Aun lo recuerdo...En cierta parte de mi inconsciente aun siento la lluvia azotar contra las ventanas de cristal de aquel edificio viejo.
Estaba lloviendo y hacia mucho frio, pero yo no sentí frio alguno. En algún lugar de la habitación tú estabas conmigo en mis sueños. Tu imagen se cernía a mis huesos con una gran intensidad. Provocaba despertares en sudor e infinito insomnio.
Yo no entendía nada de esto y me cerré a mí mismo. Negué cualquier sentimiento. Hacia el exterior era violento y frio. En el interior sentía temor. Un temor que no podía descifrar. El temor a la perdida...la perdida de ese ser querido que guardaba tan en mi. Nadie podía saber de ese temor.
La lucha interna se volvió más intensa al paso de los días. A veces fingía no mirarte. A pesar de las innumerables veces que te posaste frente a mi acercando tu rostro matándome con tu olor a preguntarme que ocurría. El silencio era tu mejor amigo. Cuando aquella noticia golpeo mi corazón, la bomba estallaría y no dejaría nada a su paso.
Recuerdo haber corrido por los pasillos de Wammy's sin mirar mi camino. Los ojos no podían mirar...las lagrimas que intentaba ocultar con mi rostro cabizbajo no dejaban de salir y nublarme la vista. Entonces sentí morir y grite con todas mis fuerzas! Al carajo con todos al carajo con todo! Me largo para siempre! La puerta se azoto a mi paso. Arroje mis cosas a una mochila que ni siquiera me tome la molestia de mirar si era mía.
Una vez que estuvo cerrada sentí una extraña paz en mi alma. Pude respirar y abrir los ojos. Cuando levante la vista estabas ahí. Tus ojos tristes atrapados tras el vidrio tintado de unos lentes. Esa expresión con el alma rota, ese gesto que hacia quebrantar cualquier barrera...Eras tú, Matt... habías dejado de jugar para voltearme a ver...y tus labios estaban abiertos pero nada salía de ellos. Tus ojos! Eran sus ojos los que gritaban! Gritaban a una realidad que no querían ver. Me iría. Me iría sin volver atrás.
La reja de wammy se cerró a mi paso. Haría las cosas a mi manera. No me importaría absolutamente nada. Solo tenía un objetivo, llegar a Kira antes que Near. Ser el numero uno aun así me costara la vida.
Aunque mi corazón se volvió de piedra jamás olvide esos ojos tan tristes que aunque no voltee mas a mirarlos..Me siguieron camino al abismo, a la nada, al asqueroso mundo de la realidad afuera de wammy's house. El mundo de Kira. El Kira que había matado a la persona que más admirábamos en el mundo. Era mi deber hacerle justicia.
Sé que mi manera de hacer justicia no fue la más adecuada. Pero llegar a la mafia tenía una explicación muy simple; necesitaba poder. Debía obtenerlo a espaldas de Near. Quería ver su inexpresiva cara torcerse ante mi gesto de victoria. Cuando me viera llegar primero a la tan esperada meta. "Quien es el numero uno ahora?" El siempre fue el numero uno para todo sin importar cuánto me esforzara, los trabajos de Near siempre eran mejores. Eso tú lo sabes mejor que nadie. Todos querían a Near, A mí..Eso no me importó porque yo no quería a
Nadie. Jamás quise a nadie más que...a ..Ti. Siempre estuviste conmigo de una forma u otra. Aunque yo no te lo permitiese a veces.. Me seguías Podía escuchar los quedos sonidos de tu respiración agitarse cuando subías algún nivel en el aparato ese que siempre tenias entre las manos. Como desee destrozártelo! Cuando Near me hacia rabiar pasaba horas encerrado en mi furia entonces tú te acercabas a mí, me mirabas con esos ojos tan pacientes. Tu sonrisa siempre fue amena, no me mirabas con miedo como las demás personas, eso en realidad me molestaba, yo deseaba que me temieran. Pero no tú, no Matt. De entre la bolsa de tu abrigo sacaste algo que me haría recordarte siempre, era tan dulce, era chocolate. Entonces Subíamos a lo más alto de Wammy's a mirar las estrellas y ambos compartíamos esos vicios prohibidos en aquella época. Aun recuerdo el olor a cigarrillo golpeando nuestras caras. Entonces me dijiste algo que siempre tuve en mente. Lo recuerdas?
"Mello...Algún día te marcharas de aquí, verdad?"
Mis ojos solo divagaron por un segundo deteniéndose en la nada. Diste otra calada, esta vez con cierto titubeo volviste a dirigirte a mí con esa voz que en ese entonces era más tierna era la de un niño.
"Si te vas, no dudaría en seguirte. Siempre puedes contar conmigo."
Entonces el silencio fue irremediable. No podía ser de otra manera. Jamás podría haber respondido a esa pregunta. A pesar de eso fue el silencio más cómodo que alguna vez haya experimentado. Yo no podía decirlo. No podía decirle lo que pensaba. Si lo hiciera sentía que algo en mi moriría. No podía decirte que tú eras mi único amigo y que no deseaba tener cerca a nadie más que no fueras tú. No podía creer los pensamientos que se formaron en mi mente! Amigo? pero si yo no tenía amigos. Quererlo? Pero si yo no quiero a nadie. Te mire con ojos muy fríos, fijamente utilizando todo mi poder de concentración para no caer, masculle
Algo sobre no ser maricón y me puse de pie. Solo sentí como el olor a cigarro se hizo cada vez más intangible. Que egoísta fui en ese entonces por dejar que mi orgullo se tragara mis palabras. Pero aunque yo no respondí tu pregunta en cierta forma yo sabía, que tu ya sabias la respuesta.
Esa noche que partí de Whammy's no pude cerrar los ojos ni un solo segundo. Mi enojo hacia Near y hacia el mundo se inyectaba en mis venas como una droga. Aceleraba mis sentidos y no pude conciliar el sueño. Eternos planes inimaginables para llevar a cabo mi cometido se formaban y destruían constantemente en mi cabeza. Tenía hambre...pero no me importo en lo mas mínimo. Solo lamente no tener un chocolate conmigo para confortarme.
Entonces sucedió. La tormenta en mi cabeza encontró un punto de calma y cuando menos lo espere, estabas ahí, con tu cigarro en la mano, la ceniza cayendo lentamente contra el piso. Tu perfil recortado contra el cielo oscuro.
"Si te vas no dudaría en seguirte"
Entonces tus ojos se tornaron tristes, tan tristes como hacia unas horas. Se empaño el vidrio de tus lentes. El puñetazo a la pared no consiguió mas que un dolor momentáneo en mis nudillos mas no calmo mis pensamientos, poco a poco...Morfeo me tomo entre sus brazos. Matt desapareció. Kira se desvaneció. Near ya no existía más.
Mi coraje cegó mi sentido de justicia, Para hacer justicia debía asesinar, mentir, robar, cortar cabezas con el arma más puntiaguda de mi ser, mi astucia. Así fue como me convertí en criminal. Encontré en la Mafia ese poder que necesitaba, encontré los medios para hacer realidad el librar al mundo de Kira. El horrendo monstruo asesino. Sobre todo a Near.. A quien odiaba más que nunca.
Pero sin importar cuantos pechos atravesé a quemarropa no pude desaparecer eso que provocaba una punzada en mi pecho que intentaba ocultar mascullado, bebiendo, cogiendo mujeres. Tus palabras vinieron a mí todas las noches cuando mis ojos se aferraron a morir en el sueño.
"...siempre puedes contar conmigo" Tus ojos tristes estaban grabados en la profundidad de mi memoria.
Volví a temer, el meollo de mis miedos era que me hacías falta. Yo no pude llevarte conmigo. No podía permitir que tú te volvieras igual que yo..Un criminal.