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Sweet por bergdora

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“Sweet” by: Bergdora.

Pasteles… aquellos pequeños o enormes alimentos, deliciosamente cubiertos de chocolate, nata o similares. Su relleno es espeso y dulce, pudiendo notar cada ápice de azúcar en tu lengua cuando lo catas.

Dulces, pequeños seductores que cuando los tienes delante no puedes decirles que no. Están tan ricos y para mí, tan sanos, que si me faltaran en algún momento perecería por la histeria.

Chocolate, nata, fresas, no importa de lo que sean, todos acabarán en mi boca, invadidos por mi lengua, derritiéndose entre mis dientes y descendiendo por mi garganta.

Luego ronronearé satisfecho, rozando mi vientre con anhelo y esperando que en mi bandeja quede algún pedacito querido… tan solo unas migajas, solamente una única gota de viscoso chocolate deshecho.

El goloso detective L Lawliet entristecía por completo al comprobar que su plato estaba vacío. Era la hora del almuerzo, y acompañado del equipo de investigaciones, acababa de dar cuenta a su ración de “alimentos”.

Watari recogió el plato de la mesa, llevándoselo a la cocina y el ceño del moreno se frunció por unos momentos. Ahora tendría que esperar hasta la cena para que otro enorme pastel apareciera delante de él, susurrando: “cómeme, L, cómeme, dame el gusto”.

Sonrió para así, casi sin ser visto, metiendo su pulgar en la boca y concentrándose de nuevo en la pantalla de su ordenador. Creía no haber sido visto, pero no había sido así. A su izquierda, y en silencio, sujeto por una cadena de pesado hierro, Yagami Light lo observaba convenciéndose plenamente que el punto débil de su rival era: El dulce.

Pasó su mano por la hermosa cabellera castaña, maquiavélico, observador. Habían pasado dos días desde que había recuperado su memoria y Kira se alzaba en su mente como una humareda espesa y caliente.

Quería atacar, quería buscar el momento preciso para atacar a L, matarlo y así poder convertirse en el amo y señor del mundo.

Sonrió solo de imaginarlo.

Light kun, ahora que el caso de la Yotsuba se ha solucionado tenemos muchas más pistas sobre el caso Kira- siseó Ryuzaki como quien no quería la cosa. Tras su dosis azucarada, su intuición latía con fervor dentro de él.

Su voz. Aquel retintín estúpido y sabelotodo, se molestó Light. Si cree que podrá superarme en inteligencia y entender el significado de la Death Note, lo lleva claro.

Si Ryuazaki, tienes toda la razón- contestó el castaño escuetamente, ocultando su ira inverso el detective.

Empiezo a cansarme de este caso- suspiró el hombre de enormes ojeras- quiero atrapar a Kira… cuanto antes- y “raramente” su mirada oscura se encontró con la suya.

Casualidades de la vida.

“¡Kuso!”- rabiaba, vamos que rabiaba, pero no podía precipitarse y matarlo por las buenas. Si tan solo hubiera alguna manera de…

Watari volvió a entrar en la sala, llevaba un café en la mano y lo dejó en la mesa, al lado de L.

Su café, señor- siseó el mayordomo, clavando su sabia mirada en el hombre que había entrenado con tanto ahínco durante los últimos años.

Gracias, Watari- L echó dos tacitas de leche en el susodicho y cinco cucharadas de azúcar- mmm- dio un largo sorbo a la confortable bebida- delicioso.

Watari sonrió. No había nadie más en la sala, solo Light, L y Watari. El resto no tardarían en llegar.

Por cierto, señor- añadió el anciano, que aún no se había marchado- tengo algo que comunicarle.

Habla, Watari- espetó este tranquilamente, blandiendo su autoridad como una espada afilada.

Como usted sabe perfectamente- tosió un poco- lleva dos años sin hacerse una revisión general.

El oído de Light se agudizó al instante.

Lawliet se mostró un poco más pálido que de costumbre, pero por precaución, decidió no cambiar de expresión. O al menos, eso era lo que Light pensaba de él.

Muy bien, ¿entonces?- carraspeó un poco el moreno, metiendo su pulgar en la boca seguidamente.

Mañana a primera hora una enfermera vendrá al hotel a hacerle una extracción de sangre venosa, para su análisis- informó el hombre- llegará aquí a las 07:00.

Light miró a L, le hubiera gustado reírse de él, pero desistió de la idea. Se le antojaba gracioso que alguien como L, una persona inteligente que destacaba por su astucia y tesón, tuviera que ser atendido por una enfermerita.

Perfecto- tomó otro trago de su café, que al notarlo amargo, vertió en él dos tacitas más de leche- prepara entonces todas las medidas de seguridad que sean adecuadas Watari. Respecto mi historial clínico y similares…

Muy bien- hizo una reverencia y se marchó.

Los carrillos del joven moreno se habían llenado de leche, se relamió tranquilamente.

¿estás malito, L chan?- no pudo resistirse, tenía que burlarse. Aunque aquella mera burla desencadenara cualquier teoría sobrenatural o exacta, para su desgracia, sobre él.

Más quisiera Kira…- fue rápido, irónico y mordaz. Alzó un poco la morena ceja, y Light, siendo Light en toda su perfección, le devolvió la sonrisa.

“Te mataré, juro que un día morirás en mis brazos”.

A la mañana siguiente, Soichiro, Matsuda y compañía se encontraban en la sala de investigaciones temprano.

Por mandato de L, todos tenían que vigilar a Light desde primera hora mientras él se sometía a su análisis de sangre.

Light, amable y caballeroso, se había ofrecido a acompañarle, pero L, receloso como un gato independiente, se había negado en redondo.

Minutos más tarde, L aparecería en la sala con una pequeña tirita en el brazo izquierdo, pálido y con cara neutral y con Watari guardando sus espaldas.

Matsuda, se levantó para retirar la silla de la mesa, ayudándolo a sentar.

-¡Buendos días Ryuzaki san! ¡Tienes muy buen aspecto!- canturreó risueño el detective más espontáneo de la sala.

L se sentó en su tan adorada posición y miró con el rabillo del ojo a Matsuda.

Buenos días, Matsuda san estás tan…Matsuda, como siempre- ironizó Lawliet.

Matsuda se puso rojo, Watari se acercó a su protegido colocando la cadena en su brazo y seguidamente en la de Light, que estaba a su lado, esperándolo.

¿todo bien?- preguntó Light, haciéndose el amigable.

Perfecto Light Kun, una aguja y un poco de sangre no pueden conmigo, te lo puedo asegurar.- espetó este, que estaba esperando, hambriento, a que Watari le trajera su desayuno: pastel, café y bombones rellenos de chocolate deshecho.

Se le hacía la boca agua. Light sonrió con ternura al verle devorar el suculento pastel, al momento volvió en si, negando con la cabeza ante tan atroz sentimiento.

“¡No seas estúpido!” Decidió no mirar más a L mientras desayunaba.

El Jueves a las tres de la tarde, el doctor Kyo Kinomoto vendrá a hacerle el chequeo físico y a darle los resultados de los análisis, Ryuzaki- le informó Watari que estaba apuntándose la fecha y hora en su agenda electrónica.

Me parece bien…- contestaba el moreno con la boca llena, mientras devoraba la comida anhelada.- mmmmmm- ronroneaba de gusto.

Su análisis va en nombre de Hideki Ryuga, como acordamos.- añadió- el doctor Kinomoto es un gran profesional, no tendremos problemas con él, es el mejor de todo Japón.

Un buen pedazo de tarta de fresas caía por la garganta del moreno, deleitándolo, sumiéndolo en un orgasmo tan perfecto como los que sucumbía en el coito.

Perfecto, perfecto- hizo un aspaviento con la mano- ahora por favor, tráeme otro pedazo de pastel.

Jueves 21 de Noviembre, 15:00, Japón.

Light y L se adentraban en la última planta del edificio que el detective había mandado construir.

En dicha planta había una sala de espera y una puerta color blanco, con unos cómodos sillones color beige en la salita y una mesita con revistas. L la había mandado construir por si necesitaban de una sala médica en caso de urgencia.

Por lo cual, en aquellos momentos, la podría usar como consulta médica y el doctor Kinomoto viajar hasta el edificio para hacerle el chequeo.

Ambos se sentaron en sendos sillones, las cadenas tintinearon por la lejanía de ambos cuerpos. Estaban en silencio,

Aunque no lo quisiera reconocer, Light sabía que L estaba nervioso y que hasta que no saliera de allí no iba a respirar tranquilo.

Lo miró entonces. Estaba más serio que de costumbre, más pálido y sus ojeras se le antojaban negras como el carbón.

Era irresistible, inteligente y patético. Gruñó en su fuero interno. ¿Cómo era posible que aquel cabrón sintiera más temor a un análisis que al propio Kira? Si él, fuera el médico lo iba a hacer sufrir de lo lindo.

Por desgracia, Ryuzaki no iba a dejarlo entrar a la consulta, Watari lo vigilaría como un vulgar ladrón.

El sonido del ascensor llamó la atención de estos, se giraron hacia el susodicho y cuando la compuerta se abrió, vieron aparecer al Doctor y Watari.

Ambos parecían hermanos gemelos. Altos, fornidos y con cabello cano, se aproximaban hacia ellos.

Watari, sin pedirle permiso siquiera empezó a liberar a Light de la cadena.

¡Ni que fuera un perro pulgoso, maldición! Sentía deseos de matarlos a todos.

El doctor Kinomoto estrechó la mano de L, ocultando una mueca al comprobar la extravagancia que destilaba el moreno de ojos oscuros.

¿Señor Hideki?- estrechó su mano.

El mismo- siseó Lawliet, fijándose en que el doctor llevaba en sus manos un historial clínico.

Pasemos a la consulta entonces- el médico abrió la puerta, dejó pasar a su paciente y después lo siguió él.

Tras la puerta de maciza madera, Light y Watari se habían sentado en un sofá, ambos serios, con los brazos cruzados y esperando a que la visita médica acabara.

Watari leyendo tranquilamente, Light a su lado, sudando la gota gorda y maquinando sucias e inimaginables maquinaciones.

Señor Ryuga Hideki- médico y paciente estaban sentados el uno enfrente del otro en una enorme sala rectangular.

A petición de L, la sala costaba de una carísima maquinaria médica para solucionar pequeños y grandes casos. Una camilla, los muebles repletos de medicamentos y material sanitario y tras una cortina corrediza, una sala de operaciones con el equipamiento necesario.

Estaba muy bien que su edificio fuera tan completo, meditó el detective, que mordisqueaba más que nunca su atrofiado pulgar, pero no le hacía ni pizca de gracia que él, “el Boss”, por así decirlo, fuera el primero en estrenar el lugar.

Veamos, primero de todo, vamos a escuchar ese corazón- se levantó con su fonendoscopio a mano, acercándose a su paciente- levántese un poco la camiseta.

El médico lo ayudó, el moreno se sintió algo turbado, pero colaboró. Levantó un poco su camisa dejando su blanco pecho al descubierto.

El médico se fijo en lo tremendamente delgado que era, decidió escuchar su corazón sin dejar de fijarse en su pecho pálido y sin rastros de vellos.

Tu-tum, Tu-tum.

Débil, pero ausente de arritmia- siseó para así- bien- volvió a escuchar y anotó en su libreta.

¿todo bien? – odiaba preguntar, ¡era él quien siempre preguntaba! Quien tenía la razón y la solución para todo, por eso odiaba que lo visitarán los médicos…

Si, no he escuchado ninguna anomalía- puso un termómetro bajo su brazo y buscó en el cajón el esfignomametro, para tomar su tensión.

Pasaron unos segundos y el hombre volvió a apuntar en su libreta, tanto la temperatura como la tensión.

Tiene la tensión algo baja, pero no es nada importante… y su temperatura algo baja también.¿siempre la ha tenido así?- preguntó, buscando en su historial clínico.

Siempre.

Pues aquí no está escrito lo mismo- frunció el ceño el hombre- mmm, esto pasa por cambiar tanto de médico, señor Hideki.

Un suave goterón surcaba por la sien de Lawliet.

seguramente…- tosió un poco.

Bueno, bueno… tendremos que empezar a vernos entonces más a menudo- siseó tranquilamente- vamos a mirar sus oídos y a escuchar sus pulmones.

Se puso en faena, mientras el detective, pedía de una santa vez que acabara aquella tortura. No pudo evitar pensar en Light, enfureció. Estaría disfrutando de lo lindo sabiendo que él estaba sufriendo.

“Miserable…”

pasemos a comprobar los resultados de su análisis clínico- se sentó de nuevo el doctor y L, al fin, pudo colocarse la camiseta.

El doctorado quedó por unos instantes callado, leyendo y comprobando cifras, mientras, el corazón del detective bombardeaba sangre con violencia.

El anciano colocó bien sus gafas.

No me ha hablado de su alimentación, señor Hideki- repuso como si nada este.

A L le sorprendió tal cuestión, pero se limitó a contestar sin preámbulos.

pues, mi alimentación es…- se lo pensó dos veces- muy buena.- concluyó.

El médico tenía bolígrafo y papel en mano, listo para apuntar.

¿ah si? ¿Y en que se basa su alimentación? ¿Come mucho pescado y verduras?

Ehhh- por una vez en su vida, Elle Lawliet, el mejor detective del mundo, se puso rojo como un tomate- pues, mi alimentación se basa de… café…- agachó la cabeza- pasteles, muy variados.

¿variados?- el anciano tenía los ojos abiertos como platos. Alucinado.

Si, variados. De chocolate, crema, nata con fresas, de queso, de yema…

¡Dios mío!- se pasó este las manos por la cabeza.

Luego tomo mucho azúcar en el café- prosiguió- pero doctor, créame en lo que le digo de que la glucosa es beneficiosa para mi salud. Sin ella estaría perdido.

¡Desde luego que está perdido!- se escandalizó el médico- ¡Usted es un diabético, señor Hideki y no hace más que envenenarse a su paso!

Ambos quedaron callados, la brisa corría por la salita. Las palabras DIABETES saltaban chistosas de un lado para otro en su cerebro.

No puede seguir con esta alimentación, señor Hideki, usted es diabético y el azúcar, en tales cantidades va a matarlo- espetó muy serio y enseñó a L el análisis de sangre en el que la glucosa salía disparada de la barra y la cantidad de insulina estaba por los suelos.

Un enorme pastel de nata y fresas se dibujaba en su fuero interno, enorme…apetitoso, entonces, de repente caía al suelo y se hacía mil pedazos.

Él chillaba en la lejanía y de dentro de pastel, aquel doctor endemoniado y Kira, para él, Yagami Light, lo señalaban con el dedo y se reían sin compasión.

“No puede ser, yo…diabético, no podré comer dulces, nunca más…nunca, más…”

Continuará.

Notas finales:

N/a: ¡Hola a todos! Soy Hermi21 o Bergdora, según la web, y como aún no he podido actualizar mi fic Christmas Note (MIS HERMANOS HAN BORRADO EL DOCUMENTO Y AHORA TENGO QUE ESCRIBIRLO DE NUEVO) he decidido poner un two shot, muy cómico e interesante para que no os quedéis esperando eternamente.

Me da tanta rabia… tener que reescribirlo, encima que tenía 20 Págs. echas y habían quedado tan bien.¡Para colmo me cuesta mucho escribir por que estoy mañana y tarde ocupada! Curro y estudios, Desapareced!

Por cierto, os comunico solemnemente que Nolita (dibujante y cuñada) and I, vamos a hacer un fanzine conjunto. Y mis fics serán los principales en ser dibujados, así que, espero vuestro apoyo y vernos en el siguiente salón del manga de Bcn.

Os dejo el fotolog que hemos hecho ambas para subir noticias, fics, información y SIEMPRE fotos de Nolita.

.com/Bergdora_Nolita

Espero vuestros comentarios y apoyo,

Os quiere.

Bergdora.


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