Era una noche tranquila, donde yo dormía tranquilamente en mi cama, cansada de la competición de karate, aunque acabe con un brazo roto... Al cabo de un rato escuché como el teléfono sonaba insistentemente, así que me levanté sin ganas y me dirigí hacia el.
-¿Si? –Descolgué sin ganas.
-Etto… ¿Tatsuki-chan? –Sonó una voz tímida en el otro lado del teléfono.
-¡Inoue-chan! –Salté felizmente.- ¿Ocurre algo? –Pregunté preocupada.
-Etto… No… ¡Si! Digo… Que me gustaría quedar contigo mañana por la tarde… ¡Solo porqué me tengo que ir de viaje con unos amigos! Y… -Dijo nerviosa.
-De acuerdo –Acepté con una sonrisa en los labios.
-¡¿Eh?! ¡Vale! Etto…
-¿Te parece bien que te vaya a buscar a tu casa?
-Vale –Ante esa respuesta, pude notar como Inoue estaba feliz.- Hasta mañana –Se despidió lentamente de mí.
-Hasta mañana –Me despedí colgando el teléfono.
Al colgar, no pude evitar sacar una dulce sonrisa de felicidad durante toda la noche. No sabía desde cuando había empezado a amar a esa chica de cabello largo naranja y de ojos azules.
Hace años que comencé a notar como mi corazón latía sin cesar cada vez que estaba junto a ella, también latía con rabia cada vez que la veía con otra persona… Sobretodo cuando habla felizmente con Kurosaki… Ese chico… Maldito… Consiguió tener el corazón de Inoue tan siquiera conocerla…
Suspiré cansada para volver a tumbarme en mi cama, deseando que saliera el sol, así que caí en un largo sueño.
Al salir el sol, pude notar como los rayos del sol traspasaban las persianas bajadas y rozaban mi rostro para despertarme; al abrir los ojos, lo primero que noté fue una sonrisa en mis labios, así que me reí de mi misma. A veces pienso en como puedo ser tan feliz cada vez que quedo con ella… Si ella le gusta otra persona… Pero por amor se hace cualquier cosa ¿No?
Así que me vestí y salí pronto de casa para buscar a esa persona que robó mi corazón, no tardé mucho en llegar ya que vivimos cerca, así que piqué a la puerta. En cuanto piqué a la puerta no tardó mucho en abrirla. Al abrir la puerta, pude ver como iba vestida con un precioso vestido violeta de una sola pieza, que la hacía lucir más bella que nunca. En cuanto la vi, sentí como el rubor cubría mi rostro.
-Buenos tardes Tatsuki-chan –Me sonrió dulcemente.
-Bu-Buenas tardes –Saludé nerviosa.
-¿Te ocurre algo? –Preguntó mientras posaba una mano en mi frente.
En cuanto noté como su mano fue posada en mi frente, noté como mi corazón empezaba a acelerarse nerviosamente, pero noté como ella fue bajando la mano para rozar mi brazo roto.
-¿Cuánto tiempo tienes que llevar esta escayola?
-Pues… En si todas las vacaciones –Reí nerviosamente.
-Vaya… Y por culpa de tu contrincante –Dijo inflando sus mofletes.
Ante esa reacción, me reí divertida para rozar una de sus mejillas infladas.
-Quedar segunda no está mal ¿No crees? –Le sonreí abiertamente.
Al posar mi mano en su mejilla, pude notar como un rubor leve aparecía en sus mejillas.
-Etto… ¿Nos vamos hiendo? –Dijo nerviosa cerrando la puerta.
-Vale –Asentí para empezar a caminar.- ¿Y dónde te vas de viaje? –Pregunté curiosa.
-Etto… -Pude notar como ponía cara de duda- ¡A Rusia! –Dijo rápidamente.
-Vaya… -La miré no muy convencida, pero suspiré y le di una gran sonrisa.- Entonces haré que te diviertas mucho este día –Dije con una gran sonrisa en los labios.
Inoue asintió la cabeza felizmente, aunque algo sonrojada, cosa que noté perfectamente, pero le sonreí para tenderle mi mano, cosa que ella aceptó con una sonrisa inocente.
-¿Te parece bien que vayamos al cine? –Le ofrecí.
-Genial –Dijo felizmente.- ¿Qué película te apetecería ver? -Me preguntó curiosa.
-¿Te parece bien una de miedo?
-Vale –Aceptó con una sonrisa.
Ambas nos sonreímos para dirigirnos a un cine, elegir la película, entrar a la sala y esperar a que la película empezara; pero para eso aún faltaba 15 minutos.
Pude notar como Inoue miraba el reloj impaciente, parecía que tenía ganas de que empezara la película, sinceramente se veía como una niña pequeña, cosa que me encantaba, aparte de esos bellos ojos azules que tenía… Me reí levemente por lo que estaba pensando, así que disimuladamente la rodeé con mi brazo alrededor de sus hombros, notando como ella se sonrojaba levemente.
Después de rodearla con mi brazo, Inoue me miró de reojo nerviosa y ver como yo estaba completamente roja, haciendo que ella sonriera feliz. De golpe, las luces se apagaron para que la gran pantalla comenzara a salir imágenes.
En cuanto me relaje un poco, noté como mi doncella fue posando su cabeza encima de mi hombro. Sentí como mi corazón empezaba a latir nerviosamente por ese contacto, pero no me negué a que apoyara su cabeza sobre mi hombro.
-Creo que a final me quedaré dormida… -Susurró Inoue.
En cuanto dijo eso, noté como el rubor volvía a subir a mis mejillas. Cada día era más linda y más inocente, por eso no puedo evitar protegerla ante todo.
La película fue pasando, en cada escena que asustaba, Inoue me abraza por el susto que le daba, agradecida estaba a la película por tan bello momento.
La película acabó y salimos, bueno… Salí con Inoue enganchada a mi brazo y yo más feliz que nunca.
Como que ya era tarde, decidí invitarla a comer algo, aunque tuvo que ser en un restaurante de comida rápida, pero por lo menos comería algo normal, no lo que se suele hacer ella… Pero parecía feliz y eso me alegraba.
El día fue pasando hasta que el sol empezó a esconderse, ambas estábamos sentadas en un césped, observando un pequeño río que había.
-Me encanta como se refleja el atardecer en el lago –Me dijo Inoue con una dulce sonrisa y un leve sonrojo.
-Si, se ve bonito –Era cierto, se veía bonito, pero pensé que no se veía tan bonito como se veía ahora ella.
Acto seguido vi como Inoue se levantaba y me miraba dulcemente.
-Gracias por pasar un día conmigo, me hizo mucha ilusión e hiciste que lo pasará bien –Me dijo con una sonrisa en los labios.
-Se hace cualquier cosa por los amigos ¿Verdad?
En cuanto dije esa frase, no se porque, pero Inoue bajó la mirada tristemente. ¿Acaso dije algo malo? No sabía lo que le podía pasar, así que me levanté y me puse en frente de ella, para poder notar como unas lágrimas salían de sus ojos y rozaban sus mejillas. Así que me sobresalte.
-¡Inoue! ¿Dije algo malo? –Pregunté preocupada mientras con mi única mano la apoyaba en su hombro.
Ella solo negó con la cabeza para abrazarme dulcemente y esconder su rostro en mi hombro.
-Tengo miedo a no volverte a ver… Porqué tengo miedo de no volver a donde me vaya… -Diciendo eso, abrí los ojos sorprendida y mi corazón empezó a latir sin cesar.
-¿Miedo? ¡Claro que me volverás a ver! Te estaré esperando… Porqué se que volverás vayas a donde vayas, y aunque no vuelvas, yo iría en tu busca –Le dije cariñosamente mientras la rodeaba con mi brazo, haciendo que se acercara más hacia mi.
Inoue levantó la vista aún con lágrimas en los ojos, pero pude ver como una leve sonrisa aparecía en sus labios, pero lo que me sorprendió es que fue acercando sus labios hacia mí.
Al ver como se iba acercando hacia mí, con esos labios tan tentadores, me quede quieta, sin saber que hacer.
Pero me besó al lado de los labios, sorprendiéndome por ese acto, así que en cuanto se separó de mí, se deshizo de mi abrazo para darme la espalda.
-Entonces espérame –Giró dándome una sonrisa deslumbrante, haciendo que me volviera a sonrojar otra vez.
-Esperaré tu vuelta con mis brazos abiertos –Le dije para sonreírle y ponerme a su lado.
Así terminando el día y dirigiéndonos a nuestras casas. Sin duda alguna, la esperaré hasta la eternidad, porqué sin ella no soy nada y dejaría de existir. Porqué consiguió robar mi corazón y nunca voy a reclamárselo… Porqué la amo.
.:Fin:.