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Geisha por minako_usagi

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Notas del fanfic:

 

Pésimo resumen u.u.

Notas del capitulo:

 

 Esto en un principio estaba pensado como un "PWP" (argumento, que argumento) pero en algún punto de la narración cambio. Aún así, espero que esté bien.

 

Geisha. La palabra rondaba por su lengua, sonando casi, casi extraña. Una suave brisa golpeó su joven rostro. Siguió caminando, buscando con su mirada algo, algo que pudiera hacerlo escapar de aquella realidad que lo desesperaba tanto. Geisha.

Sus piernas, desarrollando vida propia lo condujeron hacia un lugar, un abismo perdido, un lugar de ensueño. Su salvación. Rió sintiendo el sabor amargo de la ironía.

"Una joya señor, algo que ya no abunda por estos días"

Una roja sonrisa originada por carnosos labios. Amables palabras y alcohol fueron suficientes para arrastrarlo hacia una pequeña habitación. Su cuerpo temblaba, tal vez no del frío, había algo más pero no podía descifrarlo. Quizás se debía a la presencia de alguien más en la habitación.

 

Oh.

 

Sus labios se movieron erróneamente, su lengua arrastraba palabras que se quedaban trabadas en el fondo de su garganta. Pero la verdad, no eran necesarias. No cuando la joven, quien estaba de espaldas a él comenzó a cantar suavemente.

Una melodía perfecta. Paradisíaca. 

Su patético estado no le permitía distinguir claramente las palabras, pero podía sentir. Sentir. Sentir en su piel. Melancolía y tristeza. Un canto tristemente angelical. . .

 

"¿Desea que continúe, señor?"

Un eufórico asentimiento de la cabeza fue su única reacción.

Y entre sake y melodías lejanas fue que Yoochun juró regresar.

 

"Mi nombre es Junsu, señor"

 

Días habían pasado y solo cinco letras rondaban por su mente. No podía caer otra vez en eso, no podía ser débil ante la tentación. Pero era inevitable. Era imposible cuando se trataba de un ángel de gruesos labios, tristes ojos y exquisita voz. Sonrió, pero esta vez fue más que un mero gesto automático.

"¿Desea que cante nuevamente?"

Yoochun miró con cautela esos finos ojos oscuros, intentando descubrir algo más que amabilidad. Deseos, ambiciones, recuerdos. Se preguntó varias veces si esa blanca piel sería tan sedosa como aparentaba. ¿Estaba bien si. . .?

 

"Estoy para complacerlo, señor"

 

Luego de dos semanas y cuatro días el joven deseaba que aquella frase dispersada, tan autómata y mecánica como el arte de respirar, significara algo más. Y no pudo evitar preguntarse a cuantos hombres más se lo diría.

 

"Cuéntame Junsu, cuéntame de ti"

 

Un leve silencio los acompañó por unos segundos, hasta que la joven geisha acomodó su shamisen, acariciando levemente sus cuerdas.

 

"No hay nada por contar, señor"

 

Una cálida sonrisa partiendo sutilmente sus labios. Exasperación lo invadió por unos instantes, quería saber, quería saber. Necesitaba saber.

 

". . .por favor"

Junsu miró fijamente sus ojos, por primera vez notó el joven, y suspirando se levantó.

"Sígame"

Y eso fue lo que Yoochun hizo. La noche no le permitía tener una vista clara del paisaje, aún así la luz de la luna era suficiente como para resaltar el bello kimono que vestía Junsu, su frágil cuerpo-su belleza-

"Señor, esto esta prohibido"

Yoochun rió, sintiendo gran familiaridad con aquella palabra. Prohibido. Siempre se trataba de ello, ¿no? Se acercó un poco más hacia la joven geisha, la tomó de las manos y la miró fijamente.

"Está bien"

Y por primera vez vio a Junsu sonreír. Con sinceridad.

Los días continuaban su curso, pasando rápidamente sin tener piedad de los hombres. Yoochun se encontraba acostado, su cabeza apoyada en el regazo de Junsu. La joven geisha cantaba mientras acariciaba el cabello de su cliente-amigo. Él la observaba atentamente, desde las suaves líneas que se formaban en su frente hasta la curvatura de la nariz. Facciones delicadas, blanca piel. . .extendió su mano, tanto hasta que sus dedos rozaron los bien delineados labios. Junsu dejó de cantar. Bajó su mirada encontrándose con dos oscuros ojos. Y sin decir nada más se inclinó hasta probar los labios de su cliente.

 

"Señor, esto está prohibido"

 

Junsu rió mentalmente ante el recuerdo de sus propias palabras. Un profundo dolor en su pecho al apartarse de la calidez que le brindaban aquellos bellos labios. No solo no era capaz de amar sino que. . .

"Yoochun, debo decirte-"

"Shh. No hables, por favor"

 

Junsu solo apartó su mirada comprendiendo, pero aún así, el dolor no se iría. La luna se veía bella. Desde que su memoria le permitía recordaba cuanto siempre anhelaba tocar la luna con sus dedos, acariciarla, abrazarla hasta el cansancio. Una solitaria lágrima descendió por su mejilla.

"Debo irme"

Se levantó apartando a Yoochun. El joven miró en silencio como la geisha se alejaba cada vez más, de pronto un terrible miedo golpeando su estómago, revolviendo sus entrañas. Junsu. . .

 

Un joven, un joven que perdió a sus padres cuando tan solo tenía 10 años. Un joven que fue encontrado en la más grande miseria. Un joven que fue salvado por una mujer, quien amablemente le dio refugio y un medio para vivir. Un joven. Junsu era eso.

"Ya sabes la verdad"

Junsu se sentó al lado de la ventana, como siempre.

"Entonces, eres un hombre"

Un susurro, palabras secas, rígidas, escupidas con temor.

El joven volvió la mirada hacia su cliente, una sonrisa triste adornando su bello rostro.

"Es normal. Todos sienten lo mismo"

Dos, tres minutos, media hora después solo el silencio reinaba en la oscura habitación.

"Lo siento"

La joven geisha murmuró, y a pesar de portar una sonrisa, lágrimas caían de su rostro.

La habitación quedando nuevamente en silencio. Hasta que Yoochun se acercó al joven, con ojos que destilaban algo más que pena y amabilidad, con una sincera sonrisa en su rostro.

 "¿Crees que podamos escapar juntos? Yo podría componer melodías y tu podrías cantarlas."

Junsu parpadeó por unos instantes, la calidez de dos manos sobre las suyas sintiéndose casi irreal. Casi, porque en realidad aquella sensación era tan fútil y sincera que ningún sueño jamás sería capaz de reproducirla. Un brillo en sus ojos, una sonrisa en sus labios y un abrazo sellando una promesa.

"Gracias Yoochun"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Disfrutaron?

No?

 

Bueno, al menos lo intenté u.u

Hasta la próxima

 

:D~


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