El accidente.
“La primera vez que la vi, supe que ella era la persona a la que estaba buscando, la persona que me cambiaria la vida y le daría un nuevo sentido, por desgracia las primeras ocasiones que ella me vio, fue muy hostil y hasta pensé que me odiaba, pero al paso del tiempo ella también se dio cuenta de que nuestro destino era compartir nuestras vidas desde entonces y para siempre. Me atrevo a asegurar que ella es la persona que mas quiero en este mundo y me alegra aun mas saber que significo lo mismo para ella.”
Así comenzaban los pensamientos de una bella chica de cabellos aguamarina, ella jamás había pensado en ello desde que conoció a la gran velocista, corredora de autos y aun mas importante su compañera como Sailor Guerrera, sabia que el silencio se aproximaba y al igual que Haruka ella también tuvo las visiones de la destrucción y el silencio, ella sabia perfectamente quien seria su compañera para luchar hombro con hombro en contra de la maldad. Y a decir verdad la primera vez que vio a Haruka Tenoh corriendo los autos de carreras quedo fascinada con su impactante personalidad, tanto que sus manos se humedecieron con el simple hecho de saber que las dos compartían el mismo aire de la pista de carreras. Sabia que el momento de revelarle su misión como Sailor Guerrera iba a llegar, e incluso varias veces intentó hacerlo aunque sus nervios y la emoción o el tumulto de fanáticos le impedían acercarse.
No fue, si no hasta una competencia de carreras que una entrañable amiga de nombre Elsa Grey a quien convenció de todas las formas posibles, presentarla ante Haruka Tenoh. Era tal la fascinación que sentía por ella que sintió la necesidad insaciable de plasmar sus deseos en una pintura, la que ahora guarda como un tesoro. La historia probablemente la conocerán, pero después de todo por lo que lucharon y de algunas veces pensar que su misión quizás nunca terminaría, ahora gozaban de una vida tranquila. Las guerreras de la luna Haruka Tenoh y Michiru Kaioh compartían sus vidas y un futuro brillante al lado de sus incondicionales amigas y su amorosa familia compuesta por la pequeña Hotaru Tomoe y Setsuna Meioh. Una noche Haruka y Michiru tuvieron una conversación interesante que las hizo pensar demasiado.
- “Haruka….”
- “Si, Michiru??” Haruka volteo.
- “Sabes he pensado en nuestra vida, todo por lo que hemos tenido que luchar, y todos los sacrificios que hemos hecho por salvar a nuestra princesa” Michiru miraba hacia el cielo lleno de estrellas y una luna espectacular.
- “Y a que conclusión has llegado??” Haruka conocía muy bien a Michiru.
- “Me pregunto………crees que aunque no nos hubiera tocado la misión de encontrar los talismanes y todo lo que ya sabes, nos hubiéramos conocido de cualquier manera??”
- “A que te refieres???” Haruka se sintió confundida.
- “Me refiero a que si no nos hubiera tocado ser Sailor Guerreras, luchar contra el silencio y proteger a nuestra princesa, de todas maneras, nos hubiéramos conocido??” Michiru volteo a ver a Haruka.
- “Pero preciosa, por supuesto que si, nos hubiéramos conocido de cualquier manera, tu eres la única persona en el mundo para mi, después de ti, solo me queda la soledad” Haruka era mas sincera que nunca.
- “En serio?? No sabes que feliz me hace saberlo” Michiru se aferro a Haruka en un abrazo calido y suave, el cual fue correspondido al instante.
- “ Aunque, me alegra haberte conocido de esa manera, me pregunto como hubiera sido si no fuera así?? Y si te odiara???” Ante el miedo que sintió de solo pensarlo la abrazó aun mas fuerte.
- “Si tu me odiaras, haría todo, escúchame bien TODO, para que terminaras enamorada de mi tanto o mas de lo que ya estas” Michiru rozó la espalda de Haruka con un dedo, provocando que se le enchinara la piel.
Era el gran día, Michiru tenía un importante concierto y todos los boletos estaban vendidos, localidades llenas de personas que esperaban con ansias ver a la afamada violinista prodigio, por supuesto en primera fila la apoyaban sus entrañables amigas y compañeras de la misma misión y el amor de su vida. Michiru creyó que desde la ultima vez que peleo en batalla, jamás se había vuelto a sentir tan feliz, era todo lo que necesitaba, su momento mas importante, brindar cada una de las melodías a su amor. Al subir al escenario todo el mundo se puso de pie para aplaudir a la hermosa dama que se encontraba sobre el escenario, Michiru hizo una reverencia y tomo el violín entre sus manos colocándolo bajo su mentón y con el arco en el mano comenzó uno de los mas bellos conciertos que haya dado la joven de cabello aguamarina. Así transcurrió sin ningún problema el concierto hasta que al final tuvo una participación especial. Llamó a Haruka al escenario y juntas interpretaron una bellísima melodía que cerraría con broche de oro el exitoso concierto. El telón se cerró la gente aun aplaudía por el éxito y la belleza de la velada, y poco a poco se fueron retirando.
Tras bambalinas le esperaban cientos de admiradores, reporteros y camarógrafos esperando obtener noticias en exclusiva o alguna opinión de la violinista. Haruka bajó primero para ayudar a Michiru ya que el vestido aunque era hermoso le impedía moverse con libertad, pero justo bajando del escenario y frente a toda la multitud de admiradores, amigos y prensa Michiru no pudo sostenerse en pie, el vestido se enredó entre sus piernas atorándose en sus tacones provocando que perdiera el equilibrio cayendo al suelo. Haruka aunque era muy veloz para todo no alcanzo ni siquiera a amortiguar el golpe. Michiru se golpeo la cabeza cayendo al suelo inconciente. Después de ser auxiliada por los paramédicos decidieron llevarla directamente al hospital, aho la valoraría un medico neurólogo quien informaría mas tarde de los daños a la única persona que tenia en este mundo…………Haruka.
- “Lamento informarle que el impacto ha producido ciertos daños en la corteza cerebral, que por desgracia no es posible operar, en estos momentos, solo es cuestión de esperar, los medicamentos le han sido administrados y esperaremos que haya progreso, pero por lo pronto lamento informarle que la señorita se encuentra en estado de coma” El medico se quitó los lentes, tratando de asimilar la situación.
- “No……no……no es posible, algo se tiene que hacer, por favor doctor, sálvela, haga lo que sea, yo daré toda la sangre que requiera, pero sálvela, por favor!!!!” Haruka cayó sobre sus rodillas y cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar como una niña, la desesperación la hizo ignorar que sus amigas se encontraban con ella.
Mientras Haruka sentía que se le deshacía la vida, Michiru empezaba a vivir una nueva vida en su subconsciente debatiéndose entre la vida y la muerte. Este nuevo mundo que comenzaba formaba parte de su nueva realidad, en ella las batallas como Sailor Scout y la princesa de la luna eran cosa del pasado, mejor dicho, pasaban a ser cosas de fantasía.
Haruka Tenoh era una corredora de autos y velocista que alcanzaba los niveles profesionales y Michiru Kaioh una bella violinista y pintora destacada que a su corta edad ya se presentaba a conciertos exclusivos y exhibía sus pinturas en galerías de arte.
La familia Tenoh era sencilla pero la unidad era el principal valor que regia el hogar, compuesta por tres miembros. Siendo hija única Haruka fue sobreprotegida desde niña, pero al alcanzar la adolescencia exigió su independencia, así que se liberó de las ataduras de la rutina de las damas japonesas y así tomar su propia personalidad aunque aun estuviera bajo la tutela de sus padres. Ella decidió vestir mas cómoda y vivir de la manera que ella consideraba mas confortable, decidió convertir su esencia en la de un chico, un chico muy atractivo sin problemas y con una vida desahogada, pero siempre con un carácter explosivo y determinante, siempre pasional y fuerte sin mostrar ninguna clase de sentimiento, para resumir en una palabra: “Fría”.
Por otro lado, la familia Kaioh que estaba compuesta por cuatro miembros, no era sencilla precisamente, era una de las familias mas importantes de la sociedad japonesa y sus miembros estaban bajo la constante vigilancia de lo medios de comunicación y la prensa, por fortuna nunca fueron victimas de ningún escándalo y por el contrario eran elogiados. El padre era un importante empresario multinacional, la madre socializaba con las esposas de importantes personalidades en banquetes, cenas y cócteles, el hijo mayor estudiaba en una universidad de estados unidos la carrera de actuación y por lo mismo casi no lo veían, sin embargo su talento ya le había permitido salir en algunas obras de Broadway, así que tenia un futuro asegurado y la hermana menor Michiru Kaioh violinista prodigio desde muy temprana edad y pintora extraordinaria tenia su futuro aun en juego ya que aun cursaba la preparatoria, pero viniendo de una familia adinerada, era seguro que su futuro seria igual de brillante que el de su madre o su hermano.
Un día mandaron llamar del colegio a los padres de Haruka, al llegar se encontraron con la desagradable noticia de que Haruka seria expulsada del colegio debido a una riña en la que la nariz de uno de sus compañeros había salido gravemente lesionada. Después de esto los padres de Haruka decidieron poner un limite a la rebeldía de su hija.
- “Es todo Haruka, es la ultima vez que te corren de la escuela!!! Te vas a ir al colegio mas exclusivo de Japón ahí te sabrán educar, te van a quitar esa manera tan salvaje de ser y te van a convertir en una dama quieras o no!!!!” El padre de Haruka estaba furioso y no escucho mas
- “No puedes hacerme eso!!! Yo soy independiente y no quiero ir a ese colegio!!!! No me puedes obligar!!!” Haruka quería ganar a toda costa la batalla contra sus padres, ella quería ser corredora de autos a como diera lugar, ese era su mayor anhelo.
- “Haruka por favor!!! Debes cooperar tu padre hace esto por tu bien, esta será la ultima vez que te cambiamos de colegio, después de esto tu padre es capaz de correrte de la casa” La madre sonaba muy angustiada por la actitud de su hija.
- “Madre, sabes muy bien que lo único que quiero es correr autos, estudiar es solo perdida de tiempo para mí. Lo que me hacen entender es que mi padre quiere que me vuelva empresaria o algo así y esta muy equivocado” Así continuaron discutiendo por un largo tiempo.
Mientras tanto Michiru despertaba en su nueva realidad.
- “Señorita Michiru, despierte por favor, es hora de levantarse!!!” La sirvienta abrió las cortinas de las ventanas, después de hacer esto la puerta se volvió a abrir, era la madre de Michiru que iba entrando a la habitación de la joven de cabellos aguamarina.
- “Vamos Michiru, las señoritas refinadas no son holgazanas, despierta de una buena vez o mandaré que te echen una balde de agua fría” Michiru despertó confundida entre las sabanas de seda no sabia que era lo que realmente estaba pasando.
Con extraño miró a la distinguida señora que tenia enfrente y de inmediato la reconoció.
- “Mamá?? Que haces aquí?? En donde estoy??” Michiru se sentó en la cama poniendo una mano en su cabeza.
- “Ayyyy Michiru por todos los cielos, no puedo creer que no reconozcas tu propia casa, ese no va a ser un pretexto para que faltes a clases, estoy aquí para ayudarte a llevar correctamente el uniforme”
- “Pero……pero y mi misión?? Y la princesa??? Que hay de las Sailor Scouts??” Michiru empezaba a creer que todo lo que había vivido era solo producto de un sueño.
- “Jajajaja Michiru, ya madura por favor, debes apurarte, después me contaras tus fantasías de acuerdo???” La madre era muy dulce y amable con su hija, aunque al mismo tiempo en cuestión de educación y etiqueta era demasiado exigente.
- “Y papá en donde esta???” Preguntó Michiru.
- “Michiru, acaso ya se te olvido que tu padre esta en un viaje de negocios??? De verdad Michiru, hoy amaneciste ausente de la realidad, por favor termina de despertar si??” La madre casi no tenia paciencia con su hija ese día, sobre todo por que estaban a contra reloj.
Michiru se vistió y en unos minutos y bajo junto con su madre al comedor. Ambas desayunaron acompañadas mutuamente, ya que los sirvientes solo se encontraban ahí para asegurarse de que no les faltara nada.
- “Bien Michiru, es hora de ir al colegio, el chofer te llevará, recuerda que la cortesía y la elegancia son valores que nunca debes pasar por alto, espero que tengas un buen día mi vida” La madre le dio un beso en la frente a su hija y la despidió en la puerta.
- “Gracias madre, adiós” Michiru aun seguía confundida, comenzaba a aceptar su extraña realidad, después de todo………no tenia otra opción.
Michiru subió al lujoso automóvil y el chofer condujo directamente hacia el colegio Mugen, el colegio de mas prestigio y mas exclusivo de toda la ciudad. Gracias a una de sus libretas supo cual era su salón y el grado que cursaba, apenas el primer grado de preparatoria. El rostro del amor de su vida y todas sus aventuras se iban borrando poco a poco, era tanta la información que tenia que renovar que su memoria iba borrándose poco a poco. Finalmente llegaron al colegio, de inmediato fue abordada por sus compañeras de clase y amigas. Sus antiguas compañeras Sailor Scouts. Serena, Amy, Lita, Mina y Rei.
- “Michiru!!!!! Te estábamos esperado!!! Vamos, ya es tarde!!!” Dijo Lita.
- “Hola chicas!!!” Dijo Michiru aparentando que nada estaba pasando por su mente.
- “Sabes que escuche hoy??” Dijo Mina en un gesto de misterio.
- “Que escuchaste Mina??” Pregunto Michiru, definitivamente quería estar enterada de todo, así no se sentiría tan vulnerable como hasta ahora.
- “Dicen que un nuevo estudiante va a llegar el día de hoy a nuestro salón” Mina se sonrojó.
- “Por favor Mina, ni lo pienses el chico ni te va a mirar teniendo a Michiru en nuestro salón” Dijo Serena a Mina
- “Ya dejen de decir tonterías, tenemos que entrar al salón ya” Justo después de decir esto el timbre del colegio sonó dando inicio a las clases del día. Todas las chicas corrieron despavoridas hacia el salón, pero por desgracia todas llegaron tarde.
- “Llegan tarde, por favor salgan del salón” Las chicas salieron decepcionadas del salón, solamente esperaban a que la subdirectora Matsumura las recogiera para darles sus respectivos castigos.
Muy poco tiempo después de haber pasado por la vergüenza de haber sido corridas del salón por el profesor de ciencias, la señorita Etsuko Matsumura se hizo presente con su imponente personalidad y su mirada siempre fría y penetrante.
- “Vaya!!! Por lo que veo los malos hábitos y las faltas al reglamento del colegio son contagiosos y me sorprende básicamente por dos de ustedes, señorita Kaioh??? Señorita Mizuno??? Me pueden decir por que llegaron tarde a clases???” La personalidad de esa mujer provocaba que todas se sintieran intimidadas, en una tabla de anotaciones no paraba de escribir, mientras esperaba una respuesta que nunca llegó.
- “Y bien??? Estoy esperando la respuesta señoritas!!!” La voz de esa mujer era fuerte y autoritaria.
- “Lo lamento señorita Matsumura, le prometo que no volverá a pasar” Dijo Amy disculpándose.
- “Una disculpa hacia mi no tiene ningún valor, debe aprender a acatar las reglas del colegio así sea una alumna modelo, su castigo será organizar todos los libros de la biblioteca, si no acaba en esta hora, lamento decírselo pero tendrá que quedarse después de clases, ya que el castigo no será un pretexto para que falte a sus deberes”
- “Tzukino, usted ira con Mizuno!!!” Apuntando con su delgado dedo hacia Amy quien iba caminando rumbo a la biblioteca.
- “Ustedes tres irán al club de teatro!!!” Apuntando a Rei, Mina y Lita.
- “Si señorita!!!” Dijeron en coro las tres.
- “Y tu Kaioh, acompáñame por favor” La señorita Matsumura comenzó a caminar. Michiru caminó atrás de la subdirectora hasta que finalmente llegaron a la dirección.
- “Señorita, por favor no me mande con el director, mis padres nunca han tenido una queja mía, por favor, yo también puedo ir a la biblioteca o al club de teatro, pero por favor……” Michiru fue interrumpida.
- “Shhh, quiere calmarse??? El director necesita una estudiante que le ayude, vamos, entre!!!” La subdirectora casi la empuja dentro de la dirección.
En cuanto entró quedó sorprendida por lo que vio, no sabia de que manera actuar y los nervios se le pusieron a flor de piel.