Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

[Reviews - 91]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Muy bueno, lean!
A Gravitation Fanfic

La Diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 16: Lazos de amor

“Quería seguirle, quería vengarme de una vez por todas por todo lo que me había hecho en el pasado y también por lo que intentó hacer con Shuichi, pero no lo vi conveniente. Mi amado pelirosa estaba antes que cualquier otra persona.”

- E-Eiri…

- No te preocupes, todo está bien.

- N-No quiero ir a ese hospital. Además, no estoy grave. No debe crearse un gran escándalo por una herida tan insignificante.

- Entonces llamaré al doctor para que venga a curarte en casa.

- Te lo agradezco, es una buena idea.

“Eiri me atendió muy bien mientras que el doctor estaba en camino hacia la casa. Se veía tan preocupado que me preocupaba a mí también. No podía evitar pensar que lo estaba encadenando a una vida dolorosa que no merecía.”

- Menos mal la bala solo rozó su brazo, Shindou-san. Necesitará algunos puntos, procure cuidarse más.

- Me alegro de que no sea muy grave la situación. Gracias, doctor.

- No tiene que agradecerme, es mi trabajo. Por cierto, me gustaría que se hiciera unas pruebas nuevamente, Shindou-san.

- ¿Sucede algo malo, doctor? –le pregunta Eiri, curioso.

- Lo que pasa es que aquel día en el que usted vino a emergencias, también atendíamos a un joven que vino en muy mal estado de salud. Cuando vi sus resultados, decían claramente que esa persona estaba completamente sana, pero me enteré que hace unas horas acaba de fallecer y ahora están dedicándose a hacer una autopsia al cuerpo para saber la razón de su deceso.

- ¿Entonces, usted quiere decir que mi enfermedad…?

- Así es. Puede que estemos en un error y las pruebas hayan estado mal, Shindou-san.

- ¿Qué opinas tú, Eiri?

- Iré contigo. Doctor, ¿cuándo podemos ir?

- Mañana mismo pueden hacerlo, ruego a Dios que usted esté completamente sano, lo espero de verdad.

- Muchas gracias por todas las molestias que se está tomando, señor.

- Yo lo aprecio mucho y de veras deseo que estemos en un error.

- Yo también lo deseo, doctor.

El anciano alistaba sus cosas para marcharse cuando Eiri lo detuvo de repente, susurrándole algo en secreto, algo que Shuichi no pudo descifrar.

- Doctor, recuerde que hoy no debe faltar –le susurra Eiri.

- Claro que lo recuerdo, iré sin falta.

- ¿De qué hablan?

- De nada, de nada –responden ambos al mismo tiempo.

“Pasaron muchas horas después de la visita del doctor a la casa. Shuichi se encontraba vistiéndose en la habitación mientras que yo lo esperaba en la sala. El tonto cree que me he olvidado de que hoy cumple veinte años… ¡ya verá la gran sorpresa que se llevará!”

- Eiri, ya estoy listo…

- Deja que te vea, por favor…

- ¡No te vayas a reir! ¿De acuerdo? –le advierte el pequeño, aun sin salir.

- ¿Por qué iba a reírme?

- Lo que pasa es que este traje lo compró mi madre y, pues…ella es demasiado exagerada con sus gustos…

- Te lo prometo, no me reiré.

- Bueno, está bien…

“Shuichi, al fin, salió de su escondite y al fijar mi mirada en él, vi a la criatura más hermosa de este corrupto mundo. Me pareció que la vista me fallaba por lo que decidí alejarla de aquella visión ya que aquel terno oscuro como la noche hacían que sus hermosos ojos amatista brillaran como nunca, era una visión realmente inhumana, demasiado perfecta. Al volver mis ojos nuevamente, me di cuenta de que no era ninguna ilusión. Mi pequeña bolita rosada estaba más hermosa que nunca. La sala, tan amplia y oscura, se había vuelto luminosa y radiante con el solo hecho de que Shuichi haya caminado por ese sitio. Mi admiración era tanta, que me había quedado sin habla.”

- Eh… ¿Eiri? ¿Estás bien?

“Mi amado escritor no hablaba para nada. ¿Acaso me veía tan mal que lo había dejado así de espantado a tal punto de no poder hablar?”

- Lo sabía. Sería mejor que me quitara esta ropa tan rara…

- N-No tienes por qué quitártela, no se te ve para nada mal…Es más, te ves hermoso…

“¡Maldición! No pude ocultar mi sonrojo nuevamente… ¡Ahora estoy en graves problemas porque olvidé por un instante que Shuichi ya podía ver!”

- ¿Eiri, estás sonrojado? –pregunta emocionado el cantante.

- ¡Claro que no, baka! ¡Solo tengo un resfriado!

- ¿En serio? –le pregunta con curiosidad.- ¿no me estás mintiendo?

- C-Claro que no…

- ¡Kawaii, Eiri está sonrojado!

- ¡Ya empezaste, baka! ¡Ya vámonos!

- ¿A dónde vamos? ¿Cuál es la ocasión?

“¿Acaso habrá recordado mi cumpleaños?”

- ¿Ah? No lo se, solo quise salir a comer. Me muero de hambre y me da un poco de flojera cocinar.

“Me equivoqué. No se por qué me extraña su comportamiento, siempre se ha olvidado de esta fecha, el año pasado también. Aún así, quiero aprovechar este día para darle lo que tengo guardado desde hace algún tiempo.”

- Shuichi, ¿aún tienes la pequeña caja del anillo de compromiso?

- Si, está guardada.

- Tráela y coloca el anillo dentro.

- ¿Para qué?

- Tú solo hazlo.

- Está bien –el pequeño corre a la habitación y regresa rápidamente a donde estaba Eiri, guardando el anillo.

- ¿Nos vamos?

- E-Está bien…

“Todo el camino fue sumamente aburrido. Shuichi no hablaba para nada. Creo que, en verdad, este tonto piensa que me olvidé de su cumpleaños.”

- Shuichi, ya hemos llegado.

- Pero este sitio está completamente a oscuras. No veo nada, Eiri.

- Tú solo entra, tonto. –Eiri y Shuichi entraron al extraño lugar en compañía de los reporteros que, extrañamente, no causaban ningún escándalo.

“Todo este salón estaba a oscuras, me daba algo de miedo y Eiri solo me obligaba constantemente a entrar. ¿Acaso este escritor estaba tramando algo?”

- ¡¡SORPRESA!!

“Las luces comenzaron a encenderse y frente a mí vi una hermosa celebración que no era nada más y nada menos que nuestra fiesta de compromiso.”

- ¿Te gustó la sorpresa, baka?

- ¿Q-Qué es todo esto, Eiri?

- Ya lo verás…

Todos los seres queridos de ambos se encontraban reunidos en aquella hermosa celebración desde la familia hasta los más íntimos amigos. Hermosas decoraciones, un inmenso pastel, deliciosos bocados y un reconfortable ambiente que había enamorado la vista del pelirosa que no sabía aún que decir.

- Shu-chan, toma asiento. –le dice Ryuichi al joven.

- Sakuma-san…

- La celebración acaba de empezar.

- ¿De qué va tanto misterio?

- Pronto lo sabrás, mi querido amigo. Por ahora, ponte cómodo porque la sorpresa que te llevarás será enorme.

- ¿Eh? ¿A qué te refieres?

- Ya lo verás…-se limita a decir el cantante.

Todos tomaron asiento en sus respectivos lugares mientras que Shuichi buscaba desesperadamente a su prometido, al cual no lograba encontrar con la mirada. De pronto, todas las luces se apagaron, imposibilitándole a Shuichi el seguir buscando a Eiri en el gran salón.

- Eiri, ¿dónde te has metido?

Nigiyaka na hitogomi ni tokeru tsubuyaki ga
ashimoto ni chirabatta omoide nijimaseru…

Una voz jamás oída por el joven Shindou comenzó a entonar una dulce canción. Shuichi miró hacia el frente y se llevó la sorpresa más maravillosa de su vida. Eiri estaba cantándole una hermosa canción en compañía de Hiro y Suguru que el ayudaban con los instrumentos.

Mayoi aruku machi no kagayaki wa Glaring One Way
kogoesou na boku o terasu

Tsumetai toki ga yume o furaseru kono te no naka o surinukete
negai kazoe mezameta toki ni yureru maboroshi ni kimi ga utsuru
boku o michibiku kasuka na SHIRUETTO

Las lágrimas se hicieron presentes en los ojos del joven cantante quien jamás se imaginó ver a Eiri hacer tales cosas por él. La canción que entonaba era nada más y nada menos que GLARING DREAM, la misma canción que provocó que ambos enamorados se conocieran aquel día en el parque, era la hermosa canción que los trajo y los hizo entrar uno en la vida del otro.

Nagasareru fuan dake o tsugeru yasashisa mo
eien ni mitasareta ashita mo hoshikunai

Kimi ni todokeru hazu no kotoba wa It’s talk to Myself
kage mo naku hibi ni ochiru

- E-Eiri…

Eiri se acercó a su amada bolita pelirosa y siguió cantándole mientras que el pequeño seguía llorando de la emoción, siendo seguido por los gritos emocionados de los admiradores y de la gente invitada.

Furueru yubi de yume o kasaneru iki mo dekizu ni kuzureteku
tashika na koto futashika sugite nani o shinjireba kimi ni aeru
shiroku kieteku ano hi no SHIRUETTO

Awaku somaru kisetsu o miageru Life Winter Dream
tachidomaru boku o sarau

Kaze ni kesareru torino kosareru mune ni kajikamu akogare mo

Tsumetai toki ga yume ni tadayou sono te no naka ni uketomete
Negai kazoe mezameta toki ni yureru maboroshi ni kimi ga utsuru
Boku o michibiku kasuka na SHIRUETTO

Eiri terminó de cantar y los aplausos se hicieron presentes, resonando en todo el gran salón. Las luces volvieron a encenderse, el escritor le dio un suave beso a su amado cantante y después le tomó de la mano para dirigirse en su compañía hacia el estrado.

- Muy buenas noches. Shuichi y yo agradecemos todo su apoyo y su magnífica asistencia a nuestra fiesta de compromiso. Antes de comenzar, quisiera decirles a mis admiradores que agradezco la gran acogida con la última novela que hice. Gracias a ustedes, yo podré seguir escribiendo.

Shuichi se conmocionó ante tal noticia: ¡Eiri podría seguir escribiendo, esa era una gran noticia! Ahora ya no tendría que sentirse inquieto por la carrera de su escritor.

- ¿Eiri, es verdad?

- ¿Lo ves? Ya no tienes que estar preocupado por mi, pequeño.

- Eiri…-el joven llora, alarmando a su pareja.- Felicidades…

- No llores, todo es gracias a ti, mi pequeño. Les pedí a los demás que no te dijeran nada para que fuera una sorpresa. –Eiri quitó su vista de él y volvió a hablarle al público.- Quisiera aprovechar para darle la segunda sorpresa a mi prometido.

- ¿Eh?

Las luces comenzaron a tornarse de colores y una nueva tonada se escuchó en todo el salón, una tonada que toda la gente presente comenzó a cantarle al vocalista de BAD LUCK.

- Happy Birthday, mi pequeño Shuichi…-Eiri le da un beso en los labios para después señalarle con la mirada un enorme regalo que se dirigía hacia él, con la ayuda de unas personas quienes la acercaban a él.

- Eiri… ¿qué es esto?

- Ábrelo…

El pequeño, temeroso, abrió lentamente la caja mientras las luces jugaban dándole vida al gran salón y brindándole la posibilidad a Shuichi de ver lo que había en el interior de la gran caja.

El muchacho pelirosa asomó la vista hacia el fondo de la caja y lo que encontró fue un hermoso cuadro en donde se encontraban él, su madre y Kyo.

- ¿Q-Qué es esto?

- ¿No te ha gustado mi regalo?

El pequeño se lanzó a los brazos de su amado entre lágrimas, agradeciéndole una y otra vez por tan hermoso regalo. Hacía mucho tiempo que no veía el rostro de su amada familia.

- Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias…

- De nada, pequeño…

Nuevamente los aplausos se hicieron presentes en la gran sala, alabando a los dos amantes. Después de tan emotivo momento, la celebración comenzó con grandes canciones de BAD LUCK y NITTLE GRASPER, la gente bailaba y gozaba de la buena música.

- Shuichi, ha llegado la hora. –Le avisa Mr.K.-

- Muchas gracias, Mr.K –Agradece Shuichi.

- ¿Shuichi, qué sucede?

- Recuerda que debes colocarme el anillo frente a todos, amor.

- Es cierto. Dámelo

- Si, aquí está. –Shuichi le da la pequeña caja con el anillo dentro.- Además, yo también tengo algo que darte, mi querido Eiri…

- ¿Cómo?

- Tú solo confía en mí

Ambos subieron hacia el estrado, mientras que eran observados por los reporteros que tomaban varias fotografías y filmaban el gran momento. Eiri le miró a los ojos con mucho amor y habló con ayuda del micrófono, el cual era sostenido por Mr.K.

- Shuichi, te amo y quiero demostrarte todo mi amor colocándote este anillo como símbolo de mi compromiso, mi eterno amor y fidelidad. Deseo de todo corazón que nuestro matrimonio sea el momento más bello de nuestra vida –viendo a su amado cantante emocionado, el escritor le colocó el anillo.- Te amo, mi pequeño baka.

- Eiri, yo también quiero darte algo…

- ¿A qué te refieres?

- Un anillo…

- Pero, Shuichi…

- Eiri…-Shuichi coge un hermoso anillo de su bolsillo para después sostener la mano de Eiri.- Tú me has regresado la vida y la felicidad que creí haber perdido hace muchos años. Mi amor por ti será eterno suceda lo que me suceda y quiero simbolizar mi compromiso con este sencillo anillo. Te amo, mi hermoso escritor.

- Shuichi…

Yo solía pensar que sabía quién eras tú

No sabía que, dentro de ti, yo iba a encontrar la luz…

No sabía que existía un mundo así

No sabía que podía ser tan feliz…

El joven Shindou cantaba y todo el mundo se deleitaba con su hermosa voz, con las acordes de Hiro y la melodía del teclado de Suguru. Eiri solo podía mirarle a los ojos más enamorado que nunca.

Y la vida pasaba de largo vacía, sin emoción.

No había nada flotando en el aire, abrazándome el corazón.

Y llegaste tú, y el mundo me abrazó.

Y llegaste tú, y el mundo se paró.

Y llegaste tú, y nos sorprendió el poder que había en este amor.

Y llegaste tú, fue una bendición.

Aun recuerdo el momento en que todo cambió.

Y llegaste tú, y nos sorprendió el poder que hay en este amor.

Y llegaste tú, una bendición…Aún recuerdo cuando llegaste tú.

- Amor…-susurra Eiri.

- Quizás esta canción no tenga mucha importancia, pero…

- ¿De qué hablas? Es lo más hermoso que has podido haberme regalado.

- Muchas gracias.

- De nada, yo tengo que agradecerte por tales regalos.

- Con este anillo, hemos sellado un gran pacto de amor. Te amo, Eiri.

- Y yo a ti, Shuichi.

Ambos se dieron un enorme abrazo. Shuichi comenzó a llorar de emoción mientras que las ovaciones de todos no se hicieron esperar. La prensa no podía perder el momento más importante del día, una gran celebración.

La fiesta duró mucho tiempo más de lo pensado, ya que también se celebraba el cumpleaños de Shuichi quien, después de la fiesta de compromiso, apagó sus veinte velitas en presencia de todos. Eran las cinco de la madrugada cuando el auto negro de Eiri se estacionó y este salió de él para después ayudar a Shuichi a levantarse.

Con gran cuidado, el escritor cargó a su pareja y lo llevó a casa. Una vez dentro, cerró bien segura la puerta tras de sí y caminó a paso lento hacia la recámara para después depositar a Shuichi en la cómoda cama.

- Amor, no debiste beber tanto…

- Lo siento, todo fue por culpa de Hiro. …l me obligó a tomar.

- Gracias a ti no pude tomar como quería. Sabía que si lo hacía, no podrías contigo mismo.

- Shuichi sonríe con picardía.- Eiri, eres como mi niñera.

- Si, si, búrlate.

Riendo una y otra vez, Shuichi se quedó profundamente dormido en la cama siendo observado por Eiri quien no le quitaba la vista de encima. No importaba mucho que aquel pequeño haya cumplido veinte años, su alma seguía siendo la de un niño de pre-escolar.

No le importó mucho si se encontraba en mal estado después de la gran fiesta que habían gozado ambos, por lo que se tiró a la cama como estaba vestido y abrazó suavemente a Shuichi. Fijó su vista en el hermoso anillo que su pequeño le había regalado, era realmente hermoso y estaba muy agradecido con él.

- Buenas noches, mi pequeño Shuichi…

Y así, Uesugi Eiri cayó en un profundo sueño al lado de su prometido, el cantante Shindou Shuichi, sin dejar de repetir lo mucho que amaba al pequeño amor de su vida.

Al día siguiente, Shuichi despertó con una enorme resaca después de una noche dura, llena de copas y revoloteos. Los rayos del sol comenzaron a molestarle así que decidió levantarse de la cama, seguidamente se quitó la molesta chaqueta del terno y se desabotonó un poco la camisa ya que hacía demasiado calor.

- Eiri, ¿dónde estás?

Su prometido no se hallaba por ningún lado, eso lo asustó. Decidió esperar un poco en la sala hasta que vio el hermoso cuadro de su familia adornando la pared. Hacía mucho que no recordaba el rostro de su madre ni el de su hermano y ahora el tenerlos cerca aunque sea en una pintura, hacía que su corazón se sintiera un poco más cerca de ellos.

- Mami, hermanito, les ruego que no me llamen aún para ir con ustedes, yo necesito vivir mucho más.

- ¿Shuichi?

- ¡Ah! Ahí estabas, Eiri. ¿Dónde fuiste?

- Fui a comprarte una pastilla para la resaca. No hagas muchos esfuerzos con tu mano, podría abrirse la herida.

- Lo sé. ¿Qué es eso? –Le pregunta refiriéndose a la gran bolsa que tenía en la otra mano.-

- Fui a hacer las compras para el almuerzo.

- ¿Almuerzo? ¿Qué hora es?

- Son las dos de la tarde, jovencito.

- ¡Ay, no, me quedé dormido! –El pequeño sale corriendo hacia el baño para ducharse.- ¡Seguchi-san me matará!

- Cálmate, me lo encontré en la calle y le dije que te encontrabas muy mal así que te dio el día libre.

- ¿En serio?

- Si.

- ¡Gracias, Eiri, eres un sol!

- Vístete de una vez, recuerda que debemos ver al doctor primero.

- Si, es cierto. Me alistaré ahora.

- ¿Vas a ducharte?

- Si. ¿Por qué? ¿Quieres bañarte conmigo?

- ¡Me leíste el pensamiento!

Unas horas después, Shuichi se encontraba en el hospital esperando en la sala por los resultados junto a un impaciente Eiri quien no podía evitar caminar de un lado a otro por los nervios.

- Eiri, cálmate, pareciera que fueras tú el enfermo.

- Pero es que ya pasaron tres horas, Shuichi y el doctor aún no sale de ese maldito laboratorio.

- Habla bajo que la gente nos están mirando mal.

- Lo siento.

- ¿Shindou-san, Uesugi-san? –El doctor sale al fin, colocándose al frente de ambos.- ¿Podrían acompañarme a mi oficina, por favor?

Ambos, sin musitar palabra alguna, siguieron al doctor hacia la oficina. Ya dentro, Eiri y Shuichi se sentaron frente al doctor quien los miraba con mucha seriedad.

- ¿Doctor, cuales son los resultados?

- Lamento mucho tener que decir esto…

Shuichi se lo esperaba, sabía que todo estaba dicho sin que se lo dijeran siquiera. Ya no podía hacer nada por si mismo. El doctor se quedó mirándolos fijamente y después comenzó a hablar nuevamente.

- Shindou-san, usted se encuentra muy enfermo…

Continuará!

Lamento mucho la tardanza.

P.S: Si quieren ver el traje que usa Shu-chan en su compromiso, den click AQUI.

Bye Bye!

Notas finales: Apiádense de mi!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).