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La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

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Notas del capitulo: Bueno, este es muy gracioso. Espero y les guste.
A Gravitation FF

La Diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 21: Papá Eiri y mamá Shuichi

Un “Hasta Pronto” de parte de Kitazawa Yuki

Ya habían pasado varias horas después de que Yuki apareciera alarmadamente por el pabellón de cuidados intensivos para ver a si pequeño y único hijo el cual se encontraba muy grave. Eiri y Shuichi se encontraban esperando fielmente cualquier novedad con respecto a Rikku.

- Amor, luces cansado. ¿Quieres que vayamos a casa?

- No te preocupes, Eiri, prefiero esperar a que ese niño abra los ojos.

- ¿Por qué te preocupa tanto? Ni siquiera le conoces, Shu-chan.

- Para que tú hayas actuado de esa manera por este niño, quiere decir que es muy importante como para dejarlo así nada más. Además, me sentiría muy mal si me voy dejándolo así.

- Ay, pequeño. No sabes lo agradecido que me siento al escucharte decir eso. Pensé que no me entenderías.

- Eiri, pase lo que pase, nada quitará la enorme confianza que yo tengo depositada en ti.

Ambos sonrieron para que después Eiri sintiera como su flamante esposo recostaba la cabeza en su pecho. El escritor respondió el acto del pelirosa abrazando su cuerpo, atrayéndolo más hacia él.

- ¿Estás mejor? –le pregunta el novelista a su esposo.

- Si, mucho mejor, pero me falta algo para compensar lo que hiciste en nuestra noche de bodas…

- ¿Y qué será eso?

- Nada en especial, sólo déjamelo a mí. Tengo una buena forma de castigarte por el desplante que me hiciste.

- Uy, eso suena muy mal. ¿Qué tipo de castigo será, jovencito?

- Uno muy muy malo…te lo aseguro.

- Siempre y cuando sea más duro que el que me hiciste por el retraso de mi último viaje, estaré bastante feliz de recibirlo.

- Pues ni te lo imaginas…

- Creo que de solo pensarlo ya me estoy excitando… ¿me das un beso?

- Um, cariño, no te olvides del sitio en donde estamos.

- Vamos, solo un besito y nada más…

- Bueno, está bien…

Ambos se acercaban lentamente para fundirse en un excitante beso cuando el ruido de alguien riendo cerca de ellos les impidió seguir con lo deseado.

- Por favor, sigan. No se detengan por mí.

- Yoshiki-san, ¿se le ofrece algo?

- Lamento interrumpir su romántico momento, pero les vengo a avisar que el niño ya ha dado señales de vida.

- ¿Qué? ¡¿En serio?! –dicen ambos al unísono después de haberse parado súbitamente del asiento.

- Es lo que acabo de decir, señores…

Los tres se dirigieron a la habitación de Kitazawa Rikku en donde se encontraba su padre absolutamente desesperado tratando de hacerlo reaccionar.

- Yuki-san…-le llama Shuichi.- ¿Pasa algo malo?

- Yo…lo sentí. Sentí que mi hijo me sujetó fuertemente la mano, pero aún lo veo…dormido…

- ¿Me permite acercarme? –le pide el cantante.

- Claro, acércate.

El joven pelirosa se acercó al cuerpo pequeñito del niño que tenía frente a sus violáceos ojos. Se sentó a un lado de la cama y acarició con detenimiento su pálido rostro. Sin saber por qué, pequeñas lágrimas se asomaron por sus bellos ojos, lo que alertó a su esposo, quien lo separó del niño.

- ¿Shuichi?

- Perdónenme, que vergüenza. Creo que iré mejor a esperar afuera.

Se retiró rápidamente de la habitación dejando estupefactos a los presentes, más a Eiri quien iba comprendiendo la razón de a pocos. Pidiendo disculpas a su compañía, se dispuso a salir del lugar.

- Espera, Eiri –le detuvo Kitazawa.- ¿Pasa algo malo con Shuichi-san?

- Te contaré después. –y sin más, salió de ahí.

POV EIRI

No lo encontré en la sala de espera así que me encargué de buscarlo por todos lados. Estaba desesperado. ¿Por qué siempre quiere guardárselo todo para él solo? ¿Por qué aún no es capaz de compartir su dolor conmigo? Me detuve en el lugar menos esperado: la parte más alta del edificio.

- Shuichi, ¿qué estás haciendo aquí?

- Quería estar un momento a solas, eso es todo.

- ¿Qué fue lo que te sucedió dentro de la habitación?

- Perdóname, no fue mi intención parecer de mala fe, solo me sentí un poco triste al ver a ese niño.

- Te hace recordar a tu hermano, ¿verdad?

- Lo siento, es algo que no se me quita de la cabeza, siempre tengo esos recuerdos que me atormentan.

- Recuerdos de tu familia no tienen, precisamente, que atormentarte, Shuichi. Es tu familia y no puedes evitar recordarla. No te sientas mal por eso, amor.

- Perdón, Eiri. Es que ese niño se parece tanto…

- Entiendo a qué te refieres, Shuichi. Si te soy sincero, no se que consejo darte en estos momentos.

- No te preocupes por eso, no esperaba que dijeras alguno.

- Lo siento, no se que debería decir.

- Solo quédate conmigo, no tienes que hacer más.

El escritor de los ojos dorados abrazó a su pareja para brindarle aunque sea un poco del consuelo que tanto Shuichi necesitaba. El cantante se aferró aún más a su enamorado esposo, quien no despreció a su esposo por ningún motivo.

- Creo que deberíamos volver al hotel, Shuichi. No te veo muy bien que digamos.

- No, Eiri, claro que no. Quiero esperar hasta que ese niño entre en razón.

- ¿En serio quieres quedarte aquí?

- Si, estoy bien. Si te incomoda quedarte, puedes irte, Eiri. Yo voy a estar bien.

- Claro que no, si tú te quedas, yo también.

- Muchas gracias.

De repente, el doctor y varias enfermeras comenzaron a correr desesperadamente por el pasillo, seguidos por Yuki y Yoshiki. Eiri y Shuichi se alarmaron y los siguieron, entrando a la habitación.

- Doctor, ¿qué le pasa a mi hijo?

- Me parece que está reaccionando…-dice Shuichi mirando al pequeño.- ¿pero por qué tiembla tanto?

- Rikku, ¿me escuchas?

Lentamente, el joven Shuichi se acercó al niño casi por inercia, Yuki se hizo a un costado y el cantante se colocó a la altura de Rikku, acariciándolo para calmarlo y llamándolo constantemente. Los doctores iban a detenerlo, pero después todos vieron como el pequeño comenzaba a calmarse.

- Se ha calmado…-dice sorprendido el doctor.- Es…increíble.

- Rikku-kun… ¿estás despierto? –Eiri se acerca a su esposo y se arrodilla a su lado.

El pequeño comenzó a abrir los ojos con lentitud ante la vista sorprendida de todos los presentes. Rápidamente reconoció al jovencito pelirosa que se encontraba cerca de él.

- Shuichi-san…-el niño alza manito izquierda hacia el rostro de Shuichi, quien la toma y le sonríe.

- Rikku, hijo…-le llama Yuki.

- Papi…

Yuki corre a abrazar a su hijo mientras que Shuichi y Eiri se apartan de ellos. El doctor los invita a salir un momento mientras que el niño y su padre hablaban a solas.

- Yoshiki-san ¿cómo es que Rikku-kun me conoce?

- Eres un famoso cantante, deberías saberlo. –le dice su esposo de manera sarcástica.-

- Bueno, la verdad es que Eiri tiene razón. Rikku te vio por primera vez en televisión y fue amor a primera vista para él. Un día después, me pidió que le comprara todos tus discos compactos. La verdad es que a mí también me gustas…

- Oye, oye, un momento. Shuichi es mi esposo, no el tuyo.

- Shuichi, Eiri, ya pueden entrar…-dice Kitazawa, saliendo de la habitación.

- ¿Se puede entrar? –pregunta Shuichi.

- Claro que puedes hacerlo, después de todo Rikku tiene muchas ganas de verte.

- Muchas gracias, Kitazawa-san.

- Yo te acompañaré, Shuichi.

La pareja entró a la habitación ante la triste mirada del padre de Rikku, quien no pasó desapercibido para su joven hermano Yoshiki. Este se acercó a él y le dio unas palmadas para animarlo.

- ¿Te sienta mal que ellos dos estén juntos, hermano?

- No, solo pienso que hacen una hermosa pareja.

- Si, yo también pienso lo mismo. Pero eso es lo que más te molesta ¿o me equivoco?

- ¿De qué estás hablando, Yoshiki?

- Te conozco hermano, sé que te duele que la persona que amas, ame a otra persona.

- Pues si ya lo sabes, cállate.

Mientras tanto, en la habitación de Kitazawa Rikku, el pequeño hablaba amenamente con Shuichi acerca de muchas cosas, como anécdotas de Shuichi y sus canciones.

- Shuichi-san, eres muy divertido…

- Me alegra que ya te sientas mejor, Rikku-kun, tienes mejor semblante que antes.

- ¿Me puedes decir quién es ese señor? –dice el pequeño Rikku refiriéndose a Eiri.

- …l es Eiri, mi esposo…

- ¿Eiri? ¿Uesugi Eiri?

- ¿Tú…me recuerdas? –pregunta sorprendido el rubio.-

- Solo recuerdo algunas cosas de cuando era bebé. Me acuerdo de tu perfume y de tus ojos, me gustaban mucho…además, mi tía Yoshiki siempre me hablaba de ti después de que te fuiste.

- Ya veo. Me da mucho gusto verte otra vez, Rikku.

- A mí también.

Shuichi Sonríe y Rikku lo mira fijamente.- ¿Pasa algo, Rikku-kun?

- Es que eres muy bonita…Eiri tiene mucha suerte de haberse casado contigo.

- ¿Bonita? ¿Acaso tú piensas que Shuichi es…?

- ¿Eh? ¿Es qué?

- Eh, no, nada…Olvídalo.

- ¿Tienes sueño? –Le pregunta Shuichi.-

- Si, un poquito…

- Entonces te abrigaré para que descanses un poco. ¿Te parece, Rikku-kun?

- Si…claro.

Rikku seguía sin quitar la vista del joven vocalista de su grupo favorito. “Era tan linda” –pensaba el pequeño- “tan linda que se asemejaba a la belleza de una madre”. Percatándose de la insistente mirada del pequeño, Shuichi volvió a preguntarle.

- ¿Sucede algo, Rikku-kun?

- Es que…eres tan bonita que te pareces a mi mami…

- ¿Me…parezco a tu mami? ¿De verdad?

- Espero que no te arrepientas de decir eso, Rikku –le confiesa Eiri.

- ¡Ya sé! ¡Shuichi-san será mi mami y Eiri, mi papi!

Eiri y Shuichi se miraron el uno al otro y rieron silenciosamente sin que el pequeño se diera cuenta. Acto seguido, la pareja se acostó junto a Rikku uno a cada lado de la cama.

- ¿Así está mejor? –le pregunta Eiri al pequeño rubio.-

- Si, mucho mejor.

Ambos abrazaron al pequeño para darle algo del calor que necesitaba para poder sentirse más cómodo. Shuichi y Eiri le dieron un pequeño beso a su frente y el primero nombrado comenzó a entonar una pequeña canción para hacer dormir a Rikku. Desde un rincón de la pequeña abertura de la puerta, Yuki y su hermano miraban atentamente la tierna escena.

- ¿No te parece hermoso lo que estamos viendo, hermano Yuki?

- Se ven tan bien, cualquiera pensaría que son la familia perfecta, unida.

- Quizá lo sean si Rikku fuera hijo de ambos…

Con Shuichi y Eiri.

- Dormido como un tronco –dice le joven cantante con una gran sonrisa en los labios.

- En serio pienso que serias una gran madre…

- Y yo pienso que serías un gran padre…

Era hora de marcharse, lo sabían. Rikku estaba completamente dormido y necesitaba mucha paz y tranquilidad para recuperarse. Sigilosamente, salieron de la habitación y se sentaron nuevamente en la sala de espera.

- Eiri…-Yuki se acerca a la pareja.- ¿Podríamos hablar un momento?

El escritor miró atentamente a su esposo, quien solo le contestó con una agradable sonrisa, lo que lo llenó de plena confianza. Volteó a mirar a Yuki nuevamente y aceptó su proposición, alejando en su compañía y dejando a Shuichi a solas.

- ¿No te molesta que Eiri y Yuki estén solos?

- ¿Por qué dice eso, Yoshiki-san?

- Soy el hermano de Yuki, conozco sus sentimientos a la perfección y entiendo lo que está tratando de hacer…

- ¿Acaso usted sabe algo?

- Yuki sabe perfectamente que sus sentimientos jamás serán correspondidos, es por eso que hará algo por el bien de Eiri…

- ¿Qué cosa hará?

- Lo siento, pero no puedo responderte eso. Ni siquiera yo lo se, pero…podríamos averiguarlo.

- ¿Averiguarlo? ¿Cómo piensa hacer eso?

- Fácil, hay que espiarlos…

La mente de Shuichi comenzó a jugar sucio, su actitud juguetona y aventurera había revivido de repente. Los dos se miraron en auténtica complicidad y se dirigieron sigilosamente al lugar en donde Eiri y Yuki hablaban en confidencia.

- Y ¿De qué querías hablar conmigo? –Le pregunta Eiri en su típico modo de seriedad.-

- Ya has vuelto a actuar fríamente como siempre lo haces delante de mí.

- Así me comporto.

- Con Shuichi-san no eres así para nada. –dice Yuki agachando a la cabeza.

- Shuichi es un caso distinto.

- ¿Y puedo saber por qué?

- Porque esa actitud siempre lo ha lastimado, no quiero que sufra nuevamente por mi culpa. –dice seguro de sí mismo.

- Me pregunto ¿Cuál será el verdadero Eiri?

- Eso solo lo sabe mi esposo.

- Realmente has cambiado. Cuando hablas de ese joven, tu mirada cambia por completo…

- ¿Realmente de qué quieres hablarme con tanta urgencia, Yuki?

- Solo quiero darte las gracias por todo lo que has hecho por mi hijo.

- Hay algo más. No hubieras querido hablar conmigo en privado tan solo para disculparte.

- Tan calculador como siempre…La verdad es que quiero darte un pequeño abrazo, eso es todo…

- ¿Un abrazo?

- Si lo hacía delante de tu esposo, se iba a molestar y no quería causarles molestias a ninguno de los dos.

Eiri se la pasó algunos segundos analizando la lastimera mirada de su antiguo amigo y maestro. Cerró lentamente los ojos y Yuki interpretó esto como una respuesta positiva. Lentamente se acercó a su querido Eiri y lo abrazó como nunca jamás lo había hecho.

- ¿Estás molesto? –Cuando Yoshiki miró a Shuichi, se dio con una gran sorpresa.- ¿P-Por qué estás llorando?

- Lo siento, es que me da mucha pena…-Shuichi seca sus lágrimas.

- ¿Por qué lo dices?

- Cuando Eiri y yo empezamos a vivir juntos como amantes, yo…siempre le rogaba aunque sea un poco de su cariño, pero él era tan cortante, tan duro que ni se dignaba a decirme un “te amo” una sola vez, esto me ha hecho recordar aquellos momentos tan tristes que tenía que pasar, que tenía que soportar tan solo por amarlo…

- ¿Quieres que volvamos a esperarlos?

- Si, es lo mejor…hay que dejarlos a solas…

Shuichi y el hermano de Yuki se alejaron de ambos, dejándolos arreglar asuntos que solo ellos podían entender. De vuelta con Eiri y Yuki, este último no podía separarse de ese ser tan especial.

- Yuki, tengo que regresar…-dice Eiri mientras deshace el abrazo.

- Lo sé…-el mayor se aleja un poco de Eiri para después mirarlo.- Voy a extrañarte mucho…

- ¿Por qué dices eso? ¿Adónde piensas irte?

- Decidí seguir el consejo de Shuichi-san y conseguir ayuda profesional, quizás necesite ese tipo de ayuda.

- ¿Y qué pasará con Rikku?

- …l ya lo sabe…y lo ha aceptado. Yoshiki se hará cargo de él hasta que yo regrese.

- Ya comprendo, espero que tengas suerte.

- Muchas gracias. Quisiera despedirme de Shuichi y de mi hijo también.

- Claro…

Ya habiendo arreglado algunas diferencias, Yuki y el recién casado escritor se dirigieron nuevamente a la sala de espera en donde solo encontraron al hermano de Yuki.

- Yoshiki ¿dónde está Shuichi-san?

- Está con Rikku, de repente el niño se despertó asustado y decidió ir a calmarlo un poco.

- Iré con él…-Eiri se retira de la conversación y entra a la habitación del infante, en donde también se hallaba su esposo.

- ¿Cuánto vas a demorar, hermano? –Le pregunta Yoshiki a Yuki.

- No lo sé, pero quiero que te asegures de que Rikku será feliz y no le faltará nada.

- No te preocupes por eso. Pero… ¿estás seguro de que quieres que me lo lleve a Japón?

- No tengo dudas sobre eso. ¿Lo harás, verdad?

- Confía en mí. Espero que te recuperes pronto y vuelvas a casa.

- Disculpen –Shuichi sale de la habitación.- Rikku quiere ver a su padre.

- Muchas gracias, Shuichi-san.

Todos se reúnen en la pequeña habitación del niño, quien miraba a todos los presentes atentamente, pensando en la importante decisión que había tomado.

- Quiero que estés tranquilo y seguro en el momento en que te vayas, así que quiero que mamá Shuichi y papá Eiri me cuiden hasta que tú regreses.

- Pero, Rikku, tú sabes que ellos dos se acaban de casar, necesitan estar solos por ahora. Además ya le dije a tu tía que se encargara de ti.

- Pero yo quiero a mamá Shuichi y a papá Eiri.

La pareja de recién casados no hablaba para nada, nunca habrían podido imaginar que tendrían que encargarse de un niño como si fuera su propio hijo. Mientras ellos seguían con la mente en blanco, el tema entre Rikku y Yuki seguía en discusión.

- Eiri, Shuichi-san, ¿qué les parece la idea?

Silencio incómodo.

- ¿Ya ves, papá? ¡Mamá Shuichi y papá Eiri están tan felices que no pueden hablar de la emoción!

- Yuki, cuidar de tu hijo no es cualquier cosa. Shuichi y yo nos acabamos de casar y… ¿crees que ya queremos cuidar a un niño?

- Se los ruego, solo será por un tiempo muy chiquito. Además, no confío mucho en mi “hermana” porque se la pasa más en el Chat que en la vida real.

- Oye, eso no es cierto…-le reprocha su hermana a Yuki.

- Está bien, lo cuidaremos…-decide firmemente Shuichi.

- Pero, Shuichi—

- Pero…-dice nuevamente Shuichi ante su declaración.- Yoshiki-san se encargará de Rikku-kun hasta que nuestra luna de miel se termine. ¿Qué dicen?

Yuki y Yoshiki se miraron el uno al otro.- Está bien.

- Que gracioso eres, tú decides por los dos ¿verdad? –le recrimina Eiri a su esposo.- ¿Y qué hay de mi opinión?

- No te preocupes, sé que estás tan de acuerdo como yo. ¿Verdad?

- No, esa maldita cara otra vez no, Shuichi.

- Aceptarás ¿verdad?

- Maldito niño, siempre logras lo que quieres.

- Ya te dije que no soy un niño, ya tengo 20 años.

- Bueno, si ya lo “decidimos” todo está dicho.

- Muchas gracias, Eiri. –le sonríe el cantante al escritor de sus sueños.

- Bueno, es hora de irme…-anuncia Yuki a los presentes.

- ¿Adónde se va, Yuki-san? –le pregunta Shuichi.

- Seguiré tu consejo, Shuichi-san. Haré lo que me dijiste y cuando esté mejor, regresaré por mi hijo. Más bien, venía a despedirme de ti y de mi pequeño.

- Papi, recupérate pronto. ¿Vale?

- Si, mi pequeño, lo haré. Y cuando regrese, inmediatamente iré a buscarte, pero mientras tanto deberás portarte bien, ¿de acuerdo?

- Si, papá.

- Yoshiki, gracias por cuidar a mi hijo. Te veré pronto.

- Cuídate, hermano…-le da un gran abrazo.-

Yuki le dio un pequeño beso a su único hijo en la frente, para después salir de la habitación en compañía de Shuichi y Eiri.

- Les agradezco todo lo que están haciendo. Shuichi-san, estoy en deuda contigo.

- No se preocupe, deseo de todo corazón que se recupere pronto.

- Muchas gracias. –Yuki extiende su mano, esperando que Shuichi reciba su noble acto.

- Confío en que nos veremos pronto…-Shuichi le da un agradable apretón de manos, dándole muchos ánimos para seguir adelante.

- Hasta pronto, mis queridos amigos…-Yuki se da la vuelta y desaparece de la vista de la pareja.

- Shuichi ¿crees que se recupere? –le pregunta Eiri, rodeando su cintura.- ¿Se pondrá bien?

- Se recuperará, estoy completamente seguro –le responde a su esposo, recostando su cabeza en el pecho de Eiri.- Muy seguro…
Notas finales: Gracias por el apoyo!

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