“Dick...” acariciando ligeramente su brazo vi como se movía medio quejándose, era aún temprano pero quería avisarle de que me iba a trabajar y ya de paso comprobar si aún le duraba el enfado. La noche pasada, después de que Luca me llamara y como consecuencia Dick se enojara nos fuimos a dormir sin dirigirnos la palabra, y no por mi parte, sino porque Dick no quiso hacer ningún comentario o decía que iba a pagarla conmigo. “...Dick...me voy a trabajar...”
“¿Mmm? Es muy temprano...¿Normalmente no entras más tarde?” abriendo ligeramente los ojos pude notar que no estaba muy contento.
“Rosalie me avisó que debía ir más temprano...debo chequear un proyecto de empresa...nada complicado...” mirándole fijamente me quedé callado.
“Ok...luego nos vemos...” volteándose y tapándose con la sábana suspiró, haciendo que me sintiera mal. ¿Acaso éramos unos adolescentes con las típicas peleas inmaduras?
“¿Vas a continuar de esa manera todo el día o que?” mordaz vi como Dick se volteó hacia mi tras soltar eso.
“Lay...no me provoques.”
“Bien, ya veo como esta el ambiente hoy...así que si me permite el señor...me voy.” Dolido me levanté de la cama, notando, como de golpe me agarraba del brazo.
“Sabes muy bien porque estoy así.”
“Si, lo sé...pero no tiene sentido, porque para tu información Luca no me interesa en lo más mínimo...sino no estaría contigo...¿o es que no tienes suficiente con todo lo que hemos pasado? Creo que te he demostrado bastante que quiero estar contigo a pesar de las circunstancias...”
“Y yo ya te dije que no es por ti...que es por ese tipo, no me fío de él y mucho menos de las artimañas que tiene...” resoplando hizo que me enojara aún más. ¿Acaso no confiaba en mi? ¿Me veía como un niño indefenso o que?
“Gracias por darme una oportunidad para defenderme yo solo y arreglar las cosas a mi manera...” con ironía le miré directamente a los ojos, viendo como él los estrechaba, mirándome seriamente, haciendo que por una parte se me plantara un nudo en el estómago.
“¿Sin cortar los comentarios de raíz y alargando las cosas es tu manera de arreglarlo?”
Ahí fue la gota que colmó el vaso.
“Perfecto Dick...si piensas que soy un maldito ligón a quién le gusta que otros le vayan detrás me has dejado todo muy claro.” Dolido a más no poder vi como se arrepentía de lo que había dicho, pero como a veces se dice, lo que se suelta sin pensar es lo que verdaderamente se siente.
“Lay...no quería...”
“No, si que querías decir esto...” soltándome de su agarre con brusquedad agarré mis cosas. “...me voy.”
Y sin decir nada más cerré la puerta de la habitación y me dirigí hacia la empresa.
Llegué enojado y durante la reunión no abrí la boca. Notaba como Luca me observaba como si fuera mi estado de ánimo algo gracioso, pero si tenía intención de dar un paso más y hacer algo, pensaba cumplir lo que le dije por teléfono. No estaba para tonterías y mucho menos para perder mi relación con Dick.
Aunque el comentario de la mañana me hubiera afectado.
“Bien, eso es todo...ya podéis volver a vuestro puesto de trabajo.” Rosalie se levantó y yo la imité, saliendo de la sala con tranquilidad. Después de la pelea matutina estaba algo irritable y la verdad no era para menos, Dick en pocas palabras me había dicho que podía llegar a caer ante Luca, y para mi eso, era una falta de respeto. Y mucho más después de todo lo que le demostré anteriormente.
Quizá era mi culpa por decirle todo lo sucedido con Luca.
Pero yo no soy de esas personas que esconden eso, me gusta ser sincero, aunque a veces, pueda llegar a doler.
“Alguien esta de mal humor esta mañana...”
Sin mirar siquiera a Luca seguí mi camino y me senté en mi escritorio.
“Te agradecería que me dejaras hacer mi trabajo...¿vale? no tengo tiempo para tus bobadas.” Sacando algunos archivos empecé a ojear documentos, escuchando como Luca se reía y se sentaba encima de mi mesa. “...te lo digo en serio Luca.”
“¿Te peleaste con tu novio? Espero que no fuera mi culpa...” acercándose a mi acarició con su mano mis cabellos rubios, haciendo que me sintiera verdaderamente incómodo. “...aunque si tuviera que decirte la verdad...me alegro si te has peleado con él...así...tendré una oportunidad para devorarte...”
“Si no dejas de molestar...pienso hacer que te den una patada en el trasero y salgas de esta empresa...idiota.”
Al escuchar esa voz levanté mi vista.
Ahí estaba Dick, con un traje chaqueta y con la corbata desatada. Y algo que me impresionó, nunca le había visto con esa mirada, estaba verdaderamente enojado.
“Dick...¿qué haces aquí?” levantándome fui hacia él. “...¿por qué has venido?”
“Me sentía mal por lo de esta mañana...quería venir para desayunar y hablar.” Sin mirarme continuaba clavando su mirada en Luca, quien divertido sonreía con sorna. “...pero cuando este tío continúe molestándote acabará mal la cosa...”
“Dick...tranquilo por favor.” Intentando calmarle le agarré del brazo.
“No, no...que continúe...me parece graciosa la situación.” Luca se levantó de la mesa y se cruzó de brazos. “...aún no entiendo por que tanta agresividad...”
“¿Quieres que te lo explique? Continua insinuándote a Lay...” acercándose a él le tiró de la corbata ligeramente. “...y te partiré las piernas y no estoy bromeando pedacito de mierda.”
“...”
Luca no dijo nada, parecía que había visto un fantasma cuando Dick se le acercó tanto y le miró con sus ojos fríos y enojados.
“Vámonos un momento...” Dick le soltó y me agarró de la mano arrastrándome hacia la azotea de la empresa.
“...” me quedé callado observándole, no sabía que decir, por una parte, estaba contento porque se preocupó por lo de esta mañana y vino a verme, pero por otra, me molestaba que hubiera montado ese número, apreciaba el gesto de protegerme, pero también me hubiera gustado dejarle las cosas claras a Luca sin las amenazas de él.
“Ah...lo siento...” pasándose las manos por el cabello resopló, dando vueltas e intentando calmarse. “...sé que ha sido infantil mi modo de actuar...pero es que no soporto que te toquen...”
“No me ha tocado Dick...” sonriendo ligeramente me acerqué a él, cogiéndole de la mano. “...y nunca hubiera dejado que lo hiciera...¿entiendes?”
“Lo sé...si es que lo tonto es que sé que tu nunca dejarías que ese imbécil te pusiera un dedo encima...pero solo pensar que se pasa el rato mirándote como si fueras su cena o que esta pensando como hacerlo para besarte como lo hago yo, me enferma...” desviando la mirada agarré con mis manos su rostro, haciendo que me encarara.
“Primero, si me mira como si fuera su cena no tienes porque preocuparte, me sé valer por mi solito y soy capaz de ignorar sus intenciones. Segundo, si piensa que quiere besarme o incluso llega a intentarlo...le arrancaría la lengua de un mordisco. Y tercero, nadie sabe besarme como tu.” Sonriéndole vi como se relajó, abrazándome con fuerza. “...mira que eres bobo...y celoso.”
“Si...lo sé. Y lo siento por lo de anoche y esta mañana...los celos me pueden.” Escuchando su voz cerca de mi, hizo que me calmara y olvidara todos los problemas. “...te amo tanto Lay...no lo sabes bien.”
“Lo sé...y yo también, por eso mismo debes confiar en mi y aprender a relajarte, sino el día que aparezca alguien que quiera conquistarte acabaremos matándonos...” riéndome ligeramente sentí como sus brazos me apretaban más contra su cuerpo. “...Dick...cariño...¿estas bien?”
“Ahora si...no podía soportar que mis celos hicieran que dijera cosas que te dolieran... sabes bien que ahora más que nunca tengo claro que no puedo estar sin ti... y no quiero perder aquello por lo que he luchado, o por lo menos todo lo que hemos conseguido hasta este momento...”
“Anda bobo...eso no pasara...te quiero demasiada y lo sabes.” Besándole noté como Dick me levantó del suelo y profundizó el beso, haciendo que me tranquilizara. “¿Sabes que?”
“¿Mmm?”
“Quiero ir a hablar con mamá y papá...” sonriendo con tranquilidad vi como Dick me dejaba en el suelo mirándome fijamente sin decir nada, acariciando mi mejilla mientras intentaba transmitirme su inseguridad con su mirada. “...no puedo seguir mintiéndoles Dick...tarde o temprano mamá se enterara...y si no hablamos con papá sobre lo ocurrido...quizá nunca volveremos a estar como antes.”
“Nunca será como antes Lay...” angustiado se acercó a mis labios besándome ligeramente. “...eso debes tenerlo muy presente...nunca...será como antes.”
“...” observé sus ojos azules iguales a los míos, perdiéndome en ellos, intentando olvidar todas las preocupaciones e intentando que ese nudo en el estómago desapareciera besando sus labios y abrazando esa ancha espalda. “...lo sé...”
“¿Estas totalmente decidido?” agarrándome con sus dos manos mi rostro besó mi frente al ver que asentía pesadamente. “...bien...pero sobretodo, pase lo que pase, digan lo que digan...nos tenemos que apoyar.”
“No volverá a suceder lo de la vez pasada...te lo juro Dick...” viendo como sonreía algo más tranquilo le abracé con fuerza. “...aunque no vuelva a ser como antes, todo irá bien, te lo prometo Dick.”
No era hora de pensar en Luca y en sus continuos ataques.
Eso se podía solucionar en otro momento.
Pero papá y mamá, eran dos personas importantes que se merecían saber toda la verdad y escuchar todas nuestras explicaciones.
“¡Niños, cuanto tiempo!” mamá abrió la puerta con una gran sonrisa, abrazó fuertemente a Dick y tras darle un beso sonoro en la mejilla me abrazó a mi también. “¿Cómo que no habéis venido más a menudo por aquí? Hacía bastante tiempo que no os veía...y vuestro padre no ha querido decir ni media palabra.”
Tragué en seco.
“Papá...¿Papá dónde esta?” quería hablar primero a solas con mi padre.
“En el estudio cariño...pero pasar...si vas a hablar con él Lay vigila que últimamente esta de muy mal humor...no sé que le pasará.” Llevándose las manos al rostro suspiró. “...y tu Dick ayúdame que quiero preparaos algo para beber.”
Le eché una mirada a Dick que me sonrió y yo subí las escaleras pesadamente como si el cuerpo me pesara, recordando cuantas veces había subido corriendo esas escaleras de pequeño para ir a darle un abrazo a mi padre. Mi padre que lloraba desconsolado por la muerte de mamá, incluso cuando ya estaba casado con Catherine, aún recuerdo verle llorar con su foto en sus manos.
“¿Papá?” abriendo ligeramente la puerta me lo encontré leyendo el diario, viendo como levantaba la mirada sorprendido. “...hola...”
“Lay...” cerrando el diario me miró dubitativo. Sin saber muy bien que hacer y realmente lo comprendía. “...¿Cómo que has venido?”
“Quería hablar contigo...y con mamá.” Viendo que iba a hablar me avancé antes. “...espera papá...déjame hablar...¿vale?” viendo como entristecido agachaba la mirada respiré profundamente. “...sabes que te quiero papá...y que lo último que quiero es perder el último miembro de mi familia que me queda.”
“Tienes a Catherine...”
“Papá...sabes muy bien que no es lo mismo...si que quiero a Catherine, y la puedo llamar mamá...pero mi madre...siempre será Lisa, esa mujer que por poco tiempo estuvo a mi lado.” Intentando no entristecerme miré a los ojos a papá. “...y por eso, aunque haya crecido con Dick como si fuera mi hermano...nunca lo he considerado como tal...me puedes llamar enfermo, extraño...pero amo a Dick, desde que soy pequeño he estado enamorado de él...aunque no se cumplió mi deseo hasta hace poco...”
“Lay...estas confundido...y Dick...se habrá aprovechado de esta confusión.”
Me enojé.
“¡No, papá!” una lágrima se escapó de mis ojos. “...Dick era el primero de los dos que no quería tener nada conmigo porque temía que vosotros le odiarais y que me destrozara mi vida...¡Fui yo el primero que insistí en estar juntos! ¡Quien le seduzco fui yo!”
“...” sentándose pesadamente en la silla se pasó las manos por el rostro. “...sois hermanos Lay...”
“Hemos crecido juntos porque os casasteis tu y Catherine...pero...estoy seguro, que si lo hubiera conocido por la calle...me hubiera enamorado igualmente de él, que por mucho que me hubiera costado...me hubiera encontrado con él y hubiera acabado estando en sus brazos...” acercándome a mi padre me agaché para mirarle a los ojos. “...no pretendo que nos acojas de la noche a la mañana...solo quiero que pienses, que no tenemos ningún lazo sanguíneo entre nosotros y que nos queremos como dos personas que se han conocido...y que me gustaría que no me mirases como si fuera algo repulsivo.”
“Dios mío Lay...eres mi hijo...no podría mirarte como si fueras basura...” acariciando mi rostro vi que estaba lleno de confusión y no pude evitar llorar. “...pero tienes que dejarme tiempo para que lo asimile...¿me entiendes?” asentí sin decir nada, ya había conseguido demasiado.
“...gracias papá...te quiero....” besé su mano y me levanté. “...ahora debo bajar para estar con Dick...que quiere hablar con Catherine...con mamá.”
“...” sin decir nada se levantó él también y siguió mis pasos.
Tocaba acabar de contarlo todo.
Papá me siguió hasta la sala donde Catherine, hablaba divertida con Dick que pensativa no estaba mucho por la conversación. Mamá al ver los ojos enrojecidos de papá se preocupó y sin entender demasiado vio que papá le pedía que se calmara y que se sentara, que tanto yo como Dick debíamos contarle algo muy importante.
“Me estas asustando cariño...¿es algo que deba saber?” mamá miró a papá que asintió tristemente. “...me estáis poniendo nerviosa.”
“Solo te pido que los escuches...a mi me ha costado mucho pero Lay ha subido expresamente para pedírnoslo...¿vale?” intentando suavizar la situación papá agarró la mano de su mujer, queriendo tranquilizarla.
“Bien, bien...pero no será tan grave como me lo estáis presentando...estas caras son preocupantes chicos...” mirándonos a ambos miré a Dick que me hizo una señal para que me sentara a su lado y obedecí. Catherine era la madre de Dick, y él sabría mejor como tratarla.
“Mamá...” Dick me agarró la mano con fuerza mirándome a los ojos para luego mirar a su madre. “...Lay y yo estamos juntos.”
“Eso ya lo veo...vivís juntos...y estáis juntos.” Riéndose nerviosa miró a mi padre que agachó la mirada, creo que tuve la sensación que inconscientemente Catherine lo sabía, y no sé si fue porque se nos notaba o por el instinto que tiene toda madre. “...”
“Ya...eso ya lo sabes...pero...Lay y yo estamos juntos, como pareja mamá...”
Y otra vez ese silencio incómodo que se quedó en la sala, como en otras ocasiones.
Tensión.
Nervios.
No podía levantar la mirada del suelo, pero decidí no dejar solo a Dick con esto y debía tener algo más de valor.
“...Mamá...Dick quería contártelo hace tiempo atrás, te lo juro, pero yo le pedí que no dijera nada aún, que yo estaba inseguro y tenía miedo de vuestra reacción...pero ha pasado mucho tiempo y no podemos seguir mintiéndoos. Entiéndelo mamá...”
“¿Tu lo sabías Josh?” sin mirarnos enfrentó a Josh, mi padre, que asintió. “¡¿Cómo no me has dicho nada?! ¡¿Llevas escondiéndome esto desde hace tiempo?!”
“¡Me pidieron que no te dijera nada! ¡Y que narices, yo tampoco tenía el valor como para decirte algo que sabía que te iba a doler Catherine!” vi como mamá se llevaba las manos al rostro nerviosa y papá se levantó yendo hacia la ventana, suspirando fuertemente.
“No te enfades con Josh, mamá...ambos le pedimos que no dijera nada, que esto debíamos contártelo una vez estuviéramos seguros de lo que hacíamos...él...él nos descubrió accidentalmente....” Dick se levantó también y se acercó a su madre.
“Dime que es una broma Dick...sois hermanos...os he educado con tu padre como tal...y ahora descubro que mis dos hijos están juntos. ¡Por el amor de Dios Dick! ¡¿Qué he hecho mal?!”
“¡Deja de decir tonterías mamá!” enojado Dick miró a mamá que calló asustada. “¡No tenemos ningún lazo sanguíneo Lay y yo! ¡Ninguno! ¡No somos hermanos!”
Y un ruido sordo lleno la sala.
Catherine, se levantó y le dio una bofetada a Dick haciendo que yo me levantara y fuera hacia él.
“¡Sois hermanos!”
“¡No lo somos mamá! ¡Amo a Lay!” agarré el brazo de Dick, intentando calmarle, no sabía muy bien que decir, Catherine se veía realmente exaltada.
“¡No digas estupideces! ¡Lay es tu hermano menor!”
“¡Nos hemos enamorado mamá! ¡He estado años intentando borrar este sentimiento, intentando sustituirlo con otras parejas que no han hecho más que corroborar lo que sentía por Lay!”
Me quedé paralizado.
Era la primera vez en mi vida, que veía a Dick llorando.
Al menos con esa angustia y desesperación que me rompían el alma.
“¡No es normal! ¡No lo es!”
“¡Lo amo mamá!” intentando acercarse a mamá esta se apartó.
“¿Por qué me haces esto Dick? ¡¿Por qué me haces esto?!”
“¡Basta!”
Volvió el silencio.
“Josh...” Dick miró a papá que cansado veía la situación con frustración y dolor.
“Iros... necesito hablar con vuestra madre...ahora mismo no creo que sea el mejor momento para que lo entienda...”
Miré a Dick que asintió con tristeza, le agarré de la mano y salimos fuera de la casa, quedándonos dentro del coche en silencio.
Me estaba rompiendo el alma ver a Dick llorar de esa manera.
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