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Pecado por Alinna

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Notas del capitulo: Lay deberá disculparse por todo lo que le dijo a su querido hermanastro, una situación difícil para él que no sabe como acabará, y mucho menos la reacción de su pareja.
Después de despedirme de Kira, fui caminando hacia el bloque de apartamentos de Dick, pensando que decirle, como pedirle perdón e intentando mentalizarme para lo que él me iba a decir. Y es que estaba en todo su derecho de reprocharme lo que quisiera, le arrojé todo un cúmulo de palabras que le debieron doler más a él que no a mi al soltarlas.

Y pensar que lo acorralé hasta el punto de tener que aceptar sus sentimientos hacia mi cuando todo le iba perfectamente bien, para luego, gritarle y decirle que ojalá no me hubiera enamorado de él.

Era un idiota.

Por despreciar sus sentimientos.

Por tener tan poca confianza en quien era mi pareja y mi principal punto de apoyo en esos momentos.

Abrí la puerta con miedo, entrando en silencio y mirando en la sala.

No había nadie.

Escuché unos pasos pesados y vi como la silueta de la persona más importante para mi se quedaba parada mirando, atónito. Tenía cara de cansado y un ligero aroma a licor me llegó.

“Lay...que sorpresa...” irónico se encendió un cigarro, haciendo que mi boca del estómago se sintiera presionada por los nervios. “...¿viniste a decirme algo? ¿O quizá a anunciarme que volviste con tu adorado Gerard?” estrechando los ojos le dio una calada a su cigarro y me miró enojado.

Cuando estaba enojado era para correr, y eso siempre lo había sabido.

“Yo...vine para disculparme Dick...”

“Claro...” dejando escapar una risa burlona se llevó las manos al cabello. “¿Y te piensas que con un simple lo siento todo se arregla? Me sentó mal que me dijeras todo eso...me hirió que en el peor momento de todo soltaras toda esa mierda...¿y sabes? No sé tu, pero Josh también es como un padre para mi...y también me jode lo que ha dicho de nuestra relación...si es que aún tenemos una claro.” Dejando escapar el humo de sus labios se acercó, quedándose delante de mi.

“...” tragué en seco, mirando a los ojos a Dick. “...sé que con un lo siento no se arreglará todo...pero...solo quería decirte que me arrepiento de todo lo que te dije... estaba dolido por todo lo que dijo papá...también tuve en la cabeza las palabras de Lisa...y aunque todo esto parezca una mala excusa reaccioné de forma equivocada... yo te quiero Dick...”

“Mira Lay, yo no puedo ser siempre el que este aguantando todo...a mi también me molesta y me duele que muchas personas, incluyendo a papá...traten nuestra relación como anormal...y que mi anterior pareja venga a tu empresa para gritarte e insultarte... necesito...o necesitaría que tu también te mantuvieras firme...no soy el único que debe sostener esta relación para que funcione bien...” suspirando fuertemente desvió la mirada.

“Lo siento Dick...de veras...” la voz casi no salía de mi labios y sentía como las lágrimas volvían a caer por mi rostro. “...soy un imbécil, te acorralé hasta que no te deje otra que aceptar tus sentimientos por mi cuando tenías una vida apacible... siempre venía contándote todo lo que me dolía que Lisa me hubiera dicho todo eso... sin pensar que a ti también te dolía...quizá...quizá...es que te estoy estorbando...”

“No digas eso...” notando su voz más calmada le miré a los ojos, sintiendo su mano acariciar mi rostro. “....maldita sea...sabes que te adoro...y que por haberme acorralado por fin estoy conociendo nuevos sentimientos...pero no debes huir Lay, no todo será siempre como esperas y seguramente habrá personas que te odiarán, que no te acepten...pero debes mantenerte...por los dos...o todo por lo que hemos pasado...no servirá de nada...”

“Lo sé...lo siento...de veras...” abrazándome a él noté como Dick dejaba caer el cigarro en el suelo, apagándolo con el pie, sin importarle donde dejarlo caer, correspondiendo a mi abrazo, quedándonos ambos en silencio. “...te quiero...te amo Dick...” notando como sus manos me agarraban el rostro nos besamos, sintiendo la añoranza de sus labios.

Su abrazo tornándose en caricias.

Desnudándonos.

Arrastrándonos a la habitación para demostrar toda esa añoranza.

Gimiendo debajo de su cuerpo, sintiendo un calor abrasador recorrer mi cuerpo y como una sensación de nerviosismo parecida a la primera vez que hicimos el amor recorría mi cuerpo.

Sintiendo como ese amor, aunque fuera un pecado, era lo que ambos deseábamos.

Sintiendo que por fin, todo podría ir a mejor, que debía ser fuerte.

Que le amaba.
















Me desperté con el ligero sol que entraba tímidamente por la persiana, pasándome las manos por el rostro e intentando quitarme la sonrisa tonta que se dibujaba en mi rostro, apoyándome sobre mis codos mientras miraba como Dick dormía plácidamente a mi lado, con los labios entreabiertos y con su espalda bien formada totalmente al descubierto. Acercándome ligeramente y besándole la mejilla, viendo como murmuraba algo incomprensible y se pasaba la mano por los labios y volvía a respirar profundamente.

Tenía cara de cansado.

Seguramente esos días que había estado en casa de Kira, Dick no había dormido mucho.

Me levanté silenciosamente de la cama y poniéndome la ropa interior y una camisa de estar por casa de Dick me fui hacia la cocina, abriendo los ojos desmesuradamente al ver las numerosas botellas de alcohol en la basura y dos o tres ceniceros llenos a rebosar de colillas. Me pasé las manos por el cabello nervioso, sintiéndome en cierto modo culpable de que todas esas noches solo en casa Dick tuviera que aliviar su angustia de esa manera.

Suspiré fuertemente e intenté relajarme. Ahora no debía volver a preocuparme de ese modo y mucho menos después de haber podido arreglar las cosas con él. Fui hacia el armario y empecé a recoger los platos sucios y a colocarlos en el lavaplatos, mientras que las tostadas se empezaban a hacer.

Le prepararía un buen desayuno y así se sentiría algo más relajado.

Fui hacia el sofá y busqué la agenda del trabajo de Dick, hablaría con Bob, su compañero en la galería y le pediría que le diera el día libre. Tenía ganas de que se relajara.

Un toque, dos toques y se descolgó.

Hombre...por fin, el desaparecido, te estoy esperando desde hace una hora...

“Hola...ehm...soy el hermano pequeño de Dick, Lay...” yendo hacia la tostadora saqué las rebanadas de pan y las coloqué deprisa en el plato, buscando en la nevera la mermelada de melocotón que le encantaba a Dick.

Ah...perdona, he visto que era él y me pensé...bueno, ¿sabes donde esta tu hermano?

“Eh...si...verás...no se encuentra bien, esta bastante resfriado y ayer tuvo algo de fiebre...no lo he querido despertar porque quería venir a trabajar...y si viene así temo que empeore...”

Ya decía yo que tenía mala cara estos días...” escuché como se reía y enarqué una ceja curioso, miré el pasillo para ver si Dick se había despertado y decidí a preguntar.

“¿Ah si? ¿Ha estado extraño o algo?” poniendo la taza debajo de la cafetera, le di al botón para que el café estuviera recién echo.

La verdad es que si...o más bien malhumorado, no tenía ganas de nada y cualquiera le aguantaba...” riéndose ligeramente se quedó en silencio, como yo. “...en fin, no pasa nada...dile que descanse y que vuelva cuando pueda...ya me ocuparé de todo yo ¿ok? Gracias por avisar.

“Ok...gracias.” colgué y dejé el teléfono en la encimera. “...espero que no se enoje por haber decidido que se quedara aquí hoy...” suspirando ligeramente cogí la bandeja con el desayuno y fui hacia la habitación, dejándola encima de la mesita de noche con cuidado, sentándome encima de mi novio. “...Dick...despierta...” besándole ligeramente noté como comenzaba a despertarse. “...venga dormilón...”

“¿Qué hora es?”

“Las once pasadas...” riéndome al esperar su reacción me preparé.

“¡¿Las once pasadas?!” reincorporándose y haciéndome caer encima de la cama hizo ademán de levantarse de ella, pero yo fui más rápido y lo jalé otra vez. “¡Lay que llego tarde! ¡No, tardísimo!”

“Tranquilo hoy no tienes que ir a trabajar...” riéndome me volví a subir encima de él y me miró sin entender nada de nada, cosa que me hizo sonreír más. “...espero que no te enojes...pero miré tu agenda y vi que no tenías nada importante hoy...llamé a Bob, tu compañero y le dije que tenías fiebre y que hoy te quedabas en casa...”

“...” suspirando fuertemente vi como se llevaba las manos al rostro. “...Lay...”

“¿He hecho mal?” preocupado vi como me sonreía ampliamente. “...dime...”

“No...bobo...” abrazándome fuertemente me besó la frente, haciéndome sonreír. “...¿Se tragó que estaba enfermo?”

“Si...dijo que se lo pensaba...que estos días no te había visto bien...” desviando ligeramente su mirada azul suspiré, notando sus manos agarrarme el mentón.

“...pues el próximo día me verá con una sonrisa bien amplia...te lo aseguro.” Riéndose suavemente se sentó en la cama agarrándome a mi de la cintura. “...¿me preparaste el desayuno?” mirando la bandeja asentí. “...que servicial...” riéndose ligeramente la agarró y la puso encima de la mesa.

“Me apetecía darte una sorpresa...” agarrando una tostada le di un mordisco. “...por cierto, ¿cómo va la exposición de los cuadros de Michael?”

“Oh...muy bien, mandé algunos a Francia, Alemania y...Bruselas...donde se venden mejor es en Francia...y él esta contento porque ve que de momento puede dedicarse a la pintura con total tranquilidad...” sonriendo contento por su trabajo le escuché con atención.

“¿Y su novio también pinta, no?” cogiendo la taza de café le di un sorbo.

“Nimiel se ha dedicado durante muchos años y por ahora ha parado de pintar, lleva su propia galería de arte e imparte clases en alguna escuela...”

“Michael hace tiempo me contó que le hizo de profesor en su academia...cuando fue a Francia a estudiar...” acomodándome mejor sobre las caderas de Dick me relajé.

“Si...de ahí surgió la pareja...” riéndose suavemente se calló de golpe. “...¿y como que hablas con él?”

“Bueno...desde ese día que nos encontramos aquí en tu piso y aclaramos las cosas me lo he encontrado varias veces en el centro de la ciudad...es muy simpático y aceptó muy bien nuestra relación...” sin darme cuenta había pasado el tiempo y no tuve ocasión de decirle que me hice bastante amigo de Michael. Tenía una personalidad muy abierta y divertida, todos mis prejuicios con él desaparecieron el mismo día en el que me dijo con claridad que él tenía novio.

“¿Cómo que aclarasteis las cosas?” curioso se relamió los labios cubiertos de mermelada.

“¿Te acuerdas ese día que vine empapado de la lluvia? Creo que fue al principio de estar juntos...” vi como asentía y tras tragarme un trozo de tostada seguí. “...ya sabes que estaba muy celoso de él...y cuando nos quedamos a solas le pregunté que si era tu novio...” viendo su rostro sorprendido me reí. “...lo sé, ya estábamos juntos pero no tenía nada de confianza en esto y pensaba que había algo entre vosotros, lo siento.”

“No pasa nada...pero...¿él que te dijo?”

“Pues que no...que él ya tenía novio...y la verdad lo dijo con una naturalidad e inocencia que pensé: este chico es un trozo de pan.” Acabándome mi tostada dejé la taza vacía encima de la bandeja.

“No...si aún os haréis íntimos...” rodando los ojos hizo lo mismo que yo y dejó sus brazos alrededor de mi cintura.

“Un día le presentaré a Kira...creo que los tres nos llevaríamos de maravilla.” Sonriendo ampliamente vi la cara de Dick sorprendida y me quedé mirándole con ironía. “¿Te asusta la idea o que?”

“Uhm...hombre...las tres linduras juntas...podríais arrasar por allí donde pasarais...” riéndose recibió un golpe de almohada por mi parte. “¡Es verdad, los tres sois muy monos!”

“¡Pues mira así llamaremos la atención de hombres ricos y varoniles!” bromeando Dick me agarró y me tiró contra la cama. “¡Era broma, era broma!”

“¡Ahora verás!” haciéndome cosquillas se subió encima de mi, inmovilizándome.

“No, no...¡Cosquillas no Dick!” riéndome y retorciéndome debajo de él intentaba sacármelo de encima, inútilmente con la fuerza que tenía.

“...eso te pasa por decir tonterías...” parando se inclinó ligeramente, alcanzando mis labios, besándome ligeramente, rodeando su cuerpo con mis brazos. “...Mmm...¿Sabes? Ese look tan casual...te queda bien.”

“¿Lo dices porque tan solo voy con unos calzoncillos y una camiseta que casi me llega por las rodillas?” riéndome entre sus labios miré sus ojos azules.

“Exacto...es más fácil...”

“¿Fácil?” mirándole curioso vi como sonreía traviesamente.

“Si...quitarte la ropa...” levantándome la camiseta acarició me pecho, aprovechando que dejó de hacer tanta fuerza y escurriéndome por debajo de él. “¿Dónde vas?”

“Si para ti es tan fácil...te lo tendré que poner difícil ¿no?” divertido me quedé mirándole desde el umbral de la puerta de la habitación, quitándome la camiseta y tirándola al aire. “...ahora solo me queda la ropa interior...solo queda ver si puedes atraparme...”

“¿Me estas retando?” sonriendo torcidamente se levantó de la cama.

“Si...” y diciendo eso eché a correr, riéndome, escuchando como Dick me perseguía tontamente alrededor del apartamento, sorteando los sofás y alcanzándome fácilmente cuando pretendía encerrarme en el baño.

Arrastrándome hacia la ducha entre besos y caricias.

“¿Ves? No puedes retarme...siempre gano...” abriendo el grifo me estremecí al notar el agua caer encima de mi, al principio salía fría.

“Te he dado ventaja...” sonriendo entre sus labios le rodeé el cuello, besándonos apasionadamente, notando como su lengua entraba en mi boca y comenzaba a sentir el calor recorrer mi cuerpo y como el agua se iba calentando. “...y tu corriendo desnudo...si te ha visto alguna vecina se habrá alegrado la vista...”

“Mmm...pues que se alegre la vista...eres tu el único que me ve en plena acción...” quitándome la ropa interior acarició mi erección, bajando por mi cuello y lamiendo mi torso, dejando escapar mis gemidos de mis labios. “...además...debo disfrutar como es debido de mi día libre...¿no?”

“Eso es tu elección...” echando la cabeza hacia atrás al notar su lengua recorrer mi miembro agarré su cabello negro azabache, respirando agitadamente, sintiendo que si seguía así iba a terminar. “...Dick...”

“¿Qué quieres?” subiendo hasta alcanzar otra vez mis labios los mordió eróticamente, volteándome, dejándome contra el cristal de la ducha. “¿Quieres esto?” rozando su miembro contra mi entrada hizo que gimiera.

“Si...y lo sabes...” echando la cabeza hacia atrás me apoyé en él, viendo sus dedos delante de mi boca.

“Lámelos...quiero torturarte un poco...” susurrándome de forma excitante obedecí, lamiéndolos, mordiéndolos, notando como Dick respiraba agitadamente contra mi oreja, excitándome, haciéndome desvariar. Notando como bajaba su mano y acariciaba mi entrada con sus dedos, estremeciendo al notar uno de ellos en mi. “...estas moviendo las caderas de una forma muy obscena Lay...”

“Ahhn...Dick...dios...te quiero dentro...” apoyando mis manos en el frío cristal noté su lengua en mi nuca y como sus dedos abandonaban mi interior, su miembro duro presionándose contra mi entrada, gimiendo al notar como entraba poco a poco en mi. “...Ahhh...siii...eso...”

“Eres un pervertido...” con su mano agarró mis cabellos, retirándolos, mordiendo mi nuca mientras empezaba a moverse dentro de mi, haciéndome gemir. “...aahn...”

“Más rápido...muévete más rápido...” llevando una de mis manos a mi propio miembro empecé a masturbarme, escuchando los suaves gemidos de Dick y como se movía más rápido, más duro dentro de mi.

Gimiendo.

Dejándonos llevar y notando como una corriente de placer recorría mi cuerpo.

“Ahhnn...me corro...” agarrando firmemente mis caderas entró en mi con contundencia, enterrándose en mi cuerpo con fuerza, haciéndome llegar a un delicioso clímax.

“¡Ahhn!”

Dándome cuenta que solo con él podía sentir tanto placer.

“Eres completamente adictivo...Lay...”

Y esperaba serlo para él por mucho tiempo.
Notas finales: Hola de nuevo n_n!

Aquí otro capitulo...espero que haya gustado,
la reconciliación ha sido bonita...
(o eso he intentado...no quería que fuera demasiado
dramático...)
en el siguiente más de esta pareja n_n

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias ^_^

Nos vemos en el próximo capitulo!
(Que espero, por mi bien, que sea pronto...u.u)

Besos y cuídense muchísimo!

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