Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Desde las sombras te amare por rotzcoco

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-Bien, he llegado- dijo triunfante mientras veía el aeropuerto de ese lugar. No era malo pero siempre que salía de viaje extrañaba su propio país.
No es que no le agradara Japón, un país interesante y con muchas cosas emocionantes pero no se sentía como en casa.
Suspiro pensando en que ahora debía de ir a buscar hospedaje, tal vez fue muy apresurado su viaje. Aunque si lo atrasaba más no iba a poner estar soportando a Marco y sus preguntas sobre Hao.
-Bueno, ya estoy aquí- murmuro un poco mas desanimado mientras salía de ese lugar e iba al mismo lugar en que se quedaba antes, no en la pensión Asakura, sino en el hotel en donde paso su primera temporada ahí.
***
Ahora menos estaba tranquilo. Su hermana lo notaba, su madre lo notaba, Nichrom lo notaba, hasta su padre, al que veía sólo unos segundos, lo notaba.
Pero es que estaba poniéndose cada vez mas histérico, no podía creer que no estuviera recibiendo ni una sola carta en donde dijera sigo vivo del que era su amado y que era suyo, suyo, suyo y sólo podía ser suyo.
No entendía como podía haber dejado que ese maldito de Hao se quedara a solas con su amado y no podía creer que él hubiera aceptado sencillamente a dejar a Horo con Hao, cuando estaba consciente de lo que sentía por el pelilargo.
-¡MALDITA SEA!-
El grito, seguido de un golpe, se escucho por toda la mansión de los Tao. La mansión se vio sumergida en un silencio bruto, lleno de miedo y de inseguridad. Cada uno de los que vivía en ese lugar conocía los gritos del joven Tao pero ese grito fue de los que más horror provoco.
***
Nadie podría creer que en algún momento de la vida todo se vuelve demasiado claro y relajado. Que alguien que sólo quiso venganza en un tiempo se hubiera amoldado a la vida en una casa, que alguien que ha estado en muchos lugares se podría quedar acostado en el pasto, viendo a su sobrino, su hijo y su amado correr por el patio.
-Hao, seria de mucha ayuda que te levantaras y tomaras a Hanna-
Hao no pudo evitarlo y comenzó a reírse, viendo al chico que se había sentado a su lado.
-Qué es lo que quieres que haga cuando Hanna es un espíritu libre en la inmensidad de una casa- comento mientras volvía a ver como Opacho seguía corriendo detrás del menor de los Asakura.
-No sé, tal vez podrías levantarte y ayudar- rezongó el otro, suspirando y revolviéndose el cabello.
-Cuando se canse podrás tomarlo- murmuro el pelilargo abrazando sorpresivamente al otro y besándolo suavemente en la mejilla.
-¿Qué haces Hao?- pregunto el peliazul comenzando a sentirse nervioso.
-Simplemente…disfruto del calor de tu cuerpo- susurro pegando más el cuerpo de Horo al propio.
Horo suspiro y simplemente se dejo llevar por la sensación del cuerpo del otro. Era verdad que extrañaba el cuerpo de Len y su carácter, pero Hao tenía algo que provocaba que se olvidara de todo.
-¡Opacho!-
El grito de Hanna provoco que los dos mayores salieran de su mundo y vieran en dirección a los menores.
-Estoy bien- dijo el otro sonriéndole al menor de los Asakura, quien se acerco y acaricio en forma de consolación al moreno.
Hao rió divertido y beso suavemente el cuello de Horo.
-Parece que se llevan bien- comento Horo acariciando suavemente el brazo de Hao.
***
-Regreso dentro de unos días- anuncio el chino mientras hacia las maletas.
-Len ¿a qué vas a ir?- pregunto su hermana mientras lo ayudaba con algunas cosas que habían en su cama.
-No te interesa- respondió en su tono frio.
Jun miro a su hermano, a veces no sabía cómo podía estar soportando a ese niño.
-A Nichrom le interesa- comento saliendo del cuarto y dejando ver al chico que estaba detrás de la puerta.
Len se quedo viendo al otro y después lo ignoro por completo, siguiendo con sus arreglos. No estaría calmado hasta ver a Horo y no le interesaba lo más mínimo que esa basura sufriera algo.
***
Caminaba por su cuarto sin poder saber qué hacer, no quería ir todavía, no sabía lo que iba a hacer o lo que iba a decir. Amaba a Hao, eso lo sabía pero quería tener algo nuevo con Marco.
Una nueva vida.
***
-Por fin- murmuro cansado mientras iba caminando hacia su cuarto.
Hacía mucho tiempo que no se sentía tan cansado y sólo había tenido que cuidar a Hanna por ese tiempo, ya ni sabía cuando había sido la última vez que había dormido tranquilamente.
-¿Lograste calmar a Hanna?- pregunto una voz a su espalda.
-Hao, déjame dormir- susurro entrando a su cuarto y cerrando la puerta.
El pelilargo sonrió de lado y abrió la puerta de la habitación, entrando y volviendo a cerrar.
-Hao, es en serio, déjame tranquilo y vete de mi habitación- el otro volteo a ver al mayor con cara de fastidio.
-Horokeu, debo decirte que tú debes salir de MI habitación- comento sonriendo burlonamente mientras señalaba el cuarto.
El peliazul miro a todos lados, viendo que efectivamente el cuarto no pertenecía a su persona.
-Y-yo…-

(POV Hao)
Se veía tan indefenso y tan gracioso. Era un espectáculo hermoso, verlo ahí, a la mitad de mi cuarto, el torso desnudo, la luna enseñando su cuerpo y yo en la puerta.
-S-será mejor que me vaya- murmuró buscando una vía de escape de mi cuarto, claro que no podría irse tan fácilmente.
-¿Dime por qué quieres irte tan rápido? ¿No deseas un masaje?-
Me encantaba verlo sin salida, me daban tantas ganas de tomarlo y hacerlo sólo mío.
-N-no, gracias-
Me acerque a él, sonriendo ante su nerviosismo.
-¿Qué sucede Horo, no te agrada mi presencia?- poso mi mano sobre su mejilla, acariciando esa suave piel y deseando tener más.
-N-no es eso- dice riendo nerviosamente.-Es que me he equivocado y debes de estar cansado, así que mejor me voy-
-Oh, no es necesario que te preocupes por eso, me encuentro con muchas energías-
Me acerco más a su cuerpo, sintiendo que él retrocede y topa con la cama.
-P-pero debes descansar, mañana debemos de limpiar toda la casa, ya casi es el momento de que Anna regrese-
Su nerviosismo sólo logra hacerlo más hermoso y no puedo ocultar todo el deseo que siento por él.
-Tenemos tiempo- comento sonriendo de lado y recostándolo en la cama mientras me posiciono sobre él para besarlo profundamente.
***
Se sentía inseguro, no le agradaba saber que su amado se había ido solo y que se enfrentaría con algo mucho más grande que su propio deseo de vivir.
O tal vez simplemente era el miedo que sentía ante la posibilidad de que lo fuera a dejar por ese, por ese que nunca sintió nada más que afecto por su amado, no se lo iba a permitir, no le iba a dejar que se lo robara de nuevo, no cuando sabía que podía tener una oportunidad.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).