Creía que esa realmente era nuestra despedida, que después del campeonato nacional no nos volveríamos a ver jamás, así tenia que ser. Que alguien le haga entender eso a mi mente...por favor...
Rukawa salió con semblante serio, iba a entrenar no muy lejos de su casa. Desde que sus antiguos compañeros de equipo se disolvieran se sentía mas solo que nunca. Echaba de menos las broncas de Akagi, las tonterías de Hanamichi, las disputas entre Mitsui...Pero ahora el era el mejor de Japón, le habían recomendado juntarse en otra preparatoria y así lo hizo. Quizás ahora se arrepentía...
Después de un día agotador, de recibir un durísimo entrenamiento volvía a casa exhausto, solo con ganas de echarse en la cama y olvidarse de todo. Esa noche fue diferente, por alguna razón se quedó en la entrada, suspirando sumido en sus pensamientos hasta que una voz grave le saco de ellos.
-Kaede...
-Mitsui??!! - Era demasiado tarde para hacer ver que no le había sorprendido encontrárselo allí, enfrente de sus ojos, después de casi dos años sin verse - Tu...quiero decir, paso algo?
-Jeje..realmente no - cogió aire, iba a ser duro confesarle todo, pero tampoco le quedaba otra opción - Me preguntaba si, podría pasar esta noche en tu casa...Lo se, lo se, es muy precipitado y hace mucho tiempo que no nos veíamos pero...- quiso excusarse pero Rukawa se le adelanto
-Hace frió, pasa...- Su voz se oyó mas helada que el propio viento que se sentía afuera, pero no le importo, al fin y al cabo ellos ya no era nada.
Inspecciono cada rincón con gran interés, le pareció un autentico palacio comparado con su mugre casa, si es que podía llamarse así. Se respiraba un aire acogedor, cálido y reconfortable, un embriagante fragancia le llego hasta sus fosas nasales, incitándole aun mas a penetrar en ese hogar extraño para el mayor del Shohoku.
-Vives solo? - pregunto mas por romper el silencio que por otra cosa.
-Si...- se limito a contestar de mala gana, gesto que no paso desapercibido para Mitsui.
-Oye que pasa? Si no quieres que me quede dilo y punto - fijo su mirada en la del moreno - No necesito de nadie, ya buscare algo.
-Tsk...-
Ahora que lo tenia enfrente podía apreciar con mucho mas detalle como había cambiado su compañero de equipo. Llevaba unos pantalones negros ajustados que marcaban a la perfección sus bien formadas piernas, con una camiseta negra a conjunto. Se había echo un piercing en la oreja, de la que lucia un bonito aro plateado. Había crecido unos cuantos centímetros mas por lo menos, su voz mas masculina junto con sus penetrantes ojos lo hacían ver mas maduro.
Rukawa se tenso de solo pensar en ello, aun así sabia perfectamente que no dejaría que se marchara, no así.
-Espera...-agrego algo inseguro- Puedes quedarte, en mi habitación hay dos camas, además ya te dije que estoy...
-Solo...-una sonrisa se formo en sus labios, como si supiera de antemano que Rukawa no dejaría que se fuera- Sabes...me alegro de volver a verte, kitsune.
-...
-Veo que sigues tan hablador como siempre- ironizo - Estoy cansado...
-Ven...- le acompaño hasta la habitación, saco un pijama y unas toallas y se las acercó- El baño esta al final del pasillo, puedes ducharte si quieres, yo me voy a dormir.
-Te debo una -y sin mas cerro la puerta, dejando a un chico de ojos azules totalmente desconcertado.
Como había podido llegar a esa situación, hasta hacia unos minutos su vida era normal, dentro de lo que cabe, sin preocupaciones y escondido en su mundo. Y ahora resultaba que tenia que compartir habitación con su ex compañero al que no veía desde hacia años. Por si fuera poco no tenia ni puta idea de los motivos que tenia para haber acudido a el, porque a el? Resultaba todo tan extraño, pero tampoco iba a preguntarle, no por ahora. Lo frustrante era que tenia que admitirlo, Mitsui le incomodaba, no sabia porque pero lo hacia....realmente lo había echado de menos...
Rukawa se había echado ya en la cama cuando la puerta volvió a abrirse, dejando ver a un Mitsui recién bañado. No giro su rostro para verlo, pero podía notar perfectamente su presencia, su imponente presencia en ese oscuro cuarto.
-Sigues despierto- ni siquiera pregunto, sabia perfectamente que era así -Siento causarte tantas molestias.
-No molestas -seguía en la cama de espaldas - Duerme.
Había pasado media hora y el seguía igual, no podía dormir, maldita la hora en que acepto que se quedara, maldijo una y otra vez su estúpida debilidad hacia el. Regañándose a si mismo hasta que volvió a sentir su cuerpo tensarse, se incorporo de manera brusca prendiendo la luz instintivamente.
-Me has asustado imbecil! Te dije que te durmieras -no quería que que el mayor notara su nerviosismo, algo que le resultaba bastante difícil de esconder delante suyo.
-No puedo dormir y por lo que veo tu tampoco...-suspiro y tras quedarse unos segundos en silencio, que para el moreno resultaron asfixiantes, agrego- Puedo dormir a tu lado si eso te ayuda.
-Que coño dices? -dijo el menor alzando la voz y notablemente afectado por el ofrecimiento -Piérdete de mi vista si no quieres que tu único techo sea el de los cartones de ahí fuera - y fijo su mirada hacia la ventana que daba a la calle.
-Capullo -fue su única contestación, no esperaba que Rukawa le recibiera con los brazos abiertos, pero tampoco era para ponerse así o si?
Volvió a acostarse en su cama y a suspirar pesadamente. No podía, no quería dejar las cosas así, pero el intentar hablar con el resultaría en vano.
Se durmió sumido en sus pensamientos y cuando volvió a abrir los ojos ya había pasado la media noche. Volteo hacia la otra cama y como esperaba Rukawa seguía sin dormirse, tanto le molestaba que estuviera allí? Se moría de ganas de acercarse a el y abrazarlo, consolarlo, pero sabia perfectamente que el orgullo de su compañero le rechazaría de mala manera. Opto por la vía segura y volvió a hablarle, esta vez desde donde se encontraba.
-Kaede...-susurro
-Que? -corto secamente, dando a entender que no quería hablar con el, porque así era. No tenían nada de que hablar.
-Te acuerdas de cuando jugábamos juntos en el Shohoku? Tu nunca decías nada, pero así en silencio era cuando dabas lo mejor de ti -hizo una prevé pausa, esperando alguna respuesta por parte de su compañero, pero viendo que seguía callado continuo- Te admiraba mas que a ningún otro, aunque nunca te lo dije jaja que tonto.
-Soy un perdedor- volteo y encaro a Mitsui, quien lo miraba visiblemente sobresaltado ante su comentario -Mírame...
Sus miradas se cruzaron, aun estando oscuro, las luces de la calle iluminaban lo suficiente como para delatar las lagrimas de Rukawa. Se sentó en la cama, aguantando las ganas de echar a llorar y se limito a permanecer callado.
En un momento te veo y lloro. Sirve de algo que veas mis lagrimas? Me gustaría decírtelo pero no encuentro las palabras. Yo no podría decirte "No me dejes".
-No aguanto mas, todo esto que ves, es una simple tapadera -forzó una falsa sonrisa - Yo no soy quien crees...
-Que estas diciendo? No entiendo nada...- se sentía impotente de ver así a Rukawa y no poder hacer nada. Se acerco a su cama y sentándose a su lado paso su mano por su espalda - Vamos no estés así, puedes contarme lo que sea!
-Soy maricon -dijo levantándose y alejándose del chico de cabellos azulados- y sabes lo peor de todo? que me gustas Mitsui...
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