Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hubiera no existe por Hydeist Kira Corvinus

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una carta que no es entregada a tiempo y contiene los màs puros sentimientos hacia la persona amada

 

El sol ya se había ocultado aquel día, me encontraba parado en un punto dentro de un bello campo cubierto por hermosas e impresionantes flores blancas, el lugar se veía hermoso pero la atmósfera del lugar estaba dominada por la tristeza, me sentía tan solo aún cuando no lo estaba, además de mi, estaban varias personas, todos de rostros familiares, amigos, familiares y conocidos, aquellas personas y yo nos encontrábamos reunidos formando un círculo alrededor de un pequeño espacio del lugar, mi mente me impedía abrir los ojos para mirar aquel punto al cual rodeábamos, cuando los llegaba a abrir desviaba la vista hacía otro lugar y fijaba mi mirada en cualquier punto que encontrara, no era el único que se negaba a la situación, mi mejor amigo que se encontraba al lado de mi también lo hacía, cuando lo miré alcancé a notar que llevaba un sobre entre sus manos, lo sostenía pegado a su pecho como si eso fuera a aliviar el dolor que albergaba en su corazón, tenía la cabeza agachada por lo que lograba ver como sus lágrimas caían al suelo mientras apretaba con fuerza el sobre. Todos los ahí reunidos comenzaron a marcharse, pero nosotros dos continuamos ahí, minutos después de que no quedara nadie más, decidí retirarme, no podía seguir soportando el dolor de estar en aquel lugar, no quería dejar solo a mi mejor amigo pero mi dolor pudo más que mi voluntad, provocando así que me marchara, me vio partir, me hizo una seña de despedida con la mano y regresó su vista al lugar frente al que estaba hincado, sus lágrimas corrían como pequeños ríos cayendo de sus ojos y terminando por regar aquel campo, cada lágrima que caía llevaba un recuerdo consigo, un recuerdo doloroso para el, fue cuando pensé que si sus lágrimas fueran sangre proveniente de su corazón, este ya estaría desangrado por completo, di media vuelta me subí a mi auto y me marché, conduje hasta mi casa y en cuanto llegué me tiré en mi cama, me quedé dormido y no hice nada hasta la mañana siguiente, abrí los ojos y recordé que debía hacer algo ese día, era el día de la tan esperada boda, un día que debería ser feliz pero estaba cubierto por la tristeza, ¿Qué si la boda era mía? Para nada, nunca me casaría, ¿Quién era el afortunado? El mismo al que había dejado llorando y lamentándose el día anterior entre flores blancas, aunque afortunado no es la palabra correcta para describir el sentir de esa persona ante la situación de casarse aquel día, ya que en realidad él no deseaba hacerlo, tanto él como yo lo sabíamos, aunque ninguno lo admitiera públicamente, pero ya no había marcha atrás y yo no podía hacer nada para detenerlo, lo único que podía hacer era vestirme, salir de mi casa, tomar mi auto y conducir hasta la casa de mi amigo para recogerlo y llevarlo hasta la iglesia, al llegar no fue sorpresa la que me llevé, la puerta no estaba cerrada con llave así que abrí sin pedir permiso y cuando lo hice no lo encontré dentro, su hogar estaba completamente vacío, después de algunos segundos meditando los probables lugares donde podría encontrarse, como por arte de magia cruzó por mi cabeza la imagen del único lugar donde podría estar, subí a mi auto de inmediato y conduje hasta aquel hermoso campo cubierto por flores blancas, cuando llegué al lugar y miré las flores algunas ya no eran blancas, las que se encontraban rodeando el lugar en el que mi amigo se había quedado, se habían tornado color rojo, me pregunté como era posible que las flores se volvieran de ese color, me acerqué a donde estaba mi amigo y descubrí que aquella mañana las flores no habían sido regadas con aquel líquido cristalino que siempre las alimentaba es decir el agua no había tocado aquel día las flores, esa mañana lo que había caído sobre ellas y las había alimentado era la sangre del hombre al que había dejado sufriendo el día anterior, se había cortado las venas al igual que aquel que se encontraba debajo del lugar donde mi mejor amigo estaba recostado sin vida, no podía reaccionar, mi tristeza aumentó, me coloqué a un lado de él, revisé sus signos vitales para averiguar si aún podía hacer algo por él, pero lo único que logré descubrir fue que ya era tarde y que aún estando sin vida conservaba entre sus manos aquel sobre que había sostenido contra su pecho todo el tiempo que estuve con el. ¿Por qué mi amigo había hecho tal cosa? Y ¿Cual era el contenido de ese sobre?, no sabía el motivo por el cual había hecho eso y tampoco tenía la menor idea de lo que podría contener el sobre, en ese momento me di miedo a mi mismo, cualquier persona normal estaría llorando, deshecho por dentro, asustado sin saber que hacer, comenzaría a llamar a todos sus conocidos para dar la noticia y pedir ayuda para hacer algo ante aquella situación, en realidad yo sufría de los dos primeros síntomas, pero no me parecía necesario llamar a todos para avisar lo sucedido, primero tenía que averiguar la respuesta a las dos preguntas que daban vueltas dentro de mi mente, sabía que lo que iba hacer para hallar la respuesta que tanto deseaba, no era nada correcto, que tal vez no era de mi incumbencia, yo no tenía porque hacer la acción que estaba a punto de llevar a cabo, pero dos de mis personas amadas habían dejado de respirar y de existir por las respuestas que aún no sabía, el deseo por saber porque se habían atrevido a provocar a ellos mismos y a todos sus seres queridos tal dolor al dejarnos tan repentinamente, sin previo aviso, se incrementaba al igual que mi curiosidad y tristeza me mataban por saber la respuesta, creí que aquellas respuestas estaban dentro de ese sobre, que con tanto fervor mi amigo había mantenido cerca de su pecho, que aún sin vida sostenía fuertemente, me agaché un poco para alcanzar el sobre, le arranque suavemente de sus manos, antes de intentar abrirlo, comencé a sentir culpa por lo que hacía, pero aún así decidí ver que era lo que contenía ese sobre, rompí el sello del mismo, saqué el contenido por la abertura, encontrando así una carta, una larga carta, que sin perder el tiempo comencé a leer.

 

Realmente no se como empezar esta carta porque no se si es un Hola o es un Adiós, un saludo o una despedida, lo que si sé, es que dejaré plasmados mi corazón y mis sentimientos en este papel.

 

¿Recuerdas como pasó todo?, tal vez no lo hagas pero yo si y lo recuerdo perfectamente, todo comenzó el día en que decidí acompañar a mis amigos a un concierto, tu concierto para ser precisos, concierto al cual no deseaba ir en primera instancia pero al final terminaron por convencerme o más bien obligarme a ir, mis amigos y yo entramos a un pequeño bar, tu ya estabas sobre el escenario, tocabas la guitarra mientras al mismo tiempo, cantabas melodiosamente. cuando nosotros llegamos, escuché tu voz y fue entonces cuando me enamoré de ella, de tu hermosa voz y no sólo de eso, me enamoré perdidamente de ti, me cautivaste al instante, en ese momento fue cuando decidí que quería que estuvieras a mi lado, ¿Cómo iba a lograr mi objetivo?, realmente me fue muy simple, cuando bajaste del escenario, corrí hasta los camerinos, si se le podía llamar así al lugar que se encontraba detrás de aquella vieja tarima en medio del bar, sólo quería hablar contigo un momento y lo logré, aunque tu me mirabas con extrañeza al principio, al tiempo que me mostrabas indiferencia y desinterés, poco a poco logré captar tu atención y ganarme tu confianza, te propuse ser el vocalista de la banda que planeaba formar con Pero y Hiro, dos grandes amigos míos, los cuales serían sustituidos por Sakura y Ken y después el primero por Yukki pero esos son datos poco relevantes a la historia, mi historia, tu historia, nuestra historia, no porque no me importen mis propios amigos, pero ahora sólo quiero concentrarme en ti y en mi, en nosotros y regresando a eso... al principio te negaste rotundamente a aceptar mi propuesta, te dije que lo pensaras, te di mi número para que llamaras por si decidías unirte pero me cansé de esperar tu respuesta así que decidí buscarte y procurar hablar contigo en cada oportunidad que tuviera y por fin llegó el día, después de mucho acosarte, como tu le llamabas al hecho de que fuera a todos y cada uno de tus conciertos, para después de ellos esperarte cada noche en la parada del autobús, llegó el momento en que te harte o te convencí y aceptaste, realmente no me importaba cual fuera la razón, pero me sentía tan feliz de que lo hubieras hecho, estaba tan feliz y sentía tanta emoción que estuve apunto de besarte, pero logré contener mis impulsos y deseos por hacerlo, otorgándote así un amistoso abrazo, abrazo que me correspondiste encantado. Dos años después de presentarnos en bares, fiestas y lugares poco reconocidos, nos llegó el momento de salir a la luz, lanzando a la venta nuestro primer álbum llamado Dune, pareciera que fue ayer cuando nos encontrábamos en las grabaciones de ese álbum, tu voz, tu hermosa y perfecta imagen ligeramente femenina, cualquiera que no te conociera, hubiera podido jurar que eras una chica, te veías y oías como un ángel, cada día que pasaba me convencía y me aseguraba más de lo que sentía por ti, amor, realmente te amaba.

Años después tuvimos que separarnos a causa del error de Sakura, por suerte tu y yo no dejamos de procurarnos en el tiempo que L'arc~En~Ciel tardó en regresar a los escenarios, o más bien... yo no permití que eso pasara, me hubiera sido imposible sobrevivir sin ti, eras como una droga, la cual me hacía sentir bien. Un año fue el tiempo que L'arc~En~Ciel tardó en aparecer en escena nuevamente, comenzamos a tomar nuestro ritmo de nuevo, volvimos a los ensayos y comenzamos nuevamente con nuestras ya conocidas giras, a través de Japón, tal cual como había sido en un pasado, después de haber culminado con algunas giras, comenzaste a salir con esa modelo, la llamada Megumi Oishi, aunque intentaba disimular mis celos y poca afecto hacia ella, no podía evitar ponerme furioso cada vez que se acercaba a ti, no podía aceptar el hecho de que la amabas, por consecuencia empezaron a haber muchas disputas entre tu y yo, en el año dos mil, acordamos los cuatro integrantes de la banda, que debíamos tomarnos un descanso para que pudiéramos despejar las dudas que tuviéramos, tomáramos un respiro, dejáramos un poco la rutina de depender el uno del otro y comenzáramos con los proyectos que habíamos planeado para nuestros solitarios, aquellos proyectos llevaban ya vario tiempo de haberse planeado, más sin embargo no habíamos encontrado el momento para realizarlos, hasta ese día, ni si quiera anunciamos el descanso de L'arc~En~Ciel, simplemente dejamos de presentarnos y fue todo, el tiempo de separación nunca lo definimos, recuerdo haber encontrado a varios fans de la banda, que curiosos y preocupados preguntaban por el tiempo que duraría nuestras separación, si era definitiva y cosas por el estilo, mis únicas respuestas eran un largo silencio y una sonrisa conciliadora, cuatro años después volvimos y volvimos como nunca, todo volvía a ser como antes, tal vez se debió a que me diste la gran, hermosa y agradable noticia de que te habías separado de Megumi Oishi, tal vez porque te volvía a tener a mi lado o porque regresaba al proyecto que me dio vida en el mundo en el que nos desenvolvíamos, la verdad no era de mucha importancia, lo importante es que todo volvía a ser como antes, de que te tenía de nuevo a mi lado, tomé la gran decisión de decirte lo que sentía por ti, pero a cada momento que lo intentaba el nada imprudente de Ken llegaba para interrumpir el momento, creo que me di por vencido tras tres años de intentar confesarte mis sentimientos, tras el último de mis intentos por expresar lo que sentía por ti, nuestro manager me avisó que me casaría con Sakai Ayana, ¿Puedes creer que sólo me haya avisado? Ni si quiera me consultó, no me preguntó si me quería casar, de ser así por lo menos me hubiera dejado escoger con quien me casaría, porque ten por seguro que tu hubieras sido el elegido,, había oído mencionar el nombre de aquella mujer antes, pero realmente no tenía idea de cómo era ella, cuando te di la noticia estábamos en el estudio ensayando, me felicitaste, como si no te importara el hecho de que me fuera a casar con una mujer, me dolió tanto tu reacción ante la situación, me dolió que no demostraras interés alguno  por ello pero no te lo demostré, te agradecí y me abrazaste cómo muestra de afecto, después saliste del lugar y yo me quedé sentado en un sofá que se encontraba ahí, me puse a meditar acerca de que no podría ser tan malo el que me fuera a casar con esa mujer, pero en fin, pasaron los meses, se aproximaba la boda, una semana antes de la fecha acordada para casarme estábamos ensayando para un concierto que daríamos al día siguiente, dejamos los ensayos y llegó la hora de irnos pero por alguna mala jugada del destino tu y yo nos quedamos solos, en ese momento te acercaste a mi, me dijiste te amo y me besaste, me petrifiqué, no sabía como reaccionar, mi boda sería en una semana y no me podía arrepentir, claro que podía hacerlo, pero mis principios no me lo permitieron, así que te dije que no te amaba, que sólo te veía como un amigo, sólo eso... un amigo, acto seguido vi caer una cristalina lágrima de tu mejilla, la limpié y sin decir nada más, saliste del lugar, hoy un día antes de mi boda, me encuentro aquí sentado ante el escritorio de mi estudio, triste, desconsolando, escribiéndote esta carta, ¿Cómo pudiste hacerlo?, ¿En qué pensabas?, me dejaste sólo en este mundo, te cortaste las venas sin piedad, tu mismo te quitaste la vida y aunque yo aún respiro, te llevaste mi vida contigo, demonios, ¿Cómo pudiste?, ¿Por qué te dije que no te amaba?, que pasaba por nuestras mentes en esos momentos, en nuestras mentes no, en mi mente, tu te confesaste ante mi y te rechacé, ni si quiera yo se porque lo hice, aún habiéndolo meditado tanto, le he dado tantas vueltas al asunto y no encuentro respuesta a nada pero ya que importa, ya no estás conmigo.

"Te amo", nunca pude decirte aquellas palabras, en ocasiones no había tenido el valor para decírtelo, cuando me armé de valor, no se presentó la oportunidad y cuando la hubo mis celos y enojo no me permitieron decírtelo, me hubiera gustado decírtelo, me hubiera gustado demostrártelo, me hubiera gustado que sintieras cuanto te amaba, me hubiera gustado gritar al mundo cuanto te amaba, me hubiera..., me hubiera..., me hubiera gustado hacer tantas cosas contigo, pero el hubiera no existe y ahora debo cargar en mi corazón el peso de aquel error, y vaya que pesa.

Ahora soy el único que conoce el contenido de esta carta, porque ni si quiera tú la persona por la que vivía, la persona por la que respiraba, por quien hubiera dado mi vida, será capaz de leerla, porque ahora tus ojos están cegados, en ellos sólo existe la oscuridad absoluta, tampoco podrás escucharla de ser leída por mi, porque te has quedado sordo, todo es silencio para ti, no podrías escuchar ni las más dulces palabras aunque las gritara hasta quedarme afónico, no podrás tomarla entres tus manos porque tus movimientos han sido detenidos al igual que las manecillas de algún reloj al quedarse sin batería, todo por un estúpido error que me hubiera gustado no haber cometido, me arrepiento tanto, de mis actos presentes en ese momento dependía mi vida futura que es ahora. Mañana me casaré, debería estar feliz pero no lo estoy, porque no me casaré con la persona que amo, porque no estaré con la persona que más amo, no te podré decir "Te amo", por lo menos no estando con vida, sólo dejando de existir lograré decirte esas dulces palabras, mi amado Hyde.

Te amo Hyde

Atte: Tetsuya Ogawa

 

Cuando terminé de leer la carta rompí en llanto, eran tan puros y sinceros los sentimientos de Tetsu hacía Hyde, ¿Cómo no me di cuenta de ellos?, me sentí tan culpable al leer la parte en la que decía que yo siempre llegaba a interrumpir a Tetsu en cada intento para declararse, mi sentimiento de culpa había aumentado considerablemente desde el inicio de mi lectura, ahora no podía hacer nada, mis dos mejores amigos estaban muertos, uno junto al otro, mejor dicho uno encima del otro, no podía hacer nada ante esto, me sentía impotente, sólo me quedaba una cosa por hacer, tomé mi celular y llamé a Yukki, el cual contestó rápidamente el teléfono, su voz se oía llena de furia, comenzó a preguntarme en donde me encontraba, si estaba Tetsu conmigo, además de reprenderme por mi tardanza y falta de responsabilidad, no deseaba discutir con él, así que dejé que terminara de hablar, estaba apunto de decirle lo ocurrido cuando nuevamente empezó a regañarme, diciendo que hacía mucho tiempo ya debería estar con Tetsu en la iglesia, interrumpí su discurso diciéndole, que efectivamente me encontraba con Tetsu, su voz se tornó calmada como lo era siempre, me pidió lo llevara sin perder más tiempo a la iglesia, le expliqué que eso no sería posible, que no podía hacerlo, en seguida recuperó aquel tono enérgico y furioso que había tenido en un principio de la conversación, las reprimendas eran aún más enérgicas, yo seguía sin inmutarme ante ellas, esperé a que terminara de sermonearme y le dije lo ocurrido, lo primero que pronuncié fue: "Tetsu está muerto", un profundo silencio se apoderó del momento y alcancé a escuchar perfectamente como rompía en llanto al igual que yo, no respondió nada más y colgó el teléfono, yo hice lo mismo al no obtener respuesta alguna, Yukki fue quien se encargó de avisar a todos los conocidos y presentes en la iglesia el que Tetsu había muerto, la noticia había escandalizado a todos, pero el escándalo era demostrado a través de distintas reacciones, según la persona la madre y hermanas de Tetsu comenzaron a llorar desmedidamente, otros se quedaron petrificados ante la noticia, algunos más sólo rezaban por el bien de su alma.

Una hora o dos después de haber hecho mi llamada, pude divisar a lo lejos a Yukki, quien llegaba con algunos asistentes de la funeraria que se habían encargado del funeral de Hyde, les había contratado para que se llevaran a Tetsu de aquel lugar. Al día siguiente estábamos velando el cuerpo de Tetsu en mi casa, ya que había sido yo quien lo dejara solo con su dolor, me sentí culpable, deje desamparado a mi amigo, si me hubiera quedado ahí tal vez habría evitado su muerte, habría evitado todo ello de no haber sido tan estúpido como para no darme cuenta de lo que sentían entre ellos, me sentía como una de las causas de la muerte de Tetsu, de hecho me sentía como una causa de la muerte de ambos, sentí que lo único útil que podía hacer en ese momento era ofrecer mi casa, ahí se encontraban llorando sobre su ataúd la que iba a ser su futura esposa que se encontraba deshecha, su familia le seguía el paso a la desesperada chica, las hermanas de Tetsu y sus padres se mantenían abrazados entre ellos, tratando de consolarse mutuamente y que decir de Yukki yo no sabía ni como consolarlo y de mi pues... estaba más que deshecho, estaba pulverizado, muerto en vida.

Esa noche Yukki me suplicó lo dejara dormir en mi casa, quería estar con Tetsu todo el tiempo que pudiera, para hablar con el, para decir todo lo que no había dicho aún, a sabiendas de que éste ya no le podría escuchar, pero Yukki era terco, había tantas cosas que no le había dicho a Tetsu, quería dejar su conciencia limpia por lo menos ante él, quien le había ofrecido ser el nuevo baterista de la banda, quien le había dado todo su apoyo, Yukki era un persona realmente sensible ante ese tipo de situaciones, acepté de inmediato y sin rodeos, por alguna razón no le podía impedir nada a Yukki, agradeció con una reverencia y tomó asiento a un lado de la familia de mi amigo para tratar de consolarles por lo sucedido. Ya entrada la noche, mas bien siendo madrugada nos fuimos a dormir, le había arreglado el cuarto de huéspedes para que durmiera cómodamente, dejé que se instalara, conversé unos minutos con el y después salí del cuarto de huéspedes, tan sólo para dirigirme al mío, en cuanto toqué mi cama, caí en manos de Morfeo, ya tenía tiempo que me era imposible soñar, pero esa noche fue diferente, una clara imagen de Hyde y Tetsu, tomados de las manos y adornados con unas hermosas y enormes alas blancas que les hacía parecer seres celestiales, hizo acto de presencia en mi subconsciente, me asombré al mirarlos, pero ellos parecían tranquilos, al notar mi presencia, comenzaron a hablarme, ¿Qué me dijeron?, lo único que me dijeron fue que no cometiera el mismo error que ellos habían cometido, que no ocultara mis sentimientos hacía la persona que amaba, sin prestar mucha atención a lo que me decían, les pedí perdón, les supliqué que me perdonaran por haber sido un estúpido, por no poder ver lo que sentían el uno por el otro, por nunca haberles ayudado ¿Su respuesta? fue muy simple, dijeron que no tenían nada que perdonar, me repitieron que no cometiera el mismo error, se despidieron de mi y bajo el destello de una luz blanca los vi desaparecer abrazándose mutuamente, me preguntaba como era que ellos se habían dado cuenta de mis verdaderos sentimientos, desperté agitado, un poco sorprendido hasta podría decir que con miedo, pero desperté feliz, feliz de escuchar una vez más las conciliantes voces de mis amigos, de haberles vistos juntos y felices, me alegraba que aún habiendo perdido la vida, no perdieran los sentimientos que albergaban en sus corazones, que sólo latían fuertemente por el otro, fue cuando caí en cuenta de que había sido tan sólo un sueño, pero yo estaba realmente feliz, yo solo, me hice a la idea de que había sido real, que en serio estaban juntos, recordé sus últimas palabras, seguí su consejo, corrí al cuarto de Yukki, lo moví un poco para despertarlo, al tiempo que le llamaba por su nombre, me miró con los ojos entre abierto, preguntó que quería y yo le respondí con un "Te amo" lo besé y el me correspondió.

Nunca hicimos pública nuestra relación, así como tampoco hablé sobre la carta que había encontrado en las manos de Tetsu.

Años después, cuando logré superar todo lo que había sucedido, Yukki y yo decidimos, deshacernos de la carta, encendimos la chimenea, esperamos a que el fuego se avivara, para arrojarla al mismo, se consumía lentamente, Yukki nunca leyó la carta, tampoco me permitió contarle el contenido de la misma, el prefería que la tinta impregnada en el blanco papel, siguiera consumiéndose así como se consumiría su recuerdo en mi memoria, hasta el día de mi muerte, el cual aún no ha llegado y gracias a cielo el de mi amado Yukki tampoco, vivo tan feliz al lado de él, que de perderlo moriría de dolor, cuando me hubiera gustado que Hyde y Tetsu pudieran haber vivido y sentido la misma felicidad que ahora yo poseo, como me hubiera gustado...

Notas finales: comentarios, kejas, sugerencias son bien recibidos ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).