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Sentimientos peligrosos por tenshi_kun

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Notas del capitulo:

Continua la seducción...

Este capitulo va para mi amiga Ann, que se me fue de vacaciones, y la re extraño :(

Harry no había podido dormir en toda la noche, su cabeza no dejaba de pensar en lo que había sucedido en la torre de astronomía… otra vez lo había besado, aunque se había prometido ciento de veces no hacerlo. ¿A quien engañaba? Estaba loco por él, su cuerpo reaccionaba de inmediato ante su cercanía, cosa que no había pasado con Cho esa tarde… y su mente, también reaccionaba, no podía dejar de soñar con él. Cabe destacar que era mejor esos tipos de sueños y no con el cara de serpiente.

 

Algo cansado por la falta de sueño fue caminando torpemente hasta el gran comedor.

 

-Hola Harry –lo sorprendió Cho, con una inmensa sonrisa.

 

-Oh, hola –le respondió al salir de su sorpresa.

 

Sin decir nada y visiblemente sonrojada, la joven de Ravenclaw le extendió un pequeño paquete con papel azul.

 

-¿Qué es esto?

 

-Un regalo para ti.

 

-Pero no es mi cumpleaños.

 

-Lo se, pero no hace falta que lo sea para regalarte algo.

 

-Gracias –le dijo, sonriendo con ternura.

 

Harry lo abrió para encontrarse con un libro sobre los mejores buscadores de Quidditch de todo los tiempos, los ojos se le iluminaron, era genial.

 

-Gracias Cho, me encanta, no te hubieras molestado.

 

-Lo vi ayer y creí que serie perfecto para ti.

 

-Realmente lo es, gracias.

 

La chica se veía feliz, no podía ocultarlo, los ojos le brillaban y sus mejillas estaban con un tono carmesí. De pronto Harry notó como Cho se acercaba lentamente, mirándolo con deseo, directo a sus labios para besarlos… pero en ese momento alguien lo empuja bruscamente de atrás haciendo que ese beso jamás llegara.

 

-Uyy que torpe soy –dijo Malfoy con sonrisa burlona, acompañado de Zabini.

 

-Fíjate por donde vas, Malfoy –le gritó Harry.

 

-Oh vamos Potter, no creo que te hayas perdido de mucho –dijo mirando con desprecio a Cho.

 

-Mejor cállate Draco –atacó la chica–, yo se mucho sobre ti.

 

-¿Me estas amenazando? –le dijo acercándose peligrosamente a ella–. Será tu palabra contra la mía, ¿y a quien crees que le creerán, estúpida?

 

Cho lo apuñaló con la mirada y luego se dio la vuelta para volver a su mesa con paso rápido y molesto.

 

-Eres de lo peor, Malfoy.

 

Draco se acercó sensualmente a Harry, deteniéndose a un palmo de sus labios, esta actitud no pasó desapercibida en el Gran Comedor.

 

-No permito que toquen lo que me gusta.

 

Luego se dio vuelta y se fue a su mesa, dejando a Harry parado en medio del Gran Comedor, con muchas miradas sobres él. Hermione al ver que su amigo no reaccionaba, lo fue a buscar y lo “despertó” guiándolo hasta la mesa de los leones.

 

-Harry ¿Qué te dijo que te dejo así? –le preguntó su amiga algo preocupada.

 

El moreno no había reaccionado del todo, aun sentía ese aliento cálido sobre sus labios, y ese perfume tan delicioso que le hacia fallar los sentidos.

 

-Amigo, no nos asustes, ¿Qué ocurrió? –le preguntó Ron.

 

-¿Eh?

 

-¿Qué te dijo Malfoy?

 

-Oh, nada, lo de siempre.

 

-¿Como lo de siempre? –continuó Hermione–. Estaban a milímetros uno del otro, y luego te quedaste tieso como una estatua, hasta los maestros se dieron cuenta.

 

-¿De veras? ¡Mierda!

 

-¿Qué es ese libro? –interrumpió Ron.

 

-Me lo regalo Cho recién.

 

Ese nuevo tema dio por descartado el otro, a Ron se lo veía muy entretenido ojeando el libro, mientras que Herm interrogaba a Harry respecto a la chica.

Luego del desayuno tenían historia de la magia y transformaciones con Hufflepuff, luego el almuerzo y luego cuidado de criaturas mágicas, defensas y por último pociones… con Slytherin.

 

Había estado absorto en absolutamente todas la clases y pociones no seria la excepción, mas todavía cuando el perfume proveniente de Malfoy le cautivaba de sobremanera.

 

-Potter – lo llamaba Snape, pero Harry parecía estar en la décima luna – ¡POTTER!

 

-¿Qué? –cuando vio la mirada de furia en Snape, enseguida recordó donde estaba y que no prestaba ni la mínima atención–. Oh… lo siento señor.

 

-Ya lo creo que lo sentirá… ¡castigado después de clases Potter, y 10 puntos menos para Gryffindor!

 

Harry bufó y se quedó calladito sabiendo que había estado mal.

Mientras todos hacían las pociones individuales, Malfoy buscaba una forma de ser castigado junto con Potter, su padrino seguro entendería la indirecta y dejaría a ambos solos en el salón, y así podría continuar con su plan.

 

Le costó horrores arruinar la poción cuando vertió un ingrediente incorrecto y el caldero explotó.

Todos miraron instantáneamente al caldero de Neville, pero se sorprendieron al ver que estaba intacto, y se sorprendieron mas al ver que el que había estallado era el de Draco Malfoy.

 

-¿Draco? –susurró Snape, casi a punto de ponerse a llorar, pero de inmediato comprendió la astucia de su ahijado y con las miradas se lo dijeron todo.

 

-Disculpe profesor, estaba distraído.

 

-Tendré que castigarlo.

 

-Haga lo que crea correcto.

 

-Por supuesto que lo haré, compartirá su castigo con el señor Potter.

 

Cuando escuchó eso Harry se puso tan blanco como un papel, y su corazón comenzó a latir con fuerza… aunque no sabía si era por el miedo o la emoción.

        ______________________________________________________________

 

Luego de despedirse de sus amigos como si se iría a la guerra, entro al salón de pociones junto a Malfoy y Snape.

 

-Limpiaran los calderos de hoy sin magia, hasta que pueda comer en ellos.

 

-Si, señor –dijeron al unísono.

 

-Y hablando de comer… ya es hora de la cena.

 

Snape los dejó solos, no sin antes intercambiar miradas cómplices con su ahijado, y llevándose consigo las varitas de ambos.

En el salón solo se escuchaba el ruido de los cepillos limpiando los calderos, Harry se había ido lo más lejos posible de Draco, dándole la espalda… muy tonto por parte del moreno creer que por eso el rubio no se acercaría.

 

-Así que… -comenzó Draco, haciendo que Harry se sobresaltara- ¿Qué te regalo tu noviecita?

 

-Un libro de Quidditch… y no es mi novia.

 

-¿Ah no? – ¡Bingo! Draco aprovechó esa información para acercarse al moreno–. Pues que regalo más corriente.

 

-Fue una atención Malfoy, no es mi cumpleaños ni nada.

 

-Lo se, habría que matarla si te da eso de cumpleaños.

 

-¿Y que sería para ti un buen regalo de cumpleaños?

 

-Yo… -Draco se acercó a Harry haciendo que éste contuviera el aliento y se sonrojara– primero: te llevaría el desayuno a la cama, con mucho chocolate por que se que es lo que mas te gusta… después tocaría una canción para ti, ya que no creo que sepas que se tocar el piano a la perfección… y por último, te haría el amor unas cientos de veces.

 

Si Harry quería una respuesta clara, concisa y que lo dejara sin palabras, esa había sido la correcta. Se lo quedó mirando a los ojos sin poder emitir sonido, en ese momento deseaba más que nada en el  mundo que fuera su cumpleaños.

 

“Bravo, dragón, bravo” se felicitaba por dentro al ver la reacción de Potter. Fue acercándose lentamente para besarlo, pero en ese momento Harry reaccionó bajando su rostro y frustrando los planes de su compañero.

 

-¿Por qué hiciste eso hoy en el comedor?

 

-Sencillo, no quería que te besara.

 

-¿Por qué?

 

-¿Qué es un beso si no sientes nada cuando te lo dan?

 

¡Merlín!, no podía resistirse a tremenda seducción, era demasiado intensa, sensual, embriagadora… simplemente se dejó besar, sintiendo esa electricidad recorrer todo su cuerpo.

Draco tomó el rostro de Harry entre sus manos, besándolo de la forma mas suave y apasionada que conociera. Pegaba su cuerpo a él, lo acariciaba, jugaba con su lengua… lo estaba volviendo loco.

 

Draco comenzó a colar sus manos por la ropa, tocando nuevamente esa piel tibia y suave, sintiendo como temblaba levemente, y no pudo dejar de recordar que así se había sentido él la primera vez que había besado a Cedric.

 

-Me gusta sentir como late tu corazón –le dijo Draco cuando se separaron del beso.

 

-No puedo controlarlo.

 

-Ojala que nunca puedas, es encantador.

 

Harry se fundió nuevamente en un fogoso beso con Draco, imposible de poder rechazarlo, muy dentro de él sabia que estaba haciendo las cosas mal, pero simplemente no podía negarse, era demasiado delicioso, estimulante y sobre todo, le hacia sentir que todo estaba bien.

 

El beso se volvió frenético, sus lenguas enredadas al igual que sus cuerpos estaban descontroladas… Draco había subido a Harry contra el escritorio, mientras que éste envolvía las caderas del rubio con sus piernas.

Draco tiró con fuerza de la camisa de Harry haciendo que varios de sus botones saltaran por los aires.

Trasladó sus besos hasta el cuello de Harry, a su pecho, a sus pezones, lamiéndolos y sintiendo que una mano se aferraba a sus cabellos.

 

Harry estaba en un estado de inconsciencia producto de lo que estaba viviendo, a pasar de que habían tenido sexo, no había sentido lo que estaba viviendo sobre esa mesa… el sexo entre ellos había sido impuesto por alguien, lo había sentido tosco y forzado, pero ahora era completamente diferente… nadie los estaba observando, Draco estaba haciendo todo por propia voluntad y eso le daba a Harry una sensación de felicidad.

 

Pero toda esa felicidad y placer se vieron interrumpidos cuando sintieron ruidos en la puerta.

 

-Snape… ¡mierda!

 

Ambos se separaron y corrieron a sus lugares, arreglando su ropa y sus cabellos.

 

-Bien, ya es suficiente, pueden irse.

 

Harry tomó su varita y se fue como rayo de ese lugar, estaba con su camisa rasgada, sus mejillas como fuego y con una excitación insoportable. Sin embargo Draco se quedó, fulminando con la mirada a su padrino.

 

-Eres tan oportuno, padrino.

 

-En algún momento tenia que regresar Draco.

 

-Iba todo tan bien.

 

-Ya veo –dijo Snape, mostrándole un botón que había en su escritorio.

 

-Bueno, avancé algo al menos, ya caerá.

 

-No pensé que Potter fuera tan fácil, y mucho menos que simpatizara con los hombres.

 

-No simpatiza con los hombres, solo conmigo.

 

-Bueno, tienes con que… procura no fallar.

 

-¿Y por qué habría de fallar?

 

-Por la tremenda excitación que tienes Draco, puedo notarlo desde aquí.

 

-¿Qué pretendes? Soy humano.

 

-No eres más que un adolescente con sus hormonas revolucionadas.

 

-Un adolescente en el que el mago más poderoso de la tierra confía.

 

-El Lord confía en que lo enamores, no en que te lo jodas cada vez que están juntos.

 

-¿Qué? ¿Y qué pretendes que haga?

 

-Pensé que sabias Draco… esto no es un juego, el Lord te ha encomendado una misión, y por tu bien espero que la cumplas.

 

-Por supuesto que lo haré.

 

-Vete a dormir de una vez.

 

Una vez en su habitación, Draco pensaba en la charla que había tenido. Su padrino tenía razón, el Lord le había encomendado ganar el corazón de Potter, no sus pantalones… tenia que cambiar de estrategia, ser mas ¿romántico?... de solo pensarlo se le revolvieron las tripas.

 
Notas finales:

Queria agradecerles a todos ustedes, que se toman el tiempo de leer y dejar comentarios.

Cada una de sus palabras y opiniones me llenan de alegria y me hacen ser cada capitulo un poquito mejor.

Los quiero... besos!!


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