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Angeles Educados por hanasaki aiko

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Notas del capitulo: Oh este capitulo es importante!!
 

Sus pulmones parecían tener miles de agujas picándolo sin piedad, tenía los ojos llenos de lágrimas y la debilidad de sus piernas casi no lograba mantenerlo parado, mas no se detuvo por ningún motivo, sentía que si dejaba de avanzar en cualquier momento él llegaría de nuevo y no estaba dispuesto a permitirlo. Con toda la rapidez de la que era capaz dobló en una esquina y un súbito mareo lo hizo tambalearse.

>>Maldita sea<<

Quiso detenerse, revisar sus heridas más aún con el paso oscilante y con el pulso rezumbando en sus sienes siguió caminando pese a que se iba sosteniendo de las paredes, algo viscoso se deslizaba por sus piernas mientras iba avanzando, tal vez para ese momento muchas de sus lesiones se hubieran abierto de nueva cuenta, mas eso  no detuvo sus pasos, faltaba tan poco para llegar a donde estaba su amigo, tan poco que al ver la distancia que lo separaba de la puerta quiso sollozar de desesperación.

>>Solo un poco mas<<

-¡Sirius!

-Lárgate

-No, no estás bien

-¡Déjame!

Solamente fue un ligero roce con su brazo y la piel le quemaba tanto que no le importó nada, se soltó de golpe, ese no era el momento para que sus demasiado frescos recuerdos regresaran a atormentarlo, la calidez que sintió al tocar su piel todavía lo perseguía, lo hacía desear abandonarse a sus brazos y olvidar todo, mas el dolor era demasiado, las lágrimas habían sido muchas y todavía no le perdonaba el haberle causado tanto daño.

-No te tocaré pero no dejaré que te vayas así, estas casi desvaneciéndote

-No tiene por que importarte

-Me importa-susurró sinceramente-Y lo sabes

-Mentiroso-Aunque hizo caso omiso del dolor en su pecho-Si te importara no hubieras permitido eso, por tu culpa yo...

Antes de que terminara la frase que de todas maneras no iba a finalizar, Remus salió seguido de Severus, ambos no tardaron ni 10 segundos en ver el estado de Sirius, la sangre resbalaba por sus piernas mojando el piso y la palidez de su rostro solo indicaba un próximo desmayo, Sirius Black se estaba desangrando. Rodolphus Lestrange únicamente abrió con sorpresa los ojos antes de estirar los brazos hacia Sirius y cargarlo pese a sus protestas y los gritos furiosos de Remus.

-¡No me lleves a la enfermería!-grito Sirius mientras intentaba sin demasiado éxito liberarse de sus brazos

-No permitiré que mueras desangrado, ódiame si lo deseas

Levantó la cara únicamente para apreciar de nueva cuenta aquella expresión que se sabía de memoria, sus ojos decididos viendo al frente, la expresión concentrada y sus pasos elegantes pese al peso extra. Medio desvanecido se permitió por unos segundos disfrutar del confort que le daban sus brazos y la calidez de su cuerpo que tantos años había deseado hasta el delirio. Odiaba tanto amar a ese hombre, detestaba que su cuerpo se adaptara tan bien a su abrazo, que pese a todo reconociera su aroma y sobre todo aborrecía las lágrimas que volvían a deslizarse por sus mejillas por lo que había perdido. Por sus ilusiones rotas y todas sus sonrisas.

-Hicieron lo correcto al traerlo a tiempo-Una hora después Madame Pomfrey se apartaba de Sirius-Se volvieron a abrir los puntos del vientre y la hemorragia que causo el aborto...

-¿Aborto?-Eso no podía ser cierto

-Si Sr. Lestrange, Sirius sufrió un aborto por las heridas que sufrió, presentaba un estado de gestación muy avanzado pero la paliza que le dieron...

-¿Cuántos meses tenía?-interrumpió severamente a la sanadora

-Casi cinco

Le dio una rápida mirada resentida a Remus y a pasos apresurados fue hasta Sirius, si él hubiera sabido algo, si tan solo... Negó fuertemente mientras apretaba su mano, aunque lo hubiera sabido, no hubiera podido hacer nada, es lógico que lo odiara tanto, que no quisiera saber nada de él, Sirius tenía razón, escondió el rostro en la cama sin soltar su mano y dio rienda suelta a su silencioso llanto. Había matado a su bebe.

-No lo soporto-susurró Remus saliendo de la habitación

Pese a todo lo demás, la sonrisa de Draco en ese instante cegó todos los malos pensamientos, no importaba que su padrino estuviera en el castillo intentando huir de Rodolphus, para él solo existía el hecho de que se había abierto a la posibilidad de ser feliz, de una manera bizarra y extraña mas estaba seguro de que había hecho lo correcto; ambos se habían quedado en el gran comedor esperando simplemente, no sabían a que. Simplemente estaban esperando.

-¿A quien escogeremos para que toque la batería?-pregunto Harry de repente

-Podemos pedírselo a Blaise-Sugirió suavemente

-Sería interesante-reconoció sonriente

-¿Crees que deberíamos hablar con mi padrino?

-Por ahora no, no creo que esté de mucho humor para nosotros ahora mismo

-Me preocupa-reconoció-Y tu padrino también, no se veía muy bien de salud

-Lo se, estaba todavía muy herido

-Harry ¿Qué es eso que tenías que comprobar?

-Creo que Sirius... perdió a un bebe hace poco

-P-pero eso...

-Lo vi fugazmente en su mente, no quiere pensar en ello y no estoy seguro pero... es una posibilidad muy aceptable

-¿Aceptable por qué?

-Según lo que vi en su mente Bellatrix lo secuestró hace tres años, todo este tiempo estuvo huyendo y siendo capturado por ella

-Eso no concuerda entonces con el hijo, si estuvo secuestrado 3 años ¿Por qué perdió a un bebe?

-Hace como 5 meses... Rodolphus lo ayudó a escapar, quiero pensar que en ese tiempo el niño fue concebido

-Puede ser

Draco se le quedo viendo a los ojos, la bondad y ternura en su mirada lo hicieron sonreír sin casi notarlo, realmente se sentía seguro a su lado, pese a todo lo que estaban pasando esos días que tenían de calma eran lo más cercano que tenían a una felicidad en mucho tiempo. Todavía podía sentir el fuerte abrazo en el que lo envolvió al terminar de cantar. Sus ojos más hermosos de lo que habían estado mucho tiempo y aquella sonrisa que estaba llena de vida.

-Eres la persona más hermosa que conozco-murmuró sonriente-Aún no comprendo como es que terminamos juntos

-Es una buena teoría para analizar-le dedicó aquella sonrisa sexy

-¿Vas a ver a Sirius? Ahora que ya sabes lo que le sucedió tal vez puedas escucharlo

-No lo se-Desvió la mirada-Me dejo demasiado tiempo, si tan solo hubiera confiado en mí

-No soy quien para decir nada, solo puedo darte consejos que a mí me parecen lo correcto

-Y te escucharé pero no me puedes obligar a perdonarlo, por su culpa he sufrido muchas cosas

-No se que decirte

-Con que permanezcas a mi lado basta

-¿Qué pasará cuando de verdad necesites ayuda?-pregunto seriamente

>> ¿Qué hay si de nueva cuenta no puedo hacer nada por ti mas que escucharte llorar? <<

-Cuando llegue ese momento se que sabrás qué hacer

-No me dejas ayudarte, Harry... me preocupas mucho pero no quiero presionarte, quiero que seas feliz más que nada, más que nadie y aunque no esté en mis manos procurarte físicamente esa felicidad, definitivamente haré lo que esté en mis manos para que tu corazón no sufra

-¿Por qué te empeñas tanto en ello?

La seriedad de su mirada le dijo que ese  era un momento crucial en la vida de Harry, tal vez lo único que supiera de sus sentimientos fuera la soledad, la incomprensión y el interminable dolor que le causaba un cierto sujeto del que no tenía ni el nombre, pero estaba casi al borde de la desesperación por verlo llegar en tan mal estado casi siempre que salía. No quería presionarlo, pero si continuaba de esa manera tan autodestructiva, muy probablemente llegaría un punto en el que ya no podría hacer nada para traerlo de regreso.

-Por que te amo, por que no soporto el dolor y la frialdad de tu mirada cada que regresas de tus viajes. Por que he visto todo lo que tienes que hacer para que Voldemort no entre a tu mente y lo que haces para desahogarte por el dolor que te causa esa persona. Me empeño en que cuides más de ti mismo por que no me dejas hacerlo personalmente

-Draco....

-La primera vez que te vi siendo poseído por ese sujeto yo...-su voz se convirtió en un susurro mientras tomaba entre sus manos su rostro para que no desviara la mirada-Quise matarlo, quise tener la fuerza y la magia que tu posees para terminar con tu tormento, yo únicamente lo sufrí por 5 meses en carne propia y aún ahora las pesadillas todavía me atormentan, no puedo si quiera imaginar lo que has pasado tu, las noches que has pasado en vela constante, el dolor de saber que es mucho más de lo que soportaría cualquiera y aún así continuas haciéndolo, te autodestruyes aún cuando hago uso de todas mis fuerzas para impedirlo, quiero que seas más feliz que nadie y aunque yo no pueda ir y matar a Voldemort o hacer que el sujeto que te hace gritar de dolor se trague todos y cada uno de los malos momentos que te hizo pasar, al menos puedo suavizar tu mirada cuando regresas, puedo arrullarte entre mis brazos cuando duermes, puedo.... Sanar las heridas de tu corazón que llegas a mostrarme. Me empeño por que te amo, por que si hay alguien con el que puedo vislumbrar un futuro es contigo, por que me has sacado del abismo en el que me ha metido el desgraciado de mi padre.

Harry no dijo nada en mucho rato, la sinceridad que había en sus ojos le trajo  a la memoria la cristalina mirada llena de lágrimas que le regalo una vez sin siquiera advertirlo, su padrino acababa de regresar, sus amigos luchaban por involucrarse en su vida nuevamente y él que permanecía a su lado casi como un imán, si hasta ahora Harry no se había derrumbado, era por que sabía que el dolor de aceptar de nueva cuenta todo eso sería peor al perderlo de golpe. Qué más quisiera que abandonar en sus brazos todo su sufrimiento y decirle todo lo que le había hecho su tío, como había perdido la inocencia que le quedaba a base de dolor y sangre, la forma en que él disfrutó su ignorancia y su pureza. Quería explicarle como una sola de sus miradas lo ponía a temblar como ni siquiera Voldemort lo hacía. Tal vez fuera demasiado cobarde, mas no tenía otra opción.

-Lo lamento-susurró agachando la cabeza-No quiero involucrarte en esto, es demasiado

-Precisamente por eso Harry, por que es demasiado incluso para ti

-No me pidas eso-Suplicó

-No te estoy pidiendo que me digas quien te hace daño, quien te golpea o que me cuentes toda la clase de barbaridades que esos idiotas te hacen, solo quiero que confíes un poco mas en mi, tal vez mi fuerza para defenderme a mi mismo es muy poca, pero quiero que tengas en cuenta que el defenderte a ti... por protegerte, puedo hacer cualquier cosa, si es por ti puedo matar, puedo encarcelar o incluso pedir favores en el mundo mágico o muggle para terminar con los que te hacen daño, solo quiero que me dejes apoyarte

-Por Merlín Draco-exclamó sorprendido-Jamás te pediría que hagas algo así

-Yo lo hice con mi padre, te pedí que lo mataras por que no puedo hacerlo yo mismo-murmuró tomando entre las suyas sus manos

-No es igual

-Si lo es Harry, ya te lo he dicho, no quiero que me digas que clase de cosas haces, nada de eso, solo quiero que me dejes apoyarte, que si en algún momento quieres deshacerte de ellos, esconderte o lo que sea, seré yo quien te ayude. No te presionaré, solo... piénsalo

-Draco

Quiso quejarse mas la esperanza que se reflejaba en sus ojos únicamente pudo ablandarle el corazón, no le estaba pidiendo explicaciones de lo que hacía, de la doble vida que llevaba. Harry lo observó fijamente por algunos segundos y al darse cuenta de que de verdad deseaba poder decirle todas esas cosas, le sonrió suavemente. Definitivamente ese rubio se había metido tan adentro en su corazón que incluso el simple hecho de negarle algo era una tarea ardua y llena de complicaciones.

-Por Merlín, a este paso terminaremos comprando una de aquellas mansiones gigantes que te gustan

El desconcierto se dibujo en sus facciones haciendo a Harry reír casi escandalosamente, sonriendo suavemente en respuesta permitió que un calorcito llenara su pecho, sabía que hacía mucho que nadie lo veía reír así y ser el primero y el causante de ello lo hizo sentir orgulloso de alguna manera. Cada músculo de su cuerpo se tensaba ante el ataque de risa que sufría, sus fuertes brazos, su pecho amplio y su vientre marcado que nada le quitaba al de los modelos.

-Merlín... que expresión más inocente, olvídalo, Dios... si que me has hecho reír

-Me agrada ser tu bufón personal Potter, pero si fueras tan amable de explicarme...

-Si señorito

-Oye... ¿Te estás burlando de mi?

-No cariño, sería incapaz-sonrió al tiempo en que lo abrazaba y besaba sus labios

-Me suena a sarcasmo

-He aprendido del mejor

Estaba tan cerca suyo que podía sentir cada parte de su cuerpo acariciarlo con gentileza, su aliento se entremezclaba con el suyo, sus labios entreabiertos aún sonrientes besaban delicadamente sus labios, su rostro, su cuello. Las caricias que por mucho tiempo anheló sentir, en ese momento le pertenecían por completo, todo su ser vibrando ante las delicadas manos que parecían querer grabarse cada centímetro de su cuerpo. Ante el amor que transmitía en cada uno de sus toques y la ternura que destilaba cada poro de su piel.

Casi con temor, sus brazos se cruzaron detrás de su cuello, en el gran comedor no había nadie por lo que se permitió cerrar los ojos y abandonarse a la intensidad con la que lo besaba el sexy moreno que lo acababa de subir a la mesa más cercana. Las hebras negras que pasaban por sus dedos le dieron al momento un sentido irreal, es como si estuviera dentro de un sueño, sus manos acariciando la espalda con la que había soñado tantas veces y sus labios devorados casi salvajemente, no podía sentir nada mas que un par de manos en sus muslos, unos labios que con sensualidad encendían su cuerpo.

-Muero por hacerte mío-susurró sin separarse demasiado

-Si-musitó acercándose para retomar el beso

Al momento en que Draco enredó sus piernas en su cadera, Harry se olvido de la fertilidad y de que tenía que hacer uso de toda su magia para impedir un embarazo repentino. Se dedicó a besarlo suavemente, a acariciar cada pedazo disponible que dejaba de su piel mientras que el rubio suspiraba contra su oído y se daba plenamente a enredar las manos en su cabello.

-Ha-Harry... espera-murmuró demasiado distraído por los besos en su oreja-Oh espera

-¿Q-Que pasa?

-Fértil-susurró luchando por recomponerse-Soy fértil, Dios....

-No importa, puedo impedirlo

-Vámonos de aquí-Lo tomó de la mano y después de recomponerle la ropa, Draco lo llevó hasta su habitación

Una serie de tiernos y pasionales besos le hizo olvidar absolutamente cualquier cosa inoportuna que cruzara su cabeza, se dejo recostar en el colchón concentrándose únicamente en el trayecto húmedo de sus labios y mientras Harry se deleitaba con los estremecimientos y la entrega que el rubio ponía, él mismo se sorprendía con la dedicación y dulzura con la que estaba siendo acariciado.

A su mente regresaron en un flash todos sus amantes, cada uno de los hombres que habían pasado por su cama no eran nada comparados con esa mirada, con el brillo de unas gemas verdes, con la sensualidad y la pasión que nunca antes había visto reflejado en él. Harry pese a parecer un amante experimentado también parecía ser nuevo en toda la clase de sensaciones que las manos frías de Draco le brindaban casi perezosamente.

-Oh Merlín

Mas sin embargo, en el momento en que Harry tomó sus muslos y los elevó, Draco levantó la mirada, el simple hecho de besar sus piernas mientras acariciaba su intimidad como nadie lo había hecho antes, lo obligó a darse cuenta de que de no haber sido él probablemente no se hubiera entregado a nadie. Harry lo trataba con tanto amor que pese a que le hacía pensar que lo trataba como a una mujer asustadiza, el saber que se tomaba su tiempo para fundirse con él le sacó un estremecimiento que nada tuvo que ver con la calidez de su boca curiosa.

-... Harry

Su espalda se arqueó, sus labios gritaron mudamente y sus piernas se abrieron incluso más para alojar la mitad superior del cuerpo de su novio que le daba placer. Una estremecedora corriente de electricidad lo recorrió por completo al sentir las manos del rubio en su cabello. Las suaves manos no jalaban, únicamente parecían estar sosteniéndose a algo. Draco luchaba por aguantar el orgasmo que se acercaba a pasos agigantados y Harry únicamente se deleitaba con su imagen preorgásmica.

-Harry... Harry-murmuró entrecortadamente-Merlín, detente

-Si tan solo pudieras verte-susurró al llegar a su altura

-Harry... por favor

-Eres tan hermoso-musitó sin dejar de besar su cuello

Draco extendió una mano hacia la cómoda que tenía al otro lado de la habitación, y al instante un tubo de lubricante llegó a sus manos. Ninguno dijo nada acerca del hecho de que había realizado  magia sin varita. Harry lo tomó entre sus manos y sin dejar de acariciar su pecho, abrió más las piernas del rubio para comenzar a prepararlo suavemente.

-Oh por las barbas de Merlín

-Relájate amor

-Nnnn.... Duele tanto-susurró sin soltar la mano que acariciaba su vientre

-Lose, solo... relájate

Una cuarta parte de la botella después, Harry decidió que el tembloroso cuerpo que tenía debajo estaba listo para recibirlo. Lo besó suavemente al tiempo en que firme pero delicadamente se adentraba a su cuerpo. Draco gimió, sollozó y arañó sus brazos antes de quedarse quieto por completo. Mantenía los ojos cerrados para intentar detener las lágrimas que de cualquier forma salían, abrió la boca aspirando grandes bocanadas de aire y después de maldecir a todos los ancestros de alguna divinidad tomó la mano del moreno para dirigirla a su miembro.

-¿Estás bien?-suspiró al tiempo en que lo acariciaba

-Sólo... Oh Dios.... No vayas a moverte todavía

Harry lo masturbaba con lentitud, no decía nada concentrándose en no moverse y regresarle algo del placer que había perdido gracias al dolor. Su mirada se mantenía fija en la unión de sus cuerpos, en la obscena escena que frente a sus ojos que parecía casi irreal. Draco estrujaba con una mano las sábanas mientras con la otra sostenía la suya, mas pese a eso no parecía sufrir tanto como lo hacía él al ser poseído por tantos hombres. Sus caderas se movieron unos centímetros y al instante Draco abrió los ojos de golpe.

-Harry...

-¿Es ahí Dragón?

-Hazlo... hazlo de nuevo

Sus caderas se movieron unas cuantas veces más antes de que un coro de gemidos apagados llenaran la habitación, Draco tenía los ojos cerrados y las manos en su rubio cabello, sin embargo, al momento en que sus ojos coincidieron, el amor que tenía reflejados le hizo cambiar la posición hasta dejarlo sentado sobre él, accedió a sus rojos labios con una facilidad estremecedora y Draco al impulsarse sin soltarlo de su abrazo, gimió tan escandalosamente que sus ojos perdieron casi por completo el tono plateado.

-Eres tan estrecho amor

-Harry... Harry oh... más rápido

-Eres hermoso

La mirada que le dio al dejarse caer le sacó un gemido que fue correspondido ampliamente al enredar las piernas en su cintura y apretar con las uñas sus brazos. El descontrol lleno de sensualidad que vio en el rubio después de eso, lo llevó a besarlo duramente hasta que un fuerte gemido de ambos los hizo separarse. El calor que inundaba su pecho solo podía describirlo como amor, Draco se estaba entregando a él en cuerpo, alma y corazón, sus labios húmedos por el reciente beso, su cuerpo sudoroso y vibrante, la calidez de su mirada y el deseo descontrolado que lo hacía tomar el control por completo lo encandilaron hasta casi hacerlo llegar al orgasmo.

-Harry... Te amo, te amo tanto

Esas simples palabras fueron el incentivo para hacer que después de tres certeros movimientos a su próstata ambos llegaran al orgasmo más intenso de sus vidas, la plenitud en sus corazones y el brillo de amor en sus miradas al terminar su acto de amor, los llevó a besarse perezosamente hasta que los restos del orgasmo desaparecieron. Draco se dejó caer en la cama jalando a Harry consigo y cuando su miembro abandonó su interior una mano de Harry llegó hasta el borde de su entrada aún dilatada.

-Yo también te amo-murmuró mientras su magia sanaba esa área

-¿Impediste que yo...?-musitó Draco apartando los cabellos negros de su frente

-Si, aún no tenemos un bebe en camino

-Gracias

Lo besó de nueva cuenta tan lentamente que Draco sonrió, una de sus manos acariciaba su rostro mientras la otra dibujaba con suavidad cada corte que marcaba su brazo. Los intentos de suicidio, esos que mostraban físicamente las torturas emocionales que por tanto tiempo lo mantuvieron en la oscuridad, en el instante en que Harry las besó parecieron difuminarse un poco, siguió subiendo por su brazo hasta llegar a su cuello y después de regresar a sus labios, lo jaló hacia su pecho para dormir definitivamente.

-Duerme amor-murmuró limpiando sus cuerpos

-Gracias Harry, fue fantástico, gracias por todo

Harry lo observó dormir unos minutos antes de reforzar las barreras de su mente y jalarlo más hacia su pecho, las cobijas que habían caído por el movimiento volaron hacia la cama para taparlos, sonrió complacido y beso al rubio en la frente antes de dejarse sumergir por el sueño.

-Severus-una voz femenina detuvo sus pasos apresurados hacia el bosque prohibido

-¿Andromeda? ¿Andromeda Tonks?-pregunto sorprendido

-Hola de nuevo, he venido a ver a Draco

-Me temo que tendrás que esperar a mañana, en este momento está... indispuesto a recibirte

-Oh vaya ¿Tan pronto?

-¿Disculpa?

-No tengo opción, supongo que tendré que esperar, tampoco quiero interrumpirlos

-¿Cómo es que tú...?-Abrió los ojos sorprendidos

-¿Cómo se que está haciendo? Sencillo, conozco a esos dos más de lo que crees. He venido a resolver un par de cuestiones

-Por Morgana, si eso es cierto, esos dos me matarán-masajeó con dos dedos el puente de su nariz

-Descuida, todo estará bien

-Gracias Andromeda, gracias por venir, tal vez tú seas la única que pueda ayudarlos

Fin

Notas finales:

El mayordomo de Ciel Phantomhive dice: Soy el mayordomo de la familia Phantomhive ¿Que haria si no pudiera hacer algo tan simple?

Eso pense cuando no podia terminar el capitulo XD 

 


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