Desde hacia tiempo, Bill se había dado cuenta, de que sentía algo más que cariño por su hermano.
Ahora se encontraba muy preocupado, sentado en su cama esperando la llegada de su hermano, por que este se había marchado sin decir a donde.
También estaba muy celoso, pues esa noche en la discoteca a la que habían ido después de un concierto Tom se había dedicado a enrollarse con chicas, pero la puerta lo saco de sus pensamientos y sus ojos se encontraron en la oscuridad, de la habitación. Eran las cinco de la mañana y Tom acababa de llegar, Bill enfadado se levanto de la litera y se acerco a el.
- Como coño bienes a si? - le dijo casi gritando. - Habíamos quedado con George y Gustav que nos encontraríamos en la entrada de la discoteca, y tu no as aparecido – le recrimino.
Tom se lo quedo mirando unos instantes antes de acercarse a la litera.
- Me fui con una tía, pero al final ... se rajo y no quiso.... hacer nada con migo – le dijo el de las rastras, mientras se sacaba la chaqueta.
Esto enfureció aun más a Bill, que sintió un extraño dolor en el pecho, se acercó a Tom que iba a empezar a quitarse la camiseta y lo agarro por el cuello de esta mirándole directamente a los ojos.
- Venga suelta me – le dijo Tom intentado soltarse del agarre de su hermano menor.
- No – le dijo con seguridad.
- Tampoco es para tanto Bill – le dijo el otro mientras continuaba intentando soltarse.
- Que nos es para tanto!! – le dijo el pelinegro – eres idiota – le decía mientras le daba golpes con los puños al pecho de su hermano.
- Es tate quieto Bill – le dijo Tom mientras le agarraba fuertemente por las muñecas y intentaba inmovilizarlo.
Bill se removió con tan mala suerte, que tropezó con uno de los pies de su hermano y los dos cayeron al suelo, quedando Tom encima de el. Los dos se quedaron en silencio mirándose, sin hacer algún esfuerzo por levantarse, sin saber porque se sonrojaron, sus caras estaban muy cerca y sus respiraciones chocaban, haciendo ambos cuerpos se estremecieran, hasta que el sonido de una puerta cerrándose los saco de ese trance provocando, que se levantaran evitando la mirada del otro mientras salían de la habitación. Se encontraron con que George y Gustav acababan de entrar en su habitación que era la de enfrente de la suya. Debian de haber estado viendo una película.
Volvieron a entrar a su habitación, pero el ambiente estaba muy tenso y sin mediar palabra cada uno se acostó en su cama. La de Tom la de arriba y la de Bill al de abajo.
...............
Cuando se levantaron no sabían ni que decir, solo podían esquivar la mirada del otro a todas horas y cuando se tocaban o acercaban demasiado se ruborizaban sin remedio. George fue el primero en darse cuenta y se lo comento a Gustav, este se fijo y le dio la razón ( pobre my Gus que no se entera de nada) primero pensaron que se habían peleado, pero era extraño, porque no se insultaban ni peleaban solo se ignoraban y eso si que era muy raro, porque era de saber que ellos cuando se peleaban armaban cada númerito.
A las cuatro de la tarde George propuso a los chicos: - He por que no vamos al cine?
- Si!! - grito Gustav haciendo el tonto. ( siento hacer a Gus tan tonto ._.u)
- Guay – contesto Tom.
- Paso – dijo Bill mientras se tiraba al sofá – id vosotros – les dijo con una falsa sonrisa, que engaño a Gus y a George pero no a su gemelo.
Los tres se marcharon dejando a Bill en casa, aunque le habían insistido para que fuera con ellos el no había aceptado. Llegaron un par de horas después y se encontraron completamente dormido a Bill en el sofá. Gustav y George se marcharon a otra habitación a jugar al pimpon mientras que Tom se quedo allí parado mirando a su hermano.
Se fue acercando lentamente hasta que se sentó a el lado de Bill, le acaricio su preciosa cabellera negra y instantes después aparto su mano, como si le quemara y negó con la cabeza sabiendo que lo que estaba sintiendo estaba mal.
Era su hermano su precioso hermano pequeño, y lo que pensaba estaba mal. Desde que tenían 14 años se dio cuenta de lo que sentía por este y había intentado de todas las maneras sacárselo de la cabeza, empezando por ligarse a cualquier cosa que tubiera piernas.
Si esa había sido una actitud muy inmadura, pero que podía hacer si cada vez que lo veía se moría de ganas de besarlo y encima desde el accidente de la habitación se había dado cuenta de que ya no podía controlar esos sentimientos, por eso había optado por lo más fácil que era ignorarlo.
Con estos pensamientos se fue a levantar, pero una mano lo detuvo Bill levanto la cabeza y la puso en el cuello de su hermano. Este no pudo soportar su cercanía y se alejo de allí dejando a Bill con lágrimas bajando por sus ojos.
Los gemelos pasaron toda la noche pensando en el otro Bill pensaba en lo que sentía y que quería confesar y quería poder arreglar las cosas con Tom y Tom pensaba en lo cobarde que era por no decir lo que sentía.
Continuara....