad- decía el rubio riendo a todo pulmón y de sus ojos salían pequeñas lagrimitas
-yo nunca miento- decía el mayor de los Uchihas, un hombre bastante alto, tan solo un par de centímetros más alto que su hermano menor, de ojos igual de negros y cabello del mismo color solo que el lo llevaba largo hasta casi la mitad de la espalda y atado en una coleta suave, su cuerpo era de una constitución bastante fuerte como la de su hermano menor, de espalda ancha y brazos trabajados, vestía un traje sastre de color negro con una camisa roja y una corbata negra.
Ese era Itachi Uchiha el heredero genio de las empresas Uchihas y todas sus propiedades, de 30 años de edad, a los 15 años se había hecho cargo tanto de su hermano menor como de todas las empresas que su familia poseía debido a aquel acontecimiento tan trágico en el que habían perdido a todos los miembros de su familia, la única persona que se había hecho cargo de ellos era Hatake Kakashi un hombre de confianza de su padre.
-pero bueno hablando en serio- decía el rubio cambiando su cara con rapidez -¿Sasuke-teme porque no le habías dicho a Itachi-san que tú y yo estamos saliendo?- preguntaba ofendido el menor de los presentes
-es verdad ototo nunca me cuentas nada- decía con fingido reproche -pero bueno ya Naruto me ha contado todo- Sasuke pudo apreciar en la mira de su hermano cierto dolor al saber de su relación con el rubio
-lo siento mucho es que he tenido muchas cosas que hacer- se disculpaba
-bueno yo de hecho venía a decirte que hoy no voy a poder ir a comer contigo, he quedado con Gaara- explicaba el rubio con una sonrisa y la mirada del menor de los Uchihas cambió por un momento
-¿amigo?- preguntaba curioso el mayor
-si mi mejor amigo- decía con una sonrisa el rubio
-¿qué no era Sasuke tu mejor amigo?- preguntaba contrariado el mayor
-claro que lo era pero ahora es mi novio así que esa categoría le toca a Gaara- explicaba con una sonrisa y el mayor sintió su corazón apretarse, él no figuraba en la vida de aquel rubio y ahora era intocable.
-dobe que te parece si vamos a comer todos así Itachi conoce a Gaara- decía el azabache con una sonrisa maliciosa en los labios -no te dejaré que te olvides que existo Gaara- pensaba el menor de lo Uchihas
-si que buena idea, ¿qué dices Itachi-san?-
-por mi no hay problema no tengo nada que hacer en la tarde- explicaba con una sonrisa y agradecía a su hermano
-bien vendré a las 2 por ustedes para irnos, además de que seguro Gaara estará ocupado hasta las 3 y así si nos presentamos todos en su oficina no podrá rehusarse jeje-
-bien ahora si pueden hacer el favor de irse que tengo muchas cosas que hacer- pedía Sasuke mientras su colocaba sus lentes y fijaba su mirada en unos documentos
-de acuerdo nos vemos- el rubio se acercó a su novio y beso con suavidad sus labios y salió de la oficina con una sonrisa -nos vemos más tarde Itachi-san- el moreno mayor solo asintió con la cabeza y revolvió la rubia melena con cariño
-¿cuándo pensabas decírmelo?- preguntaba con seriedad el mayor
-Itachi no es nada serio además solo estamos juntos por aquella promesa que hicimos cuando éramos pequeños- explicaba el moreno retirando sus lentes para ver a su hermano
-pero...-
-aún tienes oportunidad porque pronto terminaré con él-
-¿¿¡¡QUÉ!!??-
-así es encontré a la persona que es para mi-
-pero Naruto se ve tan entusiasmado contigo- decía el mayor -sabes que si lo haces sufrir no me tocaré el corazón aunque seas mi hermano-
-lo se y no tienes nada de que preocuparte, además hoy conocerás a la persona que me robó el corazón con solo una mirada- decía el menor con una sonrisa en los labios
-no me digas que...-
-así es Sabaku no Gaara el mejor amigo del dobe-
-Sasuke estás jugando con fuego-
-lo se pero no me importa vale la pena-
-si tu lo dices, solo te digo que no hagas sufrir a Naruto o...-
-ya se me matas, la amenaza sobra, ahora si me dejas hacer mi trabajo por favor-
-nos vemos después ototo-
-nos vemos aniki- levanto la vista de los documentos entre sus manos -por cierto el dobe esta enamorado de ti solo que no piensa que es de mi por nuestro parecido pero no pierdas las esperanzas- dijo con seriedad antes de que su hermano saliera de su oficina con una sonrisa en los labios