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Cigarettes, Chocolate and Puzzles por Daru

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Death Note es mío, yo lo creé :D. Ok, obviamente nadie se creyó eso. Vivan Ohba y Obata por ser los auténticos creadores de Death Note (y viva H-eichi por hacer tantos doujins rlz ;_; ella alimenta mi frikismo).

Notas del capitulo: Bien, este es un one shot. MxM bastante suave (shonen ai). Es el primer one shot que publico (aunque no es el primero que escribo xD). Quería hacerlo independiente, pero al final decidí que mejor escribo varios one shots en un sólo lugar. En fin, gracias por pasarse por aquí.

Rosary

Era el mes de diciembre y con este llegaba el frío invernal. Las tardes se hacían cada vez más cortas y caían fuertes lluvias en la noche, me sorprendía que aún no haya nevado. También se acercaba el cumpleaños de Mello, es increíble que alguien como él haya nacido en un mes tan frío cuando todo él refleja un día soleado. Todavía no sé qué regalarle… ¿chocolates otra vez?… quizás sean demasiado predecibles.

En fin… ¿uhm?... que silencio se siente ahora. Los pasillos casi siempre lleno de gritos de niños se encuentran en sumo silencio.

-Matt –llamó- ya es tarde, vete a tu cuarto.

¿Por qué siempre me tienes que estar ordenando lo que tengo que hacer?

-Quiero quedarme aquí -respondí.

-No es buena idea.

-¡¿Por qué no?!

-No quiero que ese viejo venga a gritarme, ya tengo suficiente con lo que chilla por pelearme con Near.

Solté una pequeña risa. No pude evitarlo, aunque Mello me mandó una de sus miradas asesinas. Es que, no hay en toda la escuela dos personas que se lleven tan mal como Mello se lleva con Near. Simplemente lo odia, aunque eso a Near parece preocuparle muy poco o nada. Creo que esa es una de las razones por las cuales Mello detesta todavía más a Near. Se exaspera muy rápido, él es una de esas personas que no puede con su propio genio.

Hice caso a lo que me pidió, no valía la pena discutir con él. Yo saldría perdiendo de todos modos.

Me fui a mi habitación, otra vez estaba lloviendo. Los constantes golpeteos del agua contra mi ventana no me dejaron dormir. Prendí mi Gameboy y me puse a jugar… no sé cuanto tiempo, hasta que por fin me dormí.

Esa noche soñé, soñé con Mello. Soñé con un día soleado, los días así me recuerdan a él. El cielo azul despejado a sus ojos, el sol a su cabello claro. Mello es muy brillante a pesar de que siempre se vista de negro.

En mi sueño, Mello me sonreía, me llamaba y me decía algo, algo que no pude recordar cuando desperté.

Al levantarme hacía calor, algo extraño en invierno (eso me recordó un poco a mi sueño). En la mañana tuvimos las acostumbradas y aburridas clases, la tarde la tuvimos libre.

Mello jugó pelota en el jardín, otra vez mandó a más de tres niños a la enfermería. Muy común, esta de buen humor.

Al final del juego, Roger vino. Lo llamó a él y a Near. Se los llevó a su oficina.

Yo no lo sabía, yo estaba esperando a Mello en mi dormitorio (era muy usual que viniera después de sus partidos); pero se tardó, por eso decidí ver qué pasaba. Fue entonces cuando Linda me explicó lo de Roger. Sentí curiosidad, así que me escabullí hasta su oficina para escuchar. La puerta estaba cerrada, sin embargo; se podía oír.

-¡¿A quién eligió L, a Near o a mí?! –por el timbre de voz, era obvio que era Mello quien hablaba.

-L no tuvo tiempo de elegir, su muerte fue un imprevisto.

¡¿Qué?! L… ¿L esta muerto?... No puede ser. Tambaleé un poco y me sostuve dejándome caer de espaldas sobre la puerta. Imposible… L… L no puede estar muerto. ¿Acaso fue Kira quién lo mató?

A mi no me interesan las personas. No me importaba Kira o lo qué sucediese con él. Tampoco me importa si mueren los criminales hoy o mañana. Si Kira los mata o no, me daba igual.

A decir verdad por esos pensamientos fue que me sacaron del cargo de posible sucesor de L, incluso cuando soy el tercero. Sencillamente no concuerdo con las ideologías de un digno sucesor. Pero saben, tengo un secreto: hay dos seres por los que sí me preocupo, por los que estoy al pendiente quiera o no. El primero: L, porque él (como para todos en de Wammy’s) es mi ídolo, aunque tengamos diferentes ideales. Y el otro… Mello.

Si L de verdad ha muerto… significa…

-Mello, Near ¿Qué piensan de trabajar juntos?

¿Mello trabajar con Near? Si apenas pueden mirarse.

-Por mi no hay problema –contestó una voz suave.

Esa respuesta no me la esperaba, apuesto a que Mello tampoco.

-Eso no será posible Roger, sabes que Near y yo no nos llevamos bien, siempre nos regañan por eso, siempre –había algo de pesar en sus palabras. –Near me supera en todo, no importa que tanto me esfuerce, siempre soy el segundo.

Mello… no tienes por qué…

-Esta bien -habló más calmado- Near puede ser el único sucesor de L.

¡¿Quéeeeee?!

-Dejaré el cargo, ya casi cumplo quince años, así que me iré de la institución también.

-…

Noté que Mello iba saliendo, así que intenté esconderme rápidamente tras las macetas con plantas que estaban al lado de la puerta.

Al salir, Mello volteó y miró al lugar donde me escondía por unos cuantos segundos. Ese siempre será un misterio para mí, si se dio cuenta o no de que estaba allí. La duda me atormentó por los cuatro años siguientes.

Mello se iba… ¿se iba? Quizá sólo lo dijo por ira… por el dolor a la muerte de L, por frustración por Near…

No podía ser verdad… pero ahí estaba él alistando sus cosas, a penas lo indispensable para sobrevivir.

No podía ser verdad. Yo estaba espiándolo a través de la puerta que estaba un poco abierta.

No era capaz de tocar la puerta.

No era capaz de entrar a la habitación.

No era capaz de suplicarle que no se fuera.

Regresé a mi cuarto sin decirle nada. En aquellos momentos pensé muchas cosas. Pensé que tal vez él de verdad quería irse, pensé que tal vez de verdad era lo mejor para él.

No, sólo era un cobarde… quédate Mello, quédate o llévame contigo.

Pero, yo no quería irme. Yo no quería encontrar a Kira, por qué abandonar mi vida por atraparle, no tenía porque hacerlo. No tenía sentido.

No, sólo era un cobarde… un egoísta, Mello. Yo no quería irme, tenía miedo.

...

Quédate conmigo, por favor Mello, no te vayas ¿Por qué esas palabras eran tan difíciles de pronunciar? ¿Por qué no podía decírtelo? ¿Pedirte que te quedes sería caso perdido? Sí, probablemente.

Dime Mello ¿me viste detrás de la puerta de Roger? ¿Viste lo asustado que estaba?

También pensé que quizá me pedirías que te acompañe… pensé que si eso sucedía iría contigo. Pero no sucedió.

¿Mello, querías que fuese contigo? ¿Querías que te lo pidiese? Sabes que soy un cobarde.

¡¿Me viste o no espiándote donde Roger?! Si no es así, por qué no me obligas a acompañarte, por qué no me dices nada…

La duda me mataba lentamente. Me viste ¿verdad Mello?

¿Quieres que te detenga? Igual no fui capaz de decirte nada y antes de darme cuenta ya había oscurecido y empezó a llover como la noche anterior. Tú ya estabas con tus cosas en la puerta de salida. Te vi y me armé de valor para acercarme, pretendí no darme cuenta de tus maletas. Me quedaste mirando, me acerque aún más y deposité el pequeño objeto que llevaba en las manos en las tuyas.

-Tu regalo de cumpleaños –expliqué sin que me los preguntaras.

-Aún no es mi cumpleaños.

Levanté los hombros –lo sé.

-No lo necesito.

No tuve el valor de mirarte. –Si no te gusta, puedes tirarlo.

Me observaste detenidamente en busca de una respuesta. No quiero mirarte a los ojos. No quiero despedirme de ti. No quiero flaquear. No quiero que veas lo cobarde y egoísta que soy.

Volteé y me dirigí de regreso a mi recámara. Sabía que me seguías con la mirada.

Desde la ventana, a pesar de la fuerte lluvia, pude distinguir tu figura marchándose, alejándose de aquí.

Lloré, como nunca lloré. Me sentí como un niño pequeño. Lloré por no hacer que te quedarás, lloré por no haberte acompañado, lloré por ni siquiera intentarlo. Lloré porque soy un cobarde y un egoísta.

Pero Mello ¿sabes?, por lo que más lloré fue porque me di cuenta de algo.

Lo que te regalé es mi objeto más preciado, jamás se lo había enseñado a nadie, era de mi madre, me lo dio antes de morir.

Ella me dijo “Esta es la prueba de que te amo, tiene un hechizo y así podré estar contigo siempre” No entendía sus palabras, pero pensé que si te lo daba también yo podría estar contigo. Pensé que a lo mejor volvería a verte.

Pensé en el hechizo de mi madre… y entonces comprendí. Comprendí a lo que ella se refería. Comprendí que yo también te amaba profundamente… Mello.

“Esta es la prueba de que te amo, tiene un hechizo y así podré estar contigo siempre”

Tengo la seguridad de que volveré a verte, algún día. Porque te llevaste parte de mi con ese rosario.

Notas finales:

Dios, salió raro xDUu. Tal vez muy dramático, pero tenía que escribirlo.


PSD (ESTO ES UN MENSAJE PARA LOS QUE LEYERON DON'T JUMP y se pasaron por aquí por frikismo, aburrimiento o para matarme): Juro que actualizaréeeee!! o_o Mi computadora se malogró y perdí el capítulo que se suponía iba a publicar, cuando lo rescribí y lo leí no me gustó cómo quedo, así que lo borré (lawl) y después me quedé sin inspiración o_o. El capítulo que va a salir esta en proceso, ya casi lo termino... así que dentro de poco lo publico, gracias por esperar ;_;


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