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La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

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Notas del capitulo: Muy romántico
La Diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 19: Nuestro primer baile…

Todos los invitados celebraban amenamente de la fiesta, mientras que los novios no se encontraban por ningún lado, tampoco la familia de ambos. Para cubrir por unos minutos su ausencia, Ryuchi le prometió a Shuichi que lo ayudaría hasta que regresaran de donde quieran que hayan ido.

Y ahora, con los novios:

- ¡Eiri, ¿cómo es posible que mi hijo se haya casado así?! –exclama molesta la madre de Shuichi.

- ¡Vamos, madre! –Le responde el rubio.- No me vas a negar que se le ve precioso…

- Bueno, eso no, pero…

- ¡Mama, no lo apoyes! –le reclama el joven Shindou, aun con el traje de novia puesto.

- Pero, hijo, no puede negar lo obvio. A mí también me parece que se te ve realmente hermoso.

- Padre, ¿tú también?

- Hice un buen trabajo ¿a que si? –Decía orgullosa Mika.- ¿A que si, Tohma?

- Claro, claro, Mika-san.

- Cuñadito, te has sabido lucir. –dice Tatsuha mirándolo con todo y su perversión.

- ¡Deja de mirar a Shuichi asi, Tatsuha! –se queja el rubio.

- ¡Que suerte tienes, hermanito! ¡Si viera a mi cuñado en…!

[La imaginación de Tatsuha comienza a rodar.- Dentro de su diminuto cerebro, ve con claridad la imagen de Shuichi vestido tan solo con un corto mandil de corazones, mimándolo con una gran cena…]

- ¡Ah, me da una hemorragia nasal! –Exclama emocionado mientras comienza a salir sangre de su nariz.- Mi cuñadito…con un mandil chiquito… ¡Ah, moriré!

- ¡Idiota! –Eiri le da un reverendo golpe de celos.- ¡No voy a permitir que te lo imagines! ¡Yo soy el único con derecho a verlo así!

- Eiri, estás en frente de todos…-le susurra muy sonrojado el joven pelirosa.

Eiri tose con nerviosismo.- Bueno, los dejamos. Shuichi y yo tenemos que bailar.

- ¡Ah, es cierto! –Shuichi le da la razón.- Eiri ¿me puedo cambiar esto, verdad?

- No, irás así.

- ¡Pero…!

- ¡Shuichi y yo nos vamos! ¡Ustedes regresen a la fiesta! –Eiri toma a Shuichi del brazo y lo jala a la pista de baile.

- ¡Ya regresaron los novios! –Grita Ryuichi a todo pulmón.-

Inmediatamente, la pista se despejó y los presentes hicieron un gran espacio para que la pareja pudiera bailar mejor. La canción comenzó a ser entonada por Ryuichi de Nittle Grasper acompañado por la voz de Noriko.

- Y ahora, los novios bailarán una hermosa balada por primera vez.

Se oyen los aplausos desmesurados de la gente y el flash de las cámaras, fotografiando el gran y bello momento que quedaría marcado en la vida de ambos, su primer y romántico baile.

- ¿Me concede su mano, mi amado esposo? –le propone Eiri, de manera cordial y caballerosa, ofreciendo su mano.

- Por supuesto que si –responde Shuichi para tomar la mano ofrecida.

Cómo he llegado a caer aquí contigo
Entre tus brazos de sed, amor?
Qué bonito es encontrarte al fin
Después de tanto tiempo solo
Cómo es que todo se ve mejor contigo?
Cómo es que nada parece igual?
No puede ser amor lo que siento en mí
Es mucho más de lo que imaginaba.

La canción se escuchaba por todo el espacioso salón, mientras que la gente veía emocionada el gran baile lleno de amor que ambos compartían, bailando lenta y en ritmo delicioso, al compás de la hermosa música que los movía a bailar.

En un momento el corazón perdí
Sin darme cuenta todo te lo di
Y en mi pecho siento nueva vida
Donde mi corazón dormía.

Eiri abrazó a su amado y Shuichi respondió a tal tierna acción, abrazando al escritor, rodeando su espalda y recostando su cabeza en el pecho cálido de su rubio. La canción siguió acompañada de varios suspiros de los admiradores, mientras que ambos se perdían en el calor del otro.

Tú, tú robaste mi corazón
Qué puedo hacer?
Me siento preso de ti
Y no me quiero escapar de tu vida
Tú, tú llegaste a mi corazón
Con tu querer
Con tu alma y tu ser
No te quiero perder nunca, nunca.

“Me siento tan bien así, dejándome envolver por la pasión y el calor de su cuerpo. Ahora es mío y yo soy completamente de él, no hay impedimento alguno para que Eiri y yo nos separemos. “

En un momento has cambiado todo, amigo
Lo que esperaba al fin llegó
Lo que en nadie más pude encontrar
Sin esperar caí en mis manos
Cómo es que todo se ve mejor contigo?
Cómo es que nada parece igual?
No puede ser amor lo que siento en mí
Es mucho más de lo que imaginaba

“…l me ha correspondido el gesto, se siente tan bien el solo tocarlo, acariciarlo, a mi hermosa criatura de ojos violáceos, mi bello pelirosa, mi auténtica felicidad.”

En un momento el corazón perdí
Sin darme cuenta todo te lo di
Y en mi pecho siento nueva vida
Donde mi corazón dormía.

El tiempo corría solo alrededor de ellos, sin importar los abundantes aplausos ni las ovaciones que la gente realizaba solo para ellos. Las horas, los minutos y los segundos solo los rodeaban en su rítmico y lento baile, una pieza que encajaba perfectamente con la vida de ambos.

Tú, tú robaste mi corazón
Qué puedo hacer?
Me siento preso de ti
Y no me quiero escapar de tu vida
Tú, tú llegaste a mi corazón
Con tu querer
Con tu alma y tu ser
No te quiero perder nunca, nunca.

“Que bien se sentía esto, me encanta sentirme protegido por sus grandes brazos, es una sensación extraña que no me desagrada para nada. Me pierdo poco a poco en el aroma de su piel, un aroma tan excitante y natural que me nubla por completo los sentidos, una fragancia exquisita que provoca la invasión de la ternura, que invita indirectamente a la locura. Así es mi pequeño, mi adoración.”

“Soy inmensamente feliz a su lado, al vivir con un hombre tan especial como Eiri. Fue lo mejor que me sucedió en la vida, el solo conocerlo para mí fue una bendición, él me sacó de la oscuridad de mi pasado, invitándome a probar el amor verdadero que ahora ambos sentimos por el otro. Lentamente me fundo en su pecho mientras susurra la canción en mi oído, arrullándome tiernamente, provocando que el amor que siento crezca más y más.”

La canción culminó y ambos se vieron forzados a regresar del mundo de los sueños a la realidad, siendo aplaudidos y ovacionados repetidas veces. Los paparazzis se acercaron lentamente y sin hacer ruido (ya que si no, K-san...ya saben) para fotografiar el momento en que ambos darían la primera cortada al pastel de bodas.

Mika les entregó el cubierto que estaba adornado con un gran lazo celeste. Eiri y Shuichi lo compartieron y cortaron con mucha emoción el primer pedazo del enorme pastel. Acompañados por los aplausos, ambos se dieron un corto beso y los empleados contratados procedieron a serivir el aperitivo a los invitados.

- ¿Estás contento?

- Estoy muy contento, aunque me aprieta un poco el corsé.

- ¿Otra vez está muy apretado?

- Si, pero no es mucho.

- De seguro es por el enorme pedazo de pastel que te estás atragantando, glotón.

- No soy un glotón, solo tengo hambre.

- ¿Ah si?

- Por no hacer pelea en este día, me aguantaré.

- ¿Debo sentirme halagado?

- Shuichi, Eiri, ha llegado la hora del brindis.

- Muchas gracias, mamá –le responde Shuichi a la mujer.- ¿Vamos?

- Si, está bien.

La pareja regresó en completa parsimonia al centro de la pista para hacer el brindis por su matrimonio. El mozo se acercó a los recién casados para entregarles las copas, así mismo los demás mozos terminaban de servirles el champagne a los invitados.

- Queremos hacer un brindis muy especial. Brindamos por las personas que hoy han asistido gustosamente a nuestra boda, ofreciéndonos un poco de su tiempo. –dice Eiri, mientras levanta su copa.

- Hoy brindaremos también por la vida que nos ha sido otorgada. Gracias a ella podemos perseguir nuestros sueños hasta el final. También queremos brindar por el amor y no solo por el nuestro, si no por el de todos. ¡Salud! –exclaman los dos al unísono.

- ¡Salud! –responden los invitados, para después tomar de sus copas en compañía de los recién esposos.

La fiesta continuó sin problemas ni incidentes. Todos fueron muy atentos y amables en el transcurso de la fiesta. Los paparazzis se comportaron mucho más bien de lo normal (ya lo dije, cortesía de Mr.K). Todos siguieron con la celebración, bailando al compás de la música de Nittle Grasper.

- ¿Shuichi-kun? –le llama su cuñada, encontrándolo muy alejado de la fiesta, exactamente en el balcón.

- Oh, Mika-san. ¿Sucede algo?

- ¿Por qué no estás divirtiéndote en la fiesta? Deberías de estar con mi hermano, hablando con los invitados.

- Me quise alejar un poco del ruido para relajarme. No he tenido mucho tiempo para relajarme, además este vestido está provocando que me entre mucho calor.

- Lo siento. ¿En serio estás molesto por el vestido?

- Lo estaba, debo admitirlo. Pero si a la gente le gustó, me siento un poco más tranquilo.

- Lamento que mi hermano sea tan desconsiderado, pero tenía que mostrar respeto ante esas personas –Shuichi mira a Eiri hablando con unas personas.- Son escritores de más experiencia que él, así que no puede ignorarlos.

- Lo se y eso no es lo que me preocupa. Lo que pasa es que busco a alguien desde que comenzó la ceremonia.

- ¿Hay alguien que no vino?

- ¿Usted le envío una invitación a Kitazawa-san?

- Pero, Shuichi. ¿Cómo puedes pensar en él en estos momentos?

- Lo que pasa es que...lo vi hace unos días sin que Eiri se enterara. …l mismo me llamó para pedirme disculpas por lo que pasó esa vez. Me dijo que le gustaría venir a la boda, pero veo que no vino.

- Pues, de hecho, pensé en mandarle una invitación, pero su empleada me dijo que ayer en la noche había tomado el último vuelo a América, Shuichi-kun.

- ¿Regresó a América?

- Así es, Shuichi-kun.

- ¿Y Eiri está enterado de esto?

- No. Mi padre me dijo que no le mencionara nada al respecto.

- Kitazawa-san mejorará, estoy seguro.

- Le das mucha de tu confianza a alguien que ha hecho mucho daño, cuñado.

- Todas las personas podemos cambiar, Mika-san así que él también puede y se que lo hará.

- Eres una persona bastante impredecible, Shuichi-kun, me sorprendes.

- ¿Le sorprendo para mal?

- Para nada, pienso que eres un excelente muchacho con un gran corazón. Estoy muy complacida por tenerte en mi familia.

- El sentimiento es mutuo, Mika-san.

- ¿Shuichi? ¿Qué estás haciendo aquí?

- Oh, Eiri. ¿Has terminado de hablar con esas personas?

- Tenía que hacerlo o si no lo considerarían una descortesía.

- Si, lo sé.

- Bueno, chicos, tenemos que terminar bien esta fiesta ¿o no?

- Si. Mika-san tiene razón.

- Bueno, pues me parece que la novia se ha olvidado de algo muy importante.

- ¿Eh? ¿Me olvidé de algo muy importante?

- ¿Hace falta que lo diga, Shuichi-kun?

- Amor, te olvidaste de eso...-le dice Eiri, señalando la mesa de los esposos.

- ¡Ah, me olvidé de tirar el ramo!

- Hay que ver que eres bastante despistado, Shuichi.

- Lo siento.

- Será mejor que vaya a anunciarlo. Prepárate ¿quieres?

Mika volvió a la fiesta y pidió que la música fuera interrumpida por unos instantes. La gente dejó de bailar y escuchó atentamente a lo que la mujer tenía que decir.

- Queridos invitados, para despedir a los recién casados, la novia hará el honor de tirar el ramo.

- Bueno, como ya oyeron, tiraré el ramo. Las y los interesados pueden acercarse para comprobar su suerte. ¡Vengan sin miedo!

Una multitud de jovenes, desde chicas hasta chicos, comenzó a hacer un gran tumulto en la pista de baile para así tener suerte y agarrar el bouquet de Shuichi.

- 3, 2, 1...¡Ahí va!

Shuichi tiró el ramo a la gente que se empujaba y trataba de coger el ramo casi sin éxito. De pronto, todo el tumulto paró de repente, cuando una mano inesperada tomó el bouquet, siendo observado por todos.

- Sakuma-san, felicidades...-sonríe Shuichi.-

- ¡Tatsu-chan, lo agarré! –gritaba feliz Ryuchi mientras abrazaba a Tatsuha.

- ¡Buena hazaña, Ryuichi-san! –lo felicita el joven.

- Bueno, Shuichi, es hora de irnos.

- ¿A dónde iremos, Eiri?

- Nos espera nuestra luna de miel, jovencito.

- ¡Yupi! ¿A dónde nos vamos?

- Iremos a América.

El semblante de Shuichi se vuelve serio de repente.- ¿A-América?

- ¿Por qué pones esa cara? ¿Acaso no quieres ir?

- No es que no quiera ir, pero...ese lugar...

- Todo está bien, Shu-chan. Confía en mí ¿si?

- E-Está bien...

Los recién casados se despidieron de la prensa y de los invitados. Fuera del gran salón les esperaba una lujosa limusina. El chofer salió de ella y les invitó a entrar para dirigirse a otro destino. Ambos hicieron caso, entraron y el auto arrancó.
Notas finales: Lindo, lo reconozco ya falta poco y el lemon leerán

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