Horo apoyo su rostro en el pecho de Hao cuando se separaron del beso.
-Te amo- susurro Hao acariciando el cabello de Horo.
-Calla-
El pelilargo río por lo bajo. El peliazul nunca iba a cambiar.
-¿Tío?- la voz dulce de Hanna sonó desde la puerta.
-Hanna- susurro el pelilargo volteando a ver a su sobrinito que tenía unas pequeñas lagrimas en sus ojitos.
Hao sonrió al ver a su sobrino, se separo de Horo y abrió los brazos. Hanna sonrió y corrió a los brazos de Hao, abrazándolo por el cuello y escondiendo su rostro en el hombro de su tío.
-Lo siento- susurro Hao acariciando la espalda de Hanna.-Me comporte como un tonto-
-Sip- Hanna alzo el rostro y asintió sonriéndole a su tío.
Hao sonrió y beso la mejilla de Hanna, después le limpio las lágrimas con una mano, poniendo ésta en la cintura de Horo y atrayéndolo a él.
-No lo vuelvo a hacer- dijo sonriéndole a los dos.
Hanna se volvió a recargar en el hombro de Hao hasta que se quedo dormido en él. Hao sonrió y beso los labios de Horo con dulzura.
-Te amo- le susurro al oído, besándole toda la cara.
-Calla- pidió Horo sonrojándose y cerrando los ojos, dejándose llevar por la sensación de los labios del pelilargo en toda su piel.
****
Len despertó sintiendo dolor de cabeza y en otras partes. Se movió un poco y sintió el brazo de alguien alrededor de su cintura. Sonrió pensando en Horo y se dio la vuelta para darle los buenos días, pero al ver al apache se le dilataron los ojos.
-¡¿QUÉ DIABLOS HACES AQUÍ?!- gritó empujando a Nichrom con los pies y tirándolo de la cama.
El otro sufrió un gran susto y un gran golpe en la cabeza.
-¿Cuál es tu problemas?- dijo levantándose y sobándose la cabeza.
-¡¿Cuál es mi problema?!- Len se levanto de la cama y vio con furia al otro.-Mi problema, es que estas aquí- su voz se volvió fría, su mirada asesina y en su frente estaba una vena saltona.
Nichrom supo que no era nada bueno estar frente a un Len enojado, lo había seguido toda su vida y sabía cómo era cuando se enojaba. Lo que no sabía era a que grado podría llegar su enojo si le contestaba algo en esos momentos.
El apache tomó su ropa que estaba regada en el suelo y se encerró en el baño.
Len suspiro y luego volvió a acostarse en la cama, recordando todo lo que había sucedido y golpeándose mentalmente por lo que había hecho.
Había engañado a su Horo (no vayan a discutir nada¬¬).
*****
-Horo- Hao se acerco por atrás del peliazul y lo abrazo.- ¿Qué vamos a comer?- le preguntó al oído.
-Tú no vas a comer si sigues de empalagoso- murmuro Horo sonrojándose un poco por la cercanía de Hao.
El pelilargo se río por las palabras de Horo y aun así no lo soltó. Podría disfrutar del cuello del peliazul y con eso era más que suficiente. Y es lo que hizo, comenzó a besarle tiernamente el cuello a Horo, lamiéndoselo un poquito.
-Hao- suspiro Horo tensándose un poco al contacto de la lengua del otro en su piel.
(Y como siempre lo he dicho, lo bueno se tiene que acabar en algún momento… y esto lo estaba esperando).
-¡TIO!- el grito del pequeño Asakura se escucho por todo el mundo.
Hao se separo de Horo espantado por el grito del menor y volteo hacia la puerta, esperando en guardia a cualquier cosa que pudiera pasar.
Pero lo único que sucedió y que Hao no pudo observar, era que Hanna ya estaba sobre él, escondiendo su rostro en su pecho.
-Tranquilo- susurro Hao acariciando los cabellos del pequeño y abrazándolo contra él para darle seguridad.
-¿Qué sucedió, Hanna?- preguntó Horo acariciando la mejilla del menor.
El pequeño Asakura movió un poco su hermoso rostro y enseño sus lindos ojos al peliazul.
-Hay alguien afuera- susurro muy bajito.
-Hanna- hablo Hao alzando una ceja.-No debiste de haber gritado si era un invitado- susurro besando su frente.
-Es que apareció de la nada- Hanna comenzó a sollozar y Horo miro feo a Hao.
-¿Qué?- exclamo Hao sin entender la reacción del otro.
-No deberías de regañarlo así- (me acabo de imaginar otra escena, en donde Hao y Horo sí son los padres de un pequeño hermoso… pero eso no viene al caso).
-Yo no…-
-Calla- Horo interrumpió al pelilargo y acaricio la mejilla de Hanna.-No pasa nada, Hanna- murmuro sonriendo.
-Por cierto- Hao volteo a ver a la puerta luego a Hanna y al final a Horo.- ¿Quién era el que apareció?- preguntó recordando que había alguien dentro de la pensión de Anna y que ninguno de ellos le estaba prestando atención.
-Hao-sama-
Los tres personajes con la misma letra del inicio voltearon a ver a la persona que había dicho el nombre del mayor de los Asakura.