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You are driving me home por Aakireh

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Notas del capitulo:

Primero que nada una disculpa por no poder actualizar en el fin de semana. Tenia visitas y no podia escribir a gusto.

En recompensa por ello hay una sorpresa en este capitulo que no tenia pensado escribir pero quize hacerlo y tambien es mas extenso.

Ojala les agrade.

El titulo lo tome de la cancion Heaven's a Lie. Aunque la linea original es "Dolefully desired" lo cambie para que tuviera mas sentido pero la cancion en si no fue fuente de inspiracion solo pense que ese seria un buen titulo porque describe como se sentia Mello en si.

Porque por mas que el diga que estaba molesto...se que en verdad ese dolor le causaba tristeza. Lean y averiguen porque.

La información que me proporciono Halle fue útil, pero el tiempo y la paciencia se agotaban y yo tenía que moverme. Tenía que salir de ahí o reventaría. Entonces la apunte nuevamente con la pistola y la obligue a llevarme a la SPK.

Near tenía algo mío que debía volver a mis manos. Creo que tú sabes lo que era, porque tú la tomaste después cuando me alcanzaste en Nueva York. Sé que la guardabas en una parte de tu ropa. Quizá aun la tengas contigo. La habías robado cuando yo iba a destruirla. Sé que tú la querías porque significaba para ti más que una foto. Para mí solo era un papel que significaba mi muerte segura si caía en manos de Kira. Eran momentos felices de Wammy’s. Momentos que me provocan ciertas nauseas.

Éramos Felices. A pesar de todo lo éramos. Yo era feliz molestando a todo quien se pusiera en mi paso. Era mi forma de mostrarme como el fuerte, de imponerme y transmitir miedo que se convertiría en respeto según mi teoría. Quería que me respetaran tanto como a él. Quería que miraran mis logros como miraban los suyos. Quería que cuando L se retirara fuera mi nombre el que el amargado de Roger nombrara para sustituirlo. Quería ser el mejor detective de todos. Quería representar con orgullo la justicia. …La justicia…siento que he defraudado a L en cierta forma con mis actos. Pero Near…Ese bastardo no merecía ser sucesor de L. No merecía ser el mejor. El jamás quiso a L como yo lo aprecie. Él ni siquiera lo conoció como yo lo conocí. A él jamás le relato grandes y emocionantes casos que el resolvió. Era mi héroe y aun lo es. Habría dado todo de mí por hacerle justicia. Cuando supe que Kira había vencido a L mi mundo se vino abajo. Entonces los recuerdos felices de Wammy’s se volvieron amargos. Incluyendo ese.

Esa foto muestra un Mello que pensaba en la travesura más divertida de todas. Llego un niño nuevo y le daría la bienvenida. Recuerdo haber sonreído maliciosamente mientras repasaba mi plan en el comedor. Tú estabas en una esquina ignorando totalmente tu comida porque tenías tus ojos clavados en un cuadrito con luces bastante chistoso. El chico tímido con unos lentes muy redondos y grandes para su cara. Eras bastante tierno de pequeño. Entonces no me importaba eso. Recuerdo como lloraste cuando rompí tus lentes y arroje tu aparato de juegos a lo largo del patio. Tus chillidos desesperados y tu respiración agitada queriendo tomar el aparato del aire antes de ser cachado por otro niño de gesto divertido y maldoso. ¡Como lloraste cuando este se rompió al caer en una piedra! Lloraste tanto que tu llanto se escuchaba hasta mi habitación. A escondidas fui a la oficina de Roger. Ese anciano no dormía nunca. Me reprendió una vez más al verme atravesar la puerta. Sus ojos hundidos y ojerosos me dieron la bienvenida fría y me miraron amenazantes. Entonces hice algo que él no se esperaba. Ni siquiera yo esperaba algo así de mi mismo. Incluso su arrugado ceño se suavizo de un tajo. Sus ojos se aguaron un poco. Al día siguiente por la mañana muy temprano Toque la puerta de tu habitación. Cuando me viste en el umbral de tu puerta vi en tus ojos mi propio reflejo, el reflejo de un niño egoísta y malvado y sentí pena por mí mismo, pero eso jamás lo demostré. Jamás dejaría que nadie viera las debilidades de Mello. Los tire frente a tu cama. Los deje caer frente a ti y me di la vuelta. No podía dejar que vieras mi expresión. Estaba haciendo tanto esfuerzo por no llorar que me herí el dedo con mi propia uña y sentí el metálico sabor de la sangre en mi boca de lo fuerte que mordí mi labio. Yo pensaba marcharme. De esa manera reparar el daño. Jamás me había importado en si disculparme por las maldades que hacía en Wammy’s por lo general pensaba que ellos las merecían. Sobre todo Near. Pero contigo fue distinto. Esa acción de reponer tus cosas salió realmente de mi corazón. Aunque te haya dicho entre dientes que Roger me había obligado. Mentí y ahora lo sabes.

Cuando sentí tus brazos estrecharme fuertemente por detrás me quede mudo. El mundo se detuvo y me puse frio. No recordaba un abrazo en el tiempo que aun existía en mi memoria. Mi madre era un ser desconocido para mí. Ni siquiera sabía si tenía hermanos o no. Nadie nunca se preocupo por mí. Ni siquiera en Wammy’s. Roger jamás se caracterizo por ser amoroso. Aunque lo hubiera sido Jamás me habría dejado. No dejaba que nadie me expresara alguna muestra de amor. Ni siquiera Linda que era tan melosa con todos.

Tu abrazo era tan cálido que si cierro los ojos y me concentro en el aun puedo sentir el recuerdo de esa calidez. La calidez de Matt. Tus lágrimas saladas se secaban en mi holgada camisa negra. Hundiste tu cabeza en mi cabellera resplandeciente y peinada. No sé porque no me separe de inmediato. Tenía los ojos tan abiertos que empezaron a arder pero no los cerraba estaba pasmado. Nos quedamos así hasta que tú me soltaste. Entonces te propine una golpiza que Roger tuvo que separarnos y recibimos unos buenos castigos por mala conducta. Aunque tú no tenias la culpa no te quejaste ni dijiste nada. Esa noche en mi encierro pensé en el abrazo y en las cosas tan horribles que te había gritado. Pero a pesar de ello una vez levantado el castigo siempre permaneciste cerca de mí. Guardabas distancia por mi carácter tan violento. Pero jamás me dejaste solo. No puedo creer que hasta ahora te sigan gustando esas gafas tan horribles que te obsequie.

Así fue como me enseñaste el significado de un abrazo. Pero como entenderás yo tenía que odiar los abrazos, tuve que pegarte porque me hacías ver vulnerable. Pero lo malo no fue eso si no que tras la puerta Near nos observaba. Lo sé ahora porque el mismo me lo dijo. Vi la burla en sus ojos pero también había envidia. Aunque Near es mas frio que un cadáver se que dentro de ese corazón de piedra hay sentimientos que lo hacen vulnerable. Mello tenía un amigo. Near no pudo con ello. Su semblante siempre fue el mismo que el de un vegetal humano. Pero todos veneraban a Near! Ni que fuera tan especial. Sé que Near conservó esa foto porque en el fondo habría deseado ser él en el lugar tuyo. Porque a pesar de tenerlo todo no tendría nunca lo que tengo yo contigo. Era una manera de hacerme ir a él. Pero a mí no me interesan sus pseudo sentimientos. Que coraje me dio el tener que ir a verle la cara. ¡Yo no sería un instrumento para que resolviera su acertijo!

Mas sin embargo recuperar la foto era primordial. Me tenía en sus manos. Esa foto significaba mi muerte segura. El rostro de Mello. Mi rostro. El asesino necesitaba mi nombre y mi rostro. Ya tenía mi nombre lo demás seria cosa fácil si yo lo permitía. Estaba perdido.

Entre a la SPK sin problemas. Y en cuanto crucé la puerta me recibieron las armas de sus lacayos. Aun le quedaban colegas dispuestos a cumplir sus caprichos y ayudarle a seguir. Nos hicimos de palabras. El coraje se desbordaba de mi boca. Mis ojos casi fuera de su órbita brillaban de odio. ¡El maldito me estaba usando! Pero tenían razón. No podíamos morir en ese momento. Nuestras muertes no serian otra ocasión que el triunfo del asesino. Entonces se las dije. Le dije las reglas de la Death Note. Le di esa información porque sentía que le debía algo muy en el fondo de mi ser y eso como me hastiaba. Como hubiera querido molerlo a balas en ese momento. El niñato se veía tan campante. Postrado en el piso. Con su pulcro pijamas blanco en rulando su cabello con un dedo mientras me miraba y me retaba. De haber podido matarlo con gusto lo habría echo.

La meta estaba marcada. Era cuestión de ver quien llegaba primero. Por supuesto que tenía que ser yo. A toda costa le impediría ganar. Yo sería quien le quitaría la venda al mundo sobre el asesino. Yo los curaría de su ceguera. Le arrancaría la cabeza de un solo golpe. Entonces no vi el caso de volver a los ángeles. Saliendo de la SPK tenía que huir. Near no debía saber jamás mi paradero. Tome la foto entre mis manos y la arrugue un poco. Entonces mire mi inocente rostro de ese entonces. Cuando era liso, perfecto y sobretodo no era el rostro de un criminal. Pensé en L. En su legado plasmado en mí. En como jure llegar a ser como él. ¡No! Mejor que él.

En Wammy’s la meta de todo niño es llegar a ser como L. Aunque Near y yo siempre competimos por serlo. Había alguien tras de nosotros que también podía llegar a ocupar su lugar y quizá ni siquiera lo sabía. Ese niño eras tú. Siempre tan serio, jamás diste importancia a la gran inteligencia que poseíste. Nunca te molesto ser el tercero. En cambio a mi…siempre me disgusto ser el segundo. Creo que por eso te acepte tan bien. A ti no te importaba que yo fuera mejor que tu.

Camine sin rumbo en un lugar despejado. No sabía exactamente donde estaba pero parecía un parque bastante solo. Ya empezaba a atardecer. En una mano sostenía la foto dentro del bolsillo de mi chaqueta. Con la otra mano el teléfono. Una vez que Near hubo desaparecido de mis pensamientos. Volví a pensar en ti. Pensaba en ti porque sentía mucha inquietud por saber que pasaba en la mente de Mail Jeevas. Que tenía ese maldito aparato que te atraía más que yo. Robaba tu atención. Cuando me pregunte que estarías haciendo mi propia mente me respondió con una escena típica tuya. El humo del cigarro por doquier, los tintineos de tus videojuegos y la basura de la comida chatarra anidándose en tu piso. Eras un desastre Matt. Pero por alguna razón igual lo fueras seguías siendo… ¿especial? Esos pensamientos tan reveladores me hicieron correr sin razón alguna. Ya había caído la noche cuando mi dedo se rindió ante el botón de send y el aparato me comunico a LA. “Matt necesito que vengas a NY, Estando aquí consíguete un coche, yo buscare una guarida, ya sé dónde. Apúrate” Las últimas palabras hicieron eco en mi cabeza.

Mientras mordisqueaba una barra de chocolate duro pensé mis próximos movimientos. Estaba más tranquilo porque te hacía en camino. Pronto estarías conmigo y tendría un aliado fiel y confiable a mi lado. Pero más que eso pensaba en que no estaría solo. Aunque no me importaba estar solo, quería que estuvieras ahí conmigo. Entonces abrí nuevamente mi teléfono.

Era mi turno de usarlo. Si el se había atrevido a burlarse de mi usándome yo lo usaría también. ME comunique con L. Ellos conocían mi voz. Yo necesitaba su confianza. Era algo muy arriesgado hacer contacto personal con un elemento de la policía de Japón sobre todo si sabía que el segundo era Kira. Puesto que desconocíamos quien era el segundo L. Así que lo llevaría hasta donde Near. El se encargaría de sacarle la información y yo lo escucharía todo. Así fue. Fue tan fácil llevar a Mogi hasta SPK. Si tenía suerte sería el mismísimo L haciéndose pasar por Mogi y lo mataría por mí. Por supuesto que jamás pensé la forma en que las cosas terminarían. Menos mal que llegaste a tiempo. ¿Recuerdas todo ese dinero volando por los aires? Llovía dinero y a los seguidores de Kira el asesino les valió por un momento. El infeliz había tirado la fortuna de L a la calle y de esa forma huyo. El asesino estuvo a punto de asesinarle. Near no es tan tonto. El asesino me decepciono un poco con esa acción. Esperaba ver muerto a Near para atrapar al asesino yo mismo y apretujar su cuello con mis manos y partirle la cara. Todos esos eran unos fanfarrones. Seguidores del asesino de pacotilla.

Luego nos toco hacerle de espías. Que aburrido era todo aquello. Minutos de mi vida desperdiciados. A ti te agradaba esa chica. La estúpida novia del asesino. Sigo sin entender como alguien de pensamiento tan corto pudo ser el segundo asesino. “una japonesa muy guapa” Cuando me dijiste eso casi escupí al auricular. Jamás te había oído expresarte sobre una mujer. Si, era bastante guapa y tú querías espiarla a ella. Como yo desprecio a la mayoría de las mujeres, supongo que producto del abandono de mi madre, me negué a escuchar la voz fastidiosa de Amane misa las 24 horas del día. Yo tenía que seguir al japonés ese al cuartel de investigación del segundo L. Pero no fue por mucho tiempo. Tú sabes cómo soy. Yo no podía soportar escucharte haciendo comentarios sobre esa chica. Misa esto, Misa lo otro. Bueno no podía negarlo, sentía cierta rabia al respecto. Sabía perfectamente que no tenia porque. Puesto que eras joven y apuesto y tenías derecho a ver a cuanta mujer te viniera en gana. Pero yo, me hervía la sangre cada que mencionabas lo sexy que Amane te parecía. Que querías infiltrarte y hablarle aunque fuera solo un poco. Entonces me enfurecí. Golpeé cuanta cosa pude. Me desconocí. ¿Porque no lo soportaba? Acaso... ¿estaba celoso? Entonces estaba tan furioso que en medio de mi ataque de celos marque a tu número. Sin pensarlo mucho te cuestione. Te pregunte a gritos que porque te parecía tan especial esa mujer. ME contesto tu silencio por supuesto. Debiste pensar que yo estaba demente. Por más que me preguntaste que tenia yo seguía preguntándote lo mismo. Creo que lloraba del coraje. Entonces me colgaste y me quede conmigo mismo. Me pregunte eso a mí mismo sin cesar. “¿Porque le gusta esa mujer? Que acaso yo no… Pero si que estaba demente. Ahora pensaba mariconadas. Entre tanto alboroto me quede dormido.

Estaba en el escondite. Mire a mí alrededor con insistencia porque me parecía que había alguien más ahí también. Escuche el agua caer a lo lejos. Al respirar el ligero olor a tabaco supuse de inmediato que eras tú y que habías vuelto. Me moleste por tu negligencia de abandonar el lugar de trabajo solo para tomar un baño. Entonces estabas ahí frente a mí. Como el día que te había mirado como idiota. Yo seguía sentado como de costumbre en el sillón, con mis pantalones de cuero ceñidos al cuerpo, con una barra de chocolate amargo aun en mi boca. Caminaste hacia mí. No sabía en sí que era lo que estaba pasando seguro te habías vuelto loco o me jugabas una broma. Por más que te gritaba que carajos querías hiciste oídos sordos. Tus ojos. Aquellos hermoso ojos verdes me estaban ablandando. Penetraban en mí para adivinar mis pensamientos. Entonces te acercaste demasiado. Tu olor me estaba matando como hacía años atrás en Wammy’s Tu piel se veía tan suave que no sabía porque moría por sentirla. Mi pecho se hincho y empecé a inhalar y exhalar aire muy profundamente y cada vez mas rápido. Mis ojos estaban inundados de ese mar verdoso en tu mirada. Tus labios que parecían de seda estaban tan cerca de los míos que el olor a tabaco en tu aliento me estaba matando.

El imaginar sentir aquella piel contra la mía fue una locura. Pero mi conciencia y mi orgullo estaban ya muy lejos de mi. Me encontraba en otro mundo. Me estaba embriagando de ti. Cerré los ojos y lo apreté muy fuerte. Cuando sentí aquella calidez mezclada con cierta humedad no pude evitar sentir cosquilleos por todos lados. Mi cuerpo se volvió lánguido y se entrego a la pasión. En ese momento yo no pensaba absolutamente en nada. Solo éramos tú y yo y esos labios que me estaban matando con un beso. El beso no se detenía y el aire me comenzó a faltar. La desesperación se entremezclo con la excitación. Te desee. Cuando la desesperación fue mayor, mis ojos se abrieron de par en par y vi lo que pasaba. ¡Eras tú! ¡¡¡Estaba besando a un hombre!!! La realidad me hizo asquearme y olvidar lo hermoso que eso era y cuando fue así. Abrí los ojos de verdad.

Me dolía mucho la cabeza. Seguía apoyado sobre el sofá de la misma forma en la que había permanecido por varias horas así que tenia partes de mi cuerpo entumecidas. Tú estabas frente a mí. Tus ojos parecían de fuego. Creo que estabas molesto o sorprendido. No pude descifrar la expresión de tus ojos a la perfección porque no pude mirarlos. Estaba perdido en la realidad. Mi cabeza estaba bastante caliente creo que me había ruborizado tanto que el pálido de mi cara tenía el color de la playa. Me habías golpeado en el rostro. Te mire confundido. Había sido un sueño tan real. Lo peor de todo no era que tuviera fantasías sexuales con mi mejor amigo Matt. Puesto que yo sabía que estaba ya lo suficientemente tocado como para que no me extrañara. Si no que te habías dado cuenta. Entonces te vi bien. Estabas horrorizado y bastante sorprendido. Estabas simplemente parado mirándome. No decías nada. Pero tu rostro lo decía todo. Me habías cachado en el acto nuevamente. Cuando mire mis pantalones…lo comprendí todo. Aunque el susto me había debilitado pude entender lo que pasaba por tu mente. “maldición soy un maldito marica enfermo, me estaba….ahhhh” Se que eso no era lo malo. Yo era libre de hacer lo que quisiera. Pero…me pregunto si habría mencionado tu nombre. Creo que lo hice. Creo que lo dije muchas veces. Cuando levante la vista ya no estabas.

Al día siguiente no podíamos ni vernos a las caras pero el deber era el deber y ahora yo vigilaría a Amane y tú el centro de investigación de los japoneses. Tú te encargarías de averiguar si ahí estaba el segundo L.

Mientras la duda seguía habitando en mí. Cortante y sonante. Volvían los recuerdos de aquella fantasía en mis ratos de soledad y mientras mordía un chocolate me ahogaba en más preguntas. Creo…que me estaba volviendo loco en realidad. Estaba loco por sentir, esas cosas que jamás había sentido. Ya no había mucho que entender. Tenía que aceptar las cosas como eran. Aunque siempre me he dejado llevar por mis sentimientos. Esto era muy difícil. Mi sexualidad estaba en juego. Todas las sospechas y miedos estaban comprobándose…volviéndose realidad. Creo que me di cuenta en realidad para qué equipo había estado jugando todo este tiempo. Si sabes a que me refiero. No que este muy orgulloso de ello. Pero me sentía atraído por ti y ese deseo que no podía saciar me estaba matando. Tú no eras como yo. Eso, el saber que quizá no me corresponderías me causaba dolor.

Notas finales:

gustaria saber en realidad que opinan de esta escena que agregue, si en realidad encaja con algo que podria aver sucedido realmente a Mello. Yo pienso que eso que le paso en la historia es algo muy comun que aveces nos pasa. Sin que nos demos cuenta nos encontramos pensado cosas de ese tipo con personas que aveces no tienen nada que ver. Muchas veces negamos el sentimiento y nos finjimos locos. PEro aveces llega a ser algo bastante real y se apodera de nosotros.

MEllo tiene su lado humano.

Me encantaria saber que es lo que uds piensa u opinan.

O que fue los que les hizo pensar o sentir.

saludos

Itxy


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