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Desde las sombras te amare por rotzcoco

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Notas del capitulo:

Bueno aqui esta, yo sé lo que prometi y lamento de verdad haberme tardado demasiado pero la idea siempre fue algo vaga debido a que NO debia de haber epilogo pero como estaban pidiendolo pues aqui lo traigo.

Ahora sí y lo pongo y lo recalco NO habra más continuacion.

Habían pasado varios años desde la última vez que lo vi, desde el día en que nuestra separación se hizo permanente, desde el día en que él decidió darle la felicidad a alguien más olvidándose de la suya. Ahora no le culpo, no podría hacerlo después de que yo también había llegado a pensar en hacer lo mismo con Lyserg. Tenía planeado darle su mayor felicidad a pesar de que la mía nunca se daría por completo. Pero era una forma de agradecerle todo lo que había pasado entre nosotros, el amor que alguna vez existió entre nosotros. Pero la mayor felicidad se la di cuando lo deje libre. Eso lo entendí ese último día, ese día que vi la espalda de la persona a la que más amaba irse con alguien más.


-Hao, estamos esperándote-


Ladee un poco el rostro para poder encontrarme con uno idéntico al mío pero este estaba sonriendo, con esa sonrisa de tonto que siempre provocaba que hasta la alma más desolada se sintiera amada. Ese era el gran poder de Yoh y no había forma en la que pudiera alguien ganarle.


-Que esperen más-


Había pasado tanto tiempo desde la vez en que decidí dejarlo todo atrás. Hacía tanto tiempo que no estaba ahí, frente a la ventana, viendo hacia el jardín que ocupaban mi sobrino y Opacho, hacía tanto que no escuchaba las risas de ellos juntas y eso era lo que más me lamentaba. Haberlos separado cuando se trataban con tanto amor y cariño.


-Hao, llevan esperando más de 5 años-


Sonreí sin poder evitarlo y me encogí de hombros, mi vista seguía puesta en el jardín pero ya no pensaba sobre eso. El anhelo de algo viejo me había atormentado y me seguía atormentado. Todo los días de esos años me pregunte sobre qué hacer para olvidarlo todo.


-Si ya esperaron tanto pueden esperar un poco más-


Me di la vuelta en cuanto sentí la mano de alguien posándose sobre mi hombro. Sonreí sin poder evitarlo, Yoh me veía con esos ojos de perro abandonado.


-Lo sé Yoh- susurre suavemente mientras tomaba su mano y la alejaba de mí, volví a ver una vez más por la ventana y después acabe de ponerme mi vestimenta.


Ese era un día especial para todos. Era el día en que una vez más nos reuniríamos, sería el día en el que me volvería a encontrar con esa mirada cautivadora.


Caminamos en silencio por los pasillos de la pensión, diciendo palabras necesarias pero sin acabar frases completas sobre algún tema. No había necesidad de palabras ni de conversaciones. Yoh lo sabía todo y siempre lo sabría. Siempre se ha dicho que los gemelos comparten más cosas que cualquier pareja de hermanos. Y podía que fuera verdad.


Nos detuvimos frente a la puerta de la entrada, sentí las manos pequeñas de dos personas aferrarse a las mías y volví a sonreír. No había nadie que pudiera sacarme tantas sonrisas como la familia que tenia.


-Ahora que ya estamos todos es momento de seguir- dijo Yoh mientras besaba la mejilla de Anna y después la frente del bebe que estaba en los brazos de esta. Era el segundo hijo de ellos y él se parecía mucho más a Anna.


Todos sonreímos y salimos del lugar, dirigiéndonos especialmente a un destino. El destino que marcaria el final de todo pero el principio de muchas cosas.


-Hao, tampoco es necesario que lo hagas-


Dirigí mi mirada hacia Opacho, encontrándome con sus ojos grandes y llenos de emociones, y le sonreí mientras le revolvía el cabello y besaba su sien. Sabía que los demás debían de estar muy preocupados por lo que sucedería cuando llegáramos al lugar. Estaba al tanto del dolor que todos creían compartir conmigo debido a la situación en la que nos encontrábamos. Pero ninguno de ellos podía saberlo por completo, ninguno de ellos podía experimentarlo como yo lo experimentaba.


-Oh, dejen de estarse preocupando por el inútil ese. Ya estamos a punto de llegar y todos están esperando- protesto Anna rodando los ojos por todo ese discurso que me estaban dando en ese preciso instante.-Ni qué lo estuvieran esperando, si Lyserg se tardo 5 años en escoger la fecha y el lugar de su boda es por algo de él, no porque estuviera esperando a que el enemigo número uno de su futuro esposo se apareciera para poder hacer la boda-


Sin poder evitarlo sonreí de lado, pensando que esa opción sería algo muy tentadora pues explicaría demasiado sobre los sentimientos sobre Lyserg hacia mí. Cosa que seguía haciendo que mi ego subiera hasta los cielos. No podía evitarlo, era algo placentero, aunque también sabía el por qué de la espera de esos 5 años para empezar a preparar todo.  Lyserg no podía evitarlo. Y al final, seguía siendo yo en quien más confiaba.


-Idiota, deja de sonreír así que sólo haces que mis hijos no aprendan nada bueno-


Como siempre la linda de Anna.


-No es mi culpa- me defendí mientras escuchaba las risitas de mi gemelo y mi sobrino. Era inevitable que no sacara la misma risa fastidiosa de su padre, sólo esperaba que el nuevo bebé fuera menos…Yoh.-Lo que sucede es que Lyserg quería recordarle a Marco el por qué se estaban casando y debía de esperar a que yo regresara- comenté con aire superior y egoísta, a pesar de que lo que decía tenía cierta verdad oculta.


Sin poder evitarlo todos soltaron risas y eso me alegro. Estaba seguro de la razón por la que mi gemelo quería que yo fuera con tantas ganas a esa boda y también sabia la verdadera razón del por qué Lyserg se había esperado cuando deseaba casarse con Marco.


-¿Tío a donde te fuiste?- la pregunta hizo que todos nos tensáramos y que el ambiente fuera algo pesado por todo lo que esa pregunta significaba.


-Bueno primero fui a Marte, después decidí dirigirme a Júpiter, un lugar bello, te lo recomiendo-


Escuche la protesta de Hanna pero no me atreví a decir nada más. Si sus padres no le habían dicho la verdad, yo no era quien para decírsela. Probablemente era lo mejor que pudiéramos hacer, Hanna seguía siendo un niño y nadie sabía cómo podía tomar la noticia de que en realidad me había escapado, que ese día me había decido ir lejos, probaría en América encontrar una nueva vida pero que al final había vuelto a caer, buscando el poder y provocando que Yoh y Anna tuvieran que encerrarme por mi propio bien.


-Vamos Hanna, debemos de ir a buscar buenos lugares- dijo Opacho mientras se separaba de mí y tomaba a mi sobrino de la mano.


Después lo vi irse, caminando alegremente hacia la hacienda en donde se llevaría la boda acabo. Pero me quede quieto, viendo a lo lejos como se metían y de pronto volví a sentir que nada valía la pena, que todo eso no debía de estar ocurriendo.


***


Anna tomo con fuerza el brazo de Yoh y lo sacudió un poco con algo de delicadeza al ver que Hao no seguía avanzando. Se había detenido a unos pasos atrás de ellos y ahora tenía la mirada perdida como esa vez que lo encontraron.


-No te preocupes Anna, no volverá a pasar- susurró pero aun así se quedo viendo en dirección a Hao, intentando que el pánico no empezara a controlarlo como la vez que lo encontraron. No podía volver a caer, no después de todo lo que había sucedido, no podía volver a pasar lo mismo.


-Yoh- dijo Anna muy preocupada, acomodando al bebé en sus brazos mientras escuchaba el murmullo del otro lado de la puerta.-Debes ir-


Yoh asintió y se soltó de Anna, caminando hasta donde estaba Hao para posar su mano sobre su hombro, esperando que de esa forma regresara a la realidad. Y por un momento pensó que todo eso que estaban haciendo estaba tan mal como lo estaba cuando lo pensaron.


-Hao- hablo con cuidado, sacudiéndolo un poco mientras veía que sus ojos recobraban el brillo de la vida.-Podemos regresar- dijo suavemente mientras se ponía delante de su gemelo, tomándolo por los hombros y viendo con atención cada uno de sus gestos esperando cualquier movimiento que le dijera que debían de alejarse pronto.


Pero Hao negó con la cabeza y miro a Yoh como si hubiera despertado de un largo sueño.


-Debo ver a Lyserg- dijo simplemente, soltándose de Yoh y volviendo a caminar, bajo la atenta mirada de Yoh y Anna en su espalda.


***


La boda paso con tranquilidad, siendo algo con las personas más cercanas a los novios. Como todos habían esperado cuando los ojos de Marco se toparon con los de Hao saltaron chispas, pronosticando un mal momento antes de que apareciera el otro novio, quien había recibido con muchas ganas a su ex.


A pesar de haber sido algo íntimo, Len y Horo se encontraban bastante alejados de ellos. Todos sabían el por qué pero nadie quiso comentarlo por el momento. No tenían intención de arruinar lo que sería lo mejor de Lyserg. Pero a pesar de todo eso, Hao no pudo evitar sentir el apretón de su corazón al ver a Horokeu.


***


Se encontraban en la fiesta, todos parecían estar muy contestos. Los pocos amigos que habían ido seguían felicitando a la pareja, dejando a un lado a Hao que se había quedado apartado de todos, recargado sobre una de las paredes del salón en donde estaban y viendo a todos. No quería estar cerca de ellos, no quería tener que soportar las risas y sus tonterías. Seguía ahí sólo porque se trataba de su mejor amigo, de su ex pareja, de la persona que seguía acudiendo a él a pesar de todo. Y se lo había pedido, no quería dejarlo, que tal que se arrepentía y debían salir corriendo para huir de ahí.


-No Hao, no va a pasar nada- dijo divertido Lyserg mientras se acercaba a Hao. Posó sus manos sobre su pecho y le dio un beso en la mejilla, recibiendo una caricia en su cabello. Así que borra esa sonrisa tonta que tienes- comentó picándole una de sus mejillas.


-Lo siento, debía de intentarlo, estoy seguro de que te aburrirás con ese viejo- dijo encogiéndose de hombros mientras veía de reojo a Marco, quien lo observaba también, tal vez no le gustaba la cercanía que tenían en ese momento, por lo que volvió a sonreír y lo abrazo de la cintura, pegándolo a su cuerpo.-Porque no puedes negar que es un viejo y que conmigo tuviste los mejores momentos-


EL peli verde se rió divertido por lo que le decía y le dio una palmadita en el pecho, separándose de su cuerpo pues sabía las intenciones de Hao y la reacción de Marco.


-No, tonto- dijo volviendo a besar su mejilla y comenzó a alejarse, caminando hasta donde estaba Marco para abrazarse a él.


Hao sonrió de lado de nuevo y se quedo viendo a la pareja un rato más hasta que otra pareja se puso en su campo de visión. Horo y Len habían llegado para darle las felicitaciones pero iban con un niño en brazos. No supo describir lo que sintió en ese momento, tanto felicidad como rabia, tristeza y odio, todo se le mezclaba. Pero no tenía por qué sorprenderse. Era normal que alguien quisiera formar una familia y al parecer ellos lo habían logrado.


Suspiro y se separo de la pared, empezando a caminar hacia la entrada del lugar pero fue interceptado por Hanna y Opacho, quienes lo veían con preocupación.


-Iré a ver al bebé- comentó intentando hacer que se alejaran pero sin poder hacerlo porque seguían ahí, viéndolo fijamente.


-Tío, deberías conseguirte otro hijo para dejar de poner de excusa a mi hermanito- protestó Hanna pero estaba sonriente.


Hao sonrió divertido y beso la frente de los dos, después los hizo a un lado y siguió caminando, sintiendo el aire frio golpear contra su rostro en cuanto estuvo en el patio. Suspiro un poco y miro hacia el cielo, sintiéndose completamente vacío.


-Hao-


(POV HAO)


Mi cuerpo se tenso, mi piel se erizo y todo en mí sufrió un cambio.


Conocía esa voz, la seguía soñando y anhelando.


-Horokeu- susurre y me voltee a verlo. Encontrándome con su sonrisa y sus ojos.


Pero tuve que desviar mi mirada hacia el cielo de nuevo. No podía verlo, no podía dejar de sentir lo que sentía por él, no podía olvidarme de todo. Simplemente era algo que me costaba tanto, era el único por el que habría renunciado a todo y el único por el que había dado todo.


-Hao necesito decirte algo importante- comentó mientras se acercaba a mí lado y también dirigía la mirada hacia el cielo.


El silencio que siguió no fue nada incomodo, siempre me había sentido en tranquilidad cuando la presencia de Horo estaba a mí lado y esa no iba a ser la excepción.


-No quiero oírlo Horo- dije mientras bajaba la mirada hacia donde estaba él, encontrándome con la suya y sintiendo el dolor en el corazón.-Deberías regresar a la fiesta, tu familia te espera- murmure y después desvié de nuevo la mirada de él.


No pensaba volver a sufrir, no tenía planeado volver a pasar por aquello, no quería volver a hacer que se preocuparan por él, no podía volver a hacerle eso a su familia. No podía hacer que por mí culpa ellos volvieran a sufrir tanto. En especial cuando Anna sabía que había renunciado a una familia para mí y que lo único que tenía era a mis sobrinos y a Opacho.


-Pero Hao necesito decírtelo de verdad- me pidió Horo mientras sentía sus manos en su brazo. Me tense sin poder evitarlo, pensando en todo lo que había sucedido en ese tiempo que cuidamos de Hanna.-Debes saberlo, tienes el derecho-


Tuve que separarme de él, alejarlo de mí antes de que pudiera hacer cualquier otra cosa.


-No Horokeu, olvídalo- dije seriamente mientras veía como su mirada se entristecía y se quedaba quieto en su lugar.-Decidiste seguir con alguien más, decidiste tener tú propia familia, decidiste hacer feliz a alguien más. Así que no necesito saberlo- comente mientras me alejaba más de él.-La única razón por la que estaba aquí hoy y por la que Lyserg se tardo tanto en hacer la boda, fue para recordarte la decisión que habías tomado y recordarle a Len la misma decisión. La única razón de todo esto, es porque debes recordar que a pesar de todo el amor que sentí por ti, no pude llegar a más y es Len quien te lo ha dado todo, por lo tanto tienes que serle agradecido a él- me seguí alejando, viéndolo parado junto a la puerta, viéndome con sus ojos llenos de lágrimas.-Esto fue todo para recordarte que no puedes dejar algo que ya iniciaste, que debes seguir con ello hasta el final-


Esa era la verdad, todo se debía a una pareja que no debía de estar unida, todo se debía a que Horo desde que se había enterado de que estaba encerrado por lo que había pasado entre nosotros había comenzado a decir que se iría, que lo dejaría todo por volver conmigo. Pero eso ya no era posible, no a esta altura.


-Hao-


Mi nombre susurrado por él sonó tan distante que no pude evitar sentir que mi corazón sufriera un espasmo. Pero me di la vuelta, dándole la espalda y siguiendo adelante, no pensando más en lo que estaba sufriendo, no pensando en el daño que le hacía a Horo.


-Lo siento Hao-


No me sorprendí cuando vi que Lyserg e Yoh estaban esperándome al final del camino. Los mire ahí y sonreí un poco, sintiendo aun así la tristeza embriagarme por completo.


-Era algo que debía de hacerse, para eso me trajeron y para eso te tardaste tanto en lo que querías- comente encogiéndome de hombros y volviendo a caminar.-Regresen a la fiesta, estaré perfectamente. Felicidades por tu boda-


Sin esperar a escuchar sus respuestas o sin fijarme en si me seguían, yo seguí mi camino, volviendo a ver hacia el cielo en busca de alguna señal que me dijera que todo lo que estaba haciendo mal era una tontería. Pero sabía que no era verdad. Él ya había elegido su camino, como yo ya había elegido el mío. Así que lo único que quedaba era seguir viendo hacia el frente, apoyando a mi familia y viéndolos crecer. Al final, eso era lo único que me hacia feliz después de lo que había pasado en mi vida.

Notas finales:

Sé que probablemente a muchos no les gustara que deje a Hao solito pero me parece que ese era el final para ellos en este fic mío. No podía dejarlos juntos por nada del mundo.

Espero que lo hayan disfrutado. Y les digo que habra otro fic de ellos y ese sí tendra un final feliz.


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