Fiesta de Disfraces ~!
Hoy es un día muy especial, no sólo para los niños, sino también para aquellos jóvenes que quieran pasarla bien.
Hoy es 31 de octubre, el día de las brujas, la noche donde los niños salen a pedir dulces, una noche de felicidad… de diversión.
Y eso es exactamente lo que buscaban hacer aquellos jóvenes: pasarla bien con sus parejas
El sol se iba dando paso a la noche, y con ello el comienzo de la diversión. Los niños corrían de un lado para otro, pidiendo dulces, gritando aquella frase tan conocida para todos dulce o truco, y saltando, todos disfrazados, algunos como hombres lobo, otros de vampiros, de fantasma, como un gato, perro, conejo… un sin fin de personajes, todos alegres y disfrutando de aquella noche tan única y tan esperada para otros.
Pero a pesar de todo el alboroto en las calles, el resplandor de las luces de una casa en especial, la hacía sobresalir de las otras, haciéndolo ver muy interesante y especial para la ocasión.
Aquella casa, situada detrás de un hermoso jardín de cerezo, resplandecía como ninguna otra noche, por las luces localizadas en el interior de la casa.
Los jóvenes entraban alegremente esperando divertirse en aquella fiesta preparada especialmente para la ocasión.
Esta casa estaba completamente decorada, con adornos espeluznantes, luces de colores, esqueletos, muñecos terroríficos y “telarañas”, dándole al lugar un aspecto sombrío y muy adecuado para la ocasión.
Todos los presentes en aquellas fiesta, quienes bailaban al son de la música preparada por el DJ del lugar, se quedaron quietos y asombrados por la persona que acaba de llegar.
Vestido de ángel, bajaba lentamente aquellas escaleras, bajo la atenta mirada de todos los presentes. Su aura tan cálida y su gran belleza la convirtió rápidamente en el centro de atención de aquella noche.
Halagos, regalos, invitaciones… pero aquel joven amablemente las rechazaba a todos. No estaba interesado en ninguna otra persona que no fuera su pareja. Él se caracterizaba además de su gran belleza, por ser una persona sumamente amable y sobre todo fiel. Fiel a sus ideales y a sus amores.
Caminó lenta y disimuladamente hacia el centro de la pista de baile buscando con la miraba a su pareja.
Esperó y esperó, pero sin embargo… con el pasar de los minutos, su novio aun no llegaba, frustrado volteó con la intensión de irse, era la primera noche de halloween que pasaban como pareja y se le ocurría llegar tarde. Eran ya las 8.30 de la noche y su novio lo había citado a las 8.00
Mas al voltear se llevó un gran susto. Pensó que su corazón iba a salirse por la impresión. Menos mal que no gritó, ya que sino iba a ser el hazmerreír de la noche.
La razón por la cual se asustó tanto era muy sencilla. Pues al voltearse, esperando encontrarse con la gente bailando, encontró en vez de eso, una calabaza a un centímetro de su rostro.
Fue tal la impresión que… automáticamente dio unos cuantos pasos atrás cayendo al piso y produciéndole una carcajada a la persona que sostenía la calabaza.
-jajajajaja eres tan fácil de asustar Mu! – dijo quien sostenía la calabaza mirándolo con gracia al chico que se encontraba en el piso
-Shaka!! Casi me matas del susto! – dijo Mu molesto
-jajajaja gomen, demo no pude contenerme a asustarte – dijo dándole una mano para que se levante – es que te ves muy lindo vestido así – le susurró en la oreja
Mu se sonrojó olvidándose de su reciente susto y su enojo con su novio y se abrazó con fuerza a su pareja
-porqué llegaste tan tarde?? – preguntó en un susurro
-gomen. Pero tuve que arreglar algunas cosas – dijo separándose
Se miraron fijamente durante unos minutos, que les pareció a ambos jóvenes, una eternidad
Lentamente, muy lentamente Shaka rompió el contacto visual y se separó.
-me concede el honor de de bailar con usted esta pieza? – preguntó como un caballero Shaka, extendiéndole su mano y dando una pequeña reverencia
-con mucho gusto – respondió Mu cogiendo la mano de Shaka y comenzando el baile
La música era romántica a pedido de Shaka, dándole al momento un toque muy especial. Todos los presentes rodearon en un círculo a la pareja como si ellos fueran el rey y la reina de la noche.
Sin embargo, para ellos no existía ninguna otra pareja que no fueran ellos, sólo necesitaban el uno al otro para ser feliz, para sentirse completo y amado.
Los presentes en aquella fiesta se dieron cuenta del profundo y sincero amor entre ellos y contagiándose de aquella aura tan magnífica, varias parejas comenzaron a bailar con ellos.
La música era romántica y lenta, muy diferente a la música del comienzo, pero a nadie le importaba, porque le daba a la noche, un toque muy especial. La música acabó y comenzó otra, pero la pareja parecía no darse cuenta de ello, seguían abrazándose en la mitad de la pista de baile, sintiendo al otro y olvidándose de todos, incluso de la fecha
Minutos después se separaron lentamente, mirándose a los ojos con un gran amor y un brillo especial. Sin decir absolutamente ni una sola palabra, ambos jóvenes sonrieron y salieron de la casa tomados de la mano.
Se detuvieron en el parque de cerezos que se encontraba enfrente, tomados de las manos y mirando a la luna, siendo ésta la única testigo de aquel momento, junto con los pétalos de cerezos que caían por la acción del viento.
Cualquiera que viera aquella escena, se hubiera quedado emblezado por la hermosura de aquel parque.
-la luna está hermosa esta noche, no crees?? – preguntó un joven a su rubio novio
-no tanto como tu – le respondió abrazándolo por la cintura, obligando al más chico a apoyar su cabeza en el pecho del más alto
-me vestí especialmente para ti – dijo sonrojado el pelimorado
-gracias, estás más hermoso que la luna misma – le susurró en la oreja
Minutos pasaron en silencio, teniendo como compañera única la luna y el viento, hasta que el menor rompió el silencio.
-estarás siempre conmigo? – preguntó
-claro que si, tu eres el sol de mi vida, y el aire que necesito, sin ti, simplemente me moriría – susurró juntando ambas frentes
-yac soku? (es una promesa?)
-por supuesto – dijo reduciendo la distancia que los separaba
-te amo Shaka – dijo sonriendo
-yo también
-por siempre y para siempre – dijeron ambos
Y juntaron sus labios en un beso tierno, dulce y apasionado, pero sobre todo con mucho mucho amor, sellando aquella promesa que perduraría hasta la eternidad, en aquella noche de brujas, en la fiesta de disfraces, que seguro no sería la última noche que pasarían juntos, sino el principio de muchas.
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ Fin ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~