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La leyenda del fantasma por Shiochang

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La leyenda del fantasma
A Didi
El ángel en las sombras

Heero paseó su mirada sorprendida por toda la habitación sin darse cuenta que la puerta había desaparecido a sus espaldas. Las paredes estaban tapizadas, no existía otro calificativo, de imágenes que los mostraban juntos o sólo a él, con distintas ropas, incluso hasta desnudo en algunas ocasiones, algunas estaban a color, otras eran bocetos hechos a lápiz, pero siempre el tema principal era su persona.
- Eres un degenerado - le dijo al fin al ver una imagen en especial poniéndose rojísimo, se veía que estaban haciendo el amor - ¿No crees que ya es enfermiza tu obsesión por mi cuerpo?
"No es tu cuerpo, amor mío" - le dijo acariciando su brazo tiernamente - "te quiero todo por entero, en cuerpo y alma, así seremos uno, como los ángeles de mi casa"
- Dúo - le dijo poniendo una mano en la del fantasma - antes no pude tocarte ¿por qué ahora sí?
"Este lugar es especial, aquí me la pasé los últimos seis años de mi vida pensando sólo en encontrarte, te imaginaba a mi lado y te veía pasando tus dedos por mi piel, no podía evitar que mi cuerpo reaccionara, así que comencé a dibujar - señaló algunas imágenes - no eran muy buenas, pero algún consuelo me daban. Luego comencé a tener sueños y pude hacer más perfectos los bocetos y los coloree, primero con acuarela y finalmente en óleo - sonrió - algunos de mis cuadros están ocultos en la buhardilla, mi padre me habría matado si los hubiese visto, son muy realistas y son de estas imágenes.
- Pervertido.
"Por eso te fui a buscar mientras te bañabas, quería estar seguro que no me había equivocado al dibujar tus atributos, pero eres más hermoso en persona y estás mejor equipado de lo que parece"
- Basta - le dijo un poco molesto y sonrojado - además no entiendo que te dio conmigo que me persigues - se sentó en la cama, no quería ver más imágenes suyas.
"Durante la época de la guerra emigró a esta zona un artista de origen japonés que le vendió a mi abuelo el cuadro de la biblioteca, tan pronto me vio se sorprendió y dijo que era yo uno de los jóvenes del cuadro y que debía encontrar al otro para ser feliz. Recuerdo que mi padre estaba escandalizado, pero el abuelo sólo sonrió y le preguntó que significaban las palabras del cuadro, puesto que estaba en japonés. …l dijo que decía: Quiero protegerte, y sentí que pronto vendrías por mí, así que me dediqué a esperarte, aunque yo sólo tenía 5 años - sonrió recordando - él hizo casi todos los vitrales de la casa siguiendo los ejemplos de los otros cuadros que mi abuelo también le compró, solía decir que mientras yo no perdiera mi inocencia, sería el guardián y custodio de mi hogar"
- Dime ¿cómo terminaste siendo fantasma?
"Mi tía era una mala mujer, a ella le gustaba el dinero y gastarlo a manos llenas, por eso estafaba a sus trabajadores. Recuerdo que el abuelo solía decir que repartiría sus cosas entre todos sus hijos al morir, así que ella le hizo un remedio a mi abuelo y este murió botando espuma por la boca - hizo un gesto - yo no estaba aquí ese día, por eso pasó aquello - se sentó junto a Heero - todos sabíamos que ella lo había envenenado, pero la policía no encontró nada y quedó libre. Un par de meses más tarde el abogado abrió el testamento y las cosas no salieron como ella quería, ya que el abuelo sólo le dejó el hotel que su esposo administraba y un poco de dinero, a mia padre y a mi tío le dejaba todas las demás posesiones, pero mi tío se las cedió a mi padre porque había escuchado que, como patrones, su hermana y su cuñado eran abusadores. Y lo que la terminó de enfurecer fue que esta casa y todo lo que contenía, me lo heredara a mí, su único nieto"
- Vaya una larga historia - se echó hacia atrás y cerró los ojos. Le sorprendió el silencio y volvió a abrirlos- te escucho, sigue.
"Pues no cierres los ojos o desaparezco"
- Eres muy extraño.
"Bueno, ella me dijo que perdería lo que más quería en esta vida antes de marcharse de la oficina del abogado y yo regresé a mi casa, pensé que ella sabía lo que significaba para mí la pintura de los ángeles, pero lo que perdí al otro día fue a mis padres, ellos iban a una reunión en una fábrica e inexplicablemente se salieron del camino y cayeron a un barranco. Me dijeron que había muerto aún antes del estallido. Mi corazón se llenó de tristeza y me encerré aquí, pidiendo que llegaras por mí, pero tus imágenes no me daban consuelo. Ella llegó aquí el día del funeral, pero mi tío la echó, le dijo que con qué cara venía a molestarme cuando me odiaba, que mejor me dejara solo con mi dolor. Al otro día mi tío amaneció muerto por la picadura de una serpiente venenosa que jamás nadie encontró - se recostó en el pecho de Heero - yo le gané mucho miedo y la esquivaba todo lo que podía. Una noche me detuve a observar que había algo raro en uno de los vitrales, algo se movía por entre las soldaduras del vidrio y luego desperté dentro de un lugar oscuro, pero no sentía frío ni calor, el tiempo no parecía pasar, ni siquiera tenía hambre, nada"
- Ese debe ser el limbo en el que estás encerrado.
"Un tiempo después escuché voces y descubrí que no podían verme, que atravesaba paredes sólidas y no me reflejaba en los espejos. No podía creerlo, yo que nunca creí ni en fantasmas ni en apariciones me había convertido en uno de ellos. Lloré mucho encerrado en esta habitación, ya jamás estaría contigo, mis sueños no se cumplirían. En eso vendieron la casa y quise conocer a mis nuevos huéspedes, pero uno de ellos me vio y al poco tiempo se fueron. Desde entonces que he estado solo, esperándote"
- ¿Conoces la historia de los ángeles del cuadro?
"Algo - sonrió abrazándolo con fuerza - el artista me dijo que ellos eran dos ángeles muy especiales, que ambos eran guardianes, pero que uno trabajaba a la luz y el otro en las sombras. Se amaban intensamente, tanto, que renunciaron a su vida inmortal para vivir juntos en este mundo. Sólo el ángel de la luz conservó sus poderes, el otro se volvió un humano normal y siempre buscaba a su pareja como protección. El ángel de la luz lo amaba demasiado, así que cuando él murió como mortal, llevó su alma al paraíso y entregó la suya generosamente para que otro mortal viviera. Pero ambos fueron enviados de regreso a este mundo y sus almas quedaron prisioneras dentro del cuadro hasta que ellos volvieran a juntarse"
- ¿Por eso desaparecieron del cuadro?
"Sí desaparecieron, la leyenda es cierta - le levantó la camiseta - y nosotros somos ellos - sonrió complacido - ¿Quieres ser mi amante?
- Pervertido - volvió a repetir pero se dejó desvestir.

Wufei andaba perdido hacía rato en el centro del pueblo, no es que fuera demasiado grande, pero las señaléticas no eran lo bastante claras para él que sólo hablaba el idioma y no lo escribía. Decidió preguntarle a alguien que fuera capaz de comprender su problema y entró en un negocio donde se chocó con un hombre un tanto más alto que él, vestido de uniforme y que lo abrazó para evitar que cayera. Rojo como tomate levantó la mirada y quedó prendado de esos ojos que lo hechizaron.
- Perdona - le dijo el hombre sonriendo amablemente - ¿estás bien?
- Creo... creo que sí - dijo "nunca he estado mejor".
- Eres nuevo por estos lados, no te había visto en el pueblo.
- Uno de mis amigos me contrató para que restaurara una fachada - dijo pensando desde cuando era tan comunicativo con un extraño "desde que te gusta este extraño" se respondió.
- Ah, entonces, estás alojada en la casa Maxwell ¿verdad?.
- Esa casa está embrujada - dijo el dependiente.
- Yo aún no veo nada - contestó el chino - la estamos reparando y a Quatre le parece maravillosa - defendió a su amigo.
- Perdona, soy un mal educado - le dijo el hombre castaño sonriendo - soy Traize Khusrenada - le tendió la mano.
- Chang Wufei - respondió el chino tomándosela.
- ¿Eres chino?
- Sí - sonrió orgulloso de sus orígenes - pero hace un año que estoy en este país.
- Eres un chico muy hermoso - le dijo y Wufei se sonrojó complacido - ven te invitó a tomar un café.
Wufei se quedó en silencio pero asintió casi sin darse cuenta y lo siguió.
- ¿Qué andas haciendo en el pueblo? Porque me imagino que la casa te ha de dar mucho trabajo restaurándola.
- Ando buscando los archivos municipales - admitió - pero todo el mundo me dice que busque tal o cual calle y sigue de largo y yo, aunque hablo el idioma, no lo leo y no he podido dar con el famoso lugar.
- Puedo acompañarte, si quieres.
"Claro que quiero" casi dijo y se mordió la lengua antes de salir con esa estupidez.
- Debes estar muy ocupado, si me dices...
- Te llevo, soy el jefe de la policía local y la comisaría está justo al frente - le sonrió - además, no me perdería por nada tu compañía.
- Bueno, yo...
- ¿O tienes un novio celoso?
- No, pero...
- No hay pero que valga - lo cortó y en vez de llevarlo al café lo llevó a su auto - venga, te llevo.
"La gente de aquí es muy directa" se dijo al subirse al coche "es casi como el fantasma que manoseó a Yuy" y se sonrojó al imaginarse que le hacía lo mismo.
- ¿Tienes calor? - Wufei negó con la cabeza más para sacarse las malas ideas de la cabeza que en respuesta a su pregunta - puedo encender el ventilador, si quieres.
- No, ya se me pasó - le sonrió, aprovecharía el tiempo y disfrutaría al lado de un hombre, que aparte de guapo y agradable, era el jefe de policía.

Trowa estaba encaramado en un andamio copiando las imágenes de los vitrales paras así averiguar qué pedazos faltaban, para ver si podía repararlos en el mismo lugar o si era necesario desmontarlos para repararlos. Eran bastante más de lo que había pensado, doce en total, con distintas escenas de los ángeles que había visto en la miniatura. Le había costado bastante sacar la costra de tierra que los había cubierto con los años, era bastante gruesa, pero una vez que lo consiguió se sintió extasiado al ver lo hermoso que se veían sus reflejos en el suelo.
- El artista era único - dijo en voz alta caminando por el tablón hacia el siguiente - es maravillosa su combinación de colores, la manera en que relaciona la luz y la oscuridad con los distintos colores.
- Espero que tú no te enamores también de un fantasma - le dijo Quatre desde abajo - ya bastante tenemos con Heero
- Creo que estás celoso porque el fantasma conquistó a Heero y no tú.
- No es eso, yo sólo le coqueteo por molestarlo, sé que jamás me prestará atención, además a mí siempre me has gustado tú.
- Vaya manera de demostrarlo - le dijo volviéndose hacia al sacando el papel - Quatre, ven aquí - le tendió la mano para que subiera - mira allí, la luz amarilla parece tratar de decirnos algo.
- Pues no entiendo nada ¿no será japonés?
- Pues habría que preguntarle a Heero ¿no crees?
- Pues creo que el fantasma se lo secuestró, hace mucho rato que no lo veo.
- Quizás Wufei entienda algo.
- Salió al pueblo y aún no regresa.
- No queda de otra, busquemos a Heero - se bajó y ayudó a Quatre tomándolo por la cintura - y no le sigas coqueteando a Heero, y no te hablaré más ¿entendido? Serás mío.
- Claro - le echó los brazos al cuello y lo besó con deseo.

Wufei comenzó a copiar los datos de la fachada de la casa Maxwell sintiendo la vigilancia permanente de Traize, que este había insistido que lo llamara así y lo buscara siempre que necesitara ayuda o que usara su nombre diicendo que era su novio.
- Yuy se va a burlar de mí cuando se entere - murmuró entre preocupado y divertido - me conseguí novio aun más rápido que él.
- Oye, aquí hay más sobre la casa Maxwell - le dijo sentándose a su lado poniendo un libro sobre la mesa - hay muchas cosas sobre ella - le acarició la mejilla - no me gusta que estés mezclado con ella, un chico hermoso como tú debería estar retozando en una cama llena de pétalos de rosas con tu amante acariciando tu espalda.
- Pervertido - le dijo ruborizado - te pareces al fantasma de la casa Maxwell.
- ¿Has visto al fantasma? - lo abrazó contra su pecho sorprendiéndolo - pobrecito, amor mío.
- No, ya lo dije, no he visto nada, Yuy es el único que se topado con él.
- Deberías dejar esa casa, yo tengo mucho espacio en la mía para ti. Además ¿qué es para ti ese tal Yuy?
- Heero Yuy es japonés, es detective privado y trabaja con Quatre Winner, que es hijo de un árabe multimillonario, un parasicólogo al que le encantan los fantasmas. También está Trowa Barton, con el que trabajo en la restauración, él se dedica a trabajar los interiores y yo me encargo de las fachadas - trató de separarse de él. Iba demasiado rápido para su gusto, aunque se sentía bien.
- La casa Maxwell ha sido un gran misterio desde que su dueño desapareció, muchos dicen que la bruja de su tía lo encerró en alguna habitación secreta para que muriera de hambre, pero la casa era demasiado valiosa como para que se pudieran derribar sus muros para encontrar su cadáver.
- Y dudo que encontráramos algo después de tanto tiempo - dijo Wufei pensativo - tal vez por eso su fantasma circula por la casa, necesita que lo encuentren para descansar en paz.
- Comisario Traize - le dijo una joven apenada - no quisiera molestarlo, pero hay una llamada urgente para usted.
- Muy bien, ya voy, deja que me despida de mi novio - se agachó y besó al chino en la boca delante de todo el mundo echándole una tarjeta en el bolsillo - llámame para levarte a cenar - le dijo al oído y se fue.
- Ese Traize, haciendo el trabajo apurado - dijo la encargada - vas a tener que acostumbrarte, chico, siempre anda apurado y nunca donde debe.

Heero estaba descansando luego de la sesión con Dúo, que para ser fantasma no estaba nada de mal como candidato a amante, pero claro, el único que disfrutaba a la larga era Heero ya que Dúo no tenía sensaciones. Heero se había negado a cerrar los ojos, pero estaba cansado, así que se acomodó y se durmió, por lo que Dúo se hizo invisible.
Un ruido alertó al trenzado y cruzó la pared para ver quien venía y los vio, eran el amigo rubio de su ángel y el otro no lo conocía, pero estaban muy acarameladitos en un rincón pegados uno al otro casi comiéndose. Al menos podía estar tranquilo, no le quitarían a su amor, Regresó al dormitorio y vio que Heero abría los ojos.
"¿Cómo te sientes?" le dijo acurrucándose contra su pecho "tus amigos parecen estar muy tranquilos ahora, el rubio se estaba besando con el que estaba dibujando en los vitrales"
- Hasta que Trowa se cansó de hacer las cosas a la buena - lo abrazó - él siempre ha perseguido a Quatre, pero a mi amigo le gusta coquetear demasiado, así que supongo que Trowa le puso el hasta aquí y con la amenaza reaccionó.
"Heero, sé que tú no me creerás, pero debo decirte que yo no estoy muerto"
- Estás prisionero en una especie de limbo, tu cuerpo está intacto, pero no puedes unirlo con tu alma, lo sé.
"Eres tan bueno, me gustaría saber si alguna vez podremos estar juntos sin problemas, y amarnos como cuando éramos ángeles"
- Tendremos que tener paciencia.

Quatre caminó en silencio por el pasillo, había sentido fuerte la presencia del fantasma en ese sector de la casa, pero se sorprendió al ver que había una chapa desarmada en el suelo y que la puerta estaba cerrada, sin pensar entró en silencio. Ahora sí se quedó con la boca abierta, el fantasma estaba sentado sobre Heero conversando con él como quien habla con su novio luego de hacer el amor. Preocupado entró un poco más y vio las imágenes a su alrededor ¡el tema principal era Heero! Y algunas de ellas... desvió la mirada de regreso a Heero y se topó con los ojos del fantasma que de inmediato desapareció.
- ¿Quatre? - le dijo sentándose en la cama - ¿pasa algo malo?
- No creo que sea malo, Trowa encontró algo en los vitrales, parece que hay algo escrito, pero no sabemos en qué idioma está.
Heero dirigió la mirada más allá del rubio mirando al fantasma y este hizo un gesto.
- Fue un japonés quien hizo esos vitrales, tal vez esté en ese idioma.
- Eres el único que sabe ese idioma.
- Wufei...
- No está, fue al pueblo y aún no regresa.
- Está bien, voy contigo - se levantó de la cama.
- Realmente estaba bien obsesionado contigo, de qué manera no te imaginó - dijo con curiosidad.
- Creo que de ninguna - dijo saliendo.
Llegaron al pasillo donde Trowa los esperaba para mostrarle los dibujos.
- Vamos a la biblioteca, estos dibujos tienen muchas cosas que podrían ser palabras - le dijo, pero Heero se detuvo.
- Dúo se ve muy bello como ángel ¿no les parece?
- Ya llama al fantasma por su nombre - dijo Quatre divertido - ven, deémoslo con su amor imposible.
- Ya quisieras tú que te amara con esa intensidad - replicó Trowa.
- Sólo si fueras tú - le dijo coqueto.
- Claro que te amo así, mi pequeño, eres el chico más lindo y sexy que conozco, y te he decir que he visto demasiados, pero ninguno tan perfecto como tú - le coqueteó pero seguía mirando a Heero que miraba fijamente a los ojos del ángel del vitral y notó que una especie de niebla se formaba a sus pies...

Continuará...

Cuando la inspiración llega, hay que atraparla a dos manos, por eso me salieron estos capítulos casi al hilo.
Respondo:
1.- Heero es un tipo que se hace el serio y no, Dúo no es un chico fácil, pero de seguro que no cualquiera espera más de cuarenta años que el amor de su vida llegue a rescatarlo si ponerse un poco "imaginativo"
2.- Le puse de pareja a Wufei a Traize ¿por qué es así? Porque él me gusta así, aunque de pronto se pondrá muy serio.
3.- Si, son dos ángeles, uno negro y uno blanco, pero eso no significa que sea uno bueno y uno malo, no, al contrario, ambos son buenos, pero trabajan en distintos equipos.
Ah, gracias por los reviews, algunos hacen que surjan las grandes ideas y nazcan las genialidades de mi mente fecunda (uy, que palabritas)
Gracias de nuevo.
Shio Chang.

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