Todo comienza una noche, después de una actuación. Se están preparando para dejar el recinto y reunirse con sus fans para firmar autógrafos y hacerse fotos.
En cuanto salen a la calle son recibidos por una lluvia de gritos histéricos. Las fans corren hacia ellos y los rodean. Empiezan las fotos y los bolígrafos vuelan de papel a papel firmando autógrafos.
Bill y Tom no dejan de lanzarse miradas entre ellos. Están deseando llegar a casa, a su habitación y poder celebrar el éxito del concierto en privado.
Entonces ocurre.
Tom estaba distraído y no la ve venir. Una chica se agarra de su cuello y antes de que se de cuenta le está besando en los labios con mucha pasión. Tom se separa de ella en cuanto puede y se vuelve a mirar donde segundos antes estaba su hermano, pero allí ya no hay nadie. Solo puede verle la espalda corriendo en dirección del coche.
Deja plantada a la chica y sale corriendo tras él.
-¡Espera!-le dice cogiéndolo del brazo y girándole. Ve que está llorando, y eso hace que se le parta el corazón-Ha sido un accidente, no la vi venir y me pilló por sorpresa.
Bill se limpia la cara y trata de sonreírle.
-Ya lo sé, pero es que te he visto en brazos de ella y como os besabais, y no he podido evitar pensar que te podía perder por alguien como ella. Me da mucho miedo perderte.
Tom le abraza con fuerza riendo.
-Eres tonto. Sabes que mi corazón solo te pertenece a ti. Eres la única persona de mi vida, cierro los ojos y sólo te veo a ti.
Mira por encima de su hombro y al ver que están lo bastante lejos le da un tierno beso en los labios.
Bill se separa con miedo.
-Aquí no, nos pueden ver.
-Me he asegurado de que no nos veía nadie. No te preocupes, además lo necesitabas-le dice Tom pasándole un dedo por la mejilla para borrarle una lágrima que caía por ella. Se lleva el dedo a sus labios y lo beso con ternura.
Bill sonríe. De verdad que lo necesitaba y su hermano había leído su mente, su corazón.
Esperan a que Georg y Gustav se reúnan con ellos y suben al coche.
-¿Por qué te has ido tan pronto? Las chicas se han quedado muy tristes-le pregunta Gustav a Bill.
-Es que no me encontraba bien, pero ahora ya lo estoy-dice muy bajito Bill.
-¿Y tú?-le pregunta Georg a Tom-Has dejado plantada a una chica suspirando por ti. Hasta me ha dado su teléfono para que yo te lo diera a ti. Me dijo que era para disculparse por lo del beso.
Tom alarga la mano y coge el papel que le entregaba Georg. Bill se queda mirando como se lo mete en el bolsillo sin mirarle a él.
Cuando llegan al apartamento todos suben a acostarse de lo cansados que están.
Tom esperaba en su cama a que viniera su hermano, pero viendo que ha pasado media hora y que no viene decide ir él a la suya.
Entra en su habitación y le ve tumbado en la cama de espaldas a él. Puede ver como le suben y bajan los hombros. Está llorando otra vez. Se acerca a la cama y metiéndose en ella le abraza desde atrás con fuerza. Pone la cara contra su cuello y le deja un beso húmedo en él.
-No llores, por favor-le susurra contra su cuello.
-¿Por qué has cogido su teléfono?-le dice entre sollozos.
-Lo hice para que Georg no hiciera más preguntas. Ni siquiera sé que he hecho con él, seguro que ya lo ha tirado a la basura.
Bill se gira entre sus brazos y le mira a los ojos con los suyos llenos de lágrimas.
-Tengo mucho miedo de perderte algún día. Tengo un mal presentimiento.
Tom le abraza con más fuerza.
-Nunca me vas a perder-le dice mientras le besa con mucha pasión.
Bill coloca su cabeza en su hombro y se dispone a dormir entre sus brazos, como cada noche. Pero no está tranquilo.
Presiente que algo malo iba a suceder, algo que le iba a destruir su felicidad para siempre.
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