Había llegado hacia unas horas a la pensión. La veía por fuera, esperando alguna señal de vida aunque sabía que era demasiado temprano como para que Hao estuviera despierto. Lo conocía lo suficiente como para saber que sólo se levantaría si tenía comida cerca y Horo era casi igual, así que todo debía de estar en tranquilidad a esa hora.
O eso pensaba.
-¡¡TIO HAO!!-
El grito provoco que el de los ojos verdes se espantara y entrara con rapidez a la pensión, esperando encontrarse con algo peligroso Horo cargando al niño, peleando para que el menor se quedara quieto y pudiera quitarle todo el barro que traía en la cara.
-Hao, ven a ayudar- protesto el peli azul sin lograr mantener quieto al menor ni darse cuenta de que Lyserg los estaba viendo en ese momento.
-Ya, bueno, no es tan difícil cuidar de un niño Hoto- dijo molesto el pelilargo, saliendo de la cocina junto con Opacho, quien traía una canasta llena de ropa para acomodar en los respectivos cuartos.
-Em…Hola- saludo Lyserg, viendo que debía de anunciar su presencia a causa de que ninguno de los presentes le ponía la más mínima atención y no quería acabar viendo algo que sólo le provocaría más daño.
-Lyserg- murmuro sorprendido Hao al ver al otro chico delante de ellos.
De sus labios se formo una sonrisa y fue a abrazarlo y besar su mejilla para después regresar junto a Hanna y cargarlo.
-Espera aquí, iré a limpiar a Hanna y ahora regreso- comento, sonriéndole de nuevo a Lyserg.-Hoto que no se queme la comida o hare que cocines tú-
-¡Que no me llamo Hoto!- grito Horo, lanzándole una playera a Hao y después viendo a Lyserg.-Hola, pasa por favor- dijo y camino hacia la cocina, poniéndose un delantal y cuidando que la comida no se quemara.
El silencio era demasiado incomodo, en especial porque Horo había sentido mucho enfado al ver como Hao besaba a Lyserg como si nada pasara, aunque tenía la curiosidad de saber qué era lo que estaba haciendo en ese lugar.
-Debe ser cansado cuidar a Hanna- comento el peli verde intentando quitar el silencio que había en la cocina.
-Algo, cuando el niño no quiere sí es demasiado molesto tener que estar obligándolo y correteándolo pero Hao es el que mejor puede manipularlo- respondió el de Hokkaido, volviendo a guardar silencio.
-Pensé que para estas fechas Ana ya estaría por acá- volvió a hablar Lyserg, un poco nervioso al sentir a Horo tan distinto.
-Sí, la semana pasada debían llegar pero algo se complico y nos pidió que nos quedáramos más tiempo. Por lo menos dos semanas mas- le respondió Horo, volteándose para sonreírle por primera vez.- ¿Quieres algo de comer o tomar?- preguntó, enseñándole la comida y caminando por un vaso de agua para el invitado.
-No, me encuentro bien, sólo vine a hablar con Hao respecto a algo y después me marcho, sigo en la escuela entonces debo regresar a tiempo para no perder mayor cosa-
-Bueno, no creo que Hao se tarde mucho en regresar- dijo Horo sentándose en la silla frente al otro, sin quitar la sonrisa que aparentaba sus verdaderos sentimientos.
Se volvieron a quedar en silencio, esperando a que el mayor de los Asakura bajara y todo aquello pudiera terminar.
**
(POV Hao)
Había sido una gran sorpresa, en realidad no me lo esperaba, no esperaba tener que ver a Lyserg hasta dentro de mucho tiempo, aunque era algo agradable. Se veía diferente y parecía diferente.
-Tío-
Hanna estaba sentado en el suelo, viéndome preparar toallas para remojarlo por lo menos y ya cuando fuera su hora, que se bañara.
-Dime- murmuro sentándome frente a él, empezando a limpiar su cara y brazos, a veces ese niño parecía más mi hijo que el de Yoh. Tal vez había sacado mi lado agitado y no el lado tranquilo de mi gemelo.
-¿Hoto y tú se van a separar?-
Su pregunta me dejo sorprendido, provocando una ligera distracción en mi mente y haciendo que mis labios formaran una sonrisa triste.
-No estamos juntos Hanna y es Horo-
**
-Opacho- llamo el menor de los Asakura, tomando la mano del otro chico y viendo a de cabellos verdes, pensando en que esa persona venia a destruir la paz en su casa no intenta acercarse a él.
-Horo y tío son felices, vete- dice dando una orden, sorprendiendo a todos los presentes.
-Hanna, no trates así a los invitados- regaña Hao, frunciendo el ceño y dándole una seña a Opacho para que se lleve al menor al patio.
-Lo siento Lyserg- se disculpa Horo, levantándose también y saliendo del lugar. Se había sorprendido por lo que había dicho Hanna pero la verdad, a pesar de que el menor tenía razón, era que Lyserg y Hao eran pareja, no ellos.
Suspira y se dirige al teléfono, Ana le había prohibido usarlo para llamar a Len pero no podía posponer mas la llamada, en especial porque en esos momentos le hacía mucha falta el chino que siempre lo molestaba.
**
(POV Hao)
El silencio era un tanto incomodo e inquietante.. Verlo ahí sentado, con la mirada desviada para no verme, jugando con sus manos y diciendo cosas sobre Hanna y el tiempo que había pasado ahí cuidando de mi sobrino.
-Lys- llame para interrumpirlo después de estarlo escuchando por más de una hora diciendo cosas que ni siquiera pensaba el otro.
-Lys- volví a llamar, esperando a que me hiciera caso.
-Lyserg- susurro tomando una de sus manos y besándola, logrando de esa forma que me pusiera atención y dejara de estar hablando disparates.
-Hao, debo decirte algo-
***
No estaba seguro de si todavía lo encontraría en ese lugar o si ya había hecho lo que iba a hacer pero no estaba seguro, así que debía de ir a verlo, tenía que comprobar que Lyserg le dijera a Hao que ya no podían estar juntos porque lo tenía a él, tenía que estar seguro de que Lyserg renunciaría al otro para irse con él.
***
-¿Horo?- pregunto sorprendida una voz suave y tranquila.-Hola- saludo sonriendo pero después poniéndose seria.-No, no está aquí. Dijo que iba a ir a verte y se fue sin decir otra cosa- conto escuchando la respuesta del otro.-Sí, se fue hace unas horas, debe de estar por llegar- le comento viendo la hora que era.-No te preocupes, yo le hablo para decirle que hablaste. Sí, adiós-
Jun colgó y después suspiro, viendo al chico que estaba sentado en la sala, deprimido y con la vista perdida.
-No creo que sea bueno que sigas aquí, mi hermano se traerá a Horokeu y no creo que le agrade que estés aquí-
El otro chico asintió y se levanto muy despacio.
-Gracias por todo Jun-kun- dijo asiendo una pequeña reverencia y después salió de la mansión Tao para no regresar nunca.
***
Colgó el teléfono y después escucho los pasos de los otros dos. No quería verlos y no quería saber de que hablaban. Estaba demasiado enojado consigo mismo por sentirse como se sentía en esos momentos, no podía seguir haciendo eso, no podía dejar que su amor por Hao le ganara al amor que le tenía a Len, no podía hacerle eso al chico que lo acepto y que siempre lo ayudo, no podía abandonar a la persona que seguro llegaría y le diría de cosas. No quería dejar a la persona con la que había vivido muchas cosas pero su corazón le rogaba por quedarse junto al hombre que lo volvía loco al punto de no saber nada del universo.
-Adiós Horo- la voz lo espanto, provocando que diera un salto y se volteara demasiado rápido, chocando con el pelilargo y golpeando sus cabezas.
-L-lo siento Hao- dijo sobándose la cabeza y después viendo al peli verde que parecía divertido por lo que había sucedido.
-No te preocupes Horo pero pon más atención- contesto el mayor mientras se sobaba también y le sonría con dulzura.
Horo desvió la vista para ver al peli verde y le sonrió.
-Adiós Lyserg espero verte pronto- respondió sin borrar su sonrisa amable que siempre tenía.
-Lo mismo digo Horo, cuídate- comento el peli verde mientras estrechaba su mano con la del otro, sonriéndole pero por dentro declarándolo su mayor enemigo por haberle quitado al hombre que mas amaba en el mundo.
Horo lo soltó y después murmuro una excusa para irse de ahí, suspirando y subiendo a su cuarto para poder ver lo que sucedía con los otros dos.
***
(POV Hao)
El golpe me había dolido, ese Hoto si que tiene la cabeza dura.
-¿Qué es lo que quieres decirme lys?- pregunto mientras lo sigo a la salida.
-Todavía no- me respondió de nuevo, logrando hacer que me desesperara.
Es tan molesto que hagan eso, cómo se les ocurre dejarme a mí esperando por una respuesta.
Llegamos a la puerta y Lyserg se detuvo, volteando a verme y sonriéndome de una forma demasiado triste.
-Lyserg- susurre su nombre, presintiendo lo que iba a seguir después.
-No puedo seguir Hao, no puedo seguir con esto a menos que me digas que algún día lo vas a olvidar, que algún día vas a dejar de ver por mi ventana y desear estar con él más que conmigo- me susurra Lyserg, alzando la mirada hacia una de las ventanas de la pensión.-Tengo que estar seguro de que lo que hago es lo correcto-
Sus ojos se llenan de lágrimas y mi mano acaricia suavemente su mejilla, logrando así que me mirara a los ojos.
-Lyserg- vuelvo a decir su nombre, diciéndole parte de lo que siento.-Sabes que yo te quiero demasiado-
-Pero no me amas- murmura sonriéndome con dulzura para después volver a ver hacia arriba.-Es afortunado pero no sé hasta qué punto- dice volviendo a verme.-Marco está viviendo conmigo- me suelta y por alguna razón me sorprendo, tal vez no me lo esperaba tan pronto, en especial porque ese mes había peleado con él.
-Por eso viniste- digo sonriéndole.
-Sí, quiero hacer mi vida con él- me dice mientras me devuelve la sonrisa.
Me quedo callado, pensando en la respuesta. No podía retenerlo, eso era seguro, simplemente no podía hacer que se quedara a mi lado cuando yo sabia que nunca lo iba a amar como amaba al chico que estaba viéndonos desde arriba, eso era algo seguro.
-¿Eres feliz con Marco?- pregunto viendo hacia la puerta de la entrada al ver que Opacho estaba cubriendo a Hanna.
-Sí, lo soy- escucho que me responde mientras veo la sobra del hombre que estaba haciendo que el chico frente a mí me dejara.
-Entonces ve con él y quédate con él- digo abrazándolo de la cintura y sonriendo de lado.-Pero antes un beso de despedida- murmuro besándolo profundamente, viendo hacia la puerta y descubriendo que Marco ponía mala cara y el chico en mis brazos se tensaba.
-Hao idiota- me dices separándote pero aun así sonriendo.-Espero que no acabe mal todo- susurra acariciando mi mejilla y después dándose la vuelta para marcharse, sin fijarse en que Marco se había escondido para no ser descubierto.
***
Se había estado escondiendo detrás de las cortinas a causa de que Lyserg miraba hacia ese lugar con insistencia, algo que le enojaba demasiado porque así no podía ver todo lo que pasaba.
-Ese idiota- murmuro con enojo al fijarse en que Hao tomaba a Lyserg y lo besaba.
Cerro los puños con fuerza y golpeo la pared, lastimándose un poco y alejándose de la ventana, acostándose en su cama y suspirando. No podía seguir haciéndose eso, no podía negar la verdad y no podía dejar que algo así lo sacara de sus casillas.
Se cubrió los ojos con el brazo, sintiendo que el enojo no se le quitaba.
-¿Qué tienes Horo?- pregunta el pelilargo, acostándose sobre el de Hokkaido y acariciando sus mejillas, llevaba un rato viéndolo desde la puerta y viendo sus facciones cambiar de poco a poco.
-Hao ¿Qué haces aquí?- pregunto sorprendido el peli azul mientras lo veía.
.-Bueno, los niños están jugando afuera, no hay nada que hacer ya que la comida se sirve hasta dentro de un rato y estamos solos- respondió encogiéndose de hombros.-Creí que sería bueno que tomáramos un pequeño baño antes de que algo mas suceda- dijo sonriendo de lado.
-Tú ve a tomarte el baño- comento Horo empujando al mayor, no quería tenerlo tan cerca, no quería volver a sentirse tan confundido como en esos momentos, teniendo que hacer que su corazón se controlara y que la mente fuera la que reinara su cuerpo.
-¿Qué pasa Horo?- pregunta sorprendido el mayor, acariciando la mejilla del otro y viéndolo detenidamente. Por primera vez en mucho tiempo tuvo miedo.
***
Estaba un poco desesperado y eso era poco. Su rostro mostraba más que desesperación y enojo, mucho más que sólo eso. Sus ojos eran los que demostraban una ira profunda, una tristeza profunda y todo eso porque se acababa de enterar que su pareja la había hablado a su casa, justo cuando tenía que estar él en el avión, esperando a que aterrizara de una maldita vez.
***
-Hao, no quiero seguir con esto- susurra moviéndose al ver que el otro no se iba a quitar por nada del mundo.
-¿Con qué?- pregunta Hao sin entender a Horo en lo más mínimo.
-Con lo que sea que es lo que tenemos- le respondió molesto, viendo hacía otro lado. Cómo era posible que ese shaman, tan sabio, le estuviera preguntando eso.
-¿Por qué ya no quieres seguir?- pegunta poniéndose serio de pronto, viendo la espalda del otro.
-Porque no es correcto, no puedo hacerle esto a Len-
Su respuesta enfureció al mayor, haciendo que cerrara los puños con fuerza y apretara la mandíbula.
El silencio reinó, incomodo y agónico mientas alguno de los dos esperaba a que el otro dijera algo al respecto.
-Lyserg me acaba de dejar- dice al final el Asakura mayor, intentando tranquilizarse porque ya sabía que eso en algún momento iba a sucederles.
-¿Entonces por qué lo besaste?- susurró Horo sintiendo que su corazón daba un vuelco inesperado.
-Era un beso de despedida- le respondió el otro, acercándose poco a poco a Horo hasta abrazarlo por los hombros y pegar sus cuerpos.
Horo apoyo sus manos sobre los brazos de Hao y lo miro de reojo.
-¿En serio?- susurro sintiendo que de nuevo su corazón empezaba a reinar su cuerpo.
-Sí, lo juro, no fue otra cosa- respondió Hao, besando suavemente la mejilla del otro y siguiendo ahí hasta su oreja para lamerla un poco.
-N-no hagas eso- murmura Horo sonrojándose y empezando a ponerse nervioso por lo que el otro estaba haciendo.
-¿Por qué no? Sé que es lo que te gusta, conozco todos tus puntos sensibles- susurra en su oído mientras baja una de sus manos para acariciar el pecho de Horokeu.
-N-no puedo seguir con esto- murmura volviendo a separarse del otro.-En serio Hao, no puedo hacerle esto a Len- dice sin ver al otro, sintiendo como su respiración se agitaba.
Sus puños se cierran con fuerza, no estaba seguro de lograr contener la ira que sentía al ver que el otro estaba pensando más en ese chino molesto que en él.
-¡Entonces lárgate!- grito furioso, sintiendo que sus ojos y garganta empezaban a arderle demasiado.
Horo lo volteo a ver sorprendido y por inercia se movió hacía atrás, sin dejar de ver los movimientos de Hao.
-L-lo siento- dijo de pronto el otro al ver la reacción de su amado.-Y-yo…lo siento- susurro dándole la espalda.
Horo siguió sorprendido por la actitud del otro, actuaba tan diferente a lo normal.
-Hao- susurro su nombre, acercándose un poco y poniendo su mano en su hombro. No le gustaba que estuviera de esa forma y sobre todo no quería que se quedara así.
-Por favor vete- dijo el mayor mientras veía de reojo a Horo y tocaba un poco su mano.
-N-no puedo dejarte así- murmuro el peli azul sin saber bien por qué había dicho eso, si porque era su amigo o porque quería quedarse a su lado.