Ban despertó sintiendo que el teléfono vibraba en su bolsillo.
Se movió aun entre sueños, con pereza lo saco y trato de leer.
El sol de la mañana entraba por la ventana del auto, la luz se reflejaba en la pantalla y no le dejaba ver que decia.
Con desgano se incorporo para poder ver el mensaje que acababa de llegarle.
Era de Ginji.
El corazón le dio un brinco de alegría al recordar la situación entre ellos cuando él se fue.
-Te amo Ban. Vuelve pronto, te estaré esperando- un sonoro beso vino de esos labios, acompañando esas palabras, en medio de la gente, frente a todo el mundo.
Y aunque habría deseado no ser visto por todos los traunsentes de la calle en esa ruidosa mañana de Shinjuku, tampoco podía imaginarse al rubio de sus sueños despidiéndose de otra manera.
El mensaje decía: "Prendé la radio, es el primer día de trabajo de Emishi-han"
Le pareció muy extraño el hecho de que no dijera nada más.
Su amado emperador relámpago solía ser mas afectuoso en sus mensajes, mas ahora que no se veían desde hacia casi diez días...
"Dios, diez días..." pensó el telépata, echando de menos a su amante.
Diez días desde que él y Himiko se dieran a la búsqueda de la respuesta para la maldición que pendía sobre su cabeza.
Diez días desde que Ban comenzara a viajar con ella.
Como solían hacerlo él y Ginji cuando viajaban solo que ahora le tocaba a él dormir en el lado del acompañante... estaba en el auto que antes era de Yamato y que ahora conducía la dama veneno.
Su rubio, su amado rubio con sus hermosos ojos, un poco tristes por la despedida se habían quedado en el Honky Tonk, velando sobre el jefe, que ya estaba mayor y no podía solo con el trabajo, ni aun con la ayuda de Natusmi, y todo porque aunque no quisiera reconocerlo su salud estaba en un pésimo estado.
Termino de acomodarse en el asiento, solo para descubrir que su compañera de viaje se había bajado del vehiculo dejándole una nota pegada en la guantera.
"Fui al baño y al bar de la estación de servicio a desayunar"
Suspiro cansado.
Si bien se llevaban bien ahora, la bruja de los perfumes todavía seguía siendo difícil de tratar los días en que despertaba de mal humor... y todo parecía indicar que ese seria uno de esos días...
Prendió la radio y la sintonizo en el numero, que si mal no recordaba el bromista de la sangre fresca le había dicho era de la radio para la cual ese mismo día empezaría a trabajar.
Sonó una cortina musical tétrica, como ese ruido de órgano que solía usarse tanto para presentar a los personajes malvados en las películas viejas...
Ban suspiro de nuevo ¿por qué le hacia caso a Ginji? bueno él sabia muy bien porque, porque lo queria hasta el delirio, pero veces no podía evitar re-formularse la pregunta.
Una risa malvada se oyó de fondo era la voz de Emishi tomando un tono grave y escabroso:
-Muajaja, muy buenas tardes a todos, bienvenidos a Tardes Negras- hizo una pausa que intentaba ser dramática sin mucho efecto – Yo soy el Conde Emishi, el bromista de la sangre fresca Muajajjaa- se rió otra ves, muy emocionado en su papel de locutor de radio...
El muchacho de gafas violeta ya estaba perdiendo los estribos, cuando le llego otro mensaje de su novio.
"Solo ten paciencia Ban-chan" Decía y tras leerlo comenzó a pensar que la anguila eléctrica se traía algo entre manos...
Aguanto como pudo los tontos chistes del bromista, y aunque no quisiese admitirlo, incluso se río con algunos, pero se dijo a si mismo que seguramente esos eran los que le habían hecho leer las personas detrás de la conducción del programa.
-Bueno, bueno va llegando la hora de ponerse serios- dijo de pronto dejando de lado el tono festivo que había gobernado sobre la primer parte del programa.
–Ahora, quisiera invitar a nuestros queridos radioescuchas a llamarnos para pedir canciones y poder dedicárselas a las personas que les gustan.
No tienen que asustarse- explico enseguida- los que no deseen decir sus nombres, pueden permanecer en el anonimato e incluso pueden mandarnos un e-mail y yo en persona leeré las dedicatorias. Quizás así también podamos ayudar a declarar y confesar amores y unir algunos corazones en la distancia.
De más esta decir que el recuperador sintió que el corazón se le iba a salir del pecho...
Se le había ocurrido una idea de la mas ridícula, así de pronto se le había ocurrido que quizás el rubio había planeado dedicarle un tema.
Pero rechazo la idea de inmediato diciéndose a si mismo que eso seria muy cursi, incluso para él.
Y justamente por eso mismo fue que todo el asunto de pronto comenzó a cobrar sentido.
Trago saliva con un poco de esfuerzo y se dio a la tarea de escuchar con atención, con muchos nervios.
Nunca nadie le había dedicado antes una canción por la radio. Seria que acaso ¿Ginji sabía sobre eso?
Se miro las manos. Tenía las palmas de las mismas transpiradas. La cortina que usaban para ir de propagada en el programa, sonó. Y un vacío nervioso de mariposas revoloteando se hizo lugar en su estomago, creándole de nuevo la necesidad de deglutir.
-Bueno parece que tenemos al primer valiente de la tarde- hablo Emishi, casi cantando cada palabra.- Muy buenas tardes ¿con quien tengo el gusto de hablar?- pregunto de manera muy correcta y educada.
-Ho-hola buenas tardes- hablo la voz del otro lado.
Ban suspiro, primero aliviado porque no se trataba de Amano, sino de otra persona y luego, luego se sintió nervioso otra vez, porque antes de poder darse cuenta la primer persona ya había pedido su canción, y él perdido en sus divagaciones no se había dado cuenta de que la misma ya llegaba a su fin y que ahora podía llamar alguien mas y ese alguien ¡¡ser su rubio!!
Trato de calmarse, después de todo solo era una canción, y él era Ban Midou, ¡el invencible, con un porcentaje de éxito cercano al cien por ciento!
Se escucho un teatral ruido de teléfono y Eminshi hizo de cuenta que atendía:
-Alo alo- dijo, tratando de sonar como si atendiera así en su casa, que de hecho así lo hacia…
-Hola Emishi- se escucho del otro lado la familiar vos de Ginji Amano
-Hola Ginji, ¡¡tanto tiempo!!- exclamó del otro lado el locutor, con genuina sorpresa, o al menos se las arreglo para actuar muy convincentemente.- ¿Qué haces llamando a la radio?- pregunto despreocupado, como si fuese el teléfono de su casa.
- Ginji es un buen amigo mío- susurro de pronto, como tratando de explicarle a la audiencia el porque de tanta confianza entre los dos.
-Bueno, ¿recuerdas que me dijiste que hoy comenzabas a trabajar?, solo te llamaba para darte ánimos- dijo el rubio con un tono de voz que dio la sensación de que sonreía mientras hablaba.
-Ajajajaja, muchas gracias Ginji- contesto del otro lado el transparente Haruki.-Y de casualidad ¿no quieres dedicarle una canción a Ban? –
El telépata sintió que se moría de los nervios ¡¿Por qué estaba tan nervioso?!
-Bueno, de hecho si- dijo de pronto el ex emperador relámpago.- Sé que a él le gusta mucho una banda que se llama Incubus, y me gustaría dedicarle un tema de ellos que se llama I miss you
Ban no podía creerlo. Con lo distraído que era el chico de ojos marrones, aun así se las había arreglado para recordar el nombre de su banda favorita.
-Mmm No sé si la tenemos en el archivo- dijo el bromista en respuesta.
- Si no la tienen, ¿crees que podría al menos leer la letra?-
-¡Claro que si Ginji querido amigo!- respondió el otro sin esperar el visto bueno de sus jefes tras el vidrio de la cabina de locución.
Sintiendo la boca seca de los nervios Ban escucho esa voz que le era tan familiar y amada recitar lo siguiente:
Verte cuando despierto
es un regalo que no creí que pudiera ser real
Saber que sientes lo mismo que yo
es un sueño utópico de tres largas paginas
Tu me haces algo que no puedo explicar
¿Seria algo muy desubicado si te digo que te extraño?
Ver tu foto
Sentir el olor de tu piel
en la almohada que esta vacía al lado mío
solo te has ido hace diez días
pero ya siento que me desvanezco.
Sé que volveré a verte
sea dentro de poco o de mucho
pero necesito que sepas
que me preocupo y que te extraño.
-Eso fue muy lindo Ginji amigo, y aquí esta la canción que pediste- dijo mientras la canción comenzaba a sonar- Ban muchacho mas te vale que cuides de Amano, no me hagas ir a buscarte- bromeo el ahora locutor de radio mientras la voz del cantante comenzaba a dejarse escuchar.
To see you when I wake up
Is a gift I didn't think could be real.
To know that you feel the same as I do
Is a three-fold, Utopian dream.
You do something to me that I can't explain.
So would I be out of line if I said "I miss you"?
I see your picture.
I smell your skin on
The empty pillow next to mine.
You have only been gone ten days,
But already I'm wasting away.
I know I'll see you again
Whether far or soon.
But I need you to know that I care,
And I miss you
En Shinjuku, Paul miraba como Ginji limpiaba las mesas silbando al son de la canción que acaba de pedir. De pronto el teléfono del recuperador sonó.
-Hola ¿Ban?- pregunto al atender, mientras caminaba hasta la vereda para hablar más cómodo.
Del otro lado se escucho la voz del telépata:
-Yo también te extraño tonto- suspiró pensando cuanto- Te extraño mucho.
Fin XD
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