SE REAL
CAPITULO 1: Aquel Chico Popular
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-Les voy a contar un secreto… hay un parque muy especial, aunque en realidad el parque no es lo especial sino la parte de atrás del mismo, a la salida de los baños justo en frente de una banca… ahí digamos que suceden encuentros muy particulares… ahí es donde puedes conocer a personas muy… ¿especiales?... aunque sea claro por unas horas-
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-¡Naruto!- el rubio giró de inmediato con su mochila colgando aún en su espalda y sonrió abiertamente al ver a su amigo pelinegro correr tras el –oye unos amigos y yo vamos a jugar básquet a la cancha ¿vienes?-
-mmh… no Sai hoy tengo algo que hacer-
-Naruto, siempre tienes algo que hacer a esta hora…- Sai sonrió ligeramente -¿Cuándo me vas a contar lo que haces a esta hora?-
-algún día-
Y sin esperar a que su amigo le respondiera corrió hacia el estacionamiento para poder desencadenar su bicicleta y poderse ir rápidamente.
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-Era tan sencillo encontrar con quien y como hacerlo… y simplemente… hacerlo, lo difícil era relacionarse. Y sobre el amor… bueno nadie te prepara para eso.-
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Estacionó tranquilamente su bicicleta y la dejó arrimada contra un gran árbol que era de los mucho que abundaban en el lugar, sonrió ligeramente al divisar los baños que casi nadie utilizaba a lo lejos, era un pequeño lugar con forma de casita de juegos, supuestamente apropiado para el lugar, aunque al final con el tiempo las personas comenzaran a utilizarlo para otras cosas, se sentó en la banca que quedaba a unos metros del mismo y fijó su mirada en el parque en general, sacó un pequeño libro de su maleta y antes de que se pudiera dar cuenta se había perdido en unos segundos en la lectura.
-hola- el cuerpo del ojiazul se sobresalto un poco ante la voz, pero igualmente sonrió como respuesta, vio como un hombre de cabellos blancos se sentaba a su lado y su sonrisa se ensancho más al notar que era apuesto –mi nombre es Kimimaro ¿y tú?-
-Naruto- entrelazaron sus manos por unos segundos y dirigieron sus miradas hacia el parque, Kimimaro de manera tranquila y Naruto un tanto nervioso –y… ¿Qué haces?-
-soy escritor, me imagino que tu aún estas en el instituto amenos que hayas querido disfrazarte- sus últimas palabras sonaron un tanto sarcásticas por lo que Naruto no pudo evitar reír un poco.
-¿habría algún problema si me gusta disfrazarme?-
-mmh… no lo creo- Kimimaro lo miró directamente a los ojos y el rubio sintió una pequeña corriente recorrer su espina dorsal
-soy estudiante aún pero es mi último año-
-ya veo… ¿Cuántos años tienes 17?-
-Si. ¿y tu 40?-
-tampoco- Kimimaro rió un poco –tengo 27-
-me llevas diez años, que interesante…-
-lo mismo digo-
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Temari limpiaba con tranquilidad el auto rojo que hace un par de años le habían regalado sus padres, lastima que aún no haya podido estrenarlo y continuara en el garaje de su casa #no hasta que tengas tu permiso# era lo único que le decían sus padres y la verdad estaba cansada de eso ¿para que se lo habían regalado sino le dejarían usarlo? O mejor dicho ¿Por qué los exámenes de conducción tenían que ser tan difíciles? No era su culpa que los pare estuvieran casi escondidos y que la gente anduviera como tortuga por la carretera.
-¡Temari!- observó como su vecino y amigo de toda la vida venía a una cuadra de distancia agitando su brazo subido en su bicicleta
-¡Naruto ten cuidado!- el rubio se estacionó a unos metros de su auto se bajó del mismo y corrió abrazarla con una gran sonrisa en el rostro –oye… oye tranquilo ¿por qué estas tan feliz?... espera- Temari olió ligeramente el cuello del rubio una vez mas –esa no es tu colonia- Naruto solamente lo miró extrañado
-¿Cómo te diste cuenta?- empezó a oler el cuello de su camisa pero aún así no notó algo fuera de lo normal
-instintito femenino-
-si… claro- no pudo sino evitar mirar extrañado a la muchacha que tenía en frente y que ahora le sonreía con autosuficiencia y con la esponja con la que había estado lavando el coche aún en la mano
-pero bueno ¿cuéntame quien te tiene tan feliz?-
-un chico increíble que conocí esta tarde en el parque-
-¡Naruto!- la muchacha arrugó de inmediato el entrecejo molesta –prometiste que no irías otra vez. Es muy peligroso, no puedes ir por ahí haciéndolo con cuanto desconocido encuentras en ese parque-
-pues en ese parque encuentro a gente que no me rechaza por lo que me gusta y quienes me gustan y no es un desconocido, se llama Kimimaro-
-¡puede ser el Rey de España! Es muy peligroso ¡pudieron…!-
-¿pudieron violarme?- Naruto sonrió burlonamente y Temari dibujó un puchero molesta –tranquila Tema-chan…- la voz del ojiazul sonó juguetona –yo sé lo que hago y todo esta bien, además no lo hago con cualquiera sino con quienes parecen correctos-
-exacto- suspiró tranquilamente –parecen no quiere decir que lo sean- Naruto simplemente se soltó y camino unos pasos más para quedar frente a su amiga y volvió a sonreír.
-lo hicimos en el bosque-
-¡Naruto!- le lanzó la esponja algo húmeda que aún tenía en las manos y escuchó la cristalina del rubio mostrándole claramente que nada nadie le amargaría el día -¿y por lo menos era guapo?- Naruto estalló en carcajadas y la rubia tan solo se sonrojó un poco
-¡por supuesto! Era guapísimo, parecía… no se… estrella de cine o algo así-
-mientes-
-en serio-
Temari suspiró resignada y se abrazó un momento al ojiazul para poder sentir que realmente se encontraba bien, era como un hermano pequeño para ella, un hermano al que tenía que estar cuidando constantemente por que al parecer tendía a tomarse la vida muy ligeramente –prométeme que vas a cuidarte y no vas a continuar haciendo más tonterías- se soltó tranquilamente y vió como el rubio le volvía a sonreír
-la vida es un riesgo Tema-chan- le guiñó un ojo y le dio un corto beso antes de marcharse a su casa, Temari solamente rodó los ojos y volvió a lavar el carro.
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Minato siempre había sido un hombre muy tranquilo y amable con todo el mundo aunque tuviera ciertos impulsos cuando se enfurecía siempre había sido considerado un hombre muy amable y buen vecino, incluso lejos de cualquier pretensión el también se consideraba así, la puerta de su casa se abrió tranquilamente y pudo ver como su hijo dejaba la mochila en uno de los muebles para luego sentarse frente a el en el comedor con una radiante sonrisa en el rostro –buenas tarde oto-san-
-hola Naruto- pero aun así no le respondió a la sonrisa que le brindaba su hijo y lo miró seriamente, claro que este tan feliz como estaba ni siquiera se percató.
-¡oka-san! Buenas tardes-
-buenas tardes Naruto ¿Cómo así tan feliz?- la pelirroja le dio un rápido beso en la frente al ojiazul y este solo cerró los ojos sintiéndose muy bien con el gesto
-fue un buen día- admitió tranquilamente mientras Kunshina volvió a la cocina para poder traer los platos del almuerzo
-¿y como vas con la investigación?- la voz de la mujer se escuchó desde la cocina mientras Naruto caminaba hacia la ella remangándose en el camino las mangas de su camisa.
-muy bien, si todo sale bien podré publicarla- abrió tranquilamente la llave y comenzó a lavar sus manos
-vaya ‘publicar’ suena muy importante- habló graciosa la mujer mientras movía el cabello rubio de su hijo
-pues no lo logrará si sigue perdiendo el tiempo en el parque- Naruto giró de inmediato para ver a su padre parado en el umbral de la entrada a la cocina y su pecho latió con violencia ¿acaso el sabia algo? –una profesora tuya me contó que te había visto sentado perdiendo el tiempo en una banca- y Naruto solamente suspiró aliviado. No, todavía al parecer no sabía nada.
-es que… ese día quería despejarme un poco- sonrió un poco nervioso mientras rascaba inconcientemente su nuca
-valora tus grupos de estudio Naruto, te servirán para la universidad-
-si, oto-san-
-bueno, bueno… olvidemos el tema y vamos a almorzar ¿si?- los dos rubios le sonrieron ligeramente y se dirigieron de inmediato de regreso al comedor-
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-En un ángulo de la pieza, habilitada de capilla, Luís, el joven militar, abrumado por todo el peso de su mala fortuna, pensaba- la puerta del salón se abrió interrumpiendo la lectura de una de las muchachas y llamando la atención de todos los presentes
-Naruto- la voz del castaño que permanecía frente al salón llamó la atención del menor -¿Cuál es la excusa de hoy? ¿un temblor? ¿un maremoto?-
-lo siento Iruka-sensei ¿puedo pasar?- el castaño solamente suspiro un poco antes de sonreírle un poco y estirar su brazo
-adelante, continua Ino-
La rubia asintió ligeramente y volvió a leer –pensaba en los viejos días de su niñez, pródiga en goces y rodeada de mimos, en la amplia y tranquila casa paterna, uno de esos caserones de provincia sólidos, vastos, con jardín, huertas y…- Naruto se sentó tranquilamente e intentando hacer el menor ruido posible junto a Sai quien observaba atento a la rubia que hablaba en esos momento, parecía escucharla atentamente pero Naruto sabía que en realidad tan solo la observaba
-Sai…- pero el pelinegro pareció no percatarse de su presencia –Sai- movió un poco el hombro del pelinegro y este por fín giró para observarlo -¿podrías prestarme tus apuntes?-
Sai solamente volvió a dirigir su mirada a una tranquila Ino que continuaba leyendo mientras agarraba lo primero que encontraba y se lo pasaba a su rubio amigo, Naruto tomó la regla que le acababa de pasar el pelinegro y rodó los ojos, al parecer le iba a tocar tan solo escuchar a la rubia y ya luego cuando Sai se desconectara, si es que lo hacía, poder prestarle los apuntes –recordaba su adolescencia, sus primeros ensueños vagos como luz de estrellas, sus amores, cristalinos, misteriosos y mas pensados que dichos, con la muchacha de falda corta que apenas deletreaba los libros y la vida…-
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-solo digo que la gente pasa por etapas- Temari comentó tranquilamente mientras se sentaba en una de las bancas de la zona central de la ciudad acompañada por Naruto quien solamente la miró de manera burlona
-entonces solo digamos que yo sentí curiosidad a los doce- la rubia lo miró sorprendida –tres años después descubrí el resto- Naruto sonrió con autosuficiencia y Temari lo golpeó ligeramente en el hombro
-mientes- sonrió igual que su amigo –quieres impresionarme-
-si eso quieres pensar-
Un balón de fútbol golpeó ligeramente la banca donde se encontraban casi rozando a Temari quien se había movido de inmediato -¡tengan cuidado!- reclamó Naruto mientras veía como un peliplateado se acercaba a ellos
-cállate idiota- le habló bajamente y lo miró duramente antes de tomar su balón y macharse, Naruto solamente bufó molesto mientras veía a los amigos del mismo que venían mas atrás reunirse con otros amigos en la entrada de una tienda.
-son unos idiotas- Temari miró al grupo que se había reunido fuera de la tienda deportiva y arrugó el entrecejo
-para ser parte de su equipo de fútbol solo necesitas un IC menor a 25, así que si, son unos idiotas- los dos rubios rieron un momento antes de que Temari volviera a observarlos
-pero tienen algo bueno… por lo menos son apuestos…- Naruto solamente exhaló un poco de aire y rodó los ojos por el comentario de su amiga –es en serio, mira por ejemplo el, Uchiha Sasuke ¿a que es sexy?-
Naruto giró para poder verlos junto a sus amigas todos reían abiertamente y los identificó uno a uno, todos iban en su instituto, quizás no en el mismo salón pero si los había visto alguna vez, dirigió su vista al pelinegro del cual hablaba Temari, y lo observo con sus manos dentro del pantalón con aquella pose de chico popular tan estandarizada y que tantas veces había visto en otros, aunque debía admitirlo Sasuke tenía algo que lo resaltaba de entre los demás.
¿Sus ojos? No, eran comunes de color negro, para eso los suyos que eran azules y destacaban donde sea ¿Su cabello? Tampoco, también era común negro, para eso también su cabello que era rubio, y eso sin contar con su piel que era totalmente blanca, por no decir que algo pálida, en tanto la suya que era algo bronceada, entonces ¿Qué era lo que tenía Sasuke que lo volvía tan apuesto, popular y con ese aire tan inalcanzable del que todo el mundo hablaba? Quizás… ¿su forma de ser?. NO era igual de idiota que sus amigos, así que eso quedaba descartado. Lo único que podía tener claro era que aquel chico era completamente heterosexual.
-¿Qué opinas?- la voz de su amiga lo sacó intempestivamente de sus pensamientos
-mmmh… pues creo que estaría bien para un fin de semana cuando no tenga nada que hacer-
-¡nah!- Temari sonrió abiertamente –ese tipo esta para algo más que UN simple fin de semana-
-si, tienes razón- habló pensativo -¿para dos?-
-para nada… ¡está para TRES fines de semana!- rieron abiertamente regresando su vista a las otras tiendas olvidándose por completo de aquellos muchachos.
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Sai escribía tranquilamente en su celular intentando ubicar a Naruto para salir por ahí se había quedado después de clases cumpliendo un castigo y lo único que quería era salir a despejarse un rato, había un poco de actividad aún debido a que a esa hora los clubes terminaban sus actividades, detuvo sus pasos unos momentos esperando a que su amigo le respondiera y como si la suerte estuviera de su lado pudo ver como Ino salía de uno de los salones con algunos carteles en las manos.
-¡Sakura!- la rubia agitó una mano al ver a su amiga pelirosa bajar las escaleras rápidamente -¿me ayudas a colgar los carteles?-
-lo siento Ino, quedé de encontrarme con Suigetsu- la rubia solamente bufó y se giró para poder continuar con su trabajo, Sakura la observó por unos segundos sabia que su amiga se había enojado, pero Suigetsu era su novio y hoy por primera vez en tres semanas no habían tenido entrenamiento por lo tanto iba a tener tiempo para estar con el, miró por última vez a su amiga y sin mas se marchó.
-¿te ayudo?- Ino giró de inmediato al oír la voz de un muchacho y se sorprendió un poco al ver a Sai
-si, gracias- empezó a colocar el cartel mientras Sai sostenía el resto mirándola atentamente
-¿estas en la revista escolar?-
-SOY la revista escolar- Sai sonrió un poco e Ino giró para mirarlo -¿te gustaría entrar a la revista?-
-sería un placer-
-perfecto, mañana después de clases en el salón 112-
-no faltare-
-eso espero, por cierto en este momento comienzas como miembro activo de la revista escolar-
-¿y que tengo que hacer?-
-acompañarme a pegar todos estos carteles por todo el instituto- la rubia le guiñó un ojo en forma juguetona y continuó caminando con Sai a su lado.
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-Naruto… no va a venir…- Temari suspiró una vez más y se arrimó a su amigo cansada de esperar, hace varios minutos el rubio le había propuesto mostrarle al tal Kimimaro para que viera lo guapo que era, pero llevaban mas de media hora sentados en aquella banca y el hombre no daba señas de aparecer, por fin había conocido el dichoso lugar donde Naruto encontraba a sus amantes y tenía razón aunque no lo pareciera era un lugar muy discreto, hace poco mas de dos años el rubio le había comentado de sus preferencias no era algo que le molestara, pero si le llegaran a preguntar no podría negar que fue algo que la sorprendió y mucho, pero era conciente de la gran confianza que el ojiazul le profesaba después de todo, además de ella nadie más sabia su secreto… por así decirlo.
-no lo se… ayer estuvo aquí a la misma hora-
-pues llevamos media hora y sinceramente yo ya me cansé de esperar- un rubio de ojos verdes subió tranquilo la pequeña loma que llevaba a los baños y observó fijamente a Naruto quien en ningún momento le desvió la mirada por lo que Temari de inmediato lo abrazo y le dio un corto beso en la mejilla, y por supuesto el hombre tan solo siguió su camino como si no hubiera visto nada
-Naruto por favor no hagas eso cuando estoy aquí-
-esta bien, esta bien…- el rubio rió un poco ante la cara que había puesto su amiga.
-en fin… creo que ya no vendrá-
-a lo mejor lo espantas-
-¡Oye!- Temari le dio un pequeño empujón molesta y Naruto rió un poco al darse cuenta de cómo lo había interpretado su amiga
-vamos Temari sabes a que me refiero…-
-como sea, es un poco tarde y ya tengo que ir a mi clase de conducción-
-¿otra? ¿Cuántas clases llevas?-
-cuarenta- el rubio enarcó una ceja -…y ocho- Naruto rió un poco hasta que Temari se levantó de la banca y se despidió de el con un beso en la mejilla, suspiró tranquilo mientras veía a su amiga alejarse, tomó su mochila y se levantó para poder entrar a los baños, pudo ver al rubio que había visto hace unos instantes frente al espejo lavándose las manos sin poder evitarlo sonrió ligeramente, entró a uno de los baños conciente de que en cualquier momento el rubio que acababa de ver también entraría al baño contiguo, tosió levemente y vió como una pluma con un papel alrededor de la misma cruzaba por uno de los agujeros de la pequeña pared con un pequeño mensaje:
‘¿Cuántos años tienes?’
Naruto sonrió un poco y le respondió de manera casi inmediata con la misma pluma.
‘los suficientes’
‘¿Dónde podemos vernos?’
‘te espero afuera’
Envió la nota de regreso y salió de inmediato a sentarse en la banca que quedaba frente a los baños esperando que el rubio saliera, aspiro un poco de aire intentando calmar un poco los nervios, si Temari estuviera presente… si Temari estuviera presente ni siquiera lo hubiera dejado entrar a los baños, giró una vez más para ver si salía pero arrugó el entrecejo al ver que este no salía, devolvió su vista al parque y se sorprendió un poco al ver al rubio con el que supuestamente había estado escribiéndose parado en la estación de autobús como si nada, era imposible que hubiera salido antes que él, entonces… ¿con quien se había estado escribiendo?
Giró de inmediato movido por la curiosidad y vió como alguien parecía salir de los baños, se levantó de la banca y sus ojos se abrieron desmesuradamente al distinguir, los comunes ojos negros, los sencillos cabellos azabaches, la piel blanca del mejor corredor de su instituto. Se sorprendió al ver al apuesto Uchiha Sasuke frente a él mirándolo de la misma manera en la que el lo estaba viendo. ¿Acaso no se suponía que Sasuke NO era gay?
FIN CAPITULO UNO
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