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La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

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Notas del capitulo:

Más celos del escritor, vaya inseguro xD!

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La Diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 25: ¿Shuichi y Ayaka?

La confusión de Eiri

Creían que el conflicto ya había acabado, creían sinceramente en que nada malo pasaría de ese día en adelante. Uesugi Eiri y Uesugi Shuichi, esposos desde hace exactamente un mes se encontraban separados ambos de su hogar. Por una parte, Eiri asistía a una importante junta en la editorial en donde trabajaba y Shuichi, por su parte, practicaba arduamente para promocionar su nuevo gran disco y una muy pronta gira mundial, cosa última que su esposo no sabía. Una vez habiendo terminado su reunión, Eiri se dirigió inmediatamente a recoger a Rikku, ya que Shuichi, estrictamente se lo había pedido.

- Amor, hoy regresaré tarde también.

- ¿Hoy también, Shu-chan?

- Lo siento, es mucho trabajo el que tengo que hacer. Te prometo que haré todo lo posible por tener bastante tiempo para nosotros el fin de semana.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero procura no exigirte tanto.

- ¡Ah! Recuerda que debes recoger a Rikku-kun de la escuela.

- Ya se, no me lo recuerdes.

- Bueno, me voy, se me hace tarde.

- ¿Te vas así, sin más?

- Es cierto, lo lamento. Ayúdale en sus tareas y pórtate bien, ¿vale? Adiós, Eiri –Shuichi sale de la casa, dejando a su esposo ansioso por una despedida más cariñosa.- ¿Pensaste que me olvidaría, verdad? –Shuichi regresa a la casa, para después darle un apasionado beso a su esposo.

- Buenas tardes, Uesugi-san. ¿Viene ya por Rikku-kun?

- Si. ¿Se ha portado bien ese niño?

- Es muy obediente y bastante sociable con sus compañeros, no tiene que preocuparse por él.

- Ya entiendo.

- Es un niño muy cariñoso y lleno de ternura. Siempre me habla de lo linda que es su mamá y de lo tolerante que es su papá con él.

- Ese niño…no entiende que Shuichi no es una mujer…

- No se preocupe por eso, a él no le afectará. Si me disculpa, iré a traer enseguida a Rikku-kun.

- Gracias –solo atinó a decir el escritor.

Unos dos minutos después, el pequeño Rikku hizo acto de presencia en compañía de su maestra. Al ver a su padre, sonrió inocentemente, provocando que el escritor volteara el rostro, mostrando su evidente rechazo.

- Que les vaya bien…-musitó apenas la maestra, anonadada por ver tal frialdad en la actitud del escritor.

- Oye, papá Eiri. –el mayor no contestó.- ¿Mamá está la casa?

- No, sabes que trabaja hasta muy tarde, es la época de conciertos, no llegará temprano.

- Oh, ya veo.

- Pero si quieres puedo llevarte a verlo un rato.

- ¿En serio, papá? –…l asintió.- ¡Muchas gracias, te quiero mucho! –el niño se lanza a sus brazos.

- ¡Quítate, mocoso! Estamos en la calle, no hagas esas cosas…

El niño se retuvo como siempre. No es que quisiese hacerle la guerra, claro que no. …l quería mucho a su nuevo papá. Era cierto que apenas recordaba su gentil perfume de hace seis años, pero dentro de sí sentía que era una de las personas más especiales para él.

- Deja tus cosas en la habitación y siéntate a la mesa. Cociné algo así que te lo comerás.

- ¿Mamá no cocinará?

- Si dependiéramos de lo que Shuichi cocina, ya estaríamos 1000 metros bajo tierra.

- Pero…mamá ayer me hizo algo bien rico.

- ¿Shuichi cocinó?

- Pues sí, como tú no estabas, me hizo un rico Yakisoba.

Esta noticia sorprendió al escritor, quien no pudo creer que Shuichi supiera cocinar. Si sabía hacerlo ¿por qué siempre quemaba la cocina cada vez que intentaba cocinarle un desayuno decente?

- ¡Wow! Papá cocina muy bien, está delicioso.

- Ya, come de una vez o llegaremos tarde y no podrás ver a Shuichi.

- Si, papá. Pero, ¿qué estás haciendo con ese obento?

- Es para Shuichi, seguramente no ha comido nada hasta ahora.

- Ah, ya veo. Papá es muy amoroso con mamá ¿cierto? Oye, papi ¿me puedes decir que hacen todas las noches?

- ¿De qué hablas?

- Pues, siempre hacen mucho ruido en las noches. Mi mami a veces grita un poco y me asusta. ¿Acaso le haces algo malo?

El escritor de novelas románticas no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas. Todas las noches ambos siempre se amaban después de una ardua rutina de trabajo. Tratando de reponer su calma, Eiri miró al niño y le dijo:

- Tu mamá a veces se cae de la cama y por eso grita tan fuerte, le diré que no sea tan ruidosa ¿de acuerdo?

- Bueno, está bien.

- Bueno, date prisa o no llegaremos.

- Si, papá.

Un tiempo pequeño después, Eiri y el pequeño Rikku se encontraron en la entrada de NG Records, se dispusieron a entrar cuando la voz de Touma les detuvo.

- ¡Eiri-san! Que gusto me da verte. Rikku-kun, buenas tardes.

- Buenas tardes, Seguchi-san…-saludó sonriente el pequeño. El casi mes que había empezado a vivir con sus nuevos padres, hizo que el pequeño comenzara a confiar en los mayores que le rodeaban.

- Touma, está Shuichi ¿verdad?

- Así es, en estos momentos está grabando las canciones para su nuevo sencillo. El pobre se está esmerando demasiado en su trabajo, tengo miedo de que se estrese demasiado.

- No te preocupes, de la salud de ese mocoso me encargo yo. Anteayer que fuimos a ver al doctor, me dijo que ya no tenía anemia pero que debía alimentarse correctamente, esa es mi tarea.

- ¿Puedo preguntarte algo, Eiri-san?

- ¿Qué pasa, Touma?

- Bueno, me gustaría saber que se traen Shuichi-san y Ayaka-san después del trabajo de Shuichi-san.

- ¿Ayaka? ¿Qué tiene que ver ella con Shuichi?

- Ni yo mismo lo se. Al parecer, Nakano-san lo sabe pero no piensa hablar de ello con nadie.

- ¿Shuichi y Ayaka?

- No lo tomes a mal, por favor. Seguramente se trata de un malentendido.

En compañía del presidente de la empresa NG, Eiri y Rikku se dirigieron a ver a Shuichi. Totalmente emocionado, Rikku veía a su mayor ídolo y madre cantar alegremente para la gente que se encontraba viéndole. Una vez habiendo terminado, Shuichi se percató de la presencia de su esposo y su hijo, así que, pidiendo un pequeño descanso, se dirigió a recibirlos.

- ¡Hola, mamá! ¡Te extrañé!

- Yo también, mi pequeño. ¿Cómo estás? ¿Papá Eiri te ha tratado bien?

- Si, mami, no te preocupes.

- Oye, mocoso. ¿No vas a saludarme a mí?

- Lo siento, amor –dice para después darle un dulce beso.- ¿Han comido bien, mis amores?

- El niño viene con la panza llena, ¿o no?

- Si, mami. Papá Eiri cocina tan bien como tú.

- Ah, ya veo que está dando resultados –se une Hiro a la conversación.

- ¡Hiro, calla! –le amenaza Shuichi.

- Oh, perdón, lo siento. Hola, Rikku-chan, ¿te ha ido bien en la escuela?

- Si, tío Hiro. Rikku se ha portado muy bien en la escuela, la profesora me trata muy bien.

- Cuanto me alegro, mamá estará orgullosa.

- Shuichi, ten –su esposo le entrega el obento.- Quiero que te lo comas todo y no dejes ni un arroz ¿me entiendes?

- Si, Eiri. Te lo agradezco mucho.

- Niño, ya viste a Shuichi, asi que es hora de irnos.

- Pero apenas y hemos hablado, amor. ¿Ya quieres irte tan pronto?

- El niño tiene que hacer las tareas de mañana, además esa habitación debería limpiarla, siempre deja todo tirado en el suelo.

- No seas muy duro con Rikku-kun, es solo un niño, tenemos que enseñarle a hacer las cosas sin reñirle.

- Mami, mejor nos vamos. Papá tiene razón, tengo que hacer mis tareas para descansar temprano.

- De acuerdo, pequeño, te prometo que intentaré llegar temprano a casa ¿vale?

- Si, mami.

- Y recuérdalo, tienes que mantener nuestra pequeña promesa ¿me entiendes?

- ¡Si, mami!

Shuichi volvió a besar a su pequeño hijo en la frente y se dirigió a Eiri, su esposo para darle un beso en la mejilla. Con una última sonrisa, el pelirosa se despidió de su nueva gran familia, quien se alejó lentamente de él.

- Creo que Eiri-san ya sospecha –menciona Suguru.- ¿No sería mejor que le dijeras la verdad?

- Es que…aún no me siento listo. Me falta aprender algunas cosas que todavía no asimilo. Yo, en realidad, quiero ser un gran esposo para Eiri y de esta manera no voy a lograrlo, así que debo esforzarme bastante para poder ser mejor para él.

En promedio de las seis de la tarde y media, un auto Mercedes se encontraba estacionado frente a la compañía en donde Uesugi Shuichi se encontraba laborando. Con sus gatunos ojos dorados vio claramente como el pelirosa salía en compañía de Ayaka, como lo escuchó decir de boca de Touma. Ambos salían riendo y comentando entre sí mientras caminaban en dirección contraria a la casa de Shuichi. Furioso, el escritor arrancó el auto y se dirigió hacia su casa.

- ¿Papi?

- ¿Ya has terminado de hacer tus tareas?

- Si, papi. ¿Adónde fuiste?

- Eso no es asunto tuyo, vete a ver televisión a tu habitación y no salgas de allí.

- Pero, papá…

- ¡Te dije que te largaras a tu cuarto!

Asustado, el pequeño se metió a su habitación cerrando despacio la puerta tras de si, dejando a Eiri sumamente furioso. Esta vez lo esperaría en la sala y ambos hablarían muy seriamente. Horas después, la puerta se abrió con lentitud, dándole paso a un Shuichi con actitud sospechosa, caminó a hurtadillas para evitar despertar a su hijo y esposo, pero de repente, la luz del living se prendió súbitamente, sobresaltándolo.

- Llegas tarde, Shuichi. –le dice su esposo.

- Eiri, no pensé que estarías despierto.

- ¿De dónde vienes?

- Del trabajo, ¿de dónde más, jovencito?

- ¿Y por qué estás tan nervioso? ¿Acaso me estás mintiendo?

- No, para nada.

- Ahora mismo me dirás que estabas haciendo de noche, en la casa de Usami Ayaka, Shuichi.

- ¿Eh? ¿Cómo lo supiste?

- ¡Habla de una vez!

- No grites, el niño está durmiendo.

- Entonces respóndeme.

- No quería que lo supieras, es muy vergonzoso para mí decir tal cosa en esta situación.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Te animas a probar esto? –le pide, mostrándole un pedazo de pastel.

- ¿Un pastel?

- Pruébalo, por favor, lo hice yo…

- ¿Tú?

Sin previo aviso y sin obligación alguna hacia su persona, Eiri comió del trozo y el sabor que sintió derretirse en su boca fue realmente delicioso, maravilloso.

- Está…delicioso…

- ¿En serio? ¡Que bien! Entonces, ha funcionado…

- ¿De qué hablas?

- Le pedí a Ayaka-chan que me enseñase a cocinar. Por eso es que diariamente me recogía del trabajo e íbamos hacia su casa, es realmente buena en la cocina, me alegro de haber aprendido de ella.

- ¿Entonces, por esa razón llegabas tan tarde?

- Es obvio, ¿para qué mas si no?

La cara se le caía de vergüenza, había dudado por más de diez horas de la fidelidad de su amado Shuichi, eso ya era un verdadero delito, imposible de perdonar. El pelirosa notó la pena de su esposo con tan solo ver su rostro, sabía lo que estaba pasando y no pensaría en callárselo.

- ¿Acaso dudabas de mí, Eiri?

- ¿Yo? ¿Dudar? Te equivocas, mocoso…

- Has dudado de mí, puedo verlo sin que me lo digas. No hace falta que me mientas, me he dado cuenta de la verdad.

- Lo siento, no volverá a pasar…

- Uhm…pensé que me irías a pegar o algo así…

El cantante liberó las manos del rubio, colocando el plato de pastel en la mesa del living, acto seguido miró a su esposo y le dedicó una hermosa sonrisa antes de abrazarlo y derretir sus defensas.

- Te amo tanto, mi amor celoso. No te preocupes, no tienes nada que temer, recuerda que mi amor siempre será solo tuyo…solo para ti y para nadie más.

- Lo se, perdóname mocoso, no volverá a pasar…

- Bueno, ¿qué podría decir? Pienso que tu acto de esposo celoso me ha excitado un poquito.

- ¿E-En serio? –Pregunta emocionado el rubio.- Y, entonces, ¿por qué dejarnos a ambos con las ganas?

- Porque el niño podría vernos en circunstancias poco favorables y eso sería un verdadero problema.

- Vaya, Shu-chan, hasta tú puedes hablar de manera tan inteligente, el mundo está cambiando…

- ¿Me estás vacilando? Créeme que es la mejor manera que conseguiste para quitarme las ganas…-Shuichi se da la vuelta, dispuesto a irse, cuando el jalón de Eiri hacia sí lo impidió.- ¿Qué haces?

- Lo siento, mi amor, no me vas a dejar así de ansioso…

- ¿Q-Qué quieres decir?

- Bueno, lo que quiero decir…es que voy a comer hasta lo último de la deliciosa comida que tengo frente a mí.

- E-Espera, Eiri, mañana tengo que irme temprano a trabajar…

- Lo siento, no oigo nada…

POV SHUICHI

Mi esposo no escuchó razones de mi boca que valieran, al final solo cerró la puerta con llave tras de sí y ambos hicimos el amor como nunca, con furor, lujuria, pasión, deseo, amor……l probaba hasta lo último de mí así como yo hacía lo mismo. Dios mío, gracias por haber traído a mi vida a alguien como Eiri.

POV EIRI

Amé cada centímetro de su hermoso cuerpo, aquel pecado adictivo que me sacia cuando lo pruebo entero y que me vuelve a provocar cuando no lo tengo entre mis brazos. Amo demasiado a este mocoso que puso mi vida de cabeza, amo todo de él, de los pies hasta la punta de su último cabello. Este sensual y hermoso pelirosa es mío y lo demostraré ante quien sea, yo lo vi primero y nadie me lo va a quitar.

Por otro lado, el pobre Rikku no podía dormir debido a los constantes ruidos que se producían en la habitación de sus padres. Aunque se tapara con la almohada, nada funcionaba. ¿Qué podía hacer para dormir tranquilo?

- Mami, papi, ya se que se quieren, pero… ¿por qué hay necesidad de gritarlo a las dos de la madrugada?

Continuará!
Notas finales:

Bueno, señoras y señoras, he aquí el episodio 25 de mi fanfiction.

A pedido de algunos de mis lectores, he decidido ampliarlo tres episodios más ya que antes había pensado en terminarlo en el 25 pero ahora el capítulo final oficial es el número 28, espero que estén atentos y-

Shu: ¡La li ho, Dayito-sama! ¿Qué está haciendo?

D-chan: Saludaba a mis lectores hasta que tú apareciste a interrumpirme.

Shu: ¡Oh, lo siento! ¿No ha visto de casualidad a Eiri-chii?

D-chan: No he visto a tu esposo, Shuichi-kun, pero de seguro estará en cualquier bodega cercana comprando cigarrillos.

Yuki: ¿Hablabas mal de mí, mujer tonta?

D-chan: Mira, ahí está. (Qué manera tan amistosa de saludar)

Shu: Ya casi se acerca el final, me da pena…

D-chan: No te preocupes, Shuichi-kun, habrá una que otra secuela de este fanfic y tú me ayudarás con la redacción ¿verdad?

Shu: ¡Claro, Dayito-sama! ¡Pero ahora el precio tiene que ser más elevado!

D-chan: ¿De cuanto hablamos? Dilo sin rodeos.

Shu: ¡Diez litros!

D-chan: ¿Tanto?

Shu: Bueno, también para Eiri.

Yuki: Eso es mentira, tú nunca me das na- (es callado por un beso de Shu) Bueno, como sea.

D-chan: Como decía (Ejem!) No se pierdan el próximo episodio. Bye! Nos leemos pronto!


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