SE REAL
CAPITULO 2: Indiferencia Condicionada
Era extraño, sumamente extraño, y realmente no sabía que hacer con aquella situación, no es que él fuera un muchacho demasiado conversador o de aquellos que no paran de hablar, pero en aquel momento definitivamente no podía pronunciar palabra alguna, arregló la maleta sobre sus hombros y sin despegar sus oscuros ojos de aquel rubio frente suyo, suspiró, no lo miró demasiado y pasando a su lado se sentó en la banca en la cual hasta hace un momento el ojiazul que ahora lo miraba confundido había estado.
-Uzumaki ¿Verdad?- Naruto retrocedió un paso al oír la profunda voz de Sasuke, pero de inmediato se obligó a calmarse, no es como si nunca antes no hubiera entablado una conversación con algún desconocido, aunque Uchiha Sasuke no era exactamente un desconocido
-Si- se sentó un poco mas relajado y sonrió, sabía que el azabache no lo miraba –Uchiha ¿Verdad?-
-Si- el silencio hizo parte de ellos por un momento, y a Naruto no le quedó más que entretenerse con un par de niños que pasaban corriendo unas cuadras más abajo -¿Fumas?-
Naruto ladeo el rostro y observó al Uchiha encender un cigarrillo que ahora tenía entre los labios, y con el pensamiento de que sería interesante tener ese cigarrillo entre sus propios labios, asintió. Lastimosamente cuando Sasuke sacó otro cigarrillo de su pantalón, todas sus suposiciones de un beso indirecto se fueron por los suelos, no es que deseara besar al Uchiha, tan solo le había parecido interesante. Pero en cuanto tuvo el cigarrillo encendido en sus manos, Naruto recordó que no sabía fumar. Y además de todo que odiaba el cigarro.
-Es… un bonito parque- comentó nervioso Naruto, con el cigarrillo consumiéndose en sus manos y en cuanto vió la media sonrisa de Sasuke, tuvo que admitir que el muy maldito si que era sexy
-No trates de impresionarme- Naruto arrugó el entrecejo –Sé tu mismo- y aquellas palabras por parte de Sasuke mataron cualquier índice de atracción que pudiera tener
-¿Para que querría impresionarte? Idiota-
Sasuke giró con el entrecejo arrugado, sacó el cigarrillo de su boca y botó aquel humo que había retenido en su boca sobre la cara del rubio quien no dudo en agitar sus manos para disipar el humo –Torpe- masculló con lentitud aquella palabra, siseando cada letra, molestando más al rubio
-Imbécil ¡No hagas eso! Es asqueroso-
-Eres un exagerado y además gritón- Naruto apretó sus puños, dejando que el cigarro cayera sobre el pasto, Uchiha era realmente… -Insoportable-
-Engreído-
-Lento-
-Idiota-
-Imbécil-
Se miraron unos segundos a los ojos y cuando Sasuke dejó escapara una pequeña mueca, muy singular a una sonrisa, Naruto relajó sus expresiones y se permitió reír un tanto por lo bobo de aquella situación, volvieron a girar con la mirada en ninguna parte, Sasuke continuaba con aquel cigarrillo en su boca y el humo definitivamente desagradaba a Naruto, odiaba ese olor insoportable.
-Oye Uzumaki…-
-Naruto está bien-
-Como sea- Sasuke le dio una última calada a su cigarrillo, para ventaja de Naruto, y luego lo dejó caer sobre el césped, pisó el cigarrillo para que este se apagara por completo y continuó –Sobre lo que pasó…-
-Olvídalo- Naruto a su lado le sonreía y lo miraba con un aire despreocupado, que Sasuke debía admitir, nunca había conocido a alguien con esa aura.
-De acuerdo, entonces esto nunca paso-
-Nunca- afirmó Naruto y sintiendo una vocecita en su interior le gritaba insoportable en su oído que debía intentar algo con el Uchiha, prefirió ignorarla
-¿Sabes? Suigetsu y los muchachos alguna vez dijeron algo de que eras… gay, pero nunca les creí- Sasuke apoyó los brazos sobre la banca despreocupadamente y mirando el cielo.
-Pues créeles- Sasuke no pudo evitar sorprenderse con la respuesta exageradamente sincera y mucho más con aquel tono de voz tan despreocupado que por un momento le hizo pensar que había cometido un error al soltar aquel comentario así de repente
-Disculpa… Yo… no quise decir eso… es decir-
-No te preocupes- Naruto suspiró -¿Sabes? Tengo un poco de té que una tía de Francia me envío ¿Querrías ir?-
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Temari sonrió al ver al hombre que la esperaba junto al carro de color blanco que a partir de ahora sería el auto a su cargo a la hora de aprender, por enésima vez. No es como si no estuviera acostumbrada a estar rodeada por hombres apuestos, después de todo, Naruto, su mejor amigo era de los pocos muchachos realmente apuestos que la rodeaban. Sin contar por supuesto con sus hermanos y amigos.
-¿Sabaku-san?- la voz grave de aquel hombre, le agradó, tenía un aire demasiado distante que a Temari, inadecuadamente le atraía
-Puede decirme Temari-
-Pues muy bien Temari, yo soy Hidan y seré tu instructor de ahora en adelante-
La rubia sonrió en cuanto su mano se entrelazó con la del hombre, aquel tacto tan lejano y propio a la vez le dio la ligereza de pensar que en cualquier momento sus clases le serían demasiado interesantes con el pasar de los días, y que a lo mejor, no estaba segura, por culpa de una distracción inadecuada. Terminaría reprobando, otra vez.
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Sasuke entró en la habitación curiosamente iluminada y con un aire cálido al mismo tiempo, que sabía a ciencia cierta, su propia habitación no poseía. Muy a pesar de que su habitación fuera del doble de tamaño que la del rubio, dejó la maleta sobre la cama y aprovechando de cierta manera que Naruto se hubiera quedado abajo preparando el té Francés ofrecido, observó con atención la habitación.
No quería sonar ridículo o algo parecido, pero le intrigaba mucho Naruto, su forma de ser, de comportarse, la manera en la que convivía. Era un chico normal, y no tenía nada de malo, lo que en realidad pasaba por la mente de Sasuke en estos momentos era lo estúpido que había sido al pensar por un momento que se encontraría con una habitación con algún toque, por mínimo que éste fuera, femenino, y deseaba patearse por eso. No había nada, ésta habitación podía ser comparada fácilmente con la suya o la de cualquiera de sus amigos.
-El té me quedó un poco caliente- Naruto entró en la habitación con tranquilidad y dejando la pequeña bandeja sobre su escritorio, sonrió al ver a Sasuke tan interesado en uno de sus pósteres –Tendremos que esperar-
-No hay problema- Sasuke sacó un pequeño cigarrillo de su bolsillo, lo encendió tan rápido que no le dio tiempo al rubio para protestar
-¿Podrías apagar al cigarro?- Sasuke sonrió con el cigarrillo en la boca todavía
-Oh… tus padres podrían darse cuenta-
-Eso no importa mucho en realidad… Yo odio el cigarro-
-¿Y por ende a los que fuman?-
-Relativamente- la contestación rápida por parte de Naruto en cierta forma asombró a Sasuke, pero por alguna razón, de la cual no está muy seguro, al ver a los ojos al rubio, supo que lo correcto era apagarlo. Giró señalando el póster a su espalda, inatentando por supuesto cambiar de conversación –Son buenas fotos. No sabía que te gustara tanto el fútbol- Naruto sonrió escondiendo las manos en su pantalón
-No me gusta el fútbol-
Por un momento la confusión en el rostro del Uchiha fue hasta cierto punto… enternecedora. Uchiha Sasuke no podía ser ingenuo, tan solo había demorado en asimilar su afirmación al no estar acostumbrado a ese tipo de charlas, y cuando un par de segundos después el rostro de Sasuke cambió a uno de sorpresa al haber entendido su indirecta. Naruto no pudo evitar soltar una carcajada.
-Oh… entiendo- Avergonzado como pocas veces solía serlo, Uchiha Sasuke se sentó sobre la cama odiándose así mismo por ser tan idiota
-Tardaste en captarla Uchiha-
-Cállate- Miró a Naruto jalar una silla del escritorio para poder sentarse y con la duda todavía rondando en su cabeza, se atrevió después de varios segundos a preguntar -¿Cómo te diste cuenta? Es decir… ¿Cómo supiste que te gustaban…?-
-¿Los hombres?- Sasuke no entendía muy bien el por que se le dificultaba tanto hablar sobre ello, por lo que simplemente asintió –Pues fue en un campamento hace varios años… Estaba con un amigo y él se quejaba por que solo habían hombres por todas partes, compartiendo todo tipo de cosas y yo pensé que esa la razón por la que estaba ahí y que no entendía por que a él le disgustaba- sonrió con cierta melancolía y al observar a Sasuke tan atento a sus palabras, amplió más su sonrisa –Esto… no lo sabe nadie- suspiró antes de apoyarse en la pequeña silla con la mirada en el techo –Ni siquiera Temari-
-No, está bien- Sasuke se acomodó con tranquilidad sobre la cama, aún sentado –Me intriga saber-
-¿Acaso preparas un informe o algo parecido?- Sasuke rodó los ojos ante el comentario sarcástico de Naruto y cuando giró distraídamente su mirada hacía las almohadas, sonrió
-Vaya… vaya…- sacó el pequeño peluche que se encontraba bajo la almohada y sonrió –Un peluche para el bebé ¿Qué sucede te asusta la oscuridad?-
Un pequeño sonrojo acudió a las mejillas de Naruto, y azorado como se sentía, prácticamente se lanzó sobre el cuerpo de Sasuke -¡Suelta! No es mío… es de Temari-
-Si… claro…-
-¡Que lo dejes!- Naruto no fue conciente de que se encontraba completamente sobre Sasuke, hasta que obtuvo el pequeño peluche en sus manos y el cuerpo de Sasuke dejó de moverse, en cuanto sus ojos enfocaron aquella oscuridad reflejada en los ojos del Uchiha, Naruto comprendió que era aquello tan especial que llamaba la atención de las demás personas.
Sus manos comenzaron a quemar relativamente, conciente de que en algún momento rozaron el cuerpo de Sasuke, era un error, lo sabía, estaba dispuesto a levantarse. Pero cuando las manos de Sasuke lo tomaron del rostro y lo acercaron a sus labios, en algún momento. Naruto perdió la perspectiva de lo que en realidad estaba sucediendo, tan solo pudo ver los ojos negros de Sasuke, su mirada profunda, casi hipnotizante. El silencio total lo abrumó y cuando sus labios chocaron con los de Sasuke, Naruto descubrió que Uchiha Sasuke era capaz de despistarlo tan solo con su mirada.
Sasuke pasó una mano por su cuello, Naruto no entendía muy bien si desde el principio todo fue planeado, pero aquella mano que rozaba constantemente su piel, lo electrizaba de una manera casi sorprendente, la boca de Sasuke se movía tan lentamente pero a la vez de una manera profunda, tan pasional y lento al mismo tiempo, de un momento a otro sintió como intercambiaban posiciones y ahora Sasuke encima suyo separaba sus bocas. Nuevamente aquellos ojos lo miraban fijamente, en realidad la forma en que lo envolvían. Lo asustó.
Una mano de Sasuke viajó hacía la hebilla de su cinturón, entonces la adrenalina comenzó a bullir por sus venas, sin embargo cuando Sasuke cesó todo movimiento y se levantó casi de un salto de la cama, Naruto supo que en realidad Sasuke tan solo estaba experimentando –Esto no debió pasar… no… yo…- Sasuke hablaba entrecortado, mirando de un lado a otro, obviamente buscando sus pertenencias
-Esta bien, no hay problema ¿Qué tal si…?-
-Yo solo vine por un poco de té-
-Tomemos té entonces-
-Eres muy listo… No, yo mejor me voy- Con la maleta en el hombro y sin dirigirle alguna mirada, por primera vez en toda su vida. Uchiha Sasuke huyó, salió de la residencia de Naruto tan rápidamente que por un momento pensó que se encontraba en alguna competencia, o que su vida dependía de ello, no le interesó mucho mirar hacía atrás, tan solo murmurar constantemente insultos para Naruto, odiándolo, odiándolo mucho por ser capaz de confundirlo tanto.
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Naruto no lo entiende, desde el día de ayer cuando Uchiha Sasuke salió prácticamente huyendo de su habitación, no ha podido parar de pensar en él. Sasuke es un completo imbécil, lo sabe y no le ha tomado mucho tiempo llegar a esa conclusión, pero desde ayer no puede pensar con claridad y estúpidamente no ha parado de verlo en todas partes. Claro que dos segundos después se da cuenta que tan solo fue una equivocación.
Y si a eso le sumamos que estudian en el mismo instituto, a Naruto no le queda más que la resignación. Ignorarlo completamente en cuanto lo vea, quizás cuando el Uchiha lo vea, se le acerque tan solo para amenazarlo de que no se atreva siquiera a recordar lo que paso el día de ayer, y por una razón desconocida Naruto piensa que si eso llega a pasar, se decepcionaría por completo de él.
-¡Nos vemos en el entrenamiento, Sasuke!- escucha la voz de uno de los amigos de Sasuke alejarse mientras corre por lo pasillos y no ha podido evitar girar de inmediato, para verlo de espaldas guardando un par de libros dentro del casillero, repentinamente Naruto recuerda que tiene que ir al laboratorio, justo por el mismo pasillo por el que está Sasuke, toma un poco de aire y camina, no sabe muy bien por que, pero Sasuke se ha dado cuenta de su presencia por lo que ha levantado la mirada.
-Ho…- levanta la mano un poco pero en cuanto ve a Sasuke cerrar su casillero con fuerza e ignorarlo por completo, baja de inmediato la mano y aprieta su puño con fuerza. Se queda parado en la mitad del pasillo viendo la espalda de Sasuke alejarse, su mirada, diferente a la del día anterior, no ha reflejado nada. Ni enfado, ni amenaza, absolutamente nada y es quizás eso lo que más le ha molestado.
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Minato golpea un par de veces la puerta azul, perteneciente a la habitación de su hijo y la abre con tranquilidad mientras lo ve leer, con el entrecejo arrugado, un papel algo tachado y arrugado -¿Qué tal vas con el trabajo?-
-Es una verdadera porquería- Naruto no duda en arrugarlo y lanzarlo con fuerza en el tacho de basura, está molesto desde la mañana y su enojo no le ha permitido concentrarse en el bendito ensayo para el concurso nacional de literatura.
-¿Por qué nunca terminas con nada?- ahora Minato lo mira enojado desde la puerta, y en cualquier otra situación Naruto hubiera suavizado sus expresiones, pedido disculpas por sus acciones y prometido continuar más tarde, pero tiene muy grabado en su mente al idiota de Uchiha Sasuke
-Perdón por decepcionarte entonces- toma un abrigo que se encuentra sobre su cama y sale de la habitación sin siquiera mirar a su padre. No logra entender todavía ¿Por qué le molesta tanto el rechazo de Uchiha Sasuke?
Minato suspira al oír luego de unos segundos como la puerta principal de su casa es cerrada con algo de fuerza, camina hacía el pequeño bote de basura y saca la hoja que hace unos segundos Naruto estuviera leyendo, lo abre con cuidado y sonríe al leer, la gran narración que posee su hijo. Tiene talento, Minato es conciente de eso. Lastima que Naruto aún no se de cuenta.
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-Con un alma como regalo y el mundo como testigo te pido un ‘Si’ y me arrodillo ante ti con mi escuchar pendiente de ti, con mis sentidos entregados a tu voluntad, con mi vida en tus manos escuchó tu ‘Si’- Sai lee con tranquilidad el pequeño poema en su libro de literatura, mirando de reojo cada dos segundos a Ino quien le sonríe a modo de respuesta, y entonces Sai llega a la conclusión de que hacer el ridículo, ofreciéndose a leer el poema ante toda la clase, realmente ha valido la pena -Y no sabes que diciéndome que ‘Si’ me haces feliz, si lo supieras me lo dirías, por que no hay nada más que tu amor, no hay nada más que tu ‘Si’ al amor-
Iruka ha notado desde hace mucho tiempo, aparte de las constantes miradas entre Ino y Sai, que Naruto el día de hoy está particularmente distraído, disimuladamente decide mirar hacía la ventana mientras sus alumnos leen con atención el poema que Sai aún lee, el equipo de atletismo entrena en este momento, extrañado regresa su mirada al rubio y ve aquellos ojos azules fijamente sobre uno de los corredores, específicamente sobre el campeón del año pasado -Dime que ‘Si’, escucha mis ruegos, mis promesas, mis verdades, mi entrega de vida. ¿Me amas? Dime que ‘Si’-
Un momento de silencio y los alumnos poco a poco van despegando sus miradas de los libros para posarlas sobre su profesor quien inusualmente no se ha percatado de que la lectura ha terminado y ha permanecido callado -¿Profesor?-
-¿Eh?- gira distraídamente y sonríe un poco avergonzado al notar su error –Lo siento Sai, bueno para mañana quiero la redacción acerca de los mejores exponentes de la Literatura Española, no lo olviden- el timbre suena e Iruka suspira aliviado al notar que no falta mucho para el final de las clases.
Los alumnos abandonan lentamente el salón y tal como esperaba, es Naruto él último en el salón, seguramente por que no hace mucho se ha dado cuenta del timbre. Naruto siempre ha sido como un hijo para Iruka, por lo que preocupado por su extraño comportamiento se acerca a él -¿Has pensado en unirte a algún Club?- Naruto levanta la mirada lentamente, con un deje de tristeza tal vez
-No, la verdad es que todo eso consume mucho tiempo y no creo que…-
-El Club de periodismo estaría bien-
Iruka ha ignorado por completo su última frase, lo cual le hace preguntarse a Naruto si es que acaso se ha vuelto una moda eso de ignorarlo –Después de todo se acerca el final de curso, pronto irás a la Universidad y necesitaras créditos, recomendaciones, yo pienso que eres demasiado bueno con eso de escribir-
-¿Usted cree?- Iruka sonríe ante la indecisión del rubio
-Esta tarde el Club de Periodismo le hará una entrevista a los chicos de Atletismo- Naruto puede evitar enfocar su mirada en Sasuke a través de la ventana –Lastimosamente nuestra última cámara se daño- Iruka ahora lo mira directamente –Si traes una cámara podría dejarte preparar el artículo y entrarías automáticamente al Club de Periodismo. Piénsalo-
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Naruto se encuentra sobre su bicicleta, pedaleando a todo lo que sus piernas le dan, con el aire sobre su rostro y una sonrisa de aquellas resplandecientes que si Temari lo viera, sin duda alguna, le montaría un interrogatorio mínimo de tres horas, deja la bicicleta sin cuidado alguno sobre la vereda y entra al estudio fotográfico de su padre con el entusiasmo renovado y esperando que no se encuentre enojado con él por lo del día anterior.
-Papá- arregla un poco su uniforme y sonríe -¿Cómo estas?- lo ve tranquilamente preparando la cámara, seguramente para alguna sesión de fotos
-Bien y por lo que veo ya se te pasó el mal humor-
-Algo así- juega por un momento con un par de cámaras viejas y luego mira a los ojos al mayor –Estaba pensando en unirme al Club de Periodismo-
-Eso es una buena elección, se verá muy bien en tu expediente-
-Entonces… Estaba pensando si podrías prestarme una cámara para un reportaje que voy a hacer a los atletas del instituto- Minato levantó la mirada y cuando vió a su hijo jugar distraídamente con un pequeño hilo, sonrió
-De acuerdo, voy a la bodega. Regreso enseguida-
-¿En serio? ¡Eres grandioso!- Naruto se abrazó sin dudarlo al mayor y sonrió abiertamente en cuanto lo vió marcharse.
-Ya estamos listos, pensaba que…- Naruto reconoció en seguida esa voz y giró con sorpresa, por supuesto pensando que éste día no podía ir mejor
-¿Kimimaro?- lo reconocía, por supuesto que lo reconocía, era aquel hombre espectacularmente apuesto que había conocido hace unos días en el parque y que por estarlo esperando se había encontrado con el idiota de Sasuke, luego de que Temari se marchara por supuesto -¿Qué haces aquí?- Naruto se acercó sin siquiera dudarlo.
-Baja la voz- a Naruto no le gustó para nada cuando Kimimaro retrocedió marcando una amplia distancia entre ambos
-¿Qué te sucede? ¿Acaso te avergüenzas de tenerme cerca?-
-Naruto por favor solo…-
-Por lo menos recuerdas mi nombre-
El llanto de un bebé se dejó escuchar y observó de inmediato como Kimimaro arrugaba el rostro en un gesto de fastidio –No puedo callarlo, tendremos que tomarnos la foto así- una mujer algo atractiva apareció de repente y a Naruto no le faltó nada más para comprender la situación
-Son una linda familia- murmuró Naruto para que solo Kimimaro lo escuchara y cuando él lo miró mal, no pudo evitar sonreír cuando la mujer se acercó a Kimimaro y lo miró mal.
-Te dije que no te pusieras esa chaqueta. Es horrible- Naruto no pudo evitar ampliar su sonrisa irónica, ni siquiera le importó saber si aquella mujer lo miraba o no
-Aquí está la cámara- su padre interrumpió en el momento adecuado, y mientras la ‘Feliz’ Familia tomaba asiento, preparándose para la foto, Naruto pensó que jamás quisiera encontrarse viviendo una mentira, viviendo a escondidas. Naruto es demasiado transparente como para fingir y engañar.
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Sasuke se encontraba en el descanso, unos veinte minutos antes de comenzar una vez más con aquella práctica que se había vuelto con el tiempo en su vida, los muchachos conversaban animadamente, de nada nuevo en particular, que si las novias, que si sus nuevas conquistas, todo se había vuelto una asquerosa costumbre que lo tenía verdaderamente aburrido -¿Quieres?- Suigetsu a su lado le ofreció un cigarro por lo que Sasuke no dudó en ponerlo en su boca, mientras su amigo lo encendía.
#¿Podrías apagar el cigarro?#
Sintió la nicotina recorrer su cuerpo, y el cuerpo extrañamente calentarse, botó un poco de aquel humo, relajando su cuerpo e intentando olvidar cualquier cosa que le recordara a aquel rubio que desde hace algún tiempo venía ignorando, por que era lo correcto. Más no por que en realidad quisiera hacerlo, y al ser conciente de eso no hizo más que enojarlo más.
#Yo odio el cigarro#
Se levantó molesto, ante la mirada extrañada de sus amigos y tomo el cigarro entre sus dedos ¡Diablos! Como odiaba a ese rubio y sin saber muy bien por que lo hacía, botó el cigarro y lo piso con fuerza. Desde aquel día no había vuelto a fumar. Ya no sabía que era peor, el intentar volver a fumar o el echo de que no podía hacerlo desde que descubrió que en aquellos momentos lo único que recordaba era la voz del odioso de Uzumaki Naruto.
FIN CAPITULO DOS
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