La oscuridad absoluta se posesiono del recinto, un aliento pesado e incomodo fue la respuesta. Hacia frió y la luz nisiquiera entraba. Oía pasos molestos por todo el lugar y pequeñas risas se dejaron escuchar, cuando dio un pequeño paso, haciendo que el ruido del zapato resonara en lo negro.
— ¿Yuki?— pregunto bajito.
Un viento helado le recorrió de improviso y dio un ligero, pero notorio temblor.
— ¿Yuki?—volvió a preguntar, pero nadie le contesto. Nadie.
—Jaja—se escucho la risa de alguien. —jajaja!!!!—fue mas alto.
Contó mentalmente y comenzó a correr, todo lo que podía y sus piernas lograban. Tenía miedo, odiaba estar sólo y en un lugar así. Todo oscuro, no podía ver nada y mientras corría…Pafff…
Cayó de seco al piso; unas cuantas lagrimitas se colaron entre sus orbes amatistas; le había dolido, el caerse al piso. Además de que llevaba pantalones cortos, de seguro que se raspo sus rodillas; cuando se dispuso a observar, sintió un aliento que le hizo que se helara por completo:
—auch. — se limpio la tierra que tenia en sus rodillas. Y de improvisto “algo” acaricio su hombro. — ¿Yuki?—miro atrás.
1…2…3; se paro y salio corriendo. ¿Qué había sido eso? Era horrible, tenía susto. Nadie lo mando a hacerse el valiente y alejarse de los demás. Solo quería que Yuki sintiera ganas de estar con él, eran “vacaciones” y solo se mantenía ocupado escribiendo sus tontas novelas, él también necesitaba atenciones, también quería palabras dulces y alentadoras. Y ahora, que estuviera allí, era la culpa del tonto escritor y más encima había “algo” que lo estaba persiguiendo.
Llego a un lugar amplio, había mucha maleza, espesa y larga. ¿Cuántos bichos habría? El solo pensarlo, le dio un escalofrió. Era ya de noche ¿qué hora? No tenia idea. La luna apenas iluminaba y solo quería volver con los demás.
—Crack— sintió que unas ramas se quebraban y no le gusto. Decidió ir a esconderse detrás de los árboles, que se encontraban más allá y así lo hizo. Desde su escondite observo a aquella persona que recién le había puesto su mano en su hombro; le dio miedo, y si fuera algún brujo o un zombi; o cualquier cosa, que lo atacará…
…Tembló…
—Mmmm—se abrazo a sí mismo.
—luna, amor mío; dame tu luz, dame tu brillo— la luna le envió un fulgor desde lo alto para alumbrar al hombre. —dime donde se encuentra el chico de cabellos rosados. Búscalo, lo necesito.
—Cabello rosado— pensó el cantante, la única persona que tenia ese color de cabello era…La pensó…Busco entre sus recuerdos…Y… la única persona era…él. Si era él.
El rayo le llegó de lleno a su persona. Ambos hombres se miraron; ambos corrieron. Uno tras él otro. Uno con pánico y miedo; y otro con astucia.
—detente. ¡Vamos!
—Nooooo
—No te haré daño.
—Todos dicen lo mismo.
— ¡Vamos!
—No quiero— y corrió lo que más pudo, debía de alejarse de allí, lo más rápido posible.
………………………………………………
— ¿dónde se metió Shuishi?— pregunto el escritor a Hiro, quien lo miro con incredulidad.
—no sé, lo vi salir.
—pero si dijo que iba a ver televisión. —dijo Suguru desde una esquina del cuarto.
— ¿Qué? No está en el living.
—No lo sé. Shuishi pudo haberse metido en cualquier lugar.
—Si, pero ¿Qué pasa si se perdió?
— ¿Tú crees?— pregunto el rubio mirando al pelirrojo.
—Si, shuishi a veces es muy despistado, pudo haber salido a tomar aire y quizás se perdió.
El escritor se peino los cabellos, se dio la vuelta y salio de la habitación. Shuishi era un idiota, de seguro, que se perdió. Más le valía volver, pero y si no ¿volvía?
— ¡AH!— dijo molesto, tendría que irlo a buscar. —Tonto Shuishi
…………………………………………………
Chocaba con las ramas de los árboles, y esa persona no dejaba de perseguirlo. Ahora se arrepentía de haber salido, si Yuki no lo hubiera tratado mal, estaría en la cabaña aún…. Yuki, tenia la culpa.
:::::::::::::::::::::: Flash Back::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
—Yuki…Estás eran vacaciones. Eran para los dos.
—Pero Shuishi, tengo que terminarla; no puedo dejar mi trabajo. Y si tengo la oportunidad, hay que aprovecharla.
—Pero… ¿Yo?
— ¿Tú?
—Si, yo soy tu amante esposo, me debes de atender. — le dijo molesto. Se molestaba cuando lo ponían en segundo lugar, sentía celos de las novelas y de esa portátil.
— Lo sé, pero esto es más importante.
— ¿Qué? ¡YUKI TONTO!— salio enojado de la habitación. Miro la puerta de salida de la cabaña y prefirió dar un paseo por el alrededor. No se despidió de nada, mejor si se perdía, así el idiota de Yuki se preocupaba y sentía remordimiento por su acción anterior.
::::::::::::::::::Fin flash Back::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
—Vamos no te haré daño, solo quiero….
— ¡NOOOOOOOOO!— grito tan fuerte que unas aves surcaron en dirección del cielo, asustándolo más de lo que estaba. Y por haber gritado, choco con unas ramas y cayó al piso. — ¡AH!—
…………………………………
Yuki, salio de la cabaña; saco un cigarrillo y comenzó a fumárselo. Tarde o temprano Shuishi llegaría, pero sintió un grito en lo lejano y además ese grito era del cantante. Se asusto y comenzó a correr, para encontrarlo.
Mientras se internaba en el bosque se fijo que algo perseguía a Shuishi y no lo podía ver muy bien, por la oscuridad de la noche. Se apresuro, algo o alguien estaban persiguiendo al, pelirosa; y no iba a permitir que alguien le hiciera daño, él único que podía producir daño, era él.
Corrió más rápido, salto obstáculos como un atleta y se impresiono por su estado físico, siendo sedentario como es…
Choco con unas ramas, se hizo unos rasguños y cortes superficiales y llego a donde aquella sombra, que se acercaba al cantante.
— ¡DETENTE!—grito y resonó entre la noche.
La sombra se quedo quieta y se giro; no era ninguna sombra, era nada más ni menos que….
— ¿Qué haces tú aquí?
—yo…— le miro y volvió su mirada a donde se encontraba Shuishi tirado en el piso. Yuki también observo a su amante desmayado en la hierva, que le servia como colchón. Se acerco lentamente para recogerlo.
— ¿Te hice una pregunta?— tomo a Shuishi en sus brazos, para volver a la cabaña.
—Estábamos jugando a las escondidas na no da…. —comenzó a caminar con el rubio.
—Y ¿Por qué está tirado en el piso?—
—Creó que se asusto, Tat-chan debió de haberlo asustado na no da….
— ¿Qué?—lo miro con rabia. —¿Mi hermano también esta?
—Si. Queríamos darle una sorpresa a Shu-chan na no da…
— ¿Mi hermano es el culpable?
—No, solo queríamos jugar na no da….
—Compórtate como un adulto.
— ¿Por qué?
— ¡AH! Eres imposible. —comenzó a caminar más rápido y con fastidio; le molestaba que Ryuishi estuviera allí, y principalmente jugando con su hermano a asustar al idiota de su esposo; de seguro lo había pasado mal. Se rió para a dentro, Shuishi no cambiaria en mucho, siempre actuando infantilmente.
—Shuishi
—Yuki, gracias.
……………………………………
— ¡My Money!— grito un moreno en medio del bosque. Un aullido se dejo escuchar y unas ramas se rompieron. — ¡RYUISHI!—grito para que lo escuchara.
…………………………………
Mientras volvían a la cabaña los tres hombres, a Yuki se le ocurrió preguntar:
—Y ¿Tatsuha?
—No sé na no da…. —respondió el cantante mirando a todos lados.
— ¿No lo vas a buscar?
—No, tengo sueño, quiero ir a dormir na no da…
—Como tú digas. Mañana lo buscaremos, si no aparece hoy.
—Yuki. Y ¿Si le pasa algo?
—es Tatsuha, nada le pasará. Además es un monje, puede ayudarse así mismo.
— ¿Lo crees?
—Si…
Tatsuha desapareció por una semana completa y cuando lo encontraron, ya no era el mismo, algo en él había cambiado y solo Ryuishi supo cual era ese cambio.
— ¡My Money!— dijo desnudándolo con la mirada.
— ¿Tat-chan?- le miro asustado.