Capítulo 9 “AMENAZAS”
CASA HERMIONE...
La siguiente jugada de Hermione Granger. Acabar con Harry se había convertido en su obsesión. Guardaba como su tesoro más preciado, aquel frasco de arsénico. Incluso, había engañado a Ginny, poniendo otros polvos encima de lugares estratégico.
La culpa, pasó a segundo plano. Sólo tenía ira y dolor en su corazón. Suficientes para lastimar a su rival.
-Harry, Harry, siempre fue Harry- reclama y tira sus libros a la pared- pagarás, lo pagarás- mira el frasco de veneno- hoy- ríe y pone en marcha su plan suicida.
CASA HARRY...
Pasado el plazo establecido, el ataque cedió.
Como si el alma le volviera al cuerpo, la rigidez cedió. Harry pudo abrir los ojos y mover su cuerpo.
-¿Qué pasó?- se levanta sobresaltado provocándole un pequeño mareo.
-Tuviste un ataque- responde el rubio, con claros indicios de cansancio.
-Lo siento mucho- responde Harry, tocando su vientre.
-Creí que jamás despertarías de nuevo- dice Draco, con un tono preocupado.
-¿Por qué lo dices?, son 12 horas, como siempre.
-Han pasado 14 horas.
-Ya veo- se sienta en el sillón y tiene una leve sonrisa en el rostro.
-¿Qué me estás ocultando?- digo de golpe- lo sabías- afirmo.
-Es probable- digo con misterio- ¿no tienes que ir a trabajar?- el ojiverde desvía el tema.
-Al diablo con el trabajo- se levanta del sillón- ¿qué me estás ocultando?- dice el ojigris, impaciente.
-Nada, Draco, calma.
-¡…l estuvo aquí!, ¿no es verdad?- ve hacia la ventana- ¿qué te hizo?- mira fijo a Harry- juro que lo partiré en pedacitos, al imbécil de Alex.
-Cálmate, Draco, ya pasó.
-Me calmo un carajo- dice bajo- buscaremos otro lugar.
-…l no hallará de igual manera- dice el moreno desesperanzado.
-No, no lo hará.
-No sacas nada con matarlo- resopla- ¿qué hago si tú estás preso?, eso es lo que él quiere, no le sigas el juego.
-Entonces, qué quieres, ¿vivir escondido toda la vida?
-No, cálmate, me tienes harto- dice el pelinegro, levantándose del sillón.
-Estoy calmado, maldición.
-Todo esto es por mi culpa- hace un puchero- si yo no... si yo no te hubiera conocido, ¡esto no estaría pasando!- se pone a llorar.
-Cálmate, no llores más- dice el rubio, menos brusco- yo te protegeré.
-Primero, ¿podríamos comer algo?, tengo hambre- dice el pelinegro, mientras le sonaba la guatita.
-Creo- el ojigris le suena la guatita- no te rías- se ruboriza un poco.
-Es muy raro que un Malfoy pase hambre, es tan cómica tu cara- dice Harry entre carcajadas.
-¡Mi rostro es perfecto!
-Me muero de hambre, ¡y los niños también!, eres un padre desnaturalizado por matarnos de hambre- dice Harry olvidándose de un pequeño detalle.
-¿Niños?, ¿escuché bien?
-Se me olvidó decirte que son dos, aunque todavía no saben si son gemelos o mellizos, ¿qué te parece?
Fue la primera vez en su vida que se desmayó (n/a perdón, perdió la conciencia, si es que tiene algo que se llame así)
-¡Draco, despierta!- el moreno estaba preocupado.
-Son dos, eran dos- balbucea el ojigris.
-Sí, así es- confirma.
Tocan el timbre.
-No querrás que te vean así, ¿verdad?- dice Harry, a su pareja.
-Claro que no, esto no se volverá a repetir- dice el rubio, levantándose del suelo y limpiando su ropa.
-Ya voy- Harry abre la puerta- Hermione, ¡qué sorpresa!- dice muy feliz.
-Hola Harry- dice la castaña.
-Pasa, pasa- el moreno se hace un lado.
-Te traje más ropa- le entrega un bolso- hola Draco.
-Hola- dice seco.
-¿Qué pasó?- pregunta extrañada Herm.
-Nada que te interese- responde el ojigris, yendo a la cocina.
-No trates mal a mi amiga- le reta el ojiverde- está así donde tiene hambre, no le hagas caso.
-Ya veo, ¿cómo estás?
-Bien, con mucha hambre.
-Te prepararé algo.
-Muchas gracias- por mientras Harry arregla la mesa.
Draco fría unos huevos. Hermione aprovechó la distracción del rubio para preparar el jugo y así, envenenarlo. Sirvió tres vasos, y al que le correspondería al pelinegro, le echó arsénico y lo revolvió.
Se sentaron a la mesa para desayunar.
Harry comía como si se le fuese la vida en ello. Draco más disimulado, comió su porción. Hermione, sólo se sirvió unas tostadas y juego.
-¿No te gusta el jugo, Harry?- pregunta al notar que el moreno, no bebía de su vaso.
-No es eso, gracias por prepararlo- bota el vaso con el brazo- lo siento, aún estoy algo torpe.
-No te preocupes Harry, traeré un paño y otro jugo- dice la castaña, aprovechando una nueva oportunidad.
-Muchas gracias, eres muy amable.
-Me voy a trabajar- Draco se levanta de su puesto y ordena su mochila.
-Que tengas un buen día- se despide Harry con un beso.
-Harry, yo también me tengo que ir- dice la castaña, trayendo el vaso con jugo- voy a salir con Ginny de compras.
-Cuídate, ya verás que todo se solucionará.
-Lo creo- le abraza y se va.
Harry, al quedar solo en la casa, primero se fue a duchar.
Un baño de agua caliente, es revitalizante cuando sólo te domina el frío. Luego con la toalla alrededor de su cuerpo, buscó su ropa y la nueva colección de vestidos auspiciados por su “amiga”.
Escogió uno verde, con bolsillos. Tenía botones en el cuello y unas cintas adelante. Se amarraba en la cintura. Se vio al espejo, si que estaba gordito.
-Sólo me falta un cintillo- resopla- esto pisotea mi masculinidad y nadie me entiende- hace un puchero.
Ordenó la ropa restante. Dejó hecha las camas. Aprovechó de hacer aseo, lavar la losa, limpiar el baño y la casa parecía un espejo.
Tanto trabajo le dio sed.
-Ahora beberé el jugo que me sirvió Hermione- se lo bebe de un solo trago.
Suena el timbre, era Ron.
-Hola, ¿cómo estás?- saluda el pelirrojo, entrando a la casa.
-Bien, ¿quieres un jugo?- le ofrece Harry- lo preparó Hermione.
-Ya veo, dame un poco- espera en el sillón.
Harry sintió una puntada en el vientre. La espalda le comenzó a doler y mucho. El vaso que sostenía se le cayó al suelo.
-Harry, ¿pasa algo?- Ron va a verlo y lo encuentra arrodillado en el suelo.
-Es sólo un dolor, no te preocupes- logra decir, pero ya era insoportable.
-Vamos al baño- lo levanta y apenas logra llevarlo al baño.
Harry vomitó. El dolor se hacía cada vez más intenso, tanto que se desmayó.
Ron llamó a la ambulancia y esperó a que llegaran lo antes posible.
Internaron al moreno de emergencias y le hicieron los examenes pertinentes.
Envenenamiento, fue el diagnóstico.
-¿Quién pudo hacer algo semejante?- pregunta Ron al doctor que atendía a su amigo.
Ginny mantenía encerrada a Hermione. No lograba entender cómo se había atrevido a envenenarlo. …l no podía morir, claro que no.
-¡Sácame de aquí, Ginny!, ¡abre la puerta!- exclamaba, golpeando con sus puños, la puerta.
-¡¿Cómo te atreves a dañarle?!
-¡Tú lo dañaste primero!, ¡eres tan o más culpable que yo!
-¡No sabes lo que has hecho!, no es sólo a Harry a quien dañaste, también a sus hijos.
-¿Hijos?
-¿Ahora te sientes culpable?, reza para que no mueran los tres.
-Soy, despreciable, lo siento tanto- comienza a llorar.
-Las lágrimas no borrarán el daño que causaste, Herm- dice Ginny alejándose.
Draco fue alertado de lo ocurrido a Harry y fue al hospital.
-Envenenado con arsénico- dice Ron- y creo saber quién es el culpable.
-Dime quién es para matarlo- dice el rubio.
-Yo me encargaré, tú debes protegerle- dice el pelirrojo, marchándose.
Harry permanecía sedado y Draco entró a verlo.
-No te protegí.
-Estás aquí, es lo que importa- responde el moreno, con una sonrisa.
-Nunca estaremos libres de esto.
-Si podemos ser libres.
-¿Cómo?
-Déjame y regresa a tu vida, es lo único que podemo hacer.
continuará...
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