“Mira, mira...esto fue de cuando fuimos juntos a la playa...¿te acuerdas?” señalé una de las fotos del álbum que sostenía Dick entre sus manos, salíamos los dos. Dick con un bañador azul, debía tener unos catorce años y yo a su lado con una pelota de colores.
“Que mono eras de pequeño...” sonrió haciendo que pusiera morros. “¿Qué ocurre?”
“¿Ya no soy lindo?” dándole un sorbo a mi copa de licor miré los ojos azules de Dick.
“Demasiado...” picaramente me sonrió y yo me sonrojé ligeramente. “...esto fue en las vacaciones en que papá y mamá celebraban años de estar casados ¿no?”
“Creo que si...a mamá también le encantaba la playa...”
“¿Te acuerdas de ella?”
“Poco pero si...murió cuando yo tenía cinco años...pero aún recuerdo su sonrisa y esos cabellos rubios y largos que siempre le encantaba lucir...era muy guapa, papá siempre lo decía...”
“Seguro que lo era...tu has sacado sus cabellos rubios...” me revolvió el pelo cariñosamente.
“¿Tu te pareces a tu padre?” con curiosidad miré a Dick.
“La verdad es que si...cada vez más...” se rió débilmente. “...hace meses que no se nada de él...”
“Trabaja mucho ¿no?”
“Bueno...la verdad es que llevar una empresa cuesta trabajo y tiempo...a parte, ahora que se ha vuelto a casar esta muy ocupado...”
“¿Su nueva esposa sabe de ti?” me encendí un cigarro sintiendo como el humo entraba en mis pulmones.
“Claro...papá le dijo des de un principio que tenía un hijo mayor...y a ella no le molesta, aunque supongo que vivir lejos de la ciudad también es un inconveniente para verme...y mamá dice que esta ocupado.”
“¿Hay buena relación entre tu madre...bueno, nuestra madre y tu padre?”
“Si...se divorciaron por no estar bien, no se querían...y lo aceptaron tranquilamente, continúan hablando y si se encuentran no hay problema...son adultos.”
“Ya...yo no te lo discuto...lo digo porque hay divorcios que acaban mal...” le di una calada a mi cigarro y él se encogió de hombros.
“Deberías dejar de fumar...” intentó quitarme el cigarro y eché la cabeza hacia atrás con el cigarro entre mis labios. “...te va a matar...”
“Es un vicio...con los nervios me da por fumar más...aunque últimamente procuro no fumar demasiado...sé que no te agrada...”
“Pues así me gusta...” se inclinó encima de mi. “...¿vas a seguir fumando o vas a prestarme atención?”
“Depende...convénceme...” sonreí picaramente y él enarcó una ceja divertido.
“Ok...tu lo has querido...” me besó con devoción, acariciando mis labios, pasando su lengua por la comisura y luego adentrándose en mi boca apasionadamente. Maldita sea, era un buen besador.
“Mmm...” le contesté al beso con pasión, abrazándome a ese cuerpo caliente, acariciando su espalda mientras él subía mi camiseta lentamente, desesperándome.
Separándose de mis labios, mordiendo el inferior con erotismo.
“¿Vas a apagar el cigarro?”
“Tu has ganado...” lo apagué en el cenicero y subiéndome a horcajadas encima de él comencé a besarle desenfrenadamente, sintiendo su respiración entre nuestros labios, acariciando su cabello negro, sintiendo como cierta parte de su cuerpo estaba reaccionando y se clavaba en mi trasero. “...veo que cierta parte quiere atención...”
“Es tu culpa...eres demasiado guapo...” se levantó agarrándome de la mano, abrazándome, besándome otra vez mientras caminábamos torpemente hacia la habitación, le quité con rapidez la camisa, dejándola olvidada en el suelo, acariciando su fuerte pecho con ansia. …l, me acariciaba la espalda, llegando a mi trasero, dejando sus dos manos colocadas allí, presionando su cuerpo contra el mío. “...maldita sea...” frustrado me empujó a la cama, subiéndose encima de mi.
“Espera...” me reincorporé un poco y me quité la camiseta, agarrando a Dick y acercándolo a mi, sintiendo sus labios recorrer mi cuello con vehemencia, dejando pequeñas marcas rojas a lo largo de mi cuello y pecho, entreteniéndose con mis tetillas, mordisqueándolas, haciéndome gemir. “...Dick...” susurré su nombre viendo su mirada llena de deseo.
“Cuantas veces soñé con tenerte así...” comenzó a desabrocharme el cinturón con lentitud, excitándome. “...a mi merced...” lo tiró en el suelo y agarrando mis jeans junto con la ropa interior, los quitó de golpe, dejándome completamente desnudo. “...para hacerte lo que quisiera...”
“Demuéstrame lo que me hacías en tus sueños...” le sonreí torcidamente, sintiendo sus manos recorrer mi cintura y llegar a mi miembro, rozándolo con sus dedos, haciéndome gemir débilmente, llevando sus manos a su propio pantalón para desabrocharlo. “...esto déjamelo a mi...” le empujé por el pecho, sentándome a horcajadas encima de él, desabrochando sus pantalones, moviendo ligeramente mis caderas contra las suyas, excitándole.
Excitándome.
“Hazlo ya...”
Sonreí torcidamente y inclinándome le bajé el cierre del pantalón con los dientes, quitándoselos, acariciando con mis labios su erección por encima de la ropa interior, frustrándole, escuchando sus quejidos.
“Creo que necesitas un poco de atención...” con los dientes le bajé lentamente la ropa interior, sorprendiéndome agradablemente por el tamaño de mi ahora novio, masajeando mi objeto de deseo con las manos, pasando mi lengua por la punta como si fuera un exquisito caramelo.
Disfrutando con los gemidos que profería la boca de Dick.
“Lay...ahn...” tiró la cabeza hacia atrás al sentir mi lengua recorrer toda su extensión, tentándole, provocándole, sintiendo su mano en mis cabellos, viendo que sus caderas se movían ligeramente. Un pedido mudo para que ese miembro caliente invadiera mi boca.
“Voy a hacer que no olvides esta noche...” sonreí metiendo su miembro en mi boca, lamiéndolo suavemente, succionándolo con avidez mientras mis manos acariciaban sus testículos. Escuchando sus gemidos y su mano agarrar mi cabello, separándome de su erección. “¿Dick?”
“No puedo más...necesito tenerte...” besó mis labios con profundidad, sentándome encima de él, separándonos después de que nuestras lenguas se provocaran un poco. “Lámelos...” me puso sus dedos delante de mi boca y sin dejar de mirarle provocativamente los lamí y mordí.
“Ahhhn...” gemí al notar su otra mano masajear mi miembro lentamente.
“No seas tan lascivo Lay...o perderé el control...” lamió mi cuello llegando hasta mi boca, besándome mientras sus dedos se dirigían a mi entrada, haciendo que mi cuerpo temblara por completo, sintiendo como uno de ellos entraba.
“Ahh....Dick...” gemí al notar la intrusión en mi cuerpo.
No era suficiente.
Quería más.
Quería el miembro duro de Dick dentro de mi.
“¿Quieres más?” leyéndome el pensamiento me miró a los ojos y yo asentí sintiéndome tremendamente excitado. “...entonces prepárate...”
Dick estaba tan apasionado.
Me encantaba esa faceta nueva de Dick.
“Te quiero dentro...ahn...” gemí al notar su miembro excitado rozar mi entrada deliciosamente, lo agarré con mi mano ayudando a que se introduciera dentro de mi, gimiendo fuertemente al sentir la manos de Dick agarrarme de la cintura, haciéndolo entrar por completo. “¡Ahhn!”
“Me pone celoso eso de que otros hayan visto esta misma escena...” me agarró fuertemente de las nalgas mientras comenzaba a moverse.
“Ahhn...pero...ahora soy...tuyo...” agarré con mis dos manos su rostro, lamiendo sus labios, moviéndome arriba y abajo, queriendo sentirle más profundo, más fuerte. “...más...”
“Eres endemoniadamente insaciable...” comenzó a moverse más rápido, embistiendo con fuerza en mi interior, mi mano masturbando mi miembro al ritmo en que él entraba y salía de dentro de mi, gimiendo fuertemente, escuchando sus gemidos de placer, sintiendo que no aguantaría mucho. “...Aahh...”
“Sii...aah...” estaba tocando ese lugar que me volvía loco, la excitación estaba recorriendo por completo mi cuerpo y podía sentir como cada vez Dick se movía más frenético dentro de mi, dentro de poco llegaríamos al clímax y yo estaba a punto de estallar. “...aaahn...me-me corro Dick...”
“Laay...ahh...” me agarró firmemente por mis nalgas saliendo completamente de mi para entrar otra vez de golpe, esta vez corriéndose dentro de mi, llenándome.
Sintiendo como mis manos estaban manchadas por mi propia esencia.
Apoyándome en su hombro mientras regularizaba mi respiración, sus manos rodeando mi espalda con cariño, sintiendo sus labios pegados en mi piel.
“Te quiero Dick...”
Cuantas veces había soñado yo con esta situación.
Cuantas veces había deseado poder hacer el amor con él y decirle que le quería.
Y por fin se había cumplido.
“Y yo Lay...”
Estaba tan sumamente feliz.
“Esto en algunos lados sería considerado un pecado...¿no?” sonreí divertido a Dick que se recostó conmigo tapándome con unas sábanas.
“Si...pero da igual...eres mi pecado.”
“Suena bien...” besé sus labios y sentí como el sueño me invadía.
Me levanté al sentir la luz en mis ojos, estirándome como un gato abrí los ojos lentamente, encontrándome con el rostro dormido de Dick. Sonreí ampliamente como un bobo, sintiéndome el hombre más feliz en toda la tierra.
Por fin, Dick y yo...
Me sonrojé como un idiota y escondí mi rostro en la almohada.
“¿Qué ocurre?” la voz ronca de Dick hizo que me volteara, viéndole bostezar con tranquilidad, pasando su brazo alrededor de mi cintura. “...Buenos días...¿no?”
“Bu-buenos días...” algo sonrojado le besé ligeramente los labios.
“¿Ahora te pones tímido? Ayer eras un completo desvergonzado...” pícaro como siempre me hizo sonreír.
“Lo sé...y no me arrepiento...fue increíble...”
“¿Acaso dudas de mi potencial?” bromeó.
“No...tu potencial...” acaricié su miembro por debajo de las sábanas sorprendiéndole. “...es muy alto te lo aseguro...”
“Lay...” a modo de advertencia me miró.
“Voy a hacer el desayuno...” me levanté completamente desnudo y me puse ropa interior limpia.
“¿Ahora me dejaras así?” apoyado en la cama me miró seductoramente.
“Mmm...si...” sonreí inocentemente y me fui riéndome, escuchando alguna maldición por parte de Dick.
Después de esa agradable mañana Dick tuvo que ir a trabajar al despacho, ya lo habían acabado de arreglar y tenía una reunión importante, por lo que yo me fui al mío, trabajaba como empleado en una empresa. Y aunque el sueldo no estaba mal, quería encontrar otro tipo de trabajo.
Estaba en la hora de descanso cuando se me ocurrió llamar a Jason, Dick no me contestaba al teléfono y a lo mejor había ido a comer con él.
Un toque.
Dos toques.
Y descolgó.
“¿Si?”
Esa no era la voz de Jason, era algo más aguda.
“Uhm...¿Está Jason?”
“No...está durmiendo...¿quieres que le despierte?” escuché un bostezo.
“No, no...da igual...era solo para saber si mi novio estaba con él...son amigos.”
“Pues no...ayer y hoy pidió el día libre para estar conmigo...ay que maleducado, soy Kira el supuesto novio de Jason...”
Vaya, era increíble ese chico, hablaba conmigo como si me conociera de siempre.
Tenía razón Jason con eso de que quizá nos llevaríamos bien.
“Yo soy Lay...bueno debo dejarte que se me acabará la hora de descanso y no habré acabado de comer...”
“Ok...me alegro de haber hablado contigo. Adiós.”
“Igualmente...” colgué y me quedé mirando extrañado el teléfono.
“Lay....” Martha una compañera de trabajo se acercó a mi. “...tienes visita, ha venido un chico muy guapo a verte...¿es amigo tuyo?”
Al escuchar eso no hizo falta nada más, bajé con el bocadillo aún en la boca hasta recepción, viendo que fuera de la empresa estaba Dick esperando.
“¡Dick!” me tiré encima de él sorprendiéndole.
“¡Mira que eres bruto!” riéndose suavemente me sostuvo entre sus brazos y yo sonriendo me acabé de comer el bocadillo.
“Me pensaba que estabas con Jason y le llamé...pero no contestó él...si no su supuesto novio...” miré curioso a Dick que se sentó conmigo a unos bancos, dándonos agradablemente el sol.
“Ah...seguramente era Kira...¿no?”
Asentí mientras bebía algo de agua.
“¿Y como es?”
“Mm...no sé, más o menos igual que tu de altura, pero tiene los cabellos oscuros y los ojos color miel, delgado y el cabello corto, es bastante lindo.” Al escuchar eso le pellizqué el brazo. “¡Auch! Me pediste tu que lo describiera...”
“No hacia falta una de tan específica...” poniendo morros me crucé de brazos.
“Bobo...” me besó la sien y ya me sentí en las nubes, parecía un idiota. “...esta noche vayamos a cenar a casa de papá y mamá ¿vale? Me llamaron y me pidieron de ir a cenar...”
“Ok...pero no podré besarte...ni tocarte...” me apoyé en su hombro. “...que tortura...”
“Solo será la noche...” Besó levemente mis labios aprovechando que no había nadie. “...debo irme...tengo una reunión...nos vemos en casa Lay.”
“De acuerdo...hasta luego guapo...” besé sus labios.
“Hasta luego...”
Me quedé observando como se iba y sonreí como un idiota.
Hoy sería un día que no olvidaría.
Y la noche anterior tampoco.
“Bien...a trabajar.”
Amor Yaoi
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