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La leyenda del fantasma por Shiochang

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La leyenda del Fantasma
A Chanty, Keysie, Karin, Sakura, Dark, Uru, Ai, Carmín.... ¡A todas mis amigas!
El secreto de la casa Maxwell

Heero tenía su mirada fija sobre los ojos de su ángel, se veían tan hermosos sobre el vitral, casi podía decir que tenían vida, entonces, todo a su alrededor comenzó a perder sentido y a evaporarse, se sentía liviano y no escuchaba nada, sólo veía aquellos hermosos ojos violeta que lo llamaban a ser uno.
- ¡Heero! - lo llamó Trowa tratando de hacerlo reaccionar, pero no lo escuchaba y la neblina comenzaba a envolverlo cada vez más.
"¡Heero!" - gritó Dúo materializándose y se lanzó contra él obligándolo a romper el contacto visual con el vitral - "no te dejes engañar por esos ojos, sólo desean robarte tu alma"
Wufei entró a la casa seguido por Traize y este último recibió en sus brazos a Heero que perdió el equilibrio, evitando que cayera por la escalera.
- ¡Siempre rescatado por alguien guapo! - dijo Wufei molesto y celoso - ¿No podías buscarte a otro?
- Vamos, Wufei, sólo fue un accidente - trató de calmarlo Quatre divertido.
Pero Traize tenía sus ojos fijos sobre el fantasma que se acercaba flotando hacia donde estaba él con una cara y vio como le arrebataba de los brazos al joven japonés y lo apoyaba contra su pecho mientras lo miraba furioso.
"¡NADIE ME LO VA A QUITAR! ¿ENTENDIDO?" - atronó furioso apretando al joven contra su pecho - "¡AL QUE LO INTENTE SIQUIERA LE DAR… UN VIAJE DE IDA AL INFIERNO SIN REGRESO Y DE LA PEOR FORMA!" - afirmo besando a Heero en la mejilla.
Traize estaba sorprendido, era la primera vez que veía a un fantasma, y era la primera vez que sabía de uno que podía tocar a la gente de esa manera, ¿acaso no eran seres inmateriales? Miró a Wufei y lo abrazó también.
- No pretendo quitarte a tu chico, yo ya tengo el mío ¿verdad, guapo? - lo besó en los labios sorprendiendo a todos - Perdonen, no me he presentado, soy Traize Khusrenada., jefe de la policía local.
"Soy Dúo Maxwell - respondió el fantasma - el rubio es Quatre y el chico que lo acompaña es su novio, Trowa, y él es Heero, mi Heero" - recalcó.
Heero se apoyó en su hombro sintiéndose extraño y sintió que todas sus fuerzas lo abandonaban cayendo en un pozo negro sin fondo.
- ¡Heero! - dijeron sus amigos y el fantasma se evaporó.
Traize sujetó de nuevo al muchacho y miró a su alrededor buscando al fantasma.
- Sólo se aparece cuando Heero está consciente - le dijo Quatre - sus energías ya no se sienten en ninguna parte de la casa.
- ¿No creen que sería mejor llevarlo a su habitación? - les dijo Trowa al verlo tan pálido - iré por el médico...
- Wufei lo llamará ¿verdad, corazón? - le dijo Traize - dile que eres mi novio y vendrá más rápido.
- Muy bien - asintió y fue a la sala.
Trowa y Quatre se miraron en silencio un segundo, pero no dijeron nada mientras guiaban a Traize a la habitación de Heero.
- Su amigo es un tanto delicado - comentó Traize dejándolo con cuidado sobre la cama.
- No, creo que con todo lo que le ha pasado este último tiempo, de seguro aún no sale del shock - dijo Quatre preocupado - no sé si estará comiendo bien o si ha dormido poco, pero si sé que el fantasma lo ha acosado como ha querido desde la primera noche que pasamos aquí.
- Ese Dúo está obsesionado con Heero, la casa está pensada para él - dijo Trowa - el que estén juntos es la temática de todos los vitrales y las pinturas de la casa, incluso en una de las habitaciones hay una cama enorme en cuya cabecera están ambos dibujados, de la misma manera en que aparecen en los vitrales, como ángeles.
- Ya viene el médico en camino - dijo Wufei entrando - ¿No creen que estaría más cómodo si le quitan la ropa?
- ¿Quieres enfrentarte tú a la ira de su fantasma? - le dijo Trowa alzando una ceja.
- No - admitió - pero al menos le quitaremos los zapatos - se los quitó y le soltó el cinturón - no he hecho nada malo - le dijo al vacío.
- ¿Te dijo el médico cuánto tardaría? - le preguntó Quatre divertido.
- Media hora.
- Bueno, vamos a tomar el té mientras llega, dudo mucho que Heero vaya a moverse de aquí - los invitó.

Media hora más tarde llegó el médico y subió a revisar a Heero que seguía inconsciente. Lo examinó bien y luego escribió algo en una libreta.
- No tiene nada malo, sólo está agotado y un poco falto de vitaminas, deben dejarlo descansar y, cuando despierte, darle de comer bastantes proteínas, en especial masas y cereales, esos le darán energía - le entregó una receta a Quatre - si pueden comprar esto en la farmacia y darle esa vitaminas por lo menos cuatro veces al día, de seguro no volverá a pasar por esto.
- Gracias, doctor - le dijo el rubio acompañándolo hasta la puerta mientras sus amigos seguían conversando acerca de los vitrales y sus "poderes mágicos".
- Deberían verlos al tras luz - decía Trowa entusiasmado - se ven los colores reflejados en el suelo y parece que una luz amarilla escribiera palabras que nosotros creemos que es japonés, pero no estamos seguros.
- Muéstrales los dibujos - le dijo Quatre - Yo iré al pueblo a comprar las vitaminas para Heero y prepararé el almuerzo, no creo que despierte aún, ese vitral le robó demasiadas energías como para que las recupere muy pronto - tomó su chaqueta, las llaves y salió de la casa.
- Es extraño como todos los casos extraños y acontecimientos paranormales de este pueblo se centren en este lugar - dijo Traize pensativo - no me gusta que te quedes aquí, mi pequeño - abrazó a Wufei - yo te puedo dar alojamiento en mi casa.
- Ni soy pequeño ni necesito que me protejas - protestó débilmente "aunque me gusta estar entre tus brazos" dijo sin salirse de ellos - estoy bien aquí.
- Pero estarías mejor en mi casa - insistió Traize "y en mi cama" agregó para sí - no quiero que te pase algo malo.
- ¿Qué me podría pasar? El fantasma no me va a hacer nada mientras no le toque a Yuy, cosa que no pretendo hacer, así que estoy a salvo.
- Esta colina está maldita.
- ¿Tiene una historia? -dijo Trowa curioso.
- Como todo pueblo - afirmó - siempre hay lugares tenebrosos - miró el cuadro de los ángeles ahora vacío - dicen que en esta colina nacieron dos ángeles, eran custodios de la vida, pero se enamoraron entre ellos y dejaron sus labores, así que el diablo se adueñó de su colina. El más fuerte de ambos lo encerró en las profundas entrañas de la Tierra, en esta misma colina, para que con cu pureza y santidad lo mantuviera a raya por los siglos de los siglos hasta la hora señalada. Pero ellos se fueron y los hombres olvidaron la maldición del lugar y comenzaron a excavar hasta encontrar oro, pero este estaba maldito y al poco tiempo morían. Una familia muy adinerada, que se había echo rica a causa del oro que había en estas tierras, construyó esta casa e hizo un subterráneo, pero un par de años más tarde sus dueños murieron y sus hijos la vendieron. Fue en 1902, cuando arribaron los Maxwell, que el pueblo comenzó a florecer, ellos sabían de la mina de oro bajo esta casa pero jamás la explotaron y prefirieron clausurarla y construir una fábrica en el pueblo. Compraron maquinaria y educaron a los obreros, luego comenzaron una fábrica textil y luego pusieron el hotel, y así pasó al olvido lo de la maldición de la colina hasta que Dúo Maxwell desapareció luego de la trágica muerte de toda su familia.
- Heero comentó que se había acusado a su tía de envenenar al abuelo, pero que nada pudo probarse.
- Se rumorea en el pueblo que ella le vendió su alma al diablo por dinero y que le prometió libertad a cambio del alma de los ángeles que lo habían encerrado, sin embargo, nadie supo que pasó con ninguno de ellos.
- Así que la colina está maldita.
- A Winner le va a encantar esta historia - dijo Wufei - fantasmas y demonios, espero que no aparezca otra sorpresa por allí, ya es demasiado.
- Puedes venirte conmigo - volvió a insistir Traize.

Heero abrió los ojos preocupado, había vagado por caminos llenos de espesa bruma blanca y mucha humedad, no era como el mundo que vio anteriormente, aquí se sentía hielo en la sangre, que calaba hasta los huesos y lo hacía sentirse mal. Miró a su alrededor y vio a su querido Dúo sentado a su lado acariciando delicadamente sus cabellos antes que se inclinara sobre él y lo besara.
"No debes circular por los senderos de la muerte" - le dijo apoyando la cabeza en su pecho - "Y menos si estos senderos te conducen al infierno".
- No fue mi intención, sentía que algo me llevaba hacia allá, como un imán, no iba por voluntad propia - lo abrazó con fuerza - ni siquiera me gustó el lugar, hacía mucho frío.
"Lo mejor será que no vuelvas a mirar fijamente ese vitral" - le dijo acariciándolo - "creo que en él está centrada toda la energía maligna de esta casa, y no quiero que vuelva a tratar de quitarte tu alma".
- Entiendo - miró la puerta y le sonrió a Quatre que traía una bandeja con comida - supongo que ustedes también se preocuparon por mí.
- Eso es lógico - le dijo el rubio sonriéndole al fantasma que cuidaba a su amigo con ternura - te has desmayado en demasiadas ocasiones últimamente y eso no es típico de un tipo duro como tú ¿No estarás embarazado, de casualidad?
"¿Embarazado?" Dijo Dúo mirándolo y miró a Heero entre preocupado y divertido "¿Será posible?".
- Es imposible - replicó éste sonrojado - primero, soy hombre, segundo, no he hecho el amor con nadie que yo recuerde, que me pueda haber puesto en semejante estado.
- Era broma, no te exaltes - le sonrió Quatre - te traje de comer, el médico dijo que sólo estabas agotado y que necesitabas vitaminas - le entregó un vaso y las pastillas - si te tomas una cada seis horas te sentirás mucho mejor y luego te comes toda la comida, creo que ya está bueno de hacer dieta.
"Para mí, Heero es perfecto así" - le dijo Dúo acariciando su pecho por encima de la ropa "es muy hermoso".
- Sí, pero está bajo de peso y debe engordar un poquito o se lo llevará el viento - le dijo Quatre divertido - se está poniendo demasiado etéreo.
"Tal vez tengas razón" se separó de él y lo dejó comer "creo que también ustedes deben tener cuidado con ese vitral, no creo que discrimine mucho en cuanto a quién le quita su alma"
- ¿Nos cuentas su historia? - le dijo Quatre.
"Se dice que en esta colina nacieron hace muchos siglos dos ángeles bellos, ellos se amaban profundamente entre sí y amaban a los hombres que cuidaban, uno de ellos en especial necesitaba que lo cuidaran constantemente y se alejaron un tiempo de la colina y un demonio se adueñó de la colina y comenzó a destruir a los hombres, arrastrando al pueblo a la perdición, así que ellos volvieron y lo encerraron en las entrañas de la tierra para que fuera purificado cuando llegara el tiempo" suspiró "Según sé, los ángeles fueron enviados a proteger a un hombre santo en tierras lejanas, así que el pueblo se quedó sin guardianes y con el tiempo olvidaron que aquí había un demonio".
- ¿Un demonio? - dijo Quatre excitado - sigue. Es interesante.
"¿Tú crees?" Lo miró asombrado "Vino la época de la fiebre del oro y un minero descubrió que aquí había oro, pero era el escudo que evitaba que él saliera, así que cuando comenzaron a extraerlo, lo liberaron y su poder comenzó a causar estragos, todo el que entraba a la mina moría trágicamente o enloquecía. En 1860, una familia de escoceses fabricó la casa sobre la mina, pero ocurrieron muchas cosas terribles al usar el oro y ellos, que eran profundamente cristianos, perdieron su fe, los esposos murieron de extraña manera y los hijos se separaron y vendieron la casa. Ella tuvo varios dueños antes que mi abuelo llegara aquí. Entonces, todo cambió, mi abuelo clausuró la mina poniendo sobre la entrada una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y el pueblo se tranquilizó y comenzó a prosperar"
- ¿Una mina de oro? - le preguntó Heero.
"No me digas que quieres verla, allí está..."
- No, simplemente explica muchas cosas.
"¿Cómo cuales?" Lo miró extrañado.
- El que tu tía quisiera tanto la casa, si tú sabías del oro, seguramente ella también.
"Mi abuelo solía decirme cuando era niño que no debía ir allí jamás, más cuando descubrió que yo era la reencarnación de un ángel".
- Es extraño - dijo Quatre - todo comienza y termina donde mismo, en la ambición del demonio y la del hombre, que parece estar centrada en esta colina en particular.
"Es desagradable, pero así es. Aquí nacieron dos ángeles y uno de ellos brillaba como la luz del sol y el otro era su sombra. Y tanto se amaron, que renunciaron a su vida inmortal y convivieron con los humanos, pero fueron separados al morir y, para poder estar juntos, han vuelto una y otra vez a nacer sin llegar a verse. Y lo peor es que, como no estoy muerto ni vivo, el reunirme con mi ángel no ha servido de nada, no puedo estar con él como yo quisiera".
- Quisiera saber cuál es el acceso a ese mundo en que estás prisionero - murmuró Quatre pensativo.

Traize miraba pensativo los dibujos de los vitrales, recordaba algo acerca del artista, pero ¿cómo se llamaba? Tal vez eso les diera alguna pista para entender lo que pretendían decirles.
- Esto es japonés antiguo - afirmó Wufei - no entiendo nada de lo que dice, habrá que preguntarle a Yuy cuando esté mejor.
- ¿Saben el nombre del artista?
- Aoshi Niyasaki - dijo Trowa - en el catastro de la casa salía su nombre.
- Niyasaki - repitió el policía - Niyasaki ¡Claro! Miren, ese artista llegó a este pueblo después de la segunda guerra, dicen que era un prodigio del arte de los vitrales, él hizo tanto los de esta casa como los de la Iglesia del pueblo auspiciado por los Maxwell, sus favoritos eran los ángeles y los santos, pero aquí es donde están sus mejores vitrales, algunos de ellos tenían mucha semejanza con la gente - le mostró uno - al parecer estaba obsesionado con ellos, Heero y Dúo, y le transmitió esta obsesión al muchacho.
- Pero ¿qué sabes de él?
- Niyasaki era un artista mundano, un tipo bebedor y bohemio, pero dicen que se enamoró perdidamente del último de los Maxwell y que, cuando este desapareció sin dejar rastro y la policía no pudo encontrar pista alguna de su paradero, se volvió loco, dicen que se paseaba por la casa gritando como loco buscando a su ángel, fue él quien mató al tío de Dúo en un arranque de ira intentando obligarlo a que confesara aunque fuera dónde estaba el cadáver de su amado. El juez lo declaró culpable pero fue recluido en un manicomio ya que estaba totalmente loco. Un día, se fugó del asilo y de inmediato comenzaron a buscarlo, se había suicidado a los pies del vitral en el que su amigo se quedó pegado.
- Esta casa comienza a darme escalofríos - dijo Trowa - pero debe haber algún remedio ¿no?
- Nadie sabe nada, pero tal vez el demonio de la mina ande suelto por aquí y tratando de recuperar su poder al robar las almas de la gente por medio de ese vitral.
- Tal vez allí esté la respuesta - dijo Wufei.
- ¡No quiero que tu pierdas tu alma! - lo abrazó una vez más - mejor vente conmigo a mi casa, allí estarás a salvo.
- ¿De quien? - le dijo sofocado.
- De los demonios - le sonrió acariciándolo.
- ¿Y mi trabajo?
- Puedes venir todos los días, si quieres.
- Que tipo este - gruñó divertido - me puedes decir ¿quién me va a proteger de ti? - replicó - mira, te prometo que si tengo algún problema, te buscaré de inmediato.
- No me gusta tu propuesta - replicó él.

Quatre decidió dejar solos a esos dos, no quería verse comprometido en una escena íntima entre ellos, se notaba de lejos que a Heero, pese a todas sus protestas, le encantaba estar con el fantasma coqueto y que este lo sabía y por eso volvía a insistir una y otra vez, de seguro ahora se le hacía y lo conseguía. Sonriendo, tomó la bandeja y regresó a la cocina para servirles la comida a los demás, pero vio una sombra extraña pasearse por la puerta y un viento helado se coló por quien sabe donde. Asustado, revisó las ventanas del comedor, pero estaba todo cerrado, así que se encogió de hombros y se puso a arreglar la mesa para servir. En eso, volvió a verla, más nítida esta vez, saliendo de uno de los paneles laterales del comedor, era una presencia maligna, nada que ver con la de Dúo, que era tranquila, esta era terriblemente amenazadora.
- ¡Trowa! - gritó y corrió como loco hasta la biblioteca abriendo la puerta bruscamente buscando a su novio y se refugió entre sus brazos temblando de miedo.
- ¿Quatre?

Continuará...

¿Qué pasó? Tengan paciencia, ya les cuento.

Respondo:
Me alegra que les guste, es primera vez que tengo tantos reviews cuando recién comienzo la historia.
Sí, creo que se parece un poco a Guerreros legendarios, pero no lo hice intencionalmente.
¡NO, me niego en rotundo a poner a Relena en este fic! La bruja esa está bien muerta y allí se queda, posiblemente suelte al demonio, pero a ella no la verán más que de oídas.
En cuanto al lemmon, deberán esperar un poquito más, ya viene en camino, será lo mejor posible =p.
Ala amiga que me escribió en portugués: Moito grazie, me alegro que también me lean en otros idiomas.
¿Dejé muchas dudas? Pues bien. Ahora adivinen que fue lo que vio Quatre. (Que, como ya dije, no es Relena, ella NO VA A SALIR EN EL FIC).
Shio Chang. (Wing Zero en reparaciones porque Heero Yuy lo detonó ¿no hay veces en que dan ganas de patearlo?)

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