Akira se apresuró a llegar hasta el punto de encuentro con Ruki. Hay se encontraba él, bajo la luz de la luna, (o al menos eso era lo qué veía Akira) apoyado en la pared y con su vista en el suelo, su cabello un poco más desordenado de lo común e inclusive pareciese que se encontraba mas rojizo que antes.
-perdón, me demoré un poco…-
Elevó la mirada a donde se encontraba el rubio, dando a conocer sus claros ojos ¡esperen! Ruki no tiene los ojos claros.
-¿estás con lentes de contacto?-
-se ven geniales ¿no?- desmuró su pose acercándose al más alto -¿cómo me quedan akira?- hablaba sin percatarse de los minutos atrasados que había llegado este.
-… bien ruki, sin duda los ojos claros te vienen mucho…-
-¿enserio?- saltaba como un niño feliz.
-yo sabía que debía comprármelos…-
-aunque…-
-¿aunque?- se detuvo y miró inquisitivamente al rubio.
-los lentes de contacto son para mujeres-
-¡baka! Siempre diciendo algo que arruina todo ¿no?-
-….
-¡¡claro!! ¡¿y tú por qué llegaste 20 minutos tardes?! ¿acaso no pensaste en esta inofensiva niña vagando por las peligrosas calles de kanagawa? ¿acaso no sabes qué me pudieron haber hecho de TODO?- imitó a una chica.
-lentes de contacto y ahora esto, en realidad eres raro…- rió.
Su sonrisa se esfumó -¿acaso es un problema?-
El rubio notó que su esplendido argumento en la conversación le había desagradado al pelirrojo. Pensó aquel dicho que dicen es bastante cierto “las rubias no tienen cerebro” (Claro, sin ofender)
-no es un problema, y no exageres ruki… ¿por qué mejor no nos vamos ya?-
-vamos…- se adelantó a los pasos de akira.
-¿y los demás?-
-¿shima? Se iba a juntar con aoi y kai-
-no preguntaba por él…- respondió enseguida.
-akira…-
-¿si…?- caminaba detrás del pelirrojo.
-¿de verdad nunca has sentido algo por shi…-
Cogió el brazo del menor, interrumpiendo así su pregunta y a la vez obligando que sus rostros se quedasen observando.
-¡ruki, te aseguro que shima para mi es solo mi amigo y nada más! ¡créeme!- presenció la expresión sorprendida del pelirrojo, al darse cuenta de cómo se encontraba soltó rápidamente el brazo de takanori, sus movimientos se estaban comenzando a mandar por si solos y para terminar esta situación tan celebre, Akira finalizó con una tontita risa nerviosa.
-te creo akira…- Sonrió. Una sonrisa que perduró hasta la llegada de la fiesta.
-¡akiraaaaaaaa!- se apresuró shima a este.
-¿shima…?-
-se demoraron bastante, los estábamos esperando- se acercaron kai y aoi.
El sonido era potente, aun se encontraban un poco lejos del local y aun así el sonido paresia que retumbaba en todas partes.
-akira se demoró- rió el pelirrojo.
-no fue para tanto- respondió el ofendido.
-yo creo en ruki, akira siempre llega atrasado a todas partes- rió ahora junto al pelirrojo.
-agh maldito shima…- colocó su brazo entre el cuello del castaño claro simulando una llave –siempre con tu boca esparciendo todo-
Todos reían al ver imagen tan infantil entre estos dos, inclusive ruki, pareciese que ya había comprendido que entre estos sujetos lo que único que existía era una fraternal amistad y SOLO AMISTAD.
Procedieron a entrar. El ruido era bastante, se veía gente salir y entrar del recinto, habían afiches por el suelo y algunos pegados en la pared “GRAN FIESTA, CON DISTINTAS PISTAS DE BAILES” sin duda todo kanagawa asistiría a esta tan gran fiesta, por cierto akira se venía enterando en ese momento sobre la multitud que se encontraba en el lugar. Quisieron entrar, pero un sujeto se abalanzó sobre el cuerpo del pelirrojo o al menos eso pensó el rubio.
-takanori-
-¡masuda!- sonrió y respondió ruki.
-que bueno que viniste…-
-no, gracias a ti por invitarme- el chico pelinegro se acercaba lo suficiente al más bajo para erizarle la piel al rubio. ¿por qué ese don nadie “masuda” se acercaba tanto a Ruki? ¿y por qué ruki lanzaba risitas tontas a ese chico?
-bueno entren…- Sonrió. Sonrió solo para el pelirrojo, miraba solo al pelirrojo, sus ojos se posesionaban del cuerpo del pelirrojo y eso no fue indiferente ante nadie.
-¿quién es ese?- preguntó por lo bajo el rubio.
-masuda, siempre ha andado detrás de ruki desde que íbamos en Tokio- respondió aoi.
Aquellas frases golpearon directamente en akira, como si algunas flechas hubiesen llegado ante su cuerpo y lo estuviesen moliendo con puntadas. Todos ya dentro del lugar. Shima, aoi y kai se perdieron rápidamente de la vista del rubio de la misma forma como no podía ver a ruki y a ese idiota. Por alguna razón era idiota, por alguna razón el cerebro de akira lo detectaba y reconocía así.
La multitud era evidente. Entró y no solo la multitud le llamó la atención ya que en el lugar había de todo y cuando Akira dice de todo, es que en realidad era TODO, no es una exageración como acostumbraba exagerar shima.
Borrachos, heteros, lesbianas, gays, y uno que otro drogadicto. Y a los ojos de todos esto era normal, cosa que incomodaba al rubio.
-permiso, permiso, disculpa… permiso- trataba de avanzar el rubio para dirigirse a un lugar algo mas despejado y buscar a cualquier individuo conocido. Ok, su primera fiesta no había comenzado como deseaba ni como había soñado (el día anterior, el rubio soñó con la fiesta) se encontraba solo entre esa grandísima multitud que parecían animales desesperados por mantener contacto corporal con otro individuo, las mujeres vestían, en realidad no vestían al parecer del rubio. Con prendas que apenas podían cubrir su cuerpo, faldas que en realidad parecían ropa interior y un peto que hacían observar bastante sus bustos, bastante maquillaje y pensar que todas las mujeres qué se encontraban en la fiesta no variaban entre los 16 y 21 años.
Luces arriba, luces abajo, luces a la derecha, luces a la izquierda, luces arriba, luces abajo, luces a la derecha, luces a la izquierda. Luces rojas, luces verdes, luces amarillas, luces azules, luces rojas, luces verdes, luces amarillas, luces azules. Luces que pestañaban, luces que eran rayos y muchas mas luces. Todo un ambiente distinto al de akira y qué por culpa de esas malditas y miserables luces era incapaz de ver lo mas mínimo.
Por fin divisó a su buen amigo, que en realidad al entrar ya hace poco tiempo no se veía en un muy buen estado, acompañado de aoi y kai. Los tres bailando y riendo, y con la infaltable botella de alcohol en la mano. Esos dos estaban llevando por mal camino a su amiguito, la persona que jamás había probado una gotita de alcohol ahora se encontraba borracho bailando de una manera que dejaba bastante que decir de sus movimientos. Pasando sus manos por su cuerpo como si lo deseara tanto como las miradas de lo que se encontraban presente, devorándoselo con sus ojos y uno que otro manoseo, la multitud era evidente, correr un poco la mano pareciese normal y sobretodo si al que se le corría no tenía ni la menor idea de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, shima se encontraba en otra dimensión quizás imaginándose qué cosas. Shima podía estar pensando hasta que estaba en el país de hadas bailando.
Pensó que debería ir al rescate de su amigo, esas manos lo estaban violando y los tarados de aoi y kai ni se percataban de ello, haciendo pasos ridículos que de por si ni con la música que sonaba combinaban. Moviéndose como en los años 70 con pasos que en aquella época revolucionaban a toda persona que mirase y lo más estupido que podía ocurrir ahora era que shima se integrase a esa esplendida coreografía de la onda disco. Tres chicos apuestos que llamaban la atención por su atractivo, ahora eran el centro de atención por su estupidez y ridiculez. Pensaba el rubio mientras observaba la imagen del trío.
La fiesta constaba de distintas pistas, música bastante variada del por sí se encontraban personas de variados estilos dentro del recinto.
Comenzó a sonar “Get Busy” canción conocida por todos. Hace poco había llegado desde el occidente y todo lo nuevo se convertía en moda, todo lo proveniente del occidente era muy bien recibido.
Pareciese que una tonelada más de personas habían entrado. Todos los que se encontrasen adentro tuvieron que haber hecho una dieta, haber tomado laxantes, o haber vomitado lo tragado, pensaba el rubio mientras veía semejante multitud.
Kai continuaba alcoholizándose en la barra. El alcohol había cesado de la botella de shima y bailar sin alcohol no era divertido al parecer del castaño oscuro y ya todos sabemos que un kai con alcohol vagando por su cuerpo era peligroso o más que peligroso, en realidad era estupido.
Aoi no desaprovechó tan apreciada oportunidad, todos bailaban bastante apegados obligatoriamente (pues no había suficiente espacio) y con esta canción sus hormonas se prendían, sacó su joker que lo traía colgado del pantalón y se lo puso con la visera hacía atrás.
Se apegó mas al cuerpo de shima mientras este ingenuamente continuaba al ritmo de la música “Get Busy” era su canción triunfadora, aoi no había conseguido alguna derrota con esta canción, era el momento de ganarse al castaño claro. Movía todo su cuerpo como un verdadero reggetonero realizando movimientos que sobrepasaba la ingenuidad del castaño claro y aún borracho se sonrojaba, sus entre piernas rozaban constantemente al igual como todo su cuerpo y ninguno deseaba frenar. Bailaban y sentían placer al igual como habían miles de personas en su alrededor que hacían inclusive cosas de más alto nivel al parecer de shima. Parece que el alcohol en el cuerpo de takashima se había relajado un poco ya que se encontraba mas consiente que antes y sentir las manos del pelinegro rondar por debajo de su camiseta lo despertó mas que nunca, manos heladas que recorrían su espalda por completo como si lo quisiesen desnudar de su propia piel.
Sus cuerpos se encontraban mas apegados que nunca, con movimientos eufóricos obligándolos a sentir un pequeño ardor en sus zonas bajas. Un baile y silenciosos gemidos desde la boca del castaño claro. Se vio obligado a inmiscuir sus manos debajo de la camiseta del pelinegro al sentir como este devoraba su cuello, lamiéndolo por completo y mordisqueando la suave piel del ex ñoño nerd qué ese día no le importaba lo mas mínimo lo que pasaría al día siguiente.
Dejó una gran marca roja en el cuello del castaño claro. Deseaban continuar con más pero un tercero había llegado a la situación, el cual no cruzó palabras sino se colocó por detrás del cuerpo de shima y colocó la fría botella por el abdomen del castaño claro, no evitó poder gemir, la fría sensación le recorría el cuerpo completo y mantener a aoi por delante besándole y kai por detrás manoseándolo era bastante para sus recientes 17 años, y su boca no podía oprimir los gemidos que le causaban ese par de violadores.
Se acercó por fin un individuo a este, su rostro era rojo, ahora verde, ahora amarillo, ahora azul, las luces pestañaban en el.
-akira, te había estado buscando…-
-por lo visto ya lo pasaste bien con tu “amiguito”-
-¿con masuda?- rió.
-si, con tu amiguito que anda detrás tuyo ¿no?-
-me trató de besar…-
-¡¡¿Qué?!!-
-si, se me acercó bastante pero le corrí la cara…- sonrió.
-¿y por qué?-
-porque a mi me gusta otra persona…-
-¿otra persona?-
-no te hagas el tonto ahora, sabes muy bien de quien estoy hablando…- volvió a sonreír.
“Ruki no besó a ese idiota porque le gusto” “ruki no besó a ese idiota porque le gusto” una vocecita retumbaba en la cabeza del rubio una y otra vez. Por alguna razón aquello lo alegraba.
-ne, mejor vamos a bailar- quebró el momento de ambos-callados-como-idiotas.
-¿a bailar?-
-obvio, akira estamos en una fiesta por si no te das cuenta…- Lo cogió de las manos incitándolo a bailar.
-pero a mi no me gusta bailar-
-¿cómo que no te gusta bailar?-
-¡ya estoy acostumbrado a escucharlo de tu boca! Se que soy la persona mas aburrida del mundo-
Guardó silencio por un momento -entonces deja besarte…- se acercó al rubio, quedando en una distancia bastante llamativa para cualquier persona que los viese. Colocó sus manos en la cintura del más alto y acercó sus labios al del mayor. Solo un roce fue posible, el grito de aquel individuo había interrumpido el esplendido beso de estos dos chicos.
-… masuda- suspiró el pelirrojo al verlo llegar.
-¿cómo la estás pasando taka?-
-bien…-
-que bueno, ¿quieres tomar algo?-
-por ahora no masuda, ahora estoy con mi novio-
-¿CON TU QUE?- respondió alterado.
-¿no te lo comenté? Estoy de novio con akira- apuntó al ser que mantenía la cara mas idiota del mundo sin comprender nada.
-¿con ese?- observó defraudado por la elección del pelirrojo.
-akira es mi novio- se acercó por fin a los labios del rubio besándolo apasionadamente, mientras akira apoyó lentamente sus manos por la cintura del mas bajo.
Se separó de los labios del mayor y el pobre de masuda ya se encontraba lejos caminando fracasadamente.
-¿por qué hiciste eso?-
-ya no es la primera vez akira… y además no te resististe para nada- respondió el pelirrojo.
-…. ¿por qué le dijiste que soy tu novio?-
-ya me tiene aburrido, lo único que desea es cogerme en su cama y hacérmelo. Una y otra vez lo he rechazado, pero ese tonto continúa persistiendo…-
-ah… ya veo…-
-ser novio de akira…- murmuró.
-¿ah?-
-¿te gustaría que yo fuera tu novio?- preguntó de repente el pelirrojo quien volteó para encontrarse con la mirada del rubio.
-¿mi… mi qué?- preguntó, mientras alzaba más la voz para que el otro lo pudiese escuchar y toda esa música no fuese interferencia.
Cogió su muñeca y lo llevó cerca de los baños, un lugar mucho mas apartado de todo ese ruido, soltó al rubio y prosiguió a responder.
-¿mi qué?- inquirió nuevamente.
-ser tu novio-
-…estás loco ¿sabes?- respondió con su expresión bastante deformada.
-¿te gustaría que yo fuera tu novio?- volvió a preguntar.
Guardó silencio y observó nervioso a otra dirección –pues… yo…-
-es fácil de responder, dime si o no, si no quieres no te volveré a molestar- hablaba tan serio de repente.
-ruki, tú…-
-AKIRA- se escuchó el grito del castaño claro, quien se apresuró a entrar al baño cerrando la puerta de un golpe.
-¡shima!- dejó solo al pelirrojo, mientras se adentraba al baño a ver que sucedía -¿shima estás bien?- se veían sus pies en uno de los cubículos.
Un desagradable ruido se escuchaba de donde estaba el castaño claro.
-¿shima, estás vomitando?- preguntó junto a la puerta del retrete.
-awwrgsdfdsakira-
-¿qué? shima no entiendo nada de lo que hablas-
Tiró la cadena y abrió la puerta. Sus mejillas se encontraban sonrojadas, sus ojos eran mas pequeños de lo normal y mantenía una tonta risa en su rostro. Fue al lavamos y tragó todo el agua que pudo ingerir, agachado con la boca en la llave.
-shima, estás borracho-
-akira- terminó de beber agua.
-ven, vamos- cruzó uno de sus brazos por sus hombros.
-jaja akii chaaan, te ves mas lindo hoy- sonreía.
Salieron del baño y hay se encontraba el pelirrojo apoyado en la pared, observando al rubio como llevaba a su amigo.
-akiii chan ¡mira! Esta ruki hay- apuntaba al pelirrojo con su dedo y se reía.
-ya lo vi shima…-
-ne akiirawr- se abrazaba del cuello del rubio.
-¿q… qué quieres shima?-
-ne dime que me amas…- sonreía y reía.
-no hables tonterías-
-¡ruki!- habló de repente el castaño claro aun colgado del cuello del rubio.
-¿hm…?- arqueó su ceja.
-sabes quew el otro día akirraw dijo que me amaba- reía –y lo mejor es que se sonrojaba mucho- sonreía al hablar.
-mierda shima, cállate-
-pero ruki, si tu quieres estar con mi wen amigo tienes que cuidarlo, porque es mi único y mejor amigo ¿cierto akira?- lo observa y sonreía.
-cierto shima…- murmuró –pero ruki ya se fue-
-¡shimaaa!- venía corriendo un par mas de borrachos, con la diferencia que ellos estaban acostumbrados, no como shima que era primera vez que bebía.
-aoi, kai, llegaron justo a tiempo-
-¿eh?-
-cuiden de shima- pasó a los hombros de kai y aoi.
El rubio procedía ausentarse del lugar en busca de algún pelirrojo, en realidad específicamente buscaba solo a uno.
-akira…- murmuró el castaño claro.
-dime shima-
-salva a ruki…- habló serio.
-¿de qué hablas shima?-
-¡apúrate! ¡¡Los orcos lo pueden alcanzar!! ¡estamos en peligro! ¡sálvalo! ¡sálvalo! ¡he aquí mi poder en ti!- hizo un gesto raro con sus manos como si le entregase chacra, energía espiritual, nem, su quí o qué se yo. -¡te elijo unicornio! Ayuda a mi wen amigo-
Sin duda shima se encontraba en unas de sus películas de ficción. Hablando incoherencias –por el poder del amor y la justicia- reía.
-mierda, ¡cuiden a shima! Y no hagan caso a nada de lo que dice, está en sus momentos de imbecilidad-
-¡AKIRA NO TE MUERAS NUNCA!- continuaba gritando y riendo.
Se apresuró a correr y encontrar a ruki. Lo que comentó shima lo había dejado como un mentiroso adelante del pelirrojo. Necesitaba poder explicárselo. Llegó nuevamente donde se encontraba todo el alboroto, las luces, los sonidos, las personas, los movimientos. ¿cómo era posible poder encontrar al pelirrojo entre toda esa multitud? Corría entre las personas –permiso, permiso… perdón, permiso- luces y luces impedían que viese bien.
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-dale una bebida energética-
-ok, ok…- traía consigo una, la milagrosa combinación de una bebida energética con alcohol era la moda.
-con esto despertará y tendrá mas energías que nunca- habló el pelinegro. Mientras shima se estaba quedando entre dormido en los brazos del castaño oscuro.
-shimaa~~ abre la boca, diga aaaah, aquí viene el aviiioncito~~ ñum ñum~~-
-¿ah…? aviiioncitoo~ ¿y mi poring, o mi hada?~- caía un hilito de baba por su boca.
-apúrate dásela- habló el castaño oscuro y el pelinegro obedecía.
-aoi…- murmuró el kai.
-¿ah?-
-hace unos momentos lo vi entrar…-
-¿a quién?-
-Reita-
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Una chica cogió su brazo y lo detuvo.
-hola hermoso, andas solo al parecer…- se acercó provocativamente al rubio.
-estoy ocupado- trató de zafarse de las manos de aquella mujerzuela, pero el poco espacio provocado por la cantidad de personas le hacía imposible irse.
-pero diviértete un poco…- sonreía, mientras cogía la mano del rubio y la colocaba en su busto.
-¿q… qué haces?-
-no te preocupes, toca con confianza-
-¡que no quiero!- aunque el akira de abajo decía otra cosa.
-vamos, yo se que quieres- sonreía.
-suéltame puta- divulgó.
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-ruki…- separó el cigarrillo de sus labios.
Sus ojos se abrieron mas de lo normal, su cuerpo se paralizó.
-no pensé que te vería por acá- habló el sujeto, alto, cabello negro, ojos claro, bastante claros que contrastaban con su cabello pelinegro, con un arete en su oreja izquierda, y con su sonrisa que caracterizaba su rostro, como si en cada frase que dijese fuese con ironía. –sigues igual a como te conocí…-
-reita…- murmuró.
-¿y cómo has estado?- se acercó al cuerpo del pelirrojo, erizando su piel, acelerando su corazón.
-b… bien-
-de verdad que no has cambiado nada…- acercó su mano al rostro del pelirrojo, mientras su mano izquierda sujetaba el cigarrillo, acarició la rojiza mejilla del mas bajo –aun te sonrojas- habló, sonrió, ironizó.