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¿Niñera? ¡¡Dirás supernanny!! por devil may cry

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Notas del capitulo:

Espero que no os enfadéis conmigo por haber tardado tanto en actualizar T0T

Espero que os guste este capítulo que he alargado notablemente como pago a mi descuido. ^^

Espero que os guste. (Me repito más que el ajo XD)

 

 

Capítulo 2: El instituto 

 

Una vez dentro, los dos hermanos miraron el sofá antes de sentarse… no era muy cómodo que digamos, sentarse en el sitio donde… bueno… eso. 

Naruto sonrió ante las dudas de sus amigos y decidió hablar:  

 

 

-   Si no queréis sentaros en el sofá, hay sillas esperándoos impacientes. –les señaló las sillas que rodeaban la mesa de la sala. 

-   Claro… –dudó Sasuke antes de sentarse en una de éstas. 

-   Yo no tengo ningún problema con eso… es sólo que pensaba en… en lo que has cambiado, sí en eso. –se puso una mano tras la nuca a la vez que se sentaba en el sofá. 

-   Bueno, ¿queréis comer algo? –ofreció Naruto con una gran sonrisa. 

-   No, no quiero nada… –dijo Sasuke. 

-   Yo quiero agua si no te importa… –le sonrió Itachi. 

-   Por supuesto, ahora mismo vuelvo. –le devolvió la sonrisa.   

 

 

Naruto se fue a la cocina para traerle a Itachi lo que había pedido, y de paso se cogería unas aceitunas… estaban tan ricas…   

 

 

-   Sasuke –empezó Itachi rompiendo el silencio –antes de que la cagues, te diré que Naruto no sabe que Deidara me ha contado a mí lo que esta mañana te he contado a ti, que tú no contarás a Naruto… 

-   …  –Sasuke le miró con cara de “¿tú eres tonto o te pinchas?” –habla más claro… 

-   Que Naruto no sabe que nosotros sabemos… lo que le hicieron, así que ni se te ocurra comentarlo. 

-   Vale, vale…   

 

 

Justamente en ese momento apareció Naruto de la nada con un vaso con agua en la mano derecha y un vol con aceitunas rellenas en la otra. Se acercó a Itachi con parsimonia y elegancia y le tendió el vaso en señal de ofrecimiento con una pequeña sonrisa en la cara.

 

Itachi cogió el vaso y le devolvió la sonrisa en señal de agradecimiento.   

 

 

-   Bueno, ¿y qué os contáis? –preguntó Naruto para romper el hielo. 

-   Pues nada en especial la verdad… –respondió Itachi –. Sólo que últimamente es todo tan aburrido… en realidad si yo no trabajo para la empresa no valgo para nada. 

-   Y que lo digas… –murmuró Sasuke. 

Itachi ignoró el comentario de su hermano menor y continuó hablando como si nada; -espero que se acaben pronto las vacaciones para poder continuar trabajando. 

-   Entonces es todo lo contrario que yo –dijo Naruto –yo no quiero que se acaben las vacaciones, el instituto es muy aburrido. –dijo haciendo un pequeño puchero. 

-   Y tú ototo-baka, ¿tienes ganas de que empiece el colegio? –le preguntó Itachi mirándole a la cara con una sonrisa –. Ya sabes; los deberes, los exámenes, las chicas pesadas, levantarse pronto, no tener tiempo libre… 

-   Itachi, lo he pillado, ¿sabes? –dijo Sasuke enfurruñado. 

-   Me encanta hacerle rabiar –le dijo a Naruto con una divertida sonrisa en la cara, a lo que Naruto le devolvió el gesto. 

-   No habéis cambiado nada, ¿sabéis? –dijo el rubio dirigiéndose a ambos morenos –me alegra que seáis los de siempre… 

-   Creo que no puede decirse lo mismo de ti –le dijo Sasuke mirándole con una mezcla de rabia, ira e impotencia. 

-   Yo tampoco creo que pueda decirse lo mismo de mí, pero tengo mis razones, no hace falta que me mires con odio, ¿sabes? –le recriminó el rubio. 

-   Mira, digas lo que digas, no es normal desaparecer bien entrada la noche y volver a las diez de la mañana, y menos normal es aún, que te traigas tíos a casa para tirártelos mientras tu hermano se parte la crisma para tener un plato en la mesa. –acabó levantándose el moreno. 

-   ¿Disculpa? –Se levantó el rubio también –tú no tienes ni puta idea de lo que yo hago cuando mi hermano no está, ¡¡y creo que no te incumbe en lo más mínimo!! –le acabó gritando Naruto a Sasuke.  

-   Pues yo creo que sí tengo derecho a saber si te acuestas con veinticinco personas a la semana… –el moreno se cruzó de brazos. 

-   ¿Cómo que veinticinco? ¿Te crees que soy una puta que cobra 100 al día? ¿Quién te has creído que eres? ¡¡Tú no sabes nada, y por lo que veo ni siquiera sabes escuchar a los demás cuando te hablan!! –saltó furioso el rubio -. ¡¡Te he dicho que sólo me he acostado con tres personas en mi maldita vida!! 

-   Ya, ¿entonces a qué hombres te traes a casa cuándo tu hermano no está? –preguntó molesto el azabache cruzando los brazos y arqueando una ceja. 

-   Mejor pregunta: a qué chico me traigo cuando Deidara no está. Estúpido. –escupió con asco Naruto. 

-   Está bien, ¿a qué chico te tiras cuando Deidara no está? –le preguntó con un tono más bien sarcástico. 

-   Se acaba de marchar ahora mismo por la puerta. –Ambos morenos le miraron fijamente para que continuara -. Él es Sasori, lo conocí después de que yo… tuviera un pequeño accidente sin importancia en una discoteca para jóvenes. Desde entonces, él y yo nos vemos mucho, ¿vale? –el rubio agachó la mirada y se quedó mirando el vol de aceitunas, como si fuera lo más interesante en aquella habitación. 

-   Si sólo te acuestas con uno, ¿por qué Deidara me dijo que te traías hombres a casa? –preguntó Itachi. 

-   Deidara tiende a exagerar las cosas cuando la cosa se le escapa de las manos o no está enterado de lo que pasa a su alrededor. –Se defendió el rubio. 

-   Anda… –murmuró Sasuke –vale. 

-   ¿Vale? ¿Cómo que “vale”? –dijo Naruto cabreado –. Un “lo siento” por tu parte no me sentaría nada mal… 

-   No voy a pedirte perdón, no me arrepiento de lo que he dicho. –dijo sentándose sin más. 

-   Y aquí vuelve Uchiha Sasuke, el frío, impertinente y orgulloso Uchiha está al acecho… cuidado… –dijo con un tono burlón. 

-   Bueno –dijo Itachi para romper el hielo –. Ahora que lo hemos aclarado todo y nos hemos quedado felices por el hecho de que sabemos que Naruto no es… un inconsciente, nos vamos para casa. –acabó su monólogo el mayor –. Va Naruto, recoge tus cosas. 

-   Vale, vale. –dijo mirando aún con furia a Sasuke. 

-   Tsk. –Sasuke ladeó la cabeza para no ver más la cara del Uzumaki. 

-   Venga va, Naruto, que te ayudo –dijo antes de que el rubio le partiera los piños a Sasuke.    

 

 

Naruto e Itachi salieron del comedor para dirigirse a la habitación del rubio y, mientras tanto, Sasuke se levantó de su “cómodo” asiento para inspeccionar la habitación, encerrado en sus cavilaciones.    

 

 

-   ¿Cómo puede ser? No es posible que una persona cambie tanto como para pensar que no es la misma de antes… ¿o si? Quizás simplemente es que no quiere volver a ser la persona que era antes… o quiere aparentar ser la persona que no es… –pensaba y pensaba y no lograba dar con una respuesta lo bastantemente convincente como para dejarle tranquilo –. Quizás debería haberle pedido perdón en su momento, no sé que me ha pasado… creo que e pediré perdón… –no había resuelto ninguna duda, es más, ahora tenía nuevas dudas.

¿Cómo podía pedirle perdón? Jamás de los jamases había pedido perdón a nadie… ¿Cómo se hacía eso?   

 

Se oyeron unos extraños ruidos en las escaleras del recibidor, para luego no escucharse nada. De repente se empezaron a escuchar unas carcajadas que provenían del rubio hiperactivo. 

 

Sasuke salió del salón para dirigirse al recibidor sin prisa pero sin pausa, y cuando llegó se quedó estático.

La imagen era algo extraña. Itachi estaba tirado en el suelo boca abajo con una maleta en su cabeza y su cuerpo estaba en una posición incomprensible, mientras que a su lado, Naruto estaba descojonándose a carcajada limpia y agarrándose el estómago con fuerza.   

 

 

-   Vaya Itachi –empezó el moreno –no sabía que hacías contorsionismo…    

 

 

Naruto al escuchar el comentario del moreno se rió más fuerte aún. Sasuke se dirigió hacia su hermano y le quitó la maleta de la cabeza, para dejarla a un lado.

Naruto estaba empezando a contenerse para parar de reír, y se levantó con agilidad  apoyando las manos en el suelo.   

 

 

-   Itachi… me da la sensación de que cada vez eres más tonto. –dijo simplemente Sasuke cogiéndole del brazo para girarlo. 

-   ¿Estás… bien… Itachi? –dijo el rubio acercándose y aguantándose la risa que amenazaba con desbordarse de nuevo. 

-   ¿Tengo pinta de estar bien? –dijo con cara de confundido. 

-   ¿Es una pregunta retórica? –preguntó Naruto. 

-   Sí, lo es… –dijo Itachi intentando levantarse del frío suelo en el que se hallaba sentado (gracias a la ayuda de Sasuke). 

-   Vale… –dijo el rubio –eso significa que… 

-   Eso significa que acaba de perder la única neurona que le quedaba. –completó Sasuke.   

 

 

Gracias a la ayuda de Sasuke y de Naruto, pudieron arrastrar a Itachi hasta la cocina para que se bebiera un baso de agua. 

 

Alegando que ya se encontraba bien, los tres se dirigieron al coche, pero esta vez, era el hermano menor el que ayudaba al rubio a cargar con las maletas.   

 

Ninguno de los tres habló durante el viaje, cada uno se dedicaba a lo suyo; Itachi a conducir, y pensar en sus cosas; Sasuke estaba encerrado en su mundo, pensando cómo se pedía perdón a una persona sin perder el orgullo; y Naruto simplemente contemplaba el paisaje intentando dejar la mente en blanco, cosa que nunca conseguía.  

 

Cuando por fin llegaron a su destino, la mansión Uchiha, los tres se relajaron notablemente. Por fin podían descansar en sus habitaciones y no tener que contarse nada.   

 

Cuando por fin descargaron las maletas de Naruto, le enseñaron su habitación. Era realmente muy espaciosa y bien iluminada.

Tenía una cama de matrimonio al lado del gran ventanal decorado por unas hermosas cortinas de seda azul como sus ojos, sin embargo, la cama no llegaba a tocar la ventana, ya que entre estas dos, había una estantería de color negro que era más o menos un palmo más alta que Naruto. Estaba vacía, seguramente para que el rubio pusiera lo que se le viniera en gana. 

Delante de la cama, había un gran espejo con el que se podía ver él mismo de cuerpo entero. El espejo era ovalado, sin puntas y decorado con madera ni muy oscura ni demasiado clara. 

Había un escritorio lo bastante grande como para que se tumbara una persona, y sobre él, yacía apagado un ordenador negro de pantalla plana con la impresora de igual color en el lado derecho, la torre estaba bajo el escritorio.

Sobre el ordenador, una lámpara salía de la pared para poder alumbrar mejor el escritorio para cuando la luna se posaba sobre el cielo. 

 

El gran armario que se veía a la derecha de la puerta, nada más entrar, era lo bastante grande como para tener una orquesta metida allí dentro, y una puerta al lado de éste esperaba ser abierta.   

 

 

-   Bueno Naru-chan, nosotros te dejamos solo para que ordenes tus cosas, ¿ok? –dijo Itachi dejando las maletas que llevaba encima sobre el suelo. 

-   De acuerdo, gracias por todo –sonrió el rubio. 

-   Entonces hasta luego –le devolvió Itachi la sonrisa y se marchó hacia quién sabe dónde. 

-   Bueno… –empezó Sasuke –mi habitación es la de al lado –dijo dándole a entender que si necesitaba algo no tenía más que ir a pedírselo -. Y… bueno… sobre lo de antes… emm… bueno… yo… 

-   Ya Sasuke, no digas nada. Nunca se te ha dado bien mostrar tus emociones, y nunca has pedido perdón… no hace falta que lo digas ahora. 

-   Vale. Me voy entonces. –Sasuke le sonrió de medio lado dándole a entender que se lo agradecía. 

-   De nada. –sonrió Naruto.   

 

 

Una vez fuera los hermanos, se dispuso a poner su ropa en el gran armario, pero entonces vio la puerta de al lado cerrada. Fue hacia la puerta y la abrió.

Abrió los ojos con sorpresa. Nunca había visto un baño tan enorme. Tenía un jacuzzi redondo donde cabían por lo menos diez personas. A un lado, había una simple ducha de un metro cuadrado, y al lado un lavamanos con un espejo bastante grande.

Al otro lado de la ducha se encontraba el wc.    

 

 

-   Mucho mejor de lo que creía… -murmuró –. Creo que me están mimando demasiado…    

 

 

Se dirigió hacia la habitación, puso las maletas sobre la cama y las abrió para sacar toda su ropa. Una vez abiertas, se dirigió hacia el gran armario y lo abrió.

Estaba dividido en dos partes. Un cuarto del armario eran cajones y cajoneras, y lo demás era para colgar la ropa.   

 

 

-   Vaya… parece un agujero negro…   

 

 

Colgó toda su ropa, dosificándola en; “formal” como por ejemplo una chaqueta de cóctel. No “formal” como por ejemplo camisetas de manga corta y vaqueros. Y por último y no menos importante, sino todo lo contrario (porque era lo que le quedaba mejor) “completamente informal” como por ejemplo unos tejanos raídos a propósito o una camiseta sin mangas de color negro y ceñida al cuerpo.   

 

 

-   Perfecto. Ahora sólo hace falta colocar los zapatos…   

 

 

Se giró sobre sus pasos abriendo una pequeña bolsa y sacó los zapatos de ésta para empezar a colocarlos (la mayoría bambas) bajo la ropa colgada.   

 

Naruto se pasó toda la tarde colocando sus cosas en toda la habitación. Tenía una gran colección de libros, entre los que estaban; la saga de Harry Potter, la de Crepúsculo y la de Eragon. A pesar de tener libros tan nuevos y actuales como lo eran estos, Naruto también tenía la obra completa de Shakespeare, como Hamlet, Romeo & Julieta y Las Brujas de Macbeth.  

 

Mientras ordenaba sus obras y libros, le dio por poner música. Ya que tenía muchos CDs, con el estéreo que estaba en un mueblecito al lado del escritorio podría escucharlos perfectamente.

¿Cuál podría elegir? Ah, claro, para relajarse lo único que tenía que sacar esa su colección de Jazz. De todos esos CDs, decidió que el mejor era aquel en el que colaboraban Louis Armstrong & Ella Fitzgerald.

Introdujo el CD en el reproductor y puso directamente el track 2: Love is here to stay. Esa canción siempre era relajante, le encantaba.

 

Se dispuso a ordenar los libros cuando le dio por mirar la hora. Eran las 20:00, muy tarde. Se le había pasado el tiempo volando.

Acabó de poner sus libros en la estantería, junto con todos sus CDs.   

Una vez alistada su habitación, bajó al comedor y vio a los dos hermanos viendo la televisión, embobados.   

 

 

-   ¿Qué vamos a cenar? –preguntó Naruto sacándolos de su ensoñación. 

 -   ¿Eh? –preguntó Itachi despistado –. No sé… ¿Qué vamos a cenar Sasuke? 

-   ¿Por qué me lo preguntas a mí? No lo sé. 

-   Esto… –los dos morenos continuaron viendo la televisión – ¿no teníais criados antes? 

-   Sí, pero les despedimos, no teníamos intimidad. –contestó Itachi. 

-   Ah… ¿y qué soléis cenar? 

-   Pedimos comida por encargo y nos la traen. –habló Sasuke. 

-   ¿Y eso todos los días? –preguntó el rubio sorprendido. 

-   Es que Itachi no sabe cocinar… una vez le puso azúcar en lugar de sal a la comida… estuve vomitando durante días… –Sasuke puso cara de horror.  

-   Eh, no te pases… no te pases –le miró a la cara –no eres quién para hablar ototo-baka, tú pusiste harina en la sopa… 

-   Ya te dije que fue un accidente sin importancia… 

-   Sí claro, lo que tú digas…   

 

 

Naruto miraba la estúpida pelea entre los hermanos mientras pensaba que no se podía hacer nada. Los dos eran tontitos y no tenía arreglo.

Dejó a los hermanos peleándose en el salón y se fue para la cocina para prepararse la cena… mejor dicho; para preparar la cena de los tres.    

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO   

 

 

Naruto acababa por fin de poner la cena en la mesa de la cocina junto con los platos y los cubiertos para poder comer.

Se dirigió hacia el comedor para anunciar que estaba la cena en el plato, pero cuando atravesó el marco de la puerta se arrepintió.

Esos dos aún seguían discutiendo sobre quien era el peor en lo referente a la cocina.   

 

Todo pasó muy rápido:  

Estaban a punto de llegar a las manos cuando… 

…Naruto cogió un jarrón que estaba encima de la mesa, sacó las flores y les tiró el agua del recipiente encima.   

 

 

-   ¡¡¡¡¡Eeeeeeeh!!!!! –chillaron los dos morenos a la vez. 

-   La cena está servida. –soltó Naruto.   

 

 

Los hermanos se miraron entre ellos y decidieron no enfadarse más. No llegaban a nada con eso.

Se fueron a sus habitaciones lo más rápido que pudieron, para no hacer enfadar más al rubio, y se pusieron el pijama. Bajaron a la velocidad de la luz hacia la cocina, y cuando llegaron a la puerta, podía olerse el apetitoso aroma de carne con salsa de pimienta verde. 

Entraron tan deprisa como pudieron, y se sentaron en sus respectivos lugares. Fliparon en colorines. La ensalada de pasta en medio de la mesa junto con una vinagreta con olor a especies, era lo que más llamaba la atención, pero no por ello era lo más importante. Tenían en sus platos un buen filete de ternera al punto, bañado en una salsa que olía a las mil maravillas. Había pan tostado en una cestita de mimbre junto a la ensalada. Se quedaron maravillados.

Entonces vino Naruto, Dios sabe de dónde, y se sentó con ellos.   

 

 

-   Espero que os guste. No habían muchos ingredientes, por lo que me he apañado con lo que he podido. –dijo el rubio cogiendo el tenedor. 

-   … –los morenos no dijeron nada. Estaban impresionados. 

-   Espero que este mutismo signifique que os gusta, porque sino, la próxima vez llamaréis a un chino. 

-   ¡¡¡Noooo!!! –reaccionó Itachi ante lo dicho por Naruto –Lo que pasa Naru-chan, es que no sabíamos… bueno, al menos yo no sabía, que tú sabes cocinar. 

-   Ah, vale –dio un suspiro –probadlo a ver si os gusta. 

 

 

Ambos morenos probaron la comida, y si ya tenía una pinta exquisita, el sabor era sublime. Ambos le dieron las gracias al señor por haber enviado un angelito cocinero… o bueno, gracias a Satanás por enviar al mejor demonio cocinero…   

 

La cena transcurrió sin incidencias, y todos quedaron complacidos, los morenos por la comida, y Naruto porque ellos recogieron la cocina. Después de eso, todos se fueron a sus respectivas habitaciones para poder descansar.   

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO   

 

 

El fin de semana transcurrió sin ningún problema relevante, sólo lo de siempre; peleas de hermanos.

Naruto ya estaba harto de esos dos inútiles, quería que llegara de una santa vez el maldito día en que empezaban las clases… quería ver a sus antiguos amigos; Kiba, Hinata, Shikamaru, Lee, Ten Ten… ¡¡¡QUE ACABE EL FIN DE SEMANA!!!

 

 LUNES 

 

Era ya por la mañana. Naruto y Sasuke estaban desayunando en la cocina, demasiado dormidos para decir una sola palabra.   

-   ¡¡¡¡Venga chicos!!!! –Vino Itachi por la puerta – ¡¡¡un poco más de energía, que empiezan las clases!!! 

-   Vete a la mierda Itachi… –maldijo Sasuke. 

-   Soso… –Itachi dirigió su mirada hacia Naruto – ¡¡¡Venga Naruto, que hoy empiezan las clases!!! 

-   Vete a la mierda Itachi… –maldijo esta vez Naruto. 

-   Jolín chicos… -vio cómo se levantaba Naruto y se dirigía al fregadero. Sonrió con perversión –. ¿Sabes Naru-chan? –Ensanchó su sonrisa –Hacía mucho tiempo que no hacía una cosa… 

-   ¿Qué cosa? –giró su cuello para verle mejor. 

-   Esto. –agarró el culo de Naruto con las dos manos, como si la vida le fuera en ello. 

-   ¡¡¡¡¡Uaaaaaaaaah!!!!! –gritó Naruto. Entonces se zafó del agarre, le encaró y le dio una bofetada en la cara –. ¡¡¡No vuelvas a hacer eso Uchiha Itachi!!! –. Acto seguido salió de la cocina más despierto que si le hubieran tirado un vaso de agua. 

-   I-ta-chiii… –susurró Sasuke.

 

 

Itachi se giró lentamente hacia su hermano menor, con miedo y entonces… 

CENSORED.   

 

Naruto salía de la casa entre enfadado y divertido. Entonces se paró al escuchar a Sasuke gritando su nombre. Se giró. Y se dirigió hacia él.   

 

 

-   ¿Qué quieres? –peguntó Naruto. 

-   ¿Sabes conducir una moto? –preguntó Sasuke bastante serio. 

-   Claro, ¿por? 

-   Ven… –Sasuke cogió el brazo de Naruto y lo dirigió hasta el garaje.   

 

 

Una vez allí, Sasuke arrastró a Naruto hacia una especie de bulto tapado por una sábana.

El moreno se acercó y la quitó, dejando ver una hermosa moto de color negro con toques grises bastante grande. Naruto se quedó con la boca abierta de la sorpresa.   

-   Uau… Sasuke… es… es… –dijo Naruto balbuceando. 

-   ¿La quieres conducir? Es para ti. –dijo enseñándole el casco negro. 

-   ¡¡Por supuesto!! ¿De verdad que es para mí? –preguntó tocándola maravillado. 

-   Claro. –Sasuke se miró el reloj de pulsera –. Oe dobe, rápido que llegamos tarde… 

-   Sí. –se puso el casco y arrancó la moto, ya que las llaves estaban puestas –Sasu, ¿tú cómo vas al instituto? 

-   En mi coche –respondió el moreno sonriendo de medio lado y abriendo su Mercedes con un mando a distancia. 

-   ¿Por qué no me sorprende? –dijo dando un suspiro.   

 

 

En cuanto Sasuke abrió la puerta del garaje, Naruto arrancó y salió de allí cagando leches.

El moreno sonrió. Pues sí que le había gustado su regalo, sí. Él también salió de allí rápidamente para llegar al instituto lo más rápido posible. No quería llegar tarde el primer día de clases del segundo trimestre.    

 

 

OoOoOoOoOoOoOoO    

 

 

Sasuke aparcó en el parking para alumnos de la escuela y vio la moto que resaltaba entre las otras. Bien, Naruto ya había llegado. 

Cogió sus cosas, cerró el coche y se fue corriendo tan rápido cómo si le hubieran puesto un petardo en el culo (XD).   

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

-  Bueno chicos, creo que ya es hora de ir callando… –dijo el profesor entrando en la clase. 

-   Oh Dios mío, ¡¡¡¡el Apocalipsis!!!! –gritó un alumno. 

-   No niño, no bajarán los cuatro jinetes para matarte… no sé por qué lo dices. –Dijo el profesor poniendo su maletín sobre la mesa. 

-   No es para menos Kakashi-sensei –dijo un alumno te pelo marrón y una marca en cada mejilla; Kiba –. Es la primera vez que sólo tarda en llegar 10 minutos a clase… 

-   Vaya, gracias, creo que he batido mi propio récord… pero no os acostumbréis –dijo el sensei –hoy he venido pronto porque este trimestre ha venido un alumno nuevo y…   

 

 

Pero los alumnos no le dejaron acabar, y se pusieron todos a hablar como cotorras expresando en voz alta lo que pensaban en ese momento; ¿chico o chica?   

 

 

-   Vale, vale, captado. ¿Queréis saber si es chico o chica, no? –todos asintieron –entonces no seáis lerdos y dejadme acabar las frases. 

-   Dish –dijeron algunos. 

-   Bueno –se aclaró la garganta –como iba diciendo antes de que me interrumpierais, ha venido un alumno nuevo. No me preguntéis porqué. Sólo sé que es un chico, y que ya lo conocéis todos… bueno, mentira, todos no que Gaara es nuevo y no le conoce, pero el resto sí. 

-   ¡¡¡Hala!!! –murmuraban todos. 

-   Su nombre es… Naruto Uzumaki. –acabó el sensei. 

-   ¡¡Anda, es Naruto!! –gritó entusiasmado Kiba. 

-   N-Naruto-kun… –dijo Hinata para sí misma. 

-   Ja, ¡¡no me lo puedo creer!! –Dijo una voz chillona – ¿¿ese pringado de Naruto?? ¿El que estaba enamorado de mí? –exclamó con superioridad una chica con el pelo rosa. 

-   ¡¡Eh, Naruto no es ningún pringado!! –exclamó Kiba. 

-   Claro que sí… ¡¡y quería salir conmigo!! –empezó a reírse burlándose del rubio junto con algunas compañeras. 

-   Mira pelo-bote, se está rifando una somanta de hostias y tú tienes todas las papeletas, cacho guarra. –dijo Kiba furioso. 

-   ¿¿¡¡Cómo te atreves??!! –le gritó Sakura. 

-   No vuelvas a burlarte de Na-   

 

 

Pero no pudo acabar la frase porque la puerta se abrió de golpe y un chico rubio entró en la clase y se puso en frente de todos dando la espalda a la pizarra.

 

El chico tenía su media melena recogida en una coleta baja. Llevaba unos vaqueros de color azul cielo rasgados, y una camisa blanca y ceñida al cuerpo con los botones abrochados, pero dejando al descubierto una parte de su pecho, en el que se podía observar un hermoso collarete con un cristal azul clarito. Encima de la camiseta llevaba un chaleco sin abrochar de color negro sin mangas que le llegaba un poco más arriba de la cintura.   

 

 

-   ¡¡Oh my God!! –exclamó una chica. 

-   ¡¡Qué guapo!! 

-   ¡¡Hala!! –la clase empezó a cuchichear, estaban todos emocionados. 

-   ¡¡Por la Virgen del Pilar!! –exclamó Kakashi-sensei.

 

 

Él, que estaba leyendo su librito mientras sus alumnos discutían anteriormente, ni siquiera apartó la vista de su librito cuando se callaron todos de golpe, pero cuando empezaron a cuchichear emocionados, y a decir lo guapo que era, se dignó a apartar la vista del libro.

Y entonces se quedó a cuadros. Ése no podía ser Naruto… el Naruto que recordaba… no era así en absoluto.

La mano empezó a temblarle de la emoción, y por consecuencia, el librito repetía la acción de su mano.   

 

 

-   Joder… Creo que si fuera mujer se me habría caído la compresa. –dijo Kakashi lo suficientemente alto como para que lo oyera toda la clase, es decir; casi gritando. 

-   ¿Cómo debería tomarme eso Kakashi-sensei? –preguntó Naruto con una sonrisa juguetona en la cara y una voz que rozaba la sensualidad.  

 

 

Toda la clase se sorprendió. También su voz era distinta a la de antes. Ahora era más masculina, pero a la vez más provocativa…   

 

 

-   ¡¡¡Naruto, mi alumno favorito!!! –dijo Kakashi de repente dejando caer el librito en el escritorio para acercarse a Naruto.   

 

 

Cuando estuvo delante de Naruto y vio como éste levantaba una ceja y le sonreía se derritió por dentro y le abrazó.   

 

 

-   Ka-Kakashi-sensei –logró articular Naruto –. No me dejas respirar. 

-   Hay Naruto, no sabes cuánto te he echado de menos… –dijo ignorando el comentario de su alumno. 

-   Sí, seguro –resopló Naruto –uaargh –Kakashi apretó su abrazo. 

-   Naru-chan, te he echado de menos… –dijo Kakashi con sus manos peligrosamente cerca de su trasero.   

 

 

Naruto intentaba apartarle suavemente. Toda la clase miraba con atención. Algunos se reían, otros murmuraban algo como “Kakashi-sensei no cambiará nunca, culo veo, culo quiero”.   

 

 

-   ¡¡¡¡Uaaaaaaaaaaaaaah!!!! –se escuchó el grito por todo el colegio.   

 

 

Kakashi le había agarrado el culo como Itachi en su momento, fue entonces cuando el rubio se libró del agarre del pervertido y le arreó un puñetazo en la boca, desmayándose al instante. 

 

La clase empezó a reírse a carcajada limpia, junto con Naruto mientras Kakashi se levantaba del suelo.

 

El rubio se dirigió hacia su amigo Kiba, no sin antes guiñarle un ojo a Hinata, que se puso toda roja y agachó la mirada.

 Naruto se puso justo en frente de Kiba. Se sonrieron con complicidad y se chocaron los puños en un gesto amistoso.   

 

 

CONTINUARÁ 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, pues eso ha sido todo por hoy. Creo que no me ha quedado muy bien, pero es lo que hay ¬¬

Nos leemos en el siguiente capítulo ^^ 


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