[2004-09-24] Viernes 22:35 Pm.
Entre la negra oscuridad se encontraba su cuerpo, y su mirada perdida en la verdad que se había vuelto su vida ahora, sus ojos rojizos sin poder botar una lágrima ni algo que sostuviese su tristeza. Ya no ha de ser vida en lo que se encontraba sumergido, sino ha de estar muerto en vida.
-te arrebaté tu sonrisa y tú has arrebatado la mía…-
Su móvil comenzó a sonar y prendió la luz que iluminó parte del departamento. No deseaba contestar, no deseaba hablar, no deseaba vivir, apagó el móvil y lo dejó caer, se levantó del sofá donde había estado toda la tarde sin moverse, sus pasos se hacían sonar en el departamento de él. Encendió la luz, y abrió con dificultad los ojos, observaba cada una de las cosas que componía su departamento, fue a su habitación y se acostó en su cama, aún mantenía su exquisito aroma, se envolvió entre las sabanas tal cual niño fuese, y sin evitarlo llegaron las imágenes que tanto lo dañaban, una y otra vez golpeaban en su cabeza -Maldita sea ¡Déjame en paz!- sus ojos contenían lágrimas sin querer ser expuestas –no, no me dejes… ¡ámame!- se envolvía en un sin fin de contradicciones, quizás ya se había vuelto demente, ya no era normal, sin él su existencia no valía la pena.
Se refugió más en las blancas sabanas tratando de contener su aroma en todo momento, aquello le ayudaba a recordar hermosos tiempos. Hermosos tiempos que venían seguidos por imágenes desastrosas, retorcían su mente, ahogaban sus más profundos pensamientos, enloquecían su amor. –no me olvides, no me dejes… ven por mí-
-Tú me lo prometiste, estarías a mi lado hasta el fin, pero no cumpliste, me mentiste…-
Se ahogaba en su tristeza, se consumía por completo, su alma pareciese ser absorbida, su corazón se retorcía de dolor, su cabeza se envolvía de miles de pensamientos diferentes –fue mi culpa, fui yo, soy el culpable, si yo no hubiese existido nada hubiese ocurrido, amor perdóname ¡No, él no me lo perdonará nunca!- cerró los ojos con fuerza y se vio envuelto entre la oscuridad que el mismo se proporcionaba, viéndolo una vez más.
No lo podía evitar, esa imagen delante de sus ojos lo destrozaba por completo, verlo de tal manera, ver a su amado así ¡No se lo podía perdonar! Y no se lo podía perdonar así mismo por no haber echo nada, sus malditas piernas no se movieron, su cuerpo cayó sin haber formulado sonido alguno, y su amado en el suelo se encontraba. Sin él ya no valía la pena su existencia, deseaba morir lo antes posible, deseaba dejar de palpitar y respirar, abandonar aquel cuerpo y tan detestable mente que le perseguía con cada imagen y palabra.
-Maldita sea Akira…- musitó en voz baja –no me dejes solo, no quiero estar solo, tengo miedo de estar sin ti… por favor reita-
-me abandonaste reita…- soltó una pequeña lágrima –yo te amé… y me arrebataste lo más hermoso que tuve en mi vida ¡Me arrebataste tu vida, tu amor, tu todo!-
El pelirrojo se detuvo en sus pensamientos –perdóname amor, sé que no debo pensar así, pero sin ti ya no puedo existir- se levantó de la cama que tanto adoraba, y la estiró tal cual la encontró, y observó una de las tantas fotografías enmarcadas que mantenía el rubio en su cuarto. Ambos tan felices como siempre, juntos y abrazados, juntos y jugando, juntos y riendo, juntos y alegres, juntos y enamorados. Sacó cuidadosamente una de las fotografía que tenía, y la llevó hacía sus labios, besó donde el rubio se encontraba, y una tenue sonrisa dibujó en sus labios –gracias amor por proveerme días tan felices-
Hace cuatro meses
[2004-05-05]
-¡Amor! No corras- reía el rubio.
Frunció su cejo y se detuvo en el pasillo de los departamento el cual se dirigía al ascensor –Escúchame querido- habló sarcástico –si no querías acompañarme hubiese bastado con decirlo, pero ahora estamos atrasado y necesitamos coger el autobús, y con esa lentitud que avanzan tus pies nunca llegaremos-
-Ruki, te dije una y otra vez que no deseaba ir a Kanagawa, yo quería estar en mi casa jugando o viendo tv, después de todo en dos semanas de vacaciones no es agradable estar con tu novio donde viven tus padres-
-¡Claro! Prefieres estar delante de esa pantalla a que estar junto a tu novio ¿no?-
Una pequeña sonrisa marcó su rostro –te amo mi pequeño idiota, y prefiero estar a tu lado a que tener que estar dos semanas sin ti ¿por qué crees que después de todo accedí?- sonrió. –además hoy me levanté temprano sólo por ti, ni siquiera para los ensayos llego tan temprano y me tengo que tragar toda la furia de Kai- rió, y se acercó lentamente a pocos centímetros de los labios del pelirrojo –siempre estaré a tu lado, siempre estaré junto a ti, te lo prometo cariño- un pequeño sonrojo marcaba las mejillas del pelirrojo, y sus brazos envolvieron el cuello del rubio para alcanzar sus labios y formular tan hermoso y apasionado beso, después de un pequeño lapso y separar sus labios, el pelirrojo respondió: -más te vale estar conmigo por toda la vida- habló con un pequeño tono rojizo en su rostro.
-no pretendo separarme de mi dulcinea- sonrió.
-¡Que no me llames así!- rió, sujetó su mano y caminaron al ascensor.
-nos vamos en mi auto- habló reita.
-no, vayamos caminando, después de todo la estación sólo está a unos 30 minutos de acá-
-pero ruki ¿tanto me has apurado para irnos caminando?-
-si no alcanzamos el autobús, podemos tomar el siguiente- sonrió.
-eres lo bastante raro ruki- Ruki lo sabía perfectamente, y amaba aún más a reita por eso, él era la única persona que lo aceptaba tal cual era, aceptaba su infantil personalidad, y sus cambios radicales de ánimos, akira accedía siempre que se hiciesen las cosas que el pelirrojo deseaba.
-lo sé- sonrió.
-me buscaré otra pareja que no sea tan rara como tú-
-¿Qué? ¡¡me has prometido que estarías a mi lado
siempre!!-
-jajaja sólo bromeaba tonto, no te dejaría ir de mi lado por nada del mundo ¡eres mío!- sonrió.
Se acercaban a la estación y Ruki deseó beber algo, como era de costumbre reita complacía todo lo que deseba su novio y lo hacía feliz. Detestaba ver a Ruki apenado por alguna causa, siempre que su rostro se mantenía triste, el rubio se acercaba y lograba hacerlo reír.
-¿qué jugo quieres ruki?-
-hmm… cómprame uno de naranja- sonrió. -mientras estaré esperando aquí-
El rubio sonrió, y cruzó la calle para entrar al kiosco y conseguir lo que su novio quería, caminaba con su gorra infaltable para poder ocultar su rostro, y que ninguna fanática lo reconociese. Compró el jugo, y se dirigió donde el pelirrojo estaba. Cruzó la calle.
-¡¡Akira, tráeme algo de comer también!!- gritó desde la banca en que se encontraba sentado.
-Si llegamos atrasados será tu culpa y no la mía- rió, y giró para cruzar la calle una vez más, y su cuerpo cayó, el conductor se bajó rápidamente del vehiculo, su gorra se encontraba en el suelo y sus ojos cerrados, su rostro se llenaba de un rojo carmesí. Ruki lo vio caer, observó como su cuerpo fue golpeado por un auto, sus piernas no se movieron, quietas e inmovilizadas se encontraban, su voz ahogada y consumida se vio.
Las personas se comenzaban acercar y a gritar ayuda, los murmullos envolvían su cuerpo, todos observaban la imagen.
Por fin reaccionó. Corrió y se arrodilló junto a su cuerpo, no evocó ninguna palabra sólo se echó a llorar sobre su cuerpo.
Las personas observaban impresionadas la situación, algunos ocultaban la vista a sus hijos, otros derramaban pequeñas lágrimas de compasión.
Desde aquel día el rubio no ha abierto los ojos, duerme en una camilla, mientras el pelirrojo se derrumba en su no vida.
[2004-09-25] Sábado. 01:27Am
-Amor, ahora estaré a tu lado- musitó en voz baja –Sujeto tu mano, mientras con la otra doy vida a mi no vida- en su mano izquierda mantenía la fotografía que había sacado hace un momento, y en la derecha una filosa navaja brillaba en su ojo, pidiendo a gritos mancharse de aquel tez rojizo
–Te amé, te amo y te amaré por toda la eternidad- acercó la filosa navaja a su muñeca izquierda y la hundió con fuerza mientras provocaba el corte y la sangre recorría su mano y la fotografía, una pequeña mueca de dolor se armó en su rostro, pero no impidió que esto lo detuviese. Continuó auto flagelándose por varias horas, hasta que perdió la conciencia y tendido en las blancas sabanas se vio hundido en el sueño más profundo que podía algún ser experimentar.
Amor, no olvides que te amo, y es por eso que preferí estar a tu lado.
[2004-10-02]
Sus ojos pardos se dificultaron al abrirse por la culpa de los haces de luz que entraban en la habitación.
-¡¡Reita!!- se escucharon gritos en la habitación -¡Aoi, uruha! Vengan rápido ¡Reita ha despertado!- la voz del castaño oscuro se hacía oír cerca de la puerta.
-¡¿Qué dices Kai?!- Los rápidos pasos de los guitarristas se escucharon y entraron con prisa a la habitación.
-¡Reita!- hablaron feliz, al ver al bajista tendido en la camilla y observando con sus claros ojos.
El rubio sonrió, aún se mantenía un poco desconcertado de la situación, entraron sujetos de blanco que le hacían variados exámenes.
-Increíblemente el chico ha despertado de su largo coma, y ya está fuera de peligro, así que alégrense- sonrió el sujeto de blanco, mediante salía de la habitación.
-¿y ruki? ¿dónde está ruki? Lo quiero ver- sonrió el bajista, deseoso de ver a la persona más importante en su vida.
Un silencio se realizó, un silencio que no fue ignorado por el rubio.
-¡¿Dónde está ruki?!- habló más fuerte.
-reita…- se atrevió hablar el pelinegro –hace unos días encontraron esto en tu departamento, escrito por ruki-
Ahora que ya tú no estás aquí
Siento que no te di lo que esperabas de mí
Ahora que ya todo terminó, deseo sujetar tu mano y sonreír juntos
Supieras tu amor, que sin ti yo no soy nada.
Busco y no encuentro una explicación
Pero ya no tiene sentido buscarla
Porque lo de nosotros no tiene fin, porque lo de nosotros siempre será
Nuestro amor sobrepasa la ley de la vida, continuará vivo por toda la eternidad, y seremos recordados por lo bello y hermoso que formamos.
Mi vida es tuya amor.
Sus ojos comenzaron a derramar lágrimas sin detenerse. Después de un rato sus compañeros le explicaron toda la situación, con sus voces muy apenadas y sin saber cuales debían ser las mejores palabras para informarle, el rubio no demoró en reaccionar.
-¡Mentira! ¡¡Todo esto es una mentira!! ¡Quiero ver a Ruki! ¡Tráiganlo!- comenzó a gritar como demente, mientras se intentaba de levantar de la camilla.
-reita, tranquilízate, tu estado aun no está bien- habló kai mientras lo sujetaba para que se quedase donde estaba.
-¡¡suéltame!!- lo empujó lejos -¡¡¿Dónde está Ruki?!!- lloraba, mientras comenzaban entrar varios sujetos y lo afirmaban -¡Suéltenme maldita sea!- lo acostaron a la fuerza y con brutalidad por la resistencia que este provocaba, mientras le inyectaban un tranquilizante.
[2004-12-25]
Los tres se preparaban para ir a la casa de Reita, hace un mes se habían colocado de acuerdo de pasar la navidad juntos, y aunque fuese muy doloroso para el rubio por la ausencia del pelirrojo, cada día se encontraba mejor, había comenzado a asistir a los ensayos y reía con ellos, la banda ya no funcionaba por el momento pero aún así se reunían a ensayar.
Muchas veces se le veía fuera de la conversación y perdido entre sus pensamientos, con su rostro apenado y melancólico, y aunque no era él único, los cuatros se habían unido como nunca antes.
-Vamos aoi- se reían los tres que llevaban regalos en sus manos, era una fecha especial y deseaban hacerla al menos agradable, no tenían preparado un festín porque sabían que no era adecuado ni apropiado, pero los cuatro pasarían esta fecha tan armónica juntos.
Llegaron al departamento del rubio, kai introdujo la llave y entraron, se encontraba el árbol lleno de adornos y luces que realizaron los cuatros juntos.
-¡Reita llegamos!- gritó el castaño claro, que no lo veía rondar por la sala.
-¿dónde estará?- preguntó el pelinegro al no oír respuesta alguna.
-debe estar comprando algunas cosas- respondió kai
El castaño claro entró al baño y encendió la luz. Su rostro se paralizó, su corazón palpitó fuertemente, un grito ahogado lanzó, mientras los otros dos llegaron rápido a la escena, y sus lágrimas una vez más recorrían sus rostros.
Hace unas horas
Todas las fotografías se esparcieron por el lugar, y cayó arrodillado al suelo mientras ocultaba su rostro con sus manos -¿Por qué Taka?- comenzaban a salir lágrimas de sus ojos –Te Amo-
Llenó la bañera y se sumergió en ella con ropa, mientras que en su mano llevaba una navaja al igual que su amado, tiñó el agua de un tono rojizo, por las heridas que se provocó en su muñeca al igual que su amado. Se hundió lentamente bajo el agua y cerró los ojos mientras en su mente recordaba cada momento feliz con el pequeño Takanori, sus pulmones pedían tragar aire, pero su cuerpo intacto bajo el agua se mantenía, el aire le comenzaba a faltar, pero su mente no entró en desesperación, sus recuerdos lo distraían de su cercana muerte.
Ahora que ya tú no estás aquí
Siento que no te di lo que esperabas de mí
Ahora que ya todo terminó, deseo sujetar tu mano y sonreír juntos
Supieras tu amor, que sin ti yo no soy nada.
Busco y no encuentro una explicación
Pero ya no tiene sentido buscarla
Porque lo de nosotros no tiene fin, porque lo de nosotros siempre será
Nuestro amor sobrepasa la ley de la vida, continuará vivo por toda la eternidad, y seremos recordados por lo bello y hermoso que formamos.
Mi vida es tuya amor.
Siempre estaré a tu lado, siempre estaré junto a ti, te lo prometo cariño…
Adiós Dulcinea. Hola Dulcinea, es hora de estar a tu lado…