Deidara esperaba en el comedor a que su marido regresara de trabajar, los dos vivían en un pueblo a las afueras de Tokio llamado Konoha, estaban casados desde hacia 2 años y hoy justamente era su aniversario, pero a pesar de haberle dicho unas miles de veces que ese día llegara temprano que le tenia una sorpresa, este llegaba tarde, como siempre.
Eran las 23:45 le llevaba esperando dos horas y media, pero el no aparecía le había llamado, incontables veces, pero siempre saltaba el contestador y en la oficina le habían dicho que estaba en una reunión, ¿Pero cuanto duraba la maldita reunión?
Estaba sentado en la mesa de comedor de su casa, frente a el, los platos, los cubiertos todo, y las velas completamente consumidas, la cena que había preparado fría, y el baño que había preparado para después bañarse juntos, también frio, y el estaba cabreado, le había repetido un millón de veces que hoy anulara, reuniones, papeleo, el trabajo, pero no, el no, como siempre todo iba primero antes que el, y estaba empezando a cansarse.
El reloj marco las doce de la noche, y cansado se levanto de la silla y fue a la habitación, se desprendió de la ropa que llevaba justamente para la cena, y quedando en bóxer, se metió en la cama de matrimonio que compartía con Itachi, se disponía a dormir cuando oyó la puerta de entrada cerrarse.
Se levanto de la cama, y bajo abajo, vio a su marido quitarse los zapatos en la entrada a oscuras, vio como hacia malabares para no hacer ruido, pero la oscuridad duro poco mas, por que el rubio le dio al interruptor de la luz, sorprendiendo al Uchiha que por poco se mata, al subir el escalón, por la luz recién encendida al cegarle.
- Llegas tarde.- Le dijo el rubio desde lo alto de la escalera.
- Ya, Deidara yo lo siento.- Le dijo Itachi culpable.
- Siempre lo sientes Itachi.- Dijo el rubio dando la vuelta y dirigiéndose a la habitación.
- Deidara.- Itachi suspiro y subió las escaleras y se dirigió también a la habitación que compartían desde hacia 3 años.
- No quiero tus excusas Itachi, ¿Sabes? No tengo ni puñetera idea por que sigo intentando celebrar esto contigo, o organizar cenas románticas, o viajes para relajarnos, por que desde que salimos hace seis años, desde que nos vinimos a vivir juntos hace tres y desde que nos casamos hace dos, siempre haces lo mismo.- Le dijo el rubio cabreado metiéndose en la cama.
- ¿Qué te hago?- Pregunto el azabache empezando a perder los nervios.
- Me fallas, antepones a todo, y a todos antes que a mi, y donde quedo yo, ¿Eh donde?- Pregunto el rubio cabreado sentado en la cama.
- Deidara... Da igual me voy a dormir al sofá.- Y sin mas el azabache cogió y bajo al salón a dormir al sofá.
- Como siempre.- El rubio se acomodo en la cama, apago las luces en intento dormir.
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La noche paso y llego la mañana, el rubio no había podido dormir en toda la noche, ahora después de haberse dado una ducha para despejarse, y ahora bajaba hacia la cocina, era sábado, y se suponía que Itachi no trabajaba pero claro, ya no se fiaba mucho que digamos.
En vez de dirigirse a la cocina, se dirigió al salón allí desde la puerta vio a Itachi dormir tranquilamente, esta vez si que se dirigió a la cocina, y se puso a preparar el desayuno.
30 minutos después, el desayuno estaba casi listo, a pesar de la pelea con Itachi, preparo el desayuno para los dos, como hacia todos los fines de semana, ya que el resto de la semana el azabache se iba tan pronto a trabajar que normalmente no desayunaba en casa.
Deidara, puso los dos platos con el desayuno encima de la mesa, iba a llamar a Itachi para desayunar, cuando el azabache apareció por la puerta de la cocina, el rubio se sentó y empezó a desayunar y el azabache hacia lo mismo.
No se miraban, ni se hablaban y posiblemente era el desayuno mas incomodo que habían tenido en su vida, el rubio miro al azabache, este comía cabizbajo y fue cuando iba a beber de su café cuando cruzo la mirada con Deidara.
Deidara aparto la mirada, y volvió a comer, Itachi se sintió mal, por que sabia que no hacia mas que fallar a su marido, y no quería que pensara que no lo amaba, de echo lo amaba con locura, pero de todas las veces que lo había fallado no sabia, cuanto tiempo mas estaría el rubio a su lado, y además es que lo que le había dicho la noche anterior había tenido una razón como un templo.
- Me voy a duchar.- Dijo el azabache cuando termino con su desayuno.
- Vale.- Le respondió el rubio terminando el también con el suyo.
Deidara se levanto de la silla cuando Itachi se había ido echo los platos sucios para lavar, y se dirigió a la entrada, se puso la chaqueta cogió las llaves y salió de su casa, necesitaba hablar con su hermano, que además estaba casado con el hermano de su marido.
Llego a la casa de ellos y toco a la puerta, a los pocos segundos un chico rubio, de ojos azules, y unas marcas en las mejillas y de unos 24 años le abrió la puerta, Deidara tenia 28 años apenas se quitaban cuatro años al igual que los hermanos Uchiha.
- Dei ¿Qué pasa?- Pregunto el rubio menor al verle la cara cansada, y las ojeras que tenia.
- Ayer llego tarde, otra vez.- Le dijo Deidara aclarando las dudas del rubio menor.
- Pasa.- Le dijo apartándose hacia un lado para que Deidara pasara.
- ...- Deidara no dijo nada simplemente paso y se quedo en la entrada esperando a su hermano.
- Vamos, ven al salón.- Los dos entraron en el salón de la casa de del menor, y se sentaron en el amplio sofá.
- ¿No esta Sasuke?- Pregunto extrañado de que no estuviera por allí.
- Si, esta durmiendo.- Dijo el rubio sonriente.
- Ah, ¿Te e despertado?- Pregunto el rubio mayor, temiendo que su hermano estuviera durmiendo tranquilamente con su marido y que le hubiera molestado.
- No, me acabo de levantar hace un rato, pero ahora cuéntame que ah pasado, se que te quieres desahogar.- Le dijo el rubio menor tranquilizando a su hermano.
- Volvió a llegar tarde, y sabia que podía pasar, pero ni se digno en llamar para avisar, y por encima, me doy cuenta que todo es mas importante para el, que yo.- Le dijo Deidara, mientras que lagrimas que había retenido cian por sus mejillas.
- Ey, tranquilo.- Le dijo su hermano abrazándole.
- Naruto, yo ya no se que mas hacer, me he mentalizado siempre, que es normal que haga eso, es su trabajo y todo eso, pero no aguanto mas.- Deidara no pudo a pesar de que lo intento controlar las lagrimas.
- Dei, ¿Te as parado a pensar, un momento en este tiempo en lo que sientes por Itachi?- Pregunto Naruto tranquilo.
- No entiendo.- Dijo el rubio mayor sin entender lo que decía su hermano.
- ¿Tu que sientes por Itachi?- Le pregunto el mayor le miro un segundo y respondió.
- Le amo.- El rubio le hizo un gesto para que siguiera.- Le amo, mas que a mi vida, y quiero estar con el para el resto de mis días, envejecer juntos, y compartir todo lo que tengo con el.- Le dijo sacando sus sentimientos a flote.
- Pues entonces ¿Qué haces aquí? Ves a decirle todo eso, y hazle decir lo que siente el por ti.- Le dijo el rubio menor sonriendo.
- Si, gracias Naru.- Le dijo abrazando a su hermano menor para salir lanzado de la casa de su hermano y cuñado.
De camino a casa, iba pensando todo lo que le quería decir a Itachi, cuando llego, saco las llaves y entro en su casa y la de su marido, no oyó ningún ruido, miro en la cocina y en el salón y no había nadie así que subió al piso de arriba y se dirigió a la habitación, entro sin hacer ruido y de espaldas a el, con solo una toalla, con gotas de agua recorriéndole el cuerpo y sentado en su lado de la cama.
- Itachi.- Llamo entrando en la habitación y el nombrado se giro.
- Hola.- Le dijo levantándose e iba a salir de la habitación pero el rubio le detuvo.
- Te amo, y me da exactamente igual si te olvidas de nuestras cenas, de nuestro aniversario, me da igual todo eso, por que se que aun así estas ahí conmigo y aunque pocas veces llegues a tiempo, siempre llegas, tarde, pero llegas, y quiero pasar el resto de mi vida contigo, y abra mas aniversarios que celebrar.- Dijo sonriendo el rubio.
- Dei.- El azabache se acerco a el, y le beso, suave y tiernamente.
- Te amo, te amo, te amo, te amo, perdona lo que te dije anoche, te amo.- Le dijo de nuevo Deidara.
- Perdóname tu a mi, yo también te amo, y no debí de llegar tarde.- Los dos empezaron a besarse apasionadamente, el azabache paso su lengua al interior de la boca del rubio, el beso se volvió incluso mas apasionado si se podía, pero el aire se hizo presente y se tuvieron que separar.
::::::::::4 horas mas tarde::::::::::
Deidara dormía plácidamente después de hacer el amor con su marido, e Itachi entraba en la habitación con cuidado, tenia un rotulador en la mano, se sentó al lado de Deidara que dormía boca abajo, Itachi bajo la sabana un poco mas, dejando expuesta la espalda del rubio.
El azabache le quito la tapa al rotulador, y con cuidado de no despertar al rubio, escribió en la espalda de este, mientras que escribía sonreía un poco mas, se encontraba bien escribiéndole todo eso, cuando termino, volvió a tapar el rotulador, y lo dejo encima de la mesilla, le dio un beso en la cabeza a Deidara, y se levanto para dejar una nota en la mesilla, y salir de la habitación.
:::::::::::2 horas mas tarde:::::::::::
Deidara se movió en la cama, despertando, toco a su lado pero no había nadie, se levanto y en su mesilla vio una nota y la leyó "Tengo que hacer unas cosas vuelvo en unas horas" El rubio dejo la nota donde estaba y se dirigió al baño un poco desanimado, cogió una toalla y entonces vio que tenia algo escrito en la espalda.
- ¿Pero que...?- Deidara cogió un espejo pequeño y empezó a leer lo que tenia escrito.
"Me as preguntado muchas veces que fue lo que me hizo enamorare de ti, ahora lo se, me enamore de ti, por que desde el primer día que te vi, imagine un futuro contigo a mi lado, por que te quiero en mi vida, por que eres MI vida, y por que simplemente estoy enamorado de ti, TE AMO."
El rubio sonrió, una forma de decir te amo a alguien un tanto rara, pero le encanto, oyó la puerta de la entrada cerrarse, y salió del baño a toda velocidad, bajando las escaleras corriendo, y se lanzo a abrazar al azabache que enseguida supo el porque de la efusividad del rubio.
- Te amo.- Le dijo el rubio para después besarle.
- Yo también.- Mas besos se hicieron presentes.
Por que a veces celebrar un aniversario no es tan importante, por que lo importante es que la persona que amas, te ame, y es lo único que importa.
::Fin::