Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El gato y el ratón por Gadya

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No soy Kurumada, bla, bla, bla. Creo que la idea se entiende.

Notas del capitulo: o_O no pregunten de dónde salió... una hora en autobús hasta llegar a la Uni trae estas consecuencias

EL GATO Y EL RATÓN

 

            Cuando te busco me evitas, cuando me buscas yo huyo, siempre ha sido así entre los dos, condenados a jugar eternamente a este juego del gato y el ratón por haber nacido en el momento y lugar equivocados. Porque somos hermanos, la misma sangre, la misma cara, el mismo sexo, maldigo al destino el haber nacido tu gemelo, y no otra persona para poder gritar a los cuatro vientos que te amo con pasión, con locura, con el estúpido deseo de entregarme a tus caprichos, a tus dudas, ser respuesta de cada pregunta que le hagas a esta maldita injusta vida que nos hizo nacer de una misma madre para divertirse, para burlarse de mi, que te amo.

 

            Me miras, y otra vez tengo que huir de tus ojos, esos que yo adoro, mi preciada tortura, los que desnudan ante mí mi eterna maldición. Sé que tú sospechas que te amo, y sé que sabes que yo sé que tú sospechas que te amo. Mira los estúpidos pensamientos que tengo ahora, y todos son tu culpa, porque te quedaste atascado en mi alma con tan solo una sonrisa, un gesto, una palabra, y ya no puedo quitarte, no quiero quitarte. Maldito ratón me tocó ser en este juego, siempre escapando de ti, cuando todo lo que deseo es arrojarme a tus brazos.

 

            Y me levanto, y huyo como tantas otras veces, sin permitirme verte a la cara, visión que últimamente creo ya no resistir. Sé que soy peligroso, peligroso para ti y para mí, un enamorado desesperado que se abalanzará sobre tus labios cuando me permita bajar la guardia, harto de todo el esfuerzo que me significa este teatro. Ya no puedo controlarme, no sabes lo cerca que he estado de besarte cuando te acercaste a darme los buenos días, no imaginas lo envidioso que estoy de ese mechón rebelde que acaricia tu mejilla permanentemente. Me siento un imbécil por tu culpa, Saga, estás volviéndome un completo desquiciado, y apenas te has dado cuenta del efecto que tienes sobre mí. No imaginas hasta dónde he llegado, o no quieres hacerlo, y por eso no te quejas cada vez que escapo de tu presencia como un ratón asustado.

 

            Cierro las puertas de mi habitación y puedo escuchar el agitado latir de mi corazón. Estuve tan cerca, tan cerca de decirte que te amo, que tuve que poner un muro entre los dos para no caer rendido a la tentación de revelarlo. Tus ojos me miraron distinto, lo sé porque los ví en ese único fugaz y maravilloso momento en que se cruzaron con los míos, y no sé qué signifique.

 

            Golpeas la puerta y yo no te respondo. No tengo la fuerza suficiente para enfrentarte y controlarme al mismo tiempo. Me dices que la situación ha llegado al límite y no podemos seguir así. Ya lo sé. Sé que no puedo huir de ti toda la vida, pero no puedo decirte lo que sambos sabemos bien.

           

            Abres y entras en mi habitación con paso firme. Siempre adoré esa seguridad en ti, seguridad que suprimiste en mí cuando te adueñaste de mi alma. Yo te miro, temeroso de mis propias reacciones, sé que si te sigues acercando perderé la poca cordura que me queda. Tú adviertes mi nerviosismo pero no te importa, te acercas tanto a mí que el aroma de tu pelo me marea. No puedo moverme, no puedo reaccionar, y tú me miras, con esos ojos bañados de ternura.

 

            Me besas, si, me besas, y yo no puedo creer que lo estés haciendo. Tus labios exploran los míos, esperando una respuesta que no obtienen, para luego acercarse a mis oídos y murmurar un "te amo" quedo, suave, cargado de un amor puro e inocente. Mis ojos se abren como platos ¿Acaso has dicho que me amas? Mi mente es un caos, tu voz se multiplica infinitamente como en un caleidoscopio... me amas...

 

            Me lanzo a tus brazos y te beso, con amor, con ternura, con pasión, con dudas y temores, pero también con la certeza de que ya jamás me apartaré de tu lado. Terminamos de jugar y me atrapaste. En este juego del gato y el ratón he perdido, y sin embargo, también gané, porque mi único deseo, acaso, era que tú ganaras.

Notas finales: Virus no, por favor...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).