UNA PANCITA Y UN ARBOLITO
Harry miraba el arbolito. Estaba decorado de lo más precioso; luces, guirnaldas, bolitas y una estrella en la punta. Había montañas de regalos.
-¡Draco baja, los invitados están a punto de llegar!-gritó Harry desde abajo.
-¡No quiero!, nuestras primeras navidades juntos y habrá toda esa gente mirándome como pazmarotes.
-Precioso estaremos juntos tú y yo- dijo Harry mientras subía -y nuestros amigos.
-No Harry, tus amigos no los míos.
-Abre la puerta dragón-dijo Harry tocando la puerta sin resultados.
-No Potter, ¡No voy a salir para que tus amigos se queden mirándome y cuchicheando!
-Esta bien les diré que no vengan-dijo Harry triste.
-¡Espera Harry!- lo llamo Draco abriendo la puerta -no les avises.
-¿En serio no hay problemas?-le pregunto Harry a un Draco que caminaba lentamente a causa de su pancita de seis meses.
-No, no hay ninguno-mintió Draco.
Harry lo abrazo y besó mientras reían. Su dragón era lo más lindo que él tenía y muy pronto sería de tres su pequeña familia.
Estas eran sus más felices navidades; todo estaba completo, había paz en el mundo mágico, sus amigos estaban vivos y creando sus propias familias y por sobre todo su dragón y él pronto serían padres ¿Qué mas podía pedir en navidad?
¿Truco o trato? Dulce Halloween.
Los turistas tomaban fotos del castillo en ruinas. Estaba prohibido entrar debido al alto peligro de derrumbe, pero los flashes de las cámaras no paraban, sobre todo porque en algunas fotos se veía a una pareja de adolescentes en las ventanas.
Era Halloween y las personas que esa noche veían el castillo desde lejos, jurarían que vieron luces y oyeron música en ese misterioso lugar.
En el gran salón la música era abrumadora; los gritos y las risas de la gente eran algo contagioso.
Una parejita bailaba muy cerca, tan cerca que parecían una sola persona, entre risas y besitos parecía que por fin el niño que venció al-que-no-debía-ser-nombrado era feliz.
Hacía tres años que la luz había vencido, pero mucho se perdió: Vidas, magia, etc.
Los adolescentes salieron corriendo hacia el bosque para amarse bajo las estrellas, pasando por el pequeño cementerio para los caídos en la guerra.
El adolescente de ojos verdes y negro cabello azabache besó con amor al rubio de claros cabellos y sensual aspecto, rieron hasta dejar atrás la blanca lápida de mármol que rezaba:
Harry Potter, héroe y amigo.
Draco Malfoy, amigo y amante.
Era Halloween noche en que los espíritus salen a recorrer los caminos que conocían.
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Me faltan algunas palabras así que voy a aprovechar para invitarlos al blog que comparto con unas amigas: http://travesura--realizada.blogspot.com/
Pacense y podran difrutar de fics y ustedes tambien podran publicar los suyos!
¡Happy New Year!
Se despide Namy Malfoy.
Drarry - Drarrry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry - Drarry.