Había salido a tomar aire en el balcón, te vi acercarte a mí sin decir nada, adentro la música sonaba y las personas bailaban o platicaban, me miraste y sonreíste con presunción, como siempre haces.No dijiste nada y yo tampoco, sólo te pusiste a mi lado juntos esperamos el atardecer mientras los recuerdos de la noche anterior inundan nuestras mentes.Casi puedo sentir tu piel bajo mis dedos, casi puedo oír como suspiras en mi oreja, casi puedo sentirte dentro de mí otra vez mientras me llamas chibi… Sonrió y volteó a verte, tú cara me dice que estás pensando en lo mismo…
Haciendo fila bajo el sol
Perdiendo todo el tiempo sin razón
Me encuentras tú, sin nada entre las manos No tienes nada que decir
Pues cada cual tiene su precio aquí
Ya has pagado mucho por mí
Mucho más de lo que pedí Miéntele, no le digas lo que hiciste ayer
Cuando me viniste a ver
Miéntele, no le digas nunca como fue
Tú sabes como es él
Seria capaz de hasta matarte por saber
Han pasado pocos minutos cuando ella sale, pareciera que tiene un radar con el cual siempre sabe donde estas. Volteas y le sonríes, la saludas con un beso, la abrazas y le susurras palabras dulces aloído, vaya si eres un desvergonzado.Riza repara en mí después de reír como tonta y me saluda avochornada, yo hago como que no vi la escena anterior y también la saludo. Me pregunta como he estado y yo le contesto que bien. Platicamos los tres un rato y luego ella saca tu repentina desaparición de ayer.Le contestas que viniste a verme por unas tareas pendientes que tenías, como has faltado a clases la última semana... Y ella comineza a regarñarte por ser tan perezoso. Tú me mras mientras la abrazas por la espalda y te disculpas muchas veces; odias sus regaños, pero son preferibles a que se entere de la verdad. Riza se cansa de regañarte, al fin y al cabo sabe que nunca le harás caso, sin embargo no quita su expresión enojada, y tú tratas de animarla; al final ella sede a tus ruegos y se reconcilian con un beso; es tan ingenua.
Recuerdo verte caminar
La frente en alto sin disimular
Te ves tan bien sin nada de vergüenza
Él cree que tú eres muy feliz
No hace otra cosa más que hablar de ti
Dale un beso antes de dormir
Una excusa para vivir
Miéntele, no le digas lo que hiciste ayer
Cuando me viniste a ver
Miéntele, no le digas nunca como fue
Tú sabes como es él
Pronto Maes sale con su novia, nos acusa de escaparnos de la fiesta y luego comienza a hablar de lo maravillosa que será su vida cuando se casen y lo preciosos que serán sus hijos. Todos nos reimos con sus locuras.Me miras por encima del hombro de Riza, besas su cuello; sabes que te estoy viendo aunque no lo demuestro. Simpre te han gustado este tipos de juegos y aunque al principio yo me sentía incomodo, he aprendido a disfrutarlos.Podríamos seguir así toda la vida, y creo que lo haremosal menos por un buen tiempo; siempre a escondidas, siempre en secreto, después de todo, no queremos que la campeona nacional de tiro nos use como blanco. Riza comienza a hablar de su boda, y yo sólo río interiormente, si supiera...
Déjame ver las cosas como ayer
Muéstrale que no tiene nada que perder
Puede estar contento para siempre
Si no se entera de nosotros otra vez
Miéntele, no le digas lo que hiciste ayer
Cuando me viniste a ver
Miéntele, no le digas nunca como fue
Tú sabes como es él
Miéntele, miéntele
Sería capaz de hasta matarte por saber
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