Cap. 2 –Amistad- Parte 1
Sintiéndome más animada me dirijo al colegio como siempre. Estando ya en el aula, miro a Alexandra, la noto algo insegura (quizá por que es nueva).
-¡Hola! ¿Cómo te llamas? – Instantáneamente me doy cuenta de que pregunta tan absurda y obvia acabo de hacer
-Alexandra, ¿tu? – se detiene un segundo – Creo que Ana, ¿cierto?
-“wow sabe mi nombre” pensé sintiéndome algo feliz- ¡Si! ¿Cómo lo sabes?
-Jm, solo importa que lo se ¿no? – Se coloca la punta del dedo índice en sus rojos y delicados labios- Jeje…
Pasamos todo el día hablando sobre las cosas que nos gustaban, como era allá por Alemania, etc. Creo que es primera vez que hablo tanto con alguien en el colegio.
Pasaron varios días y nos hicimos amigas, pasábamos el recreo juntas hablando y riéndonos, por primera vez no la pasaba sola; pero ella se había integrado muy bien con los miembros de la clase, ya tenía amigos, inevitablemente le invitaban a estar con ellos. Al verlos, me alejaba de ella por que me sentía incomoda y…. desplazada; ella tiene su vida, no la puedo absorber y ella no puede estar siempre con migo.
Me he dado cuenta de que no he sentido mucha confianza con las personas, especialmente con los chicos; no tengo idea por que. Recuerdo una vez que me gustaba alguien, creo que fue en primaria; al momento que me le declaré y el se echó a reír y todos se empezaron a burlar de mi “¿Es tan malo que alguien te quiera? ¿Dan tanta vergüenza mis sentimientos?” Pensé…
Siempre he sido muy sociable, pero solitaria, jamás he tenido una fuerte amistad con alguien, tampoco he sido alguien de poco hablar; solo suelo estar sola, creo q es mejor.
Durante la hora del receso, estuve sola ya que escuché que invitaron a Alexandra a comer con un grupo de sus amigos; como siempre me alejé. Unos cinco minutos mas tarde llego Alexandra por la puerta, me tomó de la mano y me sacó del salón llevándome a la terraza del colegio con sus demás compañeros (eran solo tres) que juntos estaban ya comiendo, a ninguno le conocía; solo ella me los presentó.
-Ana, ella es Maria –señalaba a una chica de cabello rojizo oscuro, corto. La chica tenia una apariencia bastante madura y era muy linda.- el es Robert, proviene de los estados unidos –levanta la mano un joven de cabello negro azulado de ojos azules. Su apariencia estimaba a unos 17 años con una belleza notable, pero un aire de soledad que es sentido pero ignorado- y por ultimo Kaname, de Japón – mira desde abajo una linda chica con rasgos asiáticos, cabello negro, baja estatura y muy linda y tierna. Su apariencia era contemporánea con nosotros, quizás unos 13 o 14 años- Todos somos estudiantes nuevos acá y como puedes ver dos de ellos son de otro país.
-No soy de otro país, yo nací acá pero mi padre vive en Nagoya y mi madre acá – con un tono introvertido y algo frágil, rectifica la afirmación de Alexandra- solo estuve parte de la primaria-
-Así que sabes Japonés también ¿cierto? –Preguntó retóricamente Alexandra para generar un tema de conversación-
-Si –responde Kaname mientras abre su “bento” o merienda para el colegio-
-Ella es la “Ana” que siempre nos mencionas, no ¿Alexa? –Pregunta sonrientemente Robert- Es muy linda.
-Uno, no me llamo Alexa; Dos, si es linda y ¡Tres! No me gustó eso de “La Ana” - Reclama mirándole seriamente arqueando la ceja, colocándose en frente de Ana evitando que Robert siga teniendo contacto visual con Ana-
-Bueno, vale…. – Luego sonríe y mirándome extiende la mano a un lugar cercano a el invitando a Ana a sentarse- Siéntate y comamos todos, ¿si?
-Atónita por lo de “linda” y por el comentario de Alexandra “Si es linda”, Ana comienza un monologo a raíz de aquellas simples palabras “Jamás me habían visto de esta manera, ni yo. ¿Yo? ¿Linda? Si, claro. Linda es ella. ¿Por qué me siento tan inferior a ella?”- …. –durante ese instante permaneció en total silencio mientras se sentaba en el lugar antes señalado-
-Ehm ¿Ana? ¿Estas ahí? – Pasa la mano por en frente de los ojos de Ana esperando una reacción de Ella-
-Rápidamente Ana vuelve en si para luego lanzar una sarcástica pero realista respuesta- ¿No es lógico?
Alexandra se sienta a mi lado tomándome de la mano como lo haría con su amiga u otra chica, pero por alguna razón, me sentí algo nerviosa o quizá feliz; ¿Por qué ella me hace sentir así? Supongo que es por que se está convirtiendo en una de mis mejores amigas. Entre el tiempo que estuvimos después de comer surgió algo.
-Robert se sienta al lado de Alexandra, y yo al lado de ella. Por algún motivo no me agradaba ese sujeto- ¿desde cuando son tan amigos?
-Desde que llegamos al colegio, todos estábamos nerviosos en el patio y de repente llego Alexandra y comenzamos a hablar; poco a poco se fue metiendo en la conversación Maria que estaba con Robert – citó Kaname-
-El es mi amigo mío desde ya hace un tiempo atrás, lo conocí por Internet. –Sonríe enérgicamente Maria para luego mirar sarcásticamente a Robert develando el karma que acarrea ser amigo de él- Pero para mi desgracia siempre ha sido un idiota. ¿Verdad?
-¡¿YO?! –Exclama robert poniéndose de pie, mirando fijamente y desafiantemente a Maria- ¿Qué pruebas tienes de eso?
-Aparte de las que se ven, Mmm… si mi memoria no me falla… ¿Quién me pidió las respuestas durante el examen? –finaliza la frase en tono sarcástico y sonando la garganta alimentando su ego-
-Su rostro se pone rojo, y su mirada es desafiante; haciendo una pausa breve, tranquilizándose y arqueando una ceja- Algún atractivo tenías que tener
¿no? De paso las respuestas estaban incorrectas.
-Ana se tapa la boca conteniéndose las ganas de reírse tardíamente ya que deja escapar parte de su riza finalizándola por tal acción terminando ahogándola en un silencio repentino y seco- Jaja!.....
-¡¿Qué?! ¡¿Quieres pelear?! –se pone de pie Maria tomando una pose algo masculina, levantando el puño, pero conservando su nata belleza haciéndola y dotándola de cierto atractivo –
-Pensándolo mejor, te queda muy bien esa actitud.... Te ves muy linda así ¿no lo creen chicas? –Con una sonrisa Robert da disimuladamente un paso atrás cruzándose de brazos mirándonos para rectificar su punto de vista en una mirada sarcástica con un mensaje de “¿no es así?” siendo el detonante de la ira de Maria hundiéndola en el escarnio- -
-Instintitivamente las tres con un vaso de jugo en las manos asentamos con la cabeza, luego Alexandra y yo con las manos hacemos un símbolo con un corazón- Son el uno para el otro – Guiña el ojo Alexandra avivando la ira de Maria hacia Robert; hundiéndole en una situación mas precaria que antes-
- IDIOOTAAAAA!!! -Maria le lanza un puñetazo a Robert con la cara muy sonrojada, quiza por vergüenza o por que simplemente la verdad duele. Él ágil joven afortunadamente lo esquiva tomándole el puño a la chica-
-Así es que me gusta, pega como hombre –Sonrientemente Robert lentamente camina hacia atrás-
-Intencionalmente interpongo mi pie de manera evidente en el camino de robert, éste cuando está caminando para escapar y se cae al suelo- Ops –digo sarcásticamente-
-¡Traidoras! –El suelo indefenso de las represalias que ponto acontecerán a su persona se queja con cara de pánico; ya que el sabe que es meterse con Maria-
-Maria lo toma de la camisa y lo arrastra hasta la puerta viendo como las sombras de su interior absorbían al joven como si fuese el camino al verdadero dolor, éste lucha por su vida por escaparse pero resulta inútil.- No se atrevan a interferir – En un tono macabro pero suave lleno de una calma que da miedo le dice nuestra amiga Maria a sus amigas que disfrutan de la escena como si de una película se tratase-
Al estar totalmente en el interior de la puerta de las escaleras de la azotea y quedar oculto por la oscuridad de la misma; esta aparentemente se cierra sola escuchándose antes los gritos de auxilio de Robert y quizás algunos sonidos que solo podrían ser presenciados en una película de terror.
-A mi me caía bien –Tartamudeando con una sonrisa nerviosa dice Kaname para romper el incomodo silencio que aconteció después de que Robert fuese arrastrado hacia la puerta de la terraza-
- Si, a mi también –Decimos Alexandra y yo al mismo tiempo- No… sabia que el podría gritar así. –De la misma manera nerviosa que Kaname, dice Alexandra abriendo la bolsa con su comida-
-La cara de Maria si que daba miedo ¿no? – Tranquilamente Ana comienza a comer, sin preocupación alguna -
-Kaname pone las manos juntas cerrando los ojos- Dios apiádate de su alma…
-Un silencio invade la escena y luego las tres nos echamos a reír- Jajajajajaja
Sinceramente de la manera en que nos miró no pudimos negarnos, daba miedo. Aunque no supimos el destino de nuestro nuevo amigo, al fin si decidimos salir a comer los 3; a fin de cuentas fue en una tienda de postres la salida fue planificada para el fin de semana. Espero que sea divertido aunque Maria no vaya.