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"Las Apariencias... Engañan" por Espiral_de_Nieve

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Notas del fanfic:

Asunto: Respondiendo desafío de Pazuu.

Categoría: Fanfiction Original dela sección Naruto.

Pareja Principal: SasuNaru

Dedicado a: Neko_Cat. Para ti mi amiguita nekito x3

Anuncio:  http://bibliotecadefanfiction.metroblog.com/

"El Blog para aquellos que les gusta guardar sus fics favoritos".

Disfruten... :3

 

Notas del capitulo:

Si, hace tiempo que deseaba hacer un desafío. Y ahora lo tomo, estoy escribiendo un libro, así que mucho tiempo no tengo. Pero me quise dar el gustito jojo.

 

 

Aclaración: Ninguno de los personajes de Naruto me pertenece, sino que le pertenecen al gran señor Masashi Kishimoto; acoto que mis letras van dirigidas solamente a las personas que les guste lo que escribo y también solo las escribo con el fin de entretener al lector que pasee por estas hojas, no pretendo ganar nada con esto, solo sus lecturas, en fin dada ésta aclaración podemos empezar el fic.

 

 

Fanfic dedicado a mi amiga Neko_Cat :3 para ti niña bella x3

 

 

Aclaración 2: Respondo al desafió de la usuaria de esta pagina, Pazzu. Para ti acá las cosas que pediste en tu desafío.

 

 

 

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"Las Apariencias... Engañan"

 

 

 

Capitulo Uno

 

 

 

Miradas

 

 

 

 

 

Japón, específicamente su ciudad capital; Tokio. Una de las mejores del mundo. Sin duda, el lugar ideal para vivir. A pesar de los prejuicios en diversos países en que en si este país es pequeño, que todos viven hacinados o que es sin duda el más caro del mundo. Los sueldos merecían sus precios. ¿Pobreza? Era muy difícil que sucediera aquello, a menos que quisieras ser vagabundo. Era increíble pensar como aquel país había avanzado tanto. Pasar de unos siglos a otros siendo un país poderoso pero con una cultura marcada en lo espiritual. Para caer a lo que cierto joven de hoy en día apreciaba desde su oficina.

 

Una ciudad marcada por la tecnología, y la buena situación. No todos poseían aquel buen vivir, pero nadie se quejaba. A la final todos tenían lo necesario para vivir en aquel mundo. Japón sin duda era un pequeño mundo distinto de los demás. Se le podría decir muy avanzado para la época. 

 

El dueño de aquella mirada hacia el horizonte de aquella ciudad suspiró mientras pensaba en todas las obligaciones que tenía para aquel día. Volteó y frunció el ceño al ver la cantidad de papeles que había en su espectacular escritorio. Ninguno ordenado, todos en desorden y dejados a la deriva, su ceño se fruncía aún más. Había muchas cosas que no toleraba, eran más las cosas que le disgustaban más que de las que gustaba. Algo que no podía tolerar era sin lugar a dudas, el desorden. Todo en él era perfección.

 

Cabellos negros azabaches, mirada oscura, profunda, negra, un hermosa noche o tal vez un pozo sin fondo. Alto, de estampa respetuosa, atractivo o más que ello. Sin duda un joven más que la simpleza de decir "apuesto". De un nombre que también era perfecto para él, uno que imponía respeto... Uchiha Sasuke.

 

El joven, observaba aún aquellos papeles, mientras daba un paso hacia en frente quitando una parte de estos tomando el teléfono de la oficina. Marcó un número, esperando la contestación desde el otro lado.

 

 

- Comuníqueme con Uchiha Itachi.

 

- Enseguida, Sasuke-sama.

 

 

Esperó unos cuantos minutos para luego, sentir como la llamada era pasada a aquel que había solicitado.

 

 

- ¿Qué sucede?- la voz era bastante varonil.

 

- Tengo una pila de documentos en mi escritorio- decía con un tono agrio.

 

- ¿Y?... yo no tengo nada que ver, hermanito. Eso lo debe ver tu asistente.

 

- Pues al parecer - dijo tomando uno en que era la solicitud de un contrato. Mientras se sentaba en una silla bastante cómoda. - El asistente que me contrataste hace un mes que no cumple bien su trabajo. Desde que le dimos su contrato de empleo que el trabajo lo hace... ¿como decirlo?... - Se acomodó cerrando sus ojos, dejando el papel en el escritorio y masajeando su cien. -... Insuficiente-

 

- Pero ototo, eso es normal. Se siente más relajado al ya tener el empleo.

 

- Debería ser al revés. Al tener el contrato ¡trabajar más, no menos!- subió el tono. El del otro lado se alejó un poco del fono. Mientras daba un suspiro, su hermanito menor sin duda era una persona insaciable, tanto en la vida como en lo laboral. Echó hacia atrás su baja cola.

 

Su cabello igual de azabache que el de su hermanito. Pero la diferencia es que este lo poseía liso y largo, haciendo que lo amarrase en una cola baja. Mientras que el de su hermano era corto y con terminaciones alzadas y en punta. Físicamente se parecían bastante. Ambos vestidos con un traje elegante. Claro que él mayor, Uchiha Itachi. Notaba de más años, por lo tanto su estampa era mas madura.

 

- Hermano, se más tolerante con tu grupo de trabajo.

 

- ¿Qué pretendes?  Sabes que odio a las personas incompetentes y este asistente es uno de esa categoría. Además...- contuvo el aliento, observando enfadado la puerta, - Aún no ha llegado y hace más de una hora que todo el edificio está trabajando.

 

 

Itachi sudo la gota. En aquello no había que discutir. Pero no quería escuchar los pleitos de su hermano menor. Su asistente, un chico de cabellos rubios largos, amarrados a una cola alta le observaba de reojo. Mientras organizaba en el laptop la agenda de su jefe.

 

Itachi se alejaba del fono, mientras aquel joven rubio observaba con una gota resbalar por su cabeza como el Uchiha mayor movía la mano jugando con las llaves de su automóvil, no prestando tanta atención a las palabras de su hermano. Deidara, aquel rubio carraspeó levemente, haciendo que Itachi le observara. Deidara elevó su mano señalándose la oreja, con el ceño fruncido. En aquel gesto diciéndole que escuchase a su hermano. Itachi bufó molesto. Poniendo atención.

 

- Media hora.

 

- ¿Qué?- preguntó su hermano mayor no comprendiendo.

 

- Si en media hora no llega, lo corro a patadas de aquí.

 

- Ototo no crees que estás siendo un poco... ¿exagerado?- el menor rió sarcástico. Su hermano mayor nunca tomaba nada en serio. Siempre había pensado aquello. Suspiró, realmente estaba cansado. Pero esto lo hacía por sus padres, siempre se mentalizaba con ello.

 

 

Los Uchiha, sin duda una de las familias de mayor prestigio, no solo en Japón, sino que en el mundo. Eran dueños de la compañía más importante en cuanto a ópticas se refería. Creaban los mejores lentes y lentillas del mundo. Su campo era bastante amplio. Además de los precios y excelentes mano de obra. La familia Uchiha, había participado en esta sección desde hace generaciones. Y la ultima generación había podido realizar el más grande sueño de las anteriores, establecerse en los Estados Unidos y Reino Unido.

 

A base de esfuerzos, sus padres pudieron luego de muchos intentos cuando Uchiha Itachi recién había nacido, completar el proyecto de que su compañía estuviera en los Estados Unidos. Fue cuestión de cinco años para que pudieran establecer la otra parte de su compañía en Reino Unido, cuando Sasuke a penas había nacido.

 

Para los Uchihas padres, con la llegada de sus dos hijos había iniciado también la llegada de ampliar su campo laboral. Lo cual sin duda ocurrió. Todos aquellos años, los padres estuvieron sumamente ocupados. Intentando concentrarse siempre en su trabajo como también en sus hijos. Cuando Sasuke cumplió la mayoría de edad, Fugaku y Mikoto Uchiha. Les anunciaron que debían permanecer unos años fuera, supervisando las demás compañías. Ambos hermanos aceptaron y asumieron el cargo de administrar la compañía en Japón.

 

Y así estaban las circunstancias hoy en día, ya hace tres años y medio que sus padres se encontraban en los Estados Unidos, y ellos en Japón. Siempre había apreciado a sus padres, por ello asumió el cargo. Su hermano siempre había sido un genio en los temas de negocios. Pero Sasuke siempre le ayudaba en la toma de decisiones, ya que Itachi podía poseer mucho talento, pero a la hora de tomar decisiones siempre se confundía. Ahí Sasuke hacia gala de su presencia.

Sasuke era responsable, pero el trabajo lo estaba volviendo más frío y apático de lo que él ya era. No gustaba de tener personal a su cargo para que le ayudase, le agradaba hacer las cosas el mismo. Pero no todo se podía realizar en esta vida, Sasuke tuvo que asumir que necesitaba un asistente que sea que le ayudase con su agenda y con un poco de asesoría. Fue cuando su hermano dándose cuenta de ello, le llevo el año anterior un asistente. Sasuke no gusto de él, y así siguieron por varios... hombres como mujeres. Aunque prefería trabajar con hombres, ya que las mujeres solo se dedicaban a coquetearle en vez de trabajar con disciplina.

 

Nunca había gustado de ello, esa pasión que le entregaban... nunca se había sentido satisfecho con nada. Solo su trabajo y el dinero le satisfacían.

 

 

- ¡Oi!... ¿Ototo?- volvió a la realidad, cuando escuchó la voz de su hermano mayor, - Regresa Sasuke, que no tengo las ganas de levantarme de aquí e ir a tu oficina y saber que te pasa.

 

- No te metas en esos asuntos, Itachi. Lo que yo te pido es un asistente competente. Ahora quince minutos.

 

- ¿Aún no llega?

 

- Si ya hubiera llegado, no estaría perdiendo el tiempo hablando contigo.

 

El moreno mayor rió, pero más bien una venita hinchada se veía en su cabeza.

 

- Entonces, Ototo-baka no me llames- y sin más cortó.

 

 

Mientras Sasuke observaba el reloj de su oficina contando los minutos, 13... 12... 11... 10... y así se pasó sus buenos minutos esperando por si su incompetente asistente llegaba. 3... 2... 1... aun nada, pero de pronto escuchó como se sentían pasos apresurados fuera. Volvió a mirar el reloj, y sonrió autosuficiente. Levantándose de la silla. Al ver como su asistente entraba.

 

 

- ¡Uchiha-sama! ¡Yo!...

 

- Despedido- el hombre le miró extrañado. No podía ser lo que había escuchado.

 

- Perdón, ¿Qué...?

 

- Al parecer además de incompetencia sufre de sordera...- dijo Sasuke arrastrando las palabras, con aquella mirada fría, apática. Indiferente. Calmado pero a la vez serio. - Se lo he dicho claramente, usted está despedido.

 

- Pe... pero Uchiha-sama... - intentó dialogar con su jefe, pero Sasuke le miró gélido. Aquella estampa imponente.

 

- Fuera.

 

- Pero...

 

- ¡He dicho fuera! ¿¡Qué acaso tampoco entiende japonés?! No le quiero ver en frente. Personas como tú, solo retrasan más mi trabajo- el otro hombre temblaba de miedo ante aquellas palabras. Sin duda a pesar de que Sasuke fuese el menor de su familia, era el que más imponía de los hermanos.

 

Aquel joven ex-asistente del moreno, se volteó lentamente hasta finalmente salir de la oficina. Sasuke suspiró satisfecho. Al fin, solo. En su encierro, en su rutina, en su monotonía que tanto amaba.

 

Pero aquel momento le supo a poco, ya que de pronto el piso comenzó a retumbar al sentirse como unos pasos acelerados se dirigían a su oficina. Suspiró cansado, ya sabía lo que venía. Se volteó observando de nuevo los demás edificios de Tokio. Tenía suerte que su oficina estuviera en el último piso. Podía observar toda la ciudad.      

 

De pronto la puerta se abrió con fuerza. Escuchándose una voz con un timbre alto.

 

 

- ¡¡Sasuke-kun!!- decía la chica que cerraba la puerta tras de si, y se acercaba al moreno, abrazándole por la espalda. La chica de cabellos cortos, de un buen tono rosado. Un cuerpo bien trabajado. Vistiendo una playera color guinda, algo escotado y unos short de jeans claros, además de unos zapatos blancos sin mucho tacón. Sin duda era una chica bastante bonita. Llevaba unos lentes estilo mosca, bastante rosados también. Sasuke de pronto tuvo un leve mareo, y comprendió que se debía al perfume de fresas que usaba su novia.

 

Exactamente, aquel apático moreno estaba comprometido. Claro que no por ser un tipo frío de buen corazón y enamoradizo... no,  estaba con ella sinceramente no porque él quisiera.

 

- Sasuke-kun, tuve que escapar unos momentos del set de grabación para venir a verte. Son todos esos tipos unos pesados- se fregaba contra la espalda de su prometido. Haruno Sakura era la representativa modelo de la compañía, e hija de uno de los amigos de sus padres. Ambos padres cuando ellos tenían 18 años los comprometieron. Ya que como trabajan en la compañía siendo marido y mujer, podrían manejarla. Sasuke decidió luego de pensarlo bastante, aceptar. Aquella chica nunca le había gustado, pero la conocía bastante, prefería que fuese con ella que con otra que desconocía. Y en cuanto a la pelirosa esta acepto sin objetar nada, siempre había estado enamorada de aquel moreno. Ellos se habían conocido de casualidad en una fiesta en sus últimos años escolares, y a la chica le atrajo el moreno al instante. Ella le llamaba con frecuencia y el por cortesía contestaba a todo, tan mal chico no podía ser. A pesar que su hermano mayor siempre le molestaba, Sasuke no tomaba en cuenta, le agotaba pensarlo más. Así pasaron sus últimos años de escuela. Hasta que  finalmente sus padres acordaran el compromiso.  

 

- Te pido que no trates a aquellas personas de esa manera. Al menos ellos hacen su trabajo- sin duda aquella frase iba con cizaña.

 

- ¡Sasuke-kun! Eres un jefe muy piadoso- y ahí iba la pelirosa, no tomando en cuenta lo que él opinase. ¿Cómo era posible que no entendiese que esas palabras iban dirigidas específicamente a ella? Suspiró, ¿para que intentar siquiera entenderlo?... así era Sakura.

 

Era ahí cuando se lamentaba haber echado a su asistente. Al menos en algo que le ayudaba era en correr a la pelirosa para que esta no fuese tanto a la oficina. Pero no había nada que hacer, se quitó las manos de Sakura, se iba a sentar en su escritorio cuando sintió como tomaban su rostro y le plantaban un beso. Sakura siempre era la de la iniciativa cuando se besaban o hasta cuando empezaban en un ambiente intimo. Esto a Sakura sin duda le importaba, pero comprendía que quizás Sasuke era muy caballero y tímido como para el tomar la iniciativa. Clave del grabe error, Sasuke no gustaba de la pelirosa en el tema sexual, ni en ninguna chica. Tampoco en nombres. ¡Pues vaya!... no sería raro que él mismo le preguntase a su conciencia si podía a lo mejor ser asexuado, ¿cómo es posible que nada, ni nadie le llamase la atención en aquel ámbito?

 

Se separó de la pelirosa de golpe tras la acción que esta había tomado. Se terminó por sentar en aquella cómoda silla. Sakura al parecer quería sentarse en las piernas del moreno, este le observó ¿como si estuviese acaso la pelirosa loca?, negó con la cabeza.

 

 

- Suficiente. Vete Sakura-

 

- Pero... Sasuke-kun- Sasuke le dio una de sus típicas miradas, mientras sacaba de uno de sus bolsillos unos hermosos lentes rectangulares, dándole un aire intelectual. Tomó uno de los contratos y comenzó a leerlo.

 

- Vete. Debo trabajar y tu también- dijo sin más tomando un lápiz mientras con éste hacia señales de salida para con la pelirosa. Esta le miró enfurruñada, pero el moreno no estaba por la labor.

 

- ¿Qué no comprendes de "vete", Sakura?-

 

- No quiero. Eres el dueño junto con tu hermano de esta compañía, deja unos días libres para estar conmigo, ¿no?. De todas formas tú, Sasuke-kun; haces tu propio horario. Y yo que pronto seré tu esposa no debo porqué trabajar- Sasuke golpeó la mesa con fuerza con su mano. Terminando el monólogo de la pelirosa. Sakura se sobresalto, Sasuke poseía una mirada tranquila, pero distante. Observando cualquier punto de la habitación menos a la pelirosada.

 

- ¿Crees que tengo puedo tomar un tiempo de sobra por tú causa?, no se si lo sabes pero cuando uno está al mando de un buque no tiene descanso. Aquel es mi caso, y tú siendo mi futura esposa- bufo molesto ante aquello, -Debes cooperar también en la compañía. No eres una Uchiha, así que no pienses que podrás vivir como mi madre si te casas conmigo-

 

- ¡Sasuke-kun así no se debe tratar a tu futura esposa, la futura madre de tus hijos! ¡La persona que amas con locura!- Sasuke se frotó con sus manos su frente. No había caso... ese era el asunto. Sakura solo escuchaba lo que quería escuchar y decía lo que los demás debían a acotación de ella, escuchar. Por suerte las dos últimas de las frases dichas por la pelirosada no las cumpliría. Se casaría con ella, pero no tendría hijos. Eso nunca, si los tuviera los niños serían un lazo de unión de Sakura y él. Cosa que no deseaba, ni permitiría. Lo segundo... lo segundo no valía la pena analizarlo, lo que la pelirosa pensaba era solo invención de ella.  

 

- Lo que tú digas Sakura. Ahora, márchate- si que estaba enfadado, se levantó del escritorio y tomó a la pelirosa del brazo, mientras esta se quejaba. Sasuke finalmente logró que esta se marchara. El moreno cerró la puerta tras de si, volviendo a aquella monotonía que tanto amaba.

 

Pero al ver aquella pila de papeles, más recordar lo de Sakura... El, aunque no quisiera. Necesitaba de un asistente y con bastante urgencia... A su cabeza llegó de inmediato su hermano mayor sonriéndole y señalando un teléfono en sus manos. No le llamaría, esta vez quería al mejor asistente que se pudiese tener. Salió de su oficina en dirección a la de su hermano unos pisos más abajo.    

 

El personal le saludaba cordialmente a cada paso que el moreno daba, todos reverenciándolo con respeto. Sasuke solo asentía a cada saludo de vez en cuando mientras seguía en lo suyo. Luego de unos minutos finalmente llegó a la puerta de su hermano. Tocó la puerta un momento, casi al instante ésta fue abierta por Deidara.

 

- Adelante, Sasuke-sama - dijo respetuoso haciéndose aún lado, dejando pasar al moreno. Este se adentró a la oficina de su hermano. Itachi se encontraba atendiendo una llamada, con un gesto hizo esperar a su hermano.

 

- Si... perfecto, entonces mañana. Desde mañana. Hasta entonces- y colgó con una amplia sonrisa en su rostro. Sasuke se preguntó el porqué de esa sonrisa. Pero tenía un asunto más importante que tratar.

 

- Itachi, necesito un asistente- el moreno mayor seguía con esa sonrisa, como en otro mundo. Sasuke posó su mano en el escritorio dando leves golpes. - ¡Despierta!, ¡te dije que necesito de un asistente!-. Itachi volvió a la realidad, dando una sonrisa sarcástica.

 

- ¿Para qué?... si a final de mes no estará-

 

- Necesito alguien competente, no los inútiles asistentes que he tenido- el Uchiha mayor observó los ojos del menor por largo rato. Hasta que se dignó a hablar.

 

- Se que no me lo pides solo porque necesites ayuda en el trabajo. Lo haces para que Sakura no moleste-Sasuke, rió. Mientras giraba sus orbes negras hacia un lado.

 

- Exacto aniki, yo quiero un asistente para que Sakura no esté pegada a mi todo el día- confesó.

 

- Podemos hacer algo ahora, pero tarde o temprano vas a tener que casarte con ella. Ahí me gustaría ver como te libras de ella. Porque no puedes llevar a un asistente a tu casa, para que la corra- dijo mofándose de la situación de Sasuke. Este bufó molesto.

 

- Ello lo vería cuando sucediese. Lo que ahora te pido es un asistente- el moreno mayor sonrió guiñándole un ojo.

 

- Déjamelo a mi ototo-baka- decía más que contento. Sasuke nuevamente se preguntó el porque de ello, dio vuelta su mirada observando a Deidara que se encontraba en su laptop. Este negó con la cabeza dando un suspiro cansado. Aquello a Sasuke lo dejo más intrigado.

 

 

 

 

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Los días habían pasado. Sasuke aún se encontraba con una pila de papeles, timbrados algunos. Otros con firmas, otros marcados en ciertos lugares. Tenía muchos contratos a su mano y leyéndolos todos, inevitablemente te olvidas de alguno. Por ello los marcadores de distintos colores para cada documento.

 

Suspiró desganado. Estaba algo estresado por tanto papel, su agenda no organizada y más cosas de ese tipo. Además que no poseía un poco de asesoría. Intentado relajarse abrió una parte del gran ventanal que poseía su oficina, mientras sacaba uno de sus cigarros preferidos, le daba fuego y podía sentir aquella sensación relajante de la primera inhalación. Cerró los ojos sintiendo aquella sensación relajada, y tranquilizante dentro de si. Era un momento de paz aquel. Lastima que nuevamente aquel momento se deshonoraría, al entrar su novia pelirosada a la oficina.

 

- Sasuke-kun, vamos a almorzar fuera!! No quiero comer la asquerosa comida de los cocineros de este lugar. Además tengo antojos de comida árabe. Vamos, ¿ne?- dijo la pelirosada, mientras se acercaba al moreno tomándole de la mano tironeando de el.

 

- No me tires, Sakura-. Decía enfadado el moreno, ¡ni siquiera un mísero cigarro podía fumar tranquilo!. Lo apagó intentando calmar la furia quesentía en aquel momento, el supuesto asistente que Itachi le dijo que mandaría aún no llegaba y la plirosa por esos días estaba insoportable con las visitas a su oficina.

 

- Pero Sasuke-kun, vamos. Se nos hará tarde y sabes que en ese restaurante se debe pedir hora. No quiero comer en un lugar lleno de gente, no nos atenderán nunca- decía volviendo a tironear al moreno.

 

- Sakura, tengo trabajo, no puedo ir- y no era mentira, de verdad poseía trabajo.

 

- Siempre trabajo y trabajo. Insisto en que eres en si el dueño de esto, y como dueño puedes tomarte las horas libres que gustes del día. Así que vamos. Sasuke-kun -.

 

- Ya dije que no, Sakura. Comprende- debía llamar ese día a la empresa de marcos, asociada con la corporación Uchiha, debían renovar contrato por ese año.

 

- Sasuke-kun, siempre el trabajo antes que yo. Yo no merezco esto, tu me amas, no dejes que el trabajo te haga alejar de mi...- la pelirosa comenzó a acercarse al moreno. Sasuke estaba sumamente enojado y cansado de todo.

 

De pronto ambos sintieron como la puerta se abría de golpe.

 

- Disculpe señorita, pero Sasuke-sama se encuentra ocupado. Debe resolver unos asuntos con la empresa de marcos Hyuuga. Si sería tan amable- Sasuke y Sakura miraban embobados a la persona que había ingresado. Este tomó del brazo a la chica corriéndola de la oficina.

 

- ¡¿Pero que se cree usted?! Nunca le he visto por aquí. ¡No tiene derecho, haré que sea despedido!- prácticamente gritaba la pelirosada a aquel hombre.

 

- No se moleste en arruinar su propia imagen, señorita Haruno Sakura. Márchese, que a usted por lo que sé, debe hacer cinco minutos un spot publicitario- y así sin más la persona la corrió de la oficina del moreno. Sasuke miraba curioso la escena, el chico en frente era rubio de ojos sumamente azules, tal como el zafiro y poseía una tez canela. De estatura mediana. Y de un físico bien trabajado, sin llegar a caer en lo exagerado. Sin duda era un chico que llamaba la atención. Bastante exótico, tres marcas decoraban sus mejillas. Haciéndolo ver como una especie de zorro, un aspecto travieso.

 

Naruto cerró la puerta tras de sí cuando logró retirar a Sakura del paso.

 

- Vaya mujer insistente-ttebayo - decía el rubio suspirando agotado. Se volvió observando al moreno, que le veía de arriba abajo. El chico rubio le sonrió.

 

- Tú...- comenzó Sasuke. Pero fue interrumpido tras ver como su hermano mayor entraba a su oficina bastante alegre. Tirando al rubio aun lado en el proceso eufórico de Itachi cuando abrió la puerta.

 

- Oh, discúlpame, Naruto- se lamentó al ver al rubio sentado en el suelo. Este le miró enfurruñado. - ¡No era mi intención! ¡Discúlpame!- rogaba al rubio. Este sudó la gota.

 

- Está bien, Itachi. Te perdono, pero tranquilízate - intentaba zafarse ahora de la llave que Itachi le había hecho en su afán de abrazarle.

 

- ¿Qué es todo esto?- preguntó el moreno menor. La venita ahora se notaba en su cien. ¿Quién era ese rubio? Itachi al parecer le conocía.

 

- ¡Ototo-baka!- anunció, tomando al rubio de los hombros colocándolo en frente del moreno menor. Bastante cerca.

 

- ¡Tengo el honor de presentarte a tu nuevo asistente, Uzumaki Naruto!- el moreno le observó nuevamente. Comprendiendo el porque hace unos momentos ese rubio había sacado a Sakura de su oficina. Estuvo agradecido en aquel momento, claro que él era Uchiha Sasuke y por más que estuviese agradecido, el no se rebajaría a decir esa palabra mágica.

 

- Naruto- comenzó a hablar Itachi, - Tiene un excelente currículum, Sasuke. Estudió economía y contabilidad en la universidad de Konoha, saliendo como uno de los mejores de su generación. Sabe tomar buenas decisiones cuando se le presiona, jeje- el rubio le miró mal. Es verdad que a veces era algo flojo, pero en el trabajo, no.

 

- En resumidas cuentas te será de gran ayuda- el rubio observaba ahora fijo al moreno menor. Itachi prosiguió; - Además de ello sabe, por no decir que sabe bastante, de informática. Por ello puede ayudar en la compañía además de ser tu asistente, encargarse del sistema. Puedes depositar toda tu confianza en él... sin duda Naruto es de fiar-. Alababa cada nueva información que le daba a su hermano.

 

Sasuke pensó que era justo lo que necesitaba, alguien competente. Bastante competente por lo demás. La mayoría del monologo de Itachi, Sasuke le había observado, y de reojo miró al rubio. Se sintió de pronto algo extrañado, hasta perturbado. ¿Por qué ese chico no le quitaba la mirada de encima?

 

Le miraba fijamente. Algo que sin duda comenzó a incomodarlo. Itachi seguía con su monologo para cuando la puerta se abrió un poco, dejando pasar al rubio asistente del Uchiha mayor en una de sus manos una bandeja con dos café.

 

- Itachi-sama. Debería dejar a Sasuke-sama explicarle a Naruto-kun sobre en que consiste su rol en esta compañía- Dijo dejando aquellos dos café, para Sasuke y Naruto. Ya que iban a tener una larga conversación.

 

- Pero... yo puedo estar aquí. Además...- Deidara se acercó a Itachi con mirada sería. El Uchiha mayor no quería irse.

 

- Sabe lo que conviene a la compañía, Itachi-sama -

 

- Hai... hai- dijo resignado yéndose con un aura depresiva, junto a Deidara . Así ambos salieron, dejando la puerta cerrada.

 

Minuto de silencio... ambos se encontraban solos dentro de aquella oficina. Fue el moreno el cual comenzó a hablar.

 

- Bien, Uzumaki. Al parecer te has dado cuenta de la fila de papeles que tengo en mi escritorio y las repisas de la oficina. Necesito que esto sea ordenado lo más rápido posible. Luego de ello revisaremos los contratos- explicaba, yendo a su escritorio y sentándose en su habitual silla.

 

- Comprendo. Sasuke-san- el moreno se impresionó ante aquello, ese rubio era bastante especial, no diciéndole Sasuke-sama. Naruto se dirigió por una de las tazas de café. Sasuke le observó analizando cada uno de sus actos. El rubio tomo aquella taza de café dirigiéndose a él, estaban uno frente al otro. Sasuke comprendió que se la iba a entregar comenzó a estirar su mano cuando el rubio en un extraño movimiento, vertió parte del liquido en los pantalones del moreno. Sasuke se alejó un poco, por suerte no estaba hirviendo. Observó con enfado al rubio.

 

- ¿¡Qué se supone que estás haciendo, dobe?!- su tono enfadado se notó en un instante.

 

- Discúlpeme, Sasuke-san. En seguida le limpio- dijo sacando una servilleta. Se agachó, el moreno le observó con incredulidad. ¿No iba a atreverse?... el rubio acercaba su mano a aquel lugar. ¿O si?...

 

El café había caído justo en una zona sensible para cualquier hombre. Naruto comenzó a pasar por los alrededores de la entrepierna aquella servilleta. Una escena bastante comprometedora. ¿¡Pero qué diablos le sucedía a aquel rubio a atreverse a hacer aquello?!.

 

- Oi, no es necesa...

 

- Ya termino mi labor, Sasuke-san- interrumpió. El moreno dio un pequeño salto al sentir como ahora la servilleta pasaba descaradamente por encima de su miembro. Le observó exaltado. Y en aquel momento pudo comprobar, la sonrisa zorruna y la mirada lasciva que aquel chico rubio le dirigía.

 

Sasuke comenzó a sentir que la sangre se le subía a la cabeza, estaba bastante enfadado.

 

 

 

"Lo que me faltaba, Tsk... Kuso. ¡Un rubio asistente pervertido!"

 

 

 

Sin duda desde ese día Sasuke le diría adiós a su tan querida monotonía...

 

 

 

 

 

...Continuará...

 

Notas finales:

N/A: He... jejeje ¬w¬  acá respondiendo al desafío de Pazzu. Es la primera vez que hago eso :3 cumplía de todas formas una de las historias que tenía pensado escribir. Y al ver los desafíos y que apareciese me motivo además de cumplir cada palabra pedida, lo que yo también deseaba hacer.

 

¡Sorpresa, sorpresa!... un Naruto distinto mostramos aquí xD, aunque ni tan lejos de la realidad. Naruto es pervertido, y Sasuke... cada vez estoy más segura que es... O_O asexuado xD. No posee ni hormonas u_u ni homo-hormonas xD tiene ¬¬

 

En fin, espero que les haya gustado. Como siempre mi especialidad, AU y el SasuNaru.

Pronto segundo capitulo juju n_n

 

 PD: Debo decir que tengo dilemas para contestar RV. Por si no contesto no es pk no haya leido sus RV =( sino pk la pag m los pone en blanco ¬¬


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