Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Que Pena que Sea Pecado por Kyouya

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, Hola ^^
Aqui Hitomi klainer con otro fic, este fic lo use en un concurso en un foro, pero tambien lo dejo aqui xD
Espero que les guste

*Que pena que Sea Pecado*

Shaka x Aioria

 

 

Pecado, ¿Qué es en concreto el pecado?, amo a un hombre, muchos dicen que aquellas relaciones además de que no funcionan bien, son malas ante los ojos de Dios, pero quizás ese no sea mi verdadero problema, hay algo peor que eso, el es el sacerdote de esta pequeña ciudad… aunque se que me corresponde en cuanto a mis sentimientos, nada podemos hacer ya que eso si se considera pecado.

¿Por qué? ¿Por qué lo pusiste a el justamente en mi camino del amor?

 

Estoy conciente de que no es correcto tener este sentimiento por el, pero no puedo evitarlo, mi mente trata de no pensar en el pero mi corazón es mas fuerte que eso y contra eso no puedo hacer nada.

 

Fuerzas divinas que cruzan los destinos

Alejen al rubio de mí

Tentaciones no quiero tener

Pecado no quiero cometer

 

Me duele sentir esto

Aleja el sentimiento de mí

No quiero seguir sufriendo

Con esto que llevo dentro

 

 

 

Mas por que pienso en el, si yo se que no ha de ser

Que es pecado, y prohibido… gran pecado

 

 

El es el primero en tratar de negar que hay un sentimiento de amor, claro, y lo entiendo, si mi pecado es grande, el de el es mucho mayor.

Me trata de esquivar, cuando me le planto enfrente me evita, eso es lo que mas me duele, el que no me diga lo que realmente siente por mi, si tan solo me lo dijera compartiríamos esta gran carga juntos.

 

Olvidarlo, aunque me duela es lo mejor, tratar de olvidar aquello que aunque hermoso no me produce más que dolor.

 

 

Como todos los domingos salio de su casa rumbo a la iglesia, nunca había sido muy afecto a esas cosas pero el que aquel rubio fuera el sacerdote de aquella iglesia lo hizo devoto de corazón, quizás sus razones para meterse por completo en aquello de la religión y todo lo que eso conllevaba no eran las mejores, pero algo era algo.

 

Caminaba sumiso en sus pensamiento “¿Por qué todo esto esta pasándome a mi? ¿Qué he hecho para merecer este castigo?”  Cuestiones como aquellas comenzaba a preguntarse sin poder conseguir alguna respuesta ante todo aquello.

 

Comenzaba a llegar y desde lo lejos pudo observar a aquel chico, o mejor dicho a aquel hombre rubio que le quitaba el sueño y que poco a poco comenzaba a absorberle la vida entera.

 

El cura siempre se encontraba a la entrada de la iglesia, así podría ver bien a aquellos que asistían además le gustaba poder recibir a aquellos que iban a escuchar su misa, los recibía con una sonrisa amplia, como solo el podía sonreír, el clima siempre estaba a su favor, el Sol salía por detrás de el dándole un pequeño brillo como si Dios estuviera de su lado en todo, como si por allá arriba quisieran que siempre se viera bien, la brisa que aunque poca la suficiente para mover a un buen ritmo sus brillantes cabellos, lo tenia todo, tez blanca, ojos claros, el Sol y los demás elementos de su lado.

 

Lenta y tímidamente el castaño se fue acercando hasta el y con nerviosismo dijo…

 

-          Como esta usted hoy? – Siempre que lo veía se ponía de esa manera, y ya hacia tiempo que había entendido que eso significaba que sentía amor por el sacerdote – Me alegra poder verle

 

-          Hola Aioria – Hablo nuestro sacerdote con mas seriedad – Tan puntual como siempre

 

-          Usted sabe por que vengo – Continuo hablando nervioso, pero para decir algo como lo que seguía se tenia que fajar bien los pantalones – Solo vengo a verlo a usted, por que lo quiero y lo sabe

 

-          Si, lo se – Aquello ultimo que dijo fue en un tono de “no tenias que repetirlo” –

 

-          Solo quiero que me saque de una duda – Suspiro hondo y continuo - ¿El sentir lo que sentimos, es malo? Si continuamos con este sentimiento y algún día no podemos reprimir los impulsos… ¿Eso nos hace pecadores?

 

-          Vamos por partes Aioria, “El sentir lo que SENTIMOS” me sonó a muchos

 

-          Me va a decir acaso que no siente nada por mi?

 

Obviamente mentir no podía, y tenía dos fuertes para ello

1: Era sacerdote, no podía decir mentiras por que se supone que el debía de evitar como fuera que los demás lo hicieran, si mentía, que clase de ejemplo iba a dar?

2: y quizás la mas importante, no podía mentir frente a la persona que amaba

 

-          Si – Muy a su pesar lo tenia que admitir – Tienes razón, es lo que ambos sentimos, pero en cuanto a eso te voy a decir algo, el amar a una persona es algo maravilloso en este mundo, es un regalo que nos brindo Dios, y el ser correspondido es mucho mejor, en cuanto a eso no tienes por que sentirte mal… Quizás si nos vemos mas seguido y tratamos de llevar una relación un poco mas allá de la amistad puede que yo no me reprima, no solo te quiero también te deseo, y el que yo sea sacerdote lo hace aun peor, para mi es un pecado mayor, por que yo me despose con la Santa Iglesia y no debería de amar a nadie mas, y déjame contarte algo… cuando yo tome mi decisión de ser sacerdote no estaba muy seguro y parece que ahora Dios me trata de castigar poniéndote a ti en mi camino. Poniendo al tentación en mis manos,  y el deseo en mi corazón. Aunque me duela decir esto no quiero que te acerques con intenciones de querer que seamos mas que amigos, por que mi amistad es todo lo que puedo brindarte por ahora… - Una de sus manos se coloco sobre la mejilla del castaño suavemente y dijo – No debes de pensar que el pecado es tuyo, no hay pecado en ti, solo en mi por sentir esto.

 

-          Aunque me pidas eso no podré cumplirlo, entonces si es pecado tuyo yo quiero compartirlo contigo

 

-          Nunca podría permitir que compartieras mis pecados… Será mejor que todo termine aquí

 

 

Que pena que sea pecado y que el pecado termine así

Que pena que mi deseo de ese amor bueno se acabe aquí

 

 

Entraron a la iglesia, como si nada hubiera pasado, como lo que eran el padre y un hombre del pueblo.

El sermón duro lo que tenia que durar, las palabras de siempre.

El castaño salio de aquel lugar no sin antes mirar por ultima vez en el día a aquel hermoso rubio, caminaba ahora rumbo a su pequeña casa, pero por lo menos ahora sabia que el rubio si lo quería por que le mismo lo había dicho, antes de eso el solo suponía, por lo menos hizo el intento de hablar con el, no consiguió mucho pero lo intento y eso era lo que importaba.

 

Durante todo el camino hacia su casa se fue pensando en aquella conversación pero sobre todo en la manera en que Shaka había puesto su mano sobre su rostro, con esa pequeña caricia había tocado parte del cielo, se sintió sobre una nube.

 

Recordaba y se torturaba recordando lo que había sucedido, y trataba de imaginarse el que hubiera pasado si le hubiera dado esa caricia seguida de un beso, el que hubiera pasado si le hubiera dicho que lo amaba y que no le importaba lo demás, pero por desgracia nada de paso y quizás nunca pasaría.

 

Se quedo pensó en cosas como esas, su imaginación divagaba en escenas de el y el rubio en situaciones comprometedoras, incluso se imagino a el mismo debajo del cuerpo sudoroso del rubio que se encontraba casi exhausto por haberlo penetrado tanto, el deseo de ambos era tanto que aunque estuvieran cansados no podrían parar.

Aioria era penetrado una y otra vez, cada vez más fuerte…

 

-          Si mi… pecado eres tu… y por eso tendría que… irme al infierno… bien valdría la pena – Hablo el rubio entrecortadamente

 

-          Te… te seguiría… hasta el mismo infierno… todo sea por… por estar contigo

 

Después de aquello no continuaron hablando, mejor dicho no podían seguir aunque así lo hubieran querido.

Sus cuerpos no soportarían mucho mas, el rubio penetraba a una veloz salvaje el pobre cuerpo de Aioria y este solo podía gemir y gritar por los placeres que estaba sintiendo…

 

Desgraciadamente se dio cuenta a tiempo de que todo aquello era parte de su loca imaginación que le estaba jugando sucio.

 

-          Shaka… - Susurro su nombre antes de quedar dormido

 

 

 

Te persigo de noche

Y te sueño de día

Yo pronuncio tu nombre y no oyes ni el eco de mi voz

 

 

 

 

Un nuevo día había comenzado y con ello, un día más de dolor y sufrimiento por no tener a su lado al hombre que amaba, un día más que tendría que pasar solo, todos los días era lo mismo.

 

Salio de su casa para caminar un poco, le gustaba caminar además de que le hacia bien, al caminar trataba de distraerse con cualquier cosa que viera y, aunque pocas veces funcionaba otras no.

 

Encontró un pequeño parque donde se recostó sobre el césped, y suspiro profundamente…

 

-          Un suspiro es un beso que no se da –

 

Escucho una voz familiar que le decía esas palabras, al escucharlo se sorprendió y se sentó sobre el lugar donde se encontraba para poder mirar a la cara a aquella persona que le dijo esas palabras…

 

-          Shaka –

 

-          Cuando alguien suspira es por que pensaba en alguien… ¿En quien pensabas? – Pregunto el rubio tratando de parecer casual

 

-          … - No respondió ante aquella pregunta, le parecía bastante obvia y no hacia falta  una respuesta por su parte cuando ambos ya sabían la respuesta. – Un suspiro es un beso que no se da ¿eh?

 

-          Si, bueno ya sabes lo que dicen… Cuando suspiras es por que la mayoría de las veces estas pensando en alguien y por que quisieras besar a esa persona.

 

-          Ahhh – Y sin darse cuanta, o mejor dicho sin darle mucha importancia volvió a suspirar mas profundo.

 

-          Vaya, vaya, un suspiro mas –

 

-          Sabes muy bien que pensaba en ti, y si hay una persona a la que me gustaría besar ese serias tu – Se sonrojo ante lo que había dicho, pero en ese momento había que ser directo

 

-          ……-

 

-          ¿No me vas a responder?

 

-          ¿Qué quieres que te diga?

 

-          Pues no se… quizás solo podrías decirme que también te gustaría besarme

 

-          Sabes que si… pero…

 

-          Pero no quieres hacerlo

 

-          Si quiero, pero no puedo hacerlo… Aioria será mejor que me vaya, nos vemos después, cuídate mucho y ya no pienses en ese tipo de cosas, solo te haces daño

 

Se levanto del lugar y comenzó a caminar, se había acercado para poder platicar como amigos, pero aioria siempre lleva las cosas a otros “extremos” de los que no quería hablar, si Aioria creí que diciéndole cosas como “Te quiero besar” lo iba a convencer de una u otra manera para que pasara algo entre ellos, pues… tenia mucha razón, ya casi no podría resistirse tanto.

 

 

 

Por eso tú no te enteras de nada

Si te espero me ignoras

Si te hablo te callas y no dices palabra

 

 

 

¿Qué era lo que le atraía de el? Sabia que lo prohibido era lo mejor, quizás era eso, antes de que Shaka apareciera no había nadie pero cuando llego el a al ciudad como sacerdote de inmediato se fijo en el y es que, siempre le había gustado romper las reglas, hacer las cosas que estuvieran mal, y quizás fue eso lo que lo llevo a enamorarse de esa persona.

 

Lo prohibido, lo prohibido…

Se repetía una y otra vez para si mismo, pero no se daría por vencido, algún día conseguiría aunque sea un leve beso de aquel guapo sacerdote, siempre conseguía lo que quería y esta vez no iba a ser la excepción

 

 

 

Y es una pena que sea yo, que tan desgraciado soy

Quien se hala enamorado de un hombre imposible... ay pobre de mi

Que pena que sea pecado… que pena

 

 

El rubio se resistía y lo sabia muy bien, su pregunta era… ¿Si lo quería como decía, entonces por que no dejaba todo lo demás y se quedaba con el? Necesitaba saber sus razones, e iría a preguntárselo en ese mismo momento.

 

Desde que Shaka se hacia mucho tiempo desde que Shaka se había ido de aquel parque así que no debería de estar muy lejos, comenzó a caminar hacia la dirección por donde el rubio se había ido, y recordó que sobre aquella dirección se encontraba el lugar donde se habían visto por primera vez… la parte trasera de la iglesia (Interrumpo un poco aquí…Si lo se, suena estupido, pero la verdad no se me ocurrió otra cosa, por que decir el supermercado sonaba guarro, una cafetería mucha gente, en fin etc. etc.… regresemos xD)

 

Sabia que lo encontraría en aquel lugar y así fue, de donde se encontraban hace un momento la parte de atrás de la no quedaba muy lejos y pudo divisar…

 

Corriendo lo mas rápido que podía se acerco hasta aquel lugar.

Estaban solos, pero claro que si, nadie iba a la iglesia más que los domingos y muchos por obligación…

 

-          Sabes que hora es? - Cuestiono el rubio

 

-          Mmmm no

 

-          Deben de ser alrededor de las cinco de la tarde… casi es la hora en la que nos vimos la primera vez, lo recuerdas?

 

-          Sii, yo estaba aquí parado buscando tranquilidad, tratando de estar solo y ese día llegaste tu

 

-          Ese día cuando te vi aquí me hizo pensar que eras una persona reservada y que pensaba lo pero de la vida, y no me equivoque

 

-          Tienes razón, odiaba la vida pero todo cambio cuando te conocí

 

-          Aioria quizás pienses que estas enamorado de mi por que te el amor que dices tenerme puede ser una razón para que veas mejor la vida y…

 

-          No sigas por favor, te amo, te amo pero te amo por lo que eres Shaka, te amo por que eres la mejor persona que he conocido, eres tierno, amable y…

 

 

 

Si tu no fueras tu podría tu cariño poseer
Mas sino fueras tu, tal vez ya no pensara en tu querer
Que pena que sea pecado, que pena
Pecado…

 

 

 

 

-          Aioria de verdad ya no resisto…

 

Antes de que el castaño pudiera preguntar a que se refería sus labios fueron sellados por los del rubio en un beso fugaz…

 

-          ¿Por… por que… lo hiciste? – Pregunto con la poca voz que tenia, aquello había sido tan rápido y tan maravilloso que no salía de su asombro

 

-          Por que ya no podía resistirme, te tenía tan cerca, te quiero tanto, te deseo de una forma que nunca creí poder sentir…

 

-          Pero…pero y… lo demás? – Sabia que para Shaka fue difícil hacer lo que hizo por que para el iba en contra de todo

 

-          Lo dejare

 

-          ¿C-Como? –

 

-          Lo dejare, por ti lo dejare… Voy a renunciar a ser sacerdote por que a ti te amo mas que a cualquier cosa en este mundo

 

-          Pe-pero no puedes ¡!

 

-          …-

 

-          Shaka…¿De verdad es lo que quieres?- Pregunto suavemente

 

-          Si, ya he tomado mi decisión y no sigas diciéndome ese tipo de cosas por que sino volveré a cambiar de decisión y no quiero hacer eso

 

-          De acuerdo- Respondió sonriendo

 

Se acercaron lentamente, se miraron unos segundos a los ojos y rompieron ese pequeño espacio que se encontraba entre ellos para darse un beso lleno de amor que ambos ya esperaban desde hace tiempo…

Todo término donde había empezado, en el primer lugar donde se habían visto… Terminaban una primera historia de dolor y sufrimiento en donde la habían comenzado, y comenzaba una nueva historia pero ahora solo seria de amor, el amor puro.

 

Fin

Notas finales: Bueno pues espero que les haya gustado, espero sus comentarios ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).