Subió hasta a pocos centímetros de sus labios –contigo puedo divertirme bastante a decir verdad- sonrió insinuante el pelirrojo.
Pero su sonrisa fue rápidamente robada por los labios del rubio qué lo besó repentinamente. Un beso que de inmediato se volvió apasionado, tanto así que tuvieron que detenerse para poder respirar, y ambos rieron. Y una vez más el pelirrojo se acercó a los labios que lo llamaban, los volvió a besar suavemente, pero el rubio deseaba más, no demoró en apresurar el beso una vez más, abrieron sus bocas e introdujeron sus lenguas que al encontrarse con su igual comenzaron con esa danza que tanto placer les entregaba.
El pelirrojo bajó nuevamente hasta su cuello y una de sus manos se apresuraba a sentir la calidez bajo la cremallera del rubio. Se apoderó de la piel del mayor, besando y embriagándose del aroma del rubio, Akira no usaba perfume, siquiera una gota de perfume traía consigo y aquello era aún mejor, porque aquello quería decir que ese aroma que enviciaba y obsesionaba al pelirrojo era naturalmente de él y de nadie más.
-¡Ah…!- Gimió levemente al sentir la respiración del menor en su oído, le causaba un pequeño cosquilleo de placer. Mordió suavemente en el oído del rubio y éste comenzaba a respirar algo más agitado.
Aquella prenda tan molestosa le estaba hartando, sacó con bastante facilidad la camiseta del rubio ya que éste no tardó en ayudarlo. Ahora podía sentir sin dificultad alguna la suave piel de éste, tocó con brusquedad el cuerpo del más alto, y aún ocupado en su cuello, bajo de su mentón continuaba besando y lamiendo dejándole la piel rojiza y con leves marcas dando a entender que él estuvo en ese lugar.Colocó una de sus piernas entre medio de las del mayor moviéndola levemente, pero a un ritmo que descolocaba por completo al rubio, lanzaba ahogados gemidos en un intento inútil que éstos fueran silenciados.
No era cosa de cada día que un chico estuviese tocando su entrepierna con su pierna mientras besaba y daba pequeños mordidas en su cuello.
Y la mano de Ruki cada vez paseaba más cerca del pantalón del rubio.
Se detuvo al besarlo, y se colocó frente a su rostro, escasos centímetros los separaban. –Me encantas….- musitó, y una tenue sonrisa se dibujó en su rostro.
-Y… tú- habló entre jadeos al sentir la mano del pelirrojo en su entrepierna. Continuaba moviéndola lentamente por arriba del pantalón mientras en su rostro se veía una clara risita burlona.
-¿Es la primera vez que te tocan así no?- murmuró despacio, pero aún con un tono divertido e insinuante a la vez.
El rubio no pretendía responder aquella pregunta, el pelirrojo lo hacía ver bastante vergonzoso de la forma en que lo interrogaba. Además no podía pensar del todo bien sintiendo aún la mano del menor rondar en su zona.
Guardó silencio e intentó fingir y silenciar el placer que estaba sintiendo allá abajo.
Pero el pelirrojo no esperó respuesta sino formuló más preguntas.-¿Y te han besado por acá?- lo observó con una lujuria que era bastante desconocida para el rubio, pero que sin duda le encantó.
Bajó por su cuerpo sin mucho apuro, apreciando y sintiendo cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a su ombligo, jugó y recorrió con su lengua por el alrededor, pero al parecer aquel lugar no era donde deseaba llegar, continuó bajando hasta encontrarse con la pretina del pantalón y lamió por el alrededor de ésta.
¡Mierda! Estaba realmente nervioso por lo que quizás pretendía hacer Ruki después de eso. ¿Acaso de verdad lo haría? ¿Acaso de verdad intentaba colocárselo en la boca? De tan sólo pensarlo sentía un gran ardor en su rostro, y no sólo en su rostro sino más abajo también.
-Vamos… no tengas miedo Akira…- Sonrió.
Y ya había comenzado a sentir como las manos del pelirrojo desabrochaban su pantalón. Deseaba que lo hiciese de una vez por todas, pero aún mantenía una parte cuerda dentro de él y la frase pudor le rondaba la cabeza.
¿Pudor o placer? ¿Placer o pudor? ¿Pudor o placer? ¿Placer o pudor? Pensaba mientras la mano de Ruki ahora jugaba por debajo de su ropa interior, y ésta vez los gemidos no pudieron ser silenciados, ya había encontrado su punto débil en su miembro y lo tenía como siempre había deseado.
¡Que va! Placer. Eligió entre sus pensamientos que se agolpaban por las infinitas cosas que se encontraba pensando. Ver a Ruki con aquella sonrisa le provocaba un cosquilleo, era sensual e insinuante. Pero aunque el rubio tenía muy claro que el chico con experiencia era sin duda el pelirrojo, el chico que ha estado con otras parejas era sin duda el pelirrojo, el chico que lo supera en todos los términos a cuanto se refiere al amor, sin duda ese era Ruki. Aún así no deseaba quedar como un idiota sin saber qué hacer. Haber visto alguna vez yaoi después de todo le estaba ayudando bastante, por decirlo de un modo le había informado como se hacían las cosas. (Nota autora: Akira era gay antes q conociera a ruki ¬¬ xD)
Los gemidos se hicieron oír en los oídos del pelirrojo y éste sonrió de satisfacción. Y sonrió más al encontrarse repentinamente bajo el cuerpo del rubio, lo sujetó de entre los brazos y lo había subido hasta arriba para así darlo vuelta y tomar posición arriba del pelirrojo. No podía permitir que Ruki hiciese todo ¡No! Aquello sería la burla permanente del más bajo y aquello no estaba en su alto y extraño orgullo que mantenía en si mismo.
Observó la boca semiabierta del más bajo, con sus labios un poco humedecidos por el movimiento que provocaba con su lengua al saborearse el labio inferior. Esos ojos que mantenía un pequeño brillo divertido deseando algo más. Se agachó lentamente hasta rozar sus labios y el pelirrojo de inmediato lo envolvió entre sus brazos sin dejar que se escapase de ese beso.
Pasaron unos cortos minutos hasta que sus bocas se separaron y el rubio comenzaba a desabrocharle el pantalón al pelirrojo. Bajó hasta mantener su boca a pocos centímetros del pantalón de Ruki ¿Quién dijo que ver yaoi o hentai no dejaba experiencia alguna? Aunque aún no podía creer lo que estaba por hacer y no era porque no quisiese, sino el hecho era bastante raro en su rutinaria, normal y aburrida vida.
El pelirrojo sólo le observaba divertido y con un rostro un tanto encantador al parecer del rubio.
La puerta se abrió de golpe -¡¡Akiraaa!!- Entró corriendo el castaño claro a la habitación. Y frenó en seco al ver la imagen de su amigo, de su MEJOR AMIGO.
Ruki, un chico de 15 o 16 años se encontraba recostado en la cama mientra que un rubio mal teñido y con raíces negras estaba arriba de su cuerpo. Además de estar completamente desnudo desde la cintura para arriba y con su boca a pocos centímetros del ya abierto pantalón del pelirrojo que se encontraba con un rostro de prostituta falta de sexo, deseando que su miembro viril estuviese de una vez por todas dentro de la boca del animal que tenía arriba de su cuerpo.
Escena bastante traumatizante para el recién llegado. -NO LO PUEDO CREEEER- Chilló y se ocultó los ojos entre sus manos, mientras se volteaba rápidamente.
-¡Hey Shima! Regresa, ya no te contaremos más historias de terror- venían llegando a la habitación los ya conocidos Yuu Shiroyama y Uke Yutaka. El dúo libertino atraído locamente por la princesa del grupito.
Sus ojos se abrieron de par en par al ver a sus dos amigos en la cama. No pasó siquiera 5 segundos cuando las risas de éstos dos estallaban en la habitación y el sonrojo de la pareja de noviecitos ardía en sus mejillas, en realidad sólo en Akira.
El rubio se levantó rápidamente del cuerpo del más bajo para acomodarse sus ropas, entiéndase su pantalón desabrochado y que se encontraba a una altura no correspondiente para un pantalón. Ruki hacía lo mismo, y en su oído aún se oían las molestosas risitas de sus amigos.
-¡Hey ruu! Esto me recuerda cuando tu madre nos pillaba… aunque tu mamá siempre nos sorprendió en peores situaciones- rió el pelinegro acompañado del castaño oscuro.–oye kai, te imaginas hubiéramos llegado un minuto más tarde JAJAJAJA- volvía a reír como si estuviese tratando de escupir toda la saliva que tenía.
-Yuu, deja de hablar tonterías…- su voz se escuchó bastante normal a diferencia del rubio, Ruki no se encontraba para nada avergonzado ni nervioso.
-Si hubiésemos llegado más tarde, Akira quizá estaría atragantado con ruki en su boca JAJAJAJA- se burlaban de una forma impresionante, eran tan odiosos.
El rubio intentó ignorar, pero lo que mencionó Yuu le quedó rondando en la cabeza, a pesar de la corta edad de Ruki… ya ha tenido sexo con Yuu y quizás cuantas veces. Pensaba mientras se colocaba la camiseta e iba desapareciendo su sonrojo en las mejillas, no deseaba comenzar a pensar en la antigua relación que éstos dos habían mantenido, no le gustaba imaginar a ruki con otra persona. ¡No! Aquello era bastante… ¿raro? ¡Sí! Demasiado extraño y por alguna razón aquello dolía.
Ya vestido completamente, observó como el dúo libertino aún se mofaban de sobremanera de la reciente situación y como Ruki les golpeaba para que se callasen de una vez, fue hay cuando se acordó de su traumatizado amigo.
-oye shima…- le llamó, pero aún seguía con los ojos cerrados y vuelto hacía la pared.
-…..
-¡Shima!- No se volteaba para nada. Las risas de los otros dos y las burlas continuaban hundiendo el lugar, mientras que Ruki continuaba peleando con sus amigotes. El rubio se acercó hasta el castaño claro y le miró de frente.
-¡Hey…! No es lo que piensas… ósea si es lo que piensas- habló nervioso -¡¡Pero no exactamente ESO!!- enfatizó.
El castaño claro abrió los ojos y le observó un momento sin pronunciar siquiera una vocal –Akira- Habló por fin, y en su rostro se notaba frustración e inclusive enojo. –¡¡No te perdonaré esto…!!- Se dio media vuelta y salió de la habitación enojado como pocas veces lo veía el rubio.
Akira quedó sin palabra, no entendía el por qué del enojo de su amigo, no comprendía por qué le había mirado de aquella forma, ¡¡no lo entendía!!
-Uiii Akira… ¿Al final alcanzaste a probar a Ruki?- sonaba la voz melodiosa y burlona de Kai a pocos centímetros de su oído.
-¡¡Cállate Kai!!- Se alejó del castaño oscuro.
-ya ya ya, váyanse de acá- Los empujaba para la puerta el pelirrojo.
-¡Hey ruu! Después nos tienes que contar todo- sonó la voz juguetona del pelinegro.
-no lo hicimos, yuu ¿satisfecho?-
-yo quiero saber maaaas- decía ya casi fuera de la habitación.
-bye bye aoi- le sonrió, mientras hacía el gesto de despedida con su mano.
-pero…- fue lo último que se escuchó ya que el portazo que dio el pelirrojo debió de haberle destrozado el rostro a Aoi.
El rubio se lanzó a la cama –creo que ahora seremos el centro de sus burlas permanentes- sonrió un tanto avergonzado.
-no me importa, no sería la primera vez-
-¡Claro! ¡Quizás con cuantas personas te han sorprendido ya!- su tono divertido había pasado a uno más serio y con un leve poder autoritario.
-¿celoso?- se acercó hasta él para recostarse a su lado.
-¡Que va! Siquiera te conocía cuando te acostabas con yuu-
-¡Hey! Lo de yuu pasó hace bastante tiempo ya…- debatió.
El pelirrojo se acomodó en el pecho del rubio para cruzar su brazo por la cintura del más alto.
-oye ruki…- le llamó.
-¿ah?-
-Tú… emh… haber…- pensó las frases adecuadas para decirlo.
-vamos, dime-
-cuando estuviste con yuu ¿tú lo amabas?-
-le quería… que es distinto- respondió de forma muy tranquila aún con sus ojos cerrados sobre el pecho del rubio.
-¿y te has enamorado?-
-me parece una pregunta conocida…- musitó en voz baja y con una leve sonrisa.
-dime…- persistió.
-Sí Akira, creo que si me he enamorado… pero no fue la mejor relación que tuve, no fue para nada buena en realidad…- soltó una pequeña risita triste.
Sabía muy bien a quien se refería, su ex novio. Se sintió estupido, por un momento pensó que quizás lo mencionaría a él, una pequeña esperanza había depositado en su respuesta y no evitó sentirse mal por lo que mencionó el más bajo, pero actuó sin asombro alguno como si aquello fuese hasta obvio.
-¿Y tú Akira?-
-¿yo?-
-¿te has enamorado alguna vez?- preguntó.
Cuando formuló la pregunta tan sólo había pensado en lo que iba a responder el otro, pero se le había olvidado pensar que por consecuencia ruki le preguntaría lo mismo. ¿Qué debía responder ante eso? Lo más cerca que ha estado del amor y felicidad, se llamaba Takanori Matsumoto, no quería parecer un maldito cursi al responderle que al parecer estaba enamorado de su pequeño noviecito. ¡No deseaba responder eso! Aunque fuese verdad, él acaba de hacerme entender que no le ama.
-eh… ¿cuentan las niñas de primaria? Porque hubo una niña de primaria que me rechazó, pero aún la recuerdo como mi amor- rió.
-tonto- levantó su cabeza para buscar la mirada del rubio –te hablo en serio…-
-No Ruki, nunca me he enamorado de alguien…- respondió por fin.
Ok, estaba mintiendo, pero no pensaba decirle la verdad al pelirrojo, siquiera estaba seguro qué si lo que sentía era posiblemente llamado Amor, ¿pero acaso querer estar con una persona siempre, querer hacerle feliz, querer besarle como a ninguna otra persona, y aún más importante, ser feliz a su lado, acaso aquello no es amor? ¿O hay un sentimiento aún más fuerte? Porque si lo hay el rubio se dio a entender que quizás no estaba enamorado, pero hasta el momento era lo más fuerte que había sentido él.
-ya veo…- musitó –sabes…- se colocó frente al rostro del rubio –no deseo volver a enamorarme…-
Aquello había logrado por terminar de atrofiar todo lo que traía por nombre: Akira.
-¿Por qué?- preguntó un tanto dudoso.
-porque es doloroso- sonrió.
-no lo sé, no me he enamorado aún- rió, pero aún sentía un extraño nerviosismo por la conversación que él mismo había provocado.
-oye Akira…- se acercó un poco más a su rostro –te quiero, te quiero mucho, no te imaginas cuanto…-
-¿Más que a Aoi?- frunció sus labios.
El pelirrojo soltó una leve risita –lo que siento por ti siquiera se compara por lo de yuu, y si es que lo comparo, yuu vendría siendo como mi hermano- rió –tú eres distinto…-
-¿aún así no te quieres enamorar de mí?- cantó sus pensamientos ni siquiera con su consentimiento. Que idiota que soy, pensaba. Las respuestas de su novio anteriormente lo habían masacrado y ahora venía y formulaba la pregunta que lo terminaría destrozando aún más.
El pelirrojo le observó sorprendido por la pregunta, jamás pensó que le diría algo semejante.
-¿acaso quieres que me enamore de ti?- ¿Qué tenía que decir ante lo dicho? Sí ruki, deseo que sientas aquel sentimiento tan grande por mi y que olvides por completo a ese tarado que te hizo sufrir. Que cursi, se decía así mismo, y él no era ese tipo de personas, llorar y hablar con frases románticas eran claramente de MUJERES y él era un hombrecito para sus cosas.
-yo pregunté primero- se excusó.
-entonces no sé… no quiero volver a sufrir- rió. –prefiero las cosas tal como están contigo ahora, y si me llego a enamorar de ti, te avisaré ¿ok? espero que tú también me digas si te sientes enamorado de mi… o de otra persona- sus últimas frases sonaron débiles como si tan sólo pensarlo ya doliese.
-¿seguro que no cuentas las niñas de primaria?- rió.
-seguro- devolvió la sonrisa.
-Estamos en la playa, y nosotros dos encerrados acá… vamos- El chico raro y silencioso de la clase ¿estaba diciendo que deseaba salir a la playa? Hace un tiempo atrás Akira siquiera hubiese pisado un grano de arena y su trasero se encontraría hundido en el sillón observando alguna serie de anime que probablemente podría ser hentai, a un adolescente se le abren miles de dudas y curiosidades y el rubio no se escapa de aquello. Pero desde que había conocido aquel trío chicos bastante raros y distinto a él, su vida había tomado un gran giro.
-¡pero yo quiero terminar lo que empezamos denante, antes de entrar esa tropa de animales!- protestó el pelirrojo.
-ah, tranquilo… en la noche tendremos mucho tiempo- sonrió sensual e insinuante, comenzaba a comportarse como un vil PUTO. (Nota autora: ¡¡Cuatica y exagerada!! Esa soy sho *---* xD)
Salieron de la habitación y todo el ruido que había se acabó al salir ambos a la sala.
-¡¿Qué miran?!-
-nada, nada…- rió el pelinegro seguido del castaño oscuro.
El rubio observó al castaño claro que se encontraba sentado en el sofá de la pequeña y rustica salita. Aún continuaba enojado y no entendía el por qué.
-Estamos en la playa, vamos a disfrutar mejor- sonrió el pelirrojo.
-pero hace frío-realizó pucheros el pelinegro –y está nublado…-
-¿Y qué tiene?- habló el rubio –no vinimos de tan lejos para quedarnos sentados en una pequeña salita-
-¡Sí! Akira tiene razón- Se levantó animado yuu que cambió repentinamente de decisión y alzó su puño empuñado hacía el cielo en señal de anhelo –después de todos nos encontramos en la FUN BITCH- observó al castaño claro que aún se encontraba sentado y con sus brazos cruzados –vamos shima- le sujetó la mano incitándolo a que se levantase –vamos a divertirnos.
El gesto no fue ignorado por el castaño más oscuro y rápidamente le sujetó la otra mano a shima –vamos shimita yo te salvo de este animal, podemos bañarnos juntos si tú quieres- sonreía furtivamente.
-¿eh?- observaba confundido por la persistente actitud de ambos acompañantes que tenía.
-ne ruki, vamos a buscar toallas y colócate el traje de baño- El más bajo asintió.
-Hey… yo traje unas bermudas bastantes cool- sonrió orgulloso el pelinegro.
-yo también traje bermudas- habló con su voz serena el castaño claro.
-¿Enserio? Hay si somos él uno para el otro- soltó su mano y bajó para abrazarlo de una forma bastante poseedora. El castaño claro se sonrojó al sentir el furtivo abrazo de éste, además de que kai no quedó atrás.
-¡Yo también traje bermudas!- habló en voz alta mientras sacaba las mugrosas manos del pelinegro en el hermoso cuerpo del más alto. -ven shima- le sujetó la mano para llevárselo de la sala hasta la habitación y el pelinegro salió corriendo detrás de ellos sin siquiera querer que estuviesen 5 segundos solos.
-¡¡kaaaaaaai!! No te lleves a shiiima- gritaba mientras les perseguía.
El rubio se quedó solo en la sala, pensando aún porque mantenía esa mirada pesada de su amigo sobre él. Le estaba hartando no saber que ocurría. Y quería aclararlo, así que se dirigió a la habitación que se encontraba el trío. Entró y observó a su amigo en una esquina con una pequeña sonrisa en su rostro y un leve sonrojo en sus mejillas. Los otros dos tarados se encontraban arrinconándolo cada vez más.
-¡AOI, KAI!- gritó el rubio al ver la escena y se acercó hasta ellos mientras con sus manos sacaba a esos dos depravados de encima del castaño claro –salgan, salgan de aquí, quiero hablar con shima a solas, y díganle a ruki que se valla a bañar, luego voy con él- habló serio y borró por completo la pequeña sonrisa que había dibujado su amigo en sus labios hace un momento.
Cuando por fin se quedaron solos en la habitación, que por cierto antes de resignarse y salir de la habitación aoi y kai le miraban como tales asesinos fuesen.
El rubio se sentó en la cama y observó hacía el más alto.
-vamos… habla- le incitó.
-¿a qué te refieres?- su tono sonaba pesado y serio.
-a eso… mira como me hablas-
Sólo desvió la mirada.
-¿Por qué estás enojado? No entiendo… sólo estaba con ruki nada más…-
-¡¡Justamente por eso!! Estoy enojado porque eres un idiota Akira- gruñó.
-no entiendo- musitó confundido el rubio.
-¡¡Porque estabas con ruki!! Por eso estoy enojado…-
-pero… ¿por qué?...-
-idiota… como no te das cuenta- murmuró y se dejó caer al lado de Akira en la cama.
El rubio que estaba sentado sobre la cama le observó confundido, y es que esa conversación le estaba tomando por sorpresa, era idiota pensar que shima pudiese andar detrás de él, así que lo descartó rápidamente, pero… era la única explicación que encontraba al repentino enojo de su amigo.
-explícame mejor- le observó a los ojos.
-estoy enojado por lo que hacías con ruki en la habitación- musitó.
-pero… yo estoy con ruki-
-lo sé, y no estoy enojado por eso, sino por lo que hacían-
-oye shima, de verdad que no te entiendo para nada…-
-es simple…-
-no, no es simple-
-si qué lo es-
-¡No! ¿Acaso estás celoso?- habló más fuerte.
-¿eh? ¿celoso?- rió. -¡Quizás…!- ironizó.
-¿qué te ocurre ahora?- preguntó molesto por la actitud de su amigo.
-Akira… no me digas que piensas que me gustas ¿verdad?-
Aquello era justamente lo que se encontraba atravesando en el cerebro del rubio, pero ¿qué otra explicación podría dar? Sólo guardó silencio.
-oye Akira… no pienses eso- se levantó para quedar sentado y observarle mejor.
-entonces explícame-
-¿no te acuerdas?- musitó triste.
-ya ya shima, pero no coloques ese tono de voz.
-eres un muy mal amigo… de los PEORES-
-oye… no me ofendas- sonrió para ver si le sacaba una que otra risita y lo logró. –ya shima- se acercó para mirarle mejor –explícame ¿cómo es eso que estás enojado por lo que hacía con ruki? De verdad no entiendo-
-en mi fiesta de cumpleaños, a los catorce años- habló por fin.
Aquello le parecía conocido, y es que incluso ese mismo día se había acordado de esa ocasión, fue la fiesta de shima que se la organizó su abuela junto a su madre y Akira fue el principal invitado y único que llegó a la fiesta.
Para los catorce años era un tanto infantil, mantenían globos de colores, mesas llenas de comida con platos de payasos, colores, muchos colores se observaba a su alrededor y música a un volumen moderado.
El rubio iba un poco atrasado como era de costumbre en él, llegó y se sorprendió ver tan gran banquete que había en el lugar, y después vio la figura al otro extremo de la mesa, era shima que se llevaba desanimado las cosas a la boca, masticaba y tragaba con una expresión muerta.
-¡¡Feliz Cumpleaños Shima!!- se acercó hasta él y asomó de entre sus manos un regalo, aunque era bastante notorio lo que era.
-¡¡Akira!!- habló feliz al verlo, es que el castaño claro se hubiese destrozado si inclusive su mejor amigo no asistía a la patética fiesta infantil que le habían organizado. Le abrazó enseguida.
-ya shima, no es necesario… mira, te traje un regalo- sonrió.
-¡¡Aki!! De verdad que no era necesario- sonrió. –En realidad te lo hubiese sacado en cara muchas veces, pero no tenias que molestarte- lo sujetó tan rápido como pudo -¡Una pelota!- gritó y fingió sorpresa al abrirlo. Es que era obvio que el regalo de cumpleaños sería una pelota 1) Akira estuvo hablando una y otra vez de la pelota en mal estado que utilizaba shima 2) El envoltorio estaba pegado al balón, por ende era un regalo redondo ¿difícil de adivinar no?.
-Shima ¿por qué andas con corona de princesa?-
-Mi abuela no encontró la de un rey… y sólo vendían las de las princesas- habló avergonzado.
El rubio comenzó a reír por la apariencia de su amigo, de verdad parecía una niña.
-no es divertido, Akira- frunció su ceño.
-¿y qué tiene que ver ruki con tu corona de princesa?- preguntó al haberse acordado por fin de aquel día, que por cierto era bastante irónico lo de princesa, ya era segunda vez que se colocaba una corona arriba de la cabellera que tenía.
-idiota- musitó –no te acuerdes de eso, sino lo de ese día en la noche-
-¿hmm?-
-Suzuki chan, ya se ha hecho tarde, si quieres puedes quedarte a dormir aquí y yo aviso a tus padres-
-gracias abuela de shima- sonrió.
-puedes llamarme abue- sonrió de la misma forma.
-¡Ok!-
-oye A-chan, acompáñame- subía las escaleras hasta su cuarto.
-Shima, no me digas así, suena mal ¿Acaso no te das cuenta?-
-No te gusta ningún apodo que te coloque- refunfuñó –Aki chan tampoco, Akira chan tampoco, Akira tampoco, Suzu chan tampoco, Su chan tampoco ¿¡Como quieres que te diga!?-
-no sé… “tú” “oye” “ven” “mira” hay muchas frases con las que puedes llamarme-
-¿Qué tiene que ver mis apodos con Ruki?-
-no, no, no- negó con la cabeza –después de eso…-
-Oye Aki chan…-
-¿qué?- habló desde la cama del otro lado.
-¿no tienes miedo?-
-¿por qué debería tenerlo?-
-no sé… está oscuro-
-shima, mejor duérmete ¿si?-
-tengo miedo…-
-no seas niñita por favor…-
-¡Akira! No empieces… ¿Akira? ¿Aki chan? Vamos respóndeme, no me dejes hablando solo ¡Akira! ¡Es tonto que te hayas dormido ya…!-
-Claro que es tonto si es que estás hablando todo el rato-
-ya, me callo… ¿Akira?-
-¿qué?-
-¿puedo ir acostarme a tu lado?-
-no-
-¡Pero Akira!- protestó.
-Yo dormiré contigo ¿si?-
-¡Gracias!- Mientras hacía un espacio en su cama.
-No me hagas recordar que dormimos juntos-
-oye, yo lo volvería hacer una y mil veces…- le observó con su ceño fruncido.
-¿Cuál es el punto?-
-En esa noche nos dijimos algo importante-
-Gracias Aki- sonrió al tenerlo a su lado.
-por favor, ahora tan sólo calla y duerme-
-Ok…-
-…
-Akira…-
-¿Qué?- respondió de malas ganas.
-Sobre esas series hentai que ves tú… ¿por qué lo haces?-
-¿Eh? No sé, son interesantes…-
-Sabes… yo también las encuentro interesantes, y el otro día pasó una chica y me la quedé mirando, pero sabes qué fue lo peor… ¡Qué por un momento me la imaginé en ropa interior! No lo puedo creer… si alguien se entera de eso ¿Me pueden tomar preso?-
-¡No seas estupido! Y sobre lo de la chica, no sé shima, por lo que he escuchado es normal aquello…-
-¿De verdad? También lo supuse. Akira ¿Alguna vez has querido hacerlo?-
-¡¡¿Qu.. Qué?!!- balbuceó.
-Lo que ves en esas series hentai… ya sabes, cuando ambos están desnudos, se ve entretenido…-
-¡No, no quiero hacerlo! ¡Ni loco! ¿Tener que colocar a tu amiguito dentro de una chica? ¡No!-
-A mi tampoco me gustaría hacerlo…-
-Ok, que bueno por ti, ahora duérmete por favor-
-¡Yo quiero ser virgen para siempre!-
-¡Shima cállate! No es cómodo hablar estas cosas y además estar acostados en la misma cama-
-¿A qué te refieres?-
-¡Qué si tu madre entra pensará lo peor!-
-Pero si somos dos hombres…-
-¡Con mayor razón! ¡Créeme!-
-Akira-
-¿Qué?- volvió a responder de malas ganas.
-toma mi mano, por favor…-
Le obedeció -¿y ahora?-
Entrecruzaron sus dedos –Prometo solemnemente guardar mi cuerpo como el tesoro más apreciado y valioso de la vida. Y si alguna vez deseo hacerlo con una mujer, un hombre, una muñeca, un animal, un peluche o lo qué sea, juro confesarle en mis momentos virginales, entiéndase antes de hacerlo, a mi mejor amigo. Vamos repite Akira…-
-¡Estás de broma! ¿no?-
-¡¡Repite…!!-
-¡Juro contarle a Shima cuando tenga ganas de hacerlo! ¿Contento?-
-¡Sí!- sonrió –Pero prométemelo de verdad…-
-Te lo prometo shima-
-¡Gracias Aki Chan!-
-Ok ahora duérmete-
-sí…¡buenas noches!-
-…
-Oye Akira… ¿Es normal sentir atracción por tu hermana mayor?-
-¡¡Shima cállate! Y con mi hermana ¡No!-
-tiene los…- se colocó nervioso al decirlo –los pechos bastante grandes-
-¡Shima! No mires el cuerpo de mi hermana- habló indignado.
-Son tan distintas a las de mi abuela-
-¿Acaso se las haz visto?-
-Una vez entré a la habitación a hablarle, y tenía sólo el sostén, pero el sostén junto lo que había debajo de ello le llegaba casi al ombligo-
-¡Si no quieres dormir solo! Será mejor que te calles- habló con una mueca desagradable en el rostro.
-¡Ok! me callo, pero lo prometiste ¡Recuérdalo por siempre!-
-Lo prometo…-
-Vamos, no me sueltes la mano, tu mano es cálida…-
-…
-¡Si no cumples me enojaré mucho!-
-¡Buenas noches Shima!-
Rió al saber el motivo del por qué Shima se había enojado tanto.
-¡Eso fue hace mucho!- continuaba riendo.
-No es divertido Akira ¡Una promesa es una promesa! No importa la edad-
-Si te reconforta, te digo que no lo hice y siquiera tenía pensado en hacerlo, además si un día estoy con una persona y comenzamos a hacerlo ¿tendré que decirle –Espérame un poco, debo llamar a mi amigo para informarle que perderé la virginidad- ?
El castaño claro sólo se sonrojó. -¿Por qué no?-
-mira, mejor cambiemos la promesa ¿sí? Te contaré si deseo hacerlo con alguien, pero si es improvisto y no tengo tiempo para decírtelo, te lo cuento después ¿ya?-
-Hmm… Ok-
-Vamos para fuera mejor… los demás están en la playa- reía con disimulo. -Sé que aún te estás riendo- habló serio.
-ya, ya no me río- su rostro parecía divertido al decir las palabras.
-Por venganza a tu risa te diré para siempre Aki chan ahora- comenzó a reír y volvió a su tierna e infantil personalidad.
-¡Qué cruel Shima! Me iré a colocar traje de baño mejor-
Ambos listos, salieron para fuera y lo primero que escucharon fueron los gritos de estos tres.
-Qué bueno que los conocimos ¿no?- les observaba como jugaban y se lanzaban agua ya dentro del mar.
-¿Eh? ¿Qué hablas shima?-
-Si ellos no hubieran llegado a nuestras vidas, nosotros continuaríamos aislados… y tan sólo los dos en nuestro extraño mundo-
-no era tan malo-
-¿verdad qué no?- sonrió
–pero sin duda es mejor ser cinco que dos.
-sin duda…- murmuró al ver a los tres en el agua.
-¡¡Vamos!!-
-¡Oye Akira espérame!- refunfuñó mientras le trataba de alcanzar.