Harry despertó cuando el sol que se asomaba por la ventana lo encandiló, luego de incorporarse y frotarse los ojos, buscó sus lentes y se dirigió al baño.
Mientras se duchaba comenzó a revivir los hechos de la noche anterior, Cedric Diggory y Draco Malfoy haciendo el amor como animales en el aula de pociones… de solo recordarlo su entrepierna se endureció.
-Pero que carajo…
Ya que estaba ahí soluciono su problemita, y antes de bajar a desayunar se recordó no intentar mirar a ninguno de los dos, ni volver a recordar lo sucedido.
Pero, mierda, era verdad… tenían examen de transformaciones con Slytherin luego de el almuerzo.
Seguramente no se había dado cuenta y se levantó con el pie izquierdo, porque ni bien entro al gran salón se choco de lleno con Cedric.
-Oh Harry, lo siento.
-…
- ¿Estas bien?
-Emm yo… s sii.
-De acuerdo, ya me voy, estoy retrasado. Adios.
Como pudo llegó hasta la mesa, en donde ni se imaginaba el interrogatorio que le esperaba.
-Hola Harry – lo saludaba Hermione.
Harry solo se limitaba a mantener la mirada fija en algún punto del plato, y diciéndose a si mismo no levantar la mirada para la mesa de Slytherin.
-Harry, ¿estas bien?
-¿Eh?, si.
-No lo parece, ¿algún problema anoche?
-¿Qué, anoche? ¿Qué sabes de anoche?
-Yo no se nada, pero tu ibas a ir por la poción.
Mierda, la maldita poción, ahora si que estaba jodido.
-Ehmm, no estaba.
-Como que no estaba.
-Si, abrí la despensa y no estaba, Snape la debe de haber sacado.
-Oh Harry, lo siento, no te preocupes buscaremos otra solución.
Al ver la falta de cooperación de su amigo, Hermione siguió repasando los últimos pergaminos de transformaciones para el examen de la tarde.
Harry ya no podía resistir, tenia que ver a Malfoy, solo un segundo… rápidamente levanto la vista y lo vio tal como Hermione, leyendo varios pergaminos, volvió a su desayuno sin poder sacar de su mente aun los gemidos que le había escuchado.
Caminaba por los pasillos mirando hacia el piso, y usando a sus amigos como escudo protector, entraron al aula de transformaciones para hacer el examen.
-Estoy frito, totalmente frito – se decía a si mismo Ron mientras repasaba sus pergaminos.
-Diablos, olvide el tintero, ¿tu tienes uno de mas?
-No amigo, lo siento.
Harry debía apresurase a buscar tinta antes que McGonagall llegara. Se paro de un salto y cuando se dispuso a salir a toda prisa, se choco violentamente con Malfoy cayendo los dos al suelo.
Draco sentía todo el peso de Harry arriba suyo, lo tenía muy cerca y sentía su respiración agitada, eso fue muy perturbador, rápidamente volvió a adoptar la postura digna de él, sin que nadie se diera cuenta de su sonrojo.
Harry estaba terriblemente avergonzado y eso le impedía moverse, el contacto de sus cuerpos se sentía increíble, y podía percibir el calor de su piel aun con toda la ropa puesta.
-Imbécil, ¡apártate!
-Yo lo… lo sien…to.
-Cállate, lo hiciste apropósito maldito.
-Ya basta Malfoy, no te vio llegar, y tropezaron – lo defendía Ron.
-Tu cállate comadreja, el problema no es contigo.
-Fue un accidente Malfoy, te dije que lo sentía.
-Aun no lo sientes lo suficiente Potter, yo me encargare de eso.
Por suerte McGonagall llego al aula, y esos dos se separaron como si les hubieran puesta un resorte.
-¿Sucede algo aquí?
-Si profesora, yo… olvide mi tintero, ¿puedo ir por el?
-Claro que no, el examen ya comienza. Yo puedo facilitarle uno.
-Gracias profesora.
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Harry estaba bien jodido, no pudo apartar de su mente en todo ese rato el cuerpo caliente de Malfoy debajo de él, porque definitivamente sintió muy caliente ese cuerpo, mas de lo normal, tal vez tenia fiebre, pero no parecía estar enfermo.
Una vez que termino la jornada, se aseguro de irse a su sala común y no salir de ahí, no quería cruzarse con ninguno de los dos, ya que por una extraña razón no podía dejar de pensar en ellos, sobre todo en Malfoy, y eso era lo que mas le preocupaba.
-Que horrible me fue en el examen, ¿que hay de ti compañero? – se quejaba Ron.
-Estamos iguales.
-Te veo algo distraído amigo, ¿estas bien?
-En realidad no, los sueños sigue por la noche.
-Lamento no poder ayudarte.
-Nadie puede
-¿Pudiste hablar con Sirius?
-Si, nos mandamos lechuzas, pero no es lo mismo, me gustaría que estuviese aquí.
-Pronto volverás a verlo.
-Ojala, creo que iré a recostarme un poco.
-Si, trata de descansar.
Dio incontables vueltas en su cama sin lograr dormirse, vio el reloj, eran las 12:30 de la noche. Tomo su capa para hacerse invisible y salio a dar un paseo como tenia acostumbrado en sus noches de insomnio.
Caminaba lento y tranquilo, su cabeza era un torbellino de pensamientos… cuanto extrañaba a su padrino, aun no encontraba una solución para poder respirar una hora bajo el agua, y encima la prueba se acercaba… ahhh, y aun quedaba el pequeño problemita de Malfoy y… ¿Malfoy?
Sus pensamientos se interrumpieron abruptamente cuando vio una cabellera rubia pasar por el pasillo que cruzaba al que estaba caminando. Parecía apurado, ¿Iría a encontrarse otra vez con Cedric? ¿Y si tramaba algo?.
Simplemente apago su cerebro y lo siguió. Al parecer estaba en la biblioteca, era la única puerta que había al final de ese pasillo.
Se arriesgo a abrir sin hacer ruido y paso de costado haciéndose mas flaco de lo que era.
El Lugar solo estaba iluminado por la luz de la luna que se colaba por los enormes ventanales, y el silencio era profundo y algo tenebroso… pero de inmediato fue interrumpido por unos sonidos extraños.
El corazón de Harry comenzó a latir a prisa, la sola idea de volver a verlos estaba comenzando a excitarle. Con dificultad pudo seguir los sonidos ya que no eran muy perceptibles en la enorme sala. Se sentía contrariado entre asomarse o no, ¿acaso era un maldito pervertido? pero es que algo así le causaría curiosidad a cualquiera, además según habían dicho la noche anterior, en algunas ocasiones mencionaban su nombre, estaba en todo su derecho de quedarse.
Cauteloso se asomo, para confirmar su presentimiento, nuevamente eran Draco Malfoy y Cedric Diggory devorándose como la noche anterior.
-Hmm Draco – se quejó Cedric cuando lo mordió - ¿a que se debe tanta furia?
-Estoy molesto.
-¿Que pasó dragoncito, te fue mal en el examen?
Harry trataba de agudizar el oído, es que ambos hablaban mientras se besaban y jadeaban y no alcanzaba a escuchar bien, opto por acercarse un poco mas.
-Claro que no, fue el estúpido de Potter.
-Que te hizo ahora.
-El idiota salio disparado del salón… y tropezó conmigo y nos caímos al suelo.
Cedric dejo de besar el cuello de Malfoy para mirarlo a los ojos sorprendido.
-¿Se callo arriba tuyo?
-Si
-Jaja, me imagino tu cara… ¿que sucedió?
-Nada, me paralicé como un maldito imbécil.
-No tiene nada de malo, con alguien así encima tuyo…
-… a que te refieres con alguien así.
-Alguien como el… es hermoso Draco, tienes que reconocerlo.
-Por favor, hay miles mas lindo que el en Hogwarts.
-Tu por ejemplo – dijo Cedric volviendo a besarlo – los morenos no son mi tipo.
-A mi me da igual.
-Ya me di cuenta que todo te da igual.
Con solo la conversación Harry se había puesto mas duro que nunca, no podía ser que los malditos fueran tan ¿calientes?
La forma en la que se besaban era obsena, y las manos llegaban hasta lo mas oculto de sus cuerpos.
Draco estaba sentado en la delgada madera de una de las estanterías y empujaba a Cedric del trasero para hundirlo mas aun entre sus piernas abiertas.
El silencio de la sala permitía que el ruido de sus besos se escuchara al igual que los gemidos, que en otro ambiente serían casi imperceptibles.
También se oía el ruido que hacia el cinto del pantalón de Cedric, al parecer Draco se estaba deshaciendo de él.
Ambos estaban vestidos con sus respectivos uniformes, solo que Cedric tenía la pesada túnica y Draco no.
Harry pudo ver como el pantalón y la ropa interior del Hufflepuff cayeron hasta sus tobillos, y por el bulto debajo de la túnica Draco parecía estar agarrando fuerte sus nalgas.
-Ohh dragoncito, eres muy chiquito para intentar eso – Harry no sabia que intento Malfoy, no pudo ver producto de la túnica.
-¿Quieres ver lo que este chiquito puede hacer?
Draco pego un saltito bajándose de la madera en la que estaba apoyada para arrodillarse frente a Cedric y comenzar a jugar con su miembro.
Harry estaba completamente excitado y eso que Malfoy estaba haciendo no ayudaba para nada… miraba fascinado los juegos que hacia con su lengua, la presión que ejercía sus labios, como sus manos ayudaban.
Harry pensaba una y otra ves que delicioso seria semejante acto. Por una razón que no comprendía estaba hipnotizado mirando al rubio, esa lengua juguetona lo paralizaba y casi se sentía mareado.
La forma en que Cedric revolvía los cabellos platinados a la vez que tiraba su cabeza hacia atrás.
Solo estuvieron así un rato, lo suficiente como para hacer pensar a Harry en tocarse. Cedric levanto a Draco hasta cruzar sus miradas, la luz de la luna hacia verlos a ambos mas bellos de lo que eran.
Ahora era Cedric quien bajo las molestas telas que poseía Malfoy, y antes que se pudieran besar, el Hufflepuff volteo al Slytherin haciendo que su cuerpo quedase frente a los libros.
Cedric acomodo con su mano el miembro en la entrada de Malfoy y lo introdujo. Al percibir el quejido de éste, Cedric tapo su boca con la mano libre y comenzó a mover sus caderas hacia delante y atrás.
Harry estaba a punto de morir ahí mismo, veía la cara de placer de Malfoy, como éste se sostenía de las cadera de Cedric, y como éste también tenia una mano ahogando los gemidos de Draco y otra dentro de su camisa, acariciando su pecho, mientras lamía su oído y le susurraba.
-Eres tan delicioso viborita.
Eso pareció excitar aun más a Malfoy, quien tomo la mano de Cedric que estaba dentro de su camisa, y la condujo hasta su miembro.
Cedric se dejo llevan y mientras lo tocaba, decidió liberar su boca de la prisión de su mano y reemplazarla con un apasionado beso.
Harry jamás había pensado en un beso así, con sus lenguas jugando fuera de sus bocas.
Malfoy gemía mas y mas, y Cedric no podía contenerse tampoco.
-Shhh – intentaba callar al rubio – no pusimos el hechizo.
Malfoy cerro los ojos fuerte al igual que sus labios, intentando reprimir los gemidos de placer, Cedric prefirió ahogarlos sobre el cuello de su amante.
Con un quejido apenas audible se corrieron, Cedric dentro de Malfoy y éste sobre los estantes.
Luego de uso instantes de recuperación, convocaron un hechizo de limpieza y arreglaron sus prendas.
-¿Oíste eso? – lo alerto Draco.
-¿Que cosa?
-Me pareció oír un ruido.
-Estamos solos aquí Draco.
-¿No sientes como que alguien nos mira?
-Pues en un lugar llenos de fantasmas te diría que si.
-No me refería a eso.
-Ya deja de preocuparte. Mañana te enviare una carta con Pansy arreglando a donde nos veremos luego del baile.
-¿A Cho no le molesta que la dejes sola?
-Ella se ofreció a ayudar, así que no.
-De acuerdo.
Después que se fueron Harry se quito la capa, para descubrirse completamente transpirado y sucio, no había aguantado y se había llevado una mano a su entrepiernas para hacerse acabar.
Debería tener mas cuidado, Draco pareció haber percibido algo, de ahora en mas tendría que ser mas cauteloso… por que no pensaba dejar de perderse esos encuentros.