-JOEY!!!!! –gritó efusivamente el pequeño tri-color al verlo bajar de las interminables escaleras de la gran mansión; corrió hacia donde se encontraba el rubio y lo abrazó por la cintura ya que por su estatura no daba para mas (xD). El indefenso ojos dorados no hizo nada mas que tratar de suprimir una queja y una cara que delatara su dolor.
-ho-hola yugi –saludó mas tranquilamente devolviéndole el gran abrazo a la pequeña persona, mandó su vista al fondo y pudo ver que en los sillones de la sala se encontraban los demás del grupo, todos sonriendo de una manera muy conmovedora al ver la enternecedora escena sin embargo los afilados ojos del castaño miraban a yugi con intenciones asesinas desde el cuarto de control de cámaras de la mansión; ni loco dejaba a su cachorro con los delincuentes juveniles que eran esos ‘chicos’.
-hola viejo!!, como has estado? –preguntó curioso Tristan, el moreno tenía ganas de abrazarlo y hacerle una llave, pero el pequeño puercoespín (ss22: nombrado por kaiba, asi que fans de él kaiba me dijo que asi le pusiera / Kaiba: ¬¬) aun no lo soltaba –vamos yugi, suéltalo que también yo quiero darle a conocer mi afecto.
-hola Tris, Ryo, Tea como han estado…? –al fin el pequeño yugi se digno a soltarlo, pero sería apresado nuevamente por una de las dolorosas, fuertes y amistosas llaves de tristan; cuando el moreno lo agarro inmediatamente Joey se quejó un poco alto, haciendo que los demás se le quedaran viendo preocupados, Tristan lo soltó al ver que no la soportaba.
-oye amigo… estas bien? –le pregunto el causante de su dolor.
-jeje si, solamente son unos golpes que tengo en la espalda, y en mis piernas.
-no me digas que kaiba te ha estado golpeando? –le pregunto Bakura
-ooh no no nada de eso, sino que simplemente me caí desde…. Desde… la ventana del cuarto de mokuba… porque se le había trabado la pelota… -mintió “ahora que mas les digo” pensó tratando de que su cerebro formulara una idea- y pues me golpeé la espalda y las piernas. -Por otro lado el CEO iba hecho una fiera para la sala, ya que había visto la manera de cómo Tristan lo había agarrado “maldito gorila, me las pagará por haber lastimado inconscientemente a Joey; pero no lo culpo, los primates no piensan” repetía constantemente en su cabeza, aunque sabia que el moreno no lo había hecho por querer, pero el castaño no lo iba a dejar asi.
-pues lo siento mucho, no tenia ni idea
-Joey!!! Tu camisa esta sangrando –gritó eufórica Tea (ss22: q estúpida, la camisa no sangra, sino que Joey/ todos: eeeee tonta!!!!) todos instintivamente voltearon a ver el costado derecho del rubio, del cual brotaba sangre inconteniblemente.
-eehh… aahh… si, verán larga historia…
- si larga historia, que ahorita no tiene tiempo de contar, Joey a tu habitación –interrumpió de repente Kaiba; no iba a demostrar afecto enfrente de esos patanes – gracias por haber venido, se nos hizo muy grata la visita –dijo con notorio sarcasmo.
Todos estaban con la mandíbula en el suelo al notar que Kaiba trato por su nombre a Joey, era la primera vez que lo escuchaban llamarlo Joey, nada de ‘perro’ ni de ‘Wheeler’. Seto al ver que no salían de su trance se llevo al rubio del brazo y mando a llamar a Mokuba para que sacara al zoológico que se le acababa de meter en su preciada mansión.
-auch! Si que duele –se quejo el ojos dorados
-no puedo creer que ese gorila te haya agarrado de esa manera tan poco civilizada… bueno es un gorila, que mas puedo esperar?
-Tristan no sabe nada, igual que los demás, no te enojes tanto –le replicó
-como sea, pero no quiero que regresen hasta que estés totalmente curado –al terminar de subir las escaleras y al asegurarse que no estaba al alcance de vista de los ‘invitados’, agarro a Joey en brazos y le beso dulcemente la frente, abrió la puerta de la alcoba con el pie y lo deposito suavemente en la gran cama.
En la sala del castaño se encontraban todos aun de piedra, sus músculos estaban tensados a mas no poder, de seguir así se iban a ganar un buen dolor muscular.
-chicos disculpen a mi hermano, últimamente ha estado estresado con trabajo y todo lo demás y pues trató de ser lo mas amablemente posible.
-…. – Mokuba al ver que nadie reaccionaba…
-CHICOS OS ESTAS PONIENDOME ATENCI”N?!?!?!?!?! –gritó a los cuatro vientos.
-eam… si lo siento… - al fin fue Yugi el primero en despertar de su trance –bien amigos, será mejor que nos vayamos –empujó a todos hacia la salida y trataron de irse, pero mokuba los detubo.
-esperen le diré al chofer que los lleve –sin mas despidió a todos y se fue directito a su cuarto, había quedado con su amado Noa que se conectaría para hablar por Messenger.
Por otro lado Kaiba estaba consintiendo a Joey mientras le curaba su fea herida del costado derecho, como un gato se dispuso a lamer la zona lentamente, la caliente y mojada lengua del ojiazul hizo gemir sonoramente a su amante, cuando al fin logró limpiarle toda la sangre le colocó gasas húmedas para que la hemorragia no siguiera, finamente le coloco el esparadrapo, tratando de no molestar a su acompañante, se acostó junto a él y se dispuso a sobarle suavemente la dorada melena.
-Seto… y mi favor? –pregunto inocentemente
-lo pospondré para mañana, ahorita descansa, no quiero que eso se te vuelva a abrir, mañana estarás mejor y listo para todo –el tono que utilizó en la ultima palabra fue uno totalmente sensual.
Ambos se durmieron profundamente en los brazos del otro, nada separaría al cachorro de las manos del CEO, lo reclamaría como suyo para toda la eternidad, y no solamente a su cachorro, sino que a su pequeño también.
La semana pasó sin muchos contratiempos, Kyoshiro llegaba todos los días para ver el estado de animo del rubio, ya que esa era su misión principal, el viernes de esa semana Kyoshiro le habló de su profesión como psicólogo, entre otras cosas, pero jamás le mencionó que el CEO lo había contratado como SU psicólogo, Joey había aprendido muchas cosas de el peliplateado, se divertían diariamente hasta que el ojiverde le dijo que lo fuera a visitar a su clínica que no estaba a mas de 30 minutos de la mansión, el rubio encantado acepto la invitación, habían quedado de verse el sábado a las tres de la tarde.
Ya el sábado, Joey se dirigía al estudio del ojiazul, ya que le había dicho que si iba a salir que le avisara primero, el rubio como todo rebelde se oponía pero sinceramente no quería hacer enojar al castaño y también porque sabia que lo hacia por su bien y por estar pendiente de el; tocó la enorme puerta de madera fina, espero un rato para obtener una respuesta, mas esta jamás llegó “tal vez se ha quedado dormido” fue el fugaz pensamiento que lo invadió, sin mas abrió la pesada puerta y lo encontró… ahí… tendido en el escritorio, con un papel en las manos, se acercó sigilosamente para verificar ese tan importante papel, trato de quitárselo de las manos lo mas delicadamente posible, lo que menos quería era despertarlo.
Quedó en shock cuando leyó lo que decía:
“Resultados de los análisis realizados”
La causa de los malestares ocasionados al paciente Joey Wheeler se debe principalmente a su condición de doncel, el cual tiene apenas un mes completo de gestación, se le recomienda que tenga mucho reposo y una dieta muy balanceada, ya que los donceles en cinta suelen ser muy delicados en cuanto a salud se refiere.
Por favor le recomendamos que venga a la sita que le hemos dado este próximo lunes a las 10:00 a.m.
Gracias por preferirnos, estamos a su servicio.
Soltó el papel que estaba leyendo y salió corriendo inmediatamente de ahí
-“¿porqué Seto no me dijo que estaba esperando un hijo?” “¿ porque…? , ¿y si no lo quiere?, ¿Por qué no me lo ha dicho? ¿Por qué hizo que perdiera la sita con el doctor?” –miles de preguntas rondaban la cabeza de este, lo único que atinó a hacer fue salir corriendo de la mansión, tomar un taxi, y dirigirse a la clínica de Kyoshiro, trató de contener las lágrimas en el camino sin embargo se le hizo prácticamente imposible.
Instintivamente iba tocando su aún plano abdomen, es imposible que alguien estuviera ahí, mas bien… era imposible que él fuera doncel, jamás se lo habían dicho; le pagó un monto de dinero al taxista que lo había llevado importándole un reverendo pepino si le había dado mas de lo que le había pedido en un principio. Al encontrarse en la clínica de su amigo vio como este despedía con una sonrisa a una señora de mediana edad.
-hola! Joey, como has estado? –le preguntó simpáticamente el psicólogo
-jeje bien y tu? –contestó en automático
-a mi no me engañas, ven entra y cuéntame lo que te pasa –sin mas lo hizo pasar dentro de un cuarto que a la vista de cualquiera era hermoso, ya que habian libros todo alfabéticamente ordenados, había una enorme silla donde en ves de sentarse pareciera como si te acostaras.
-que lindo el lugar –comentó sin mucho animo
-ah! Si gracias!, bueno ahora… ¿Qué es lo que te pasa? –directo al grano
-no es nada importante no te preocupes jeje
-vamos Joey, tienes los ojos rojos es mas que obvio que has llorado, ¿te peleaste con Kaiba?
- no nada de eso
-entonces? …. –el peliplateado trató de llegar mas a fondo, la actitud del rubio no le estaba gustando en lo absoluto, comúnmente era simpático, alegre, juguetón entre otras cualidades que solamente el tenia.
-solamente me he enterado de algo muy difícil de asimilar… bueno ya no te quito mas tu tiempo, será mejor que me vaya –Joey solamente había llegado para cumplir, ya que dentro de el quería estar solo y pensar un poco las cosas.
-nooo!!! Espera –el ojiverde trató de detener al de cabellos dorados pero este ya había salido corriendo por la puerta de entrada, antes de lograr salir del local escucho como un carro frenaba violentamente y una mujer gritaba horrorizada, como alma que lleva el diablo salió a ver si la victima no había sido su secreto paciente.
El alma le volvió al cuerpo al ver que la señora que había gritado era la que estaba a unos 25 centímetros del carro, no es que le deseara lo malo, simplemente se había asustado (ss22: quiero saber a cuantas asuste con esto XD) de que su amigo hubiera sido el perjudicado.
-JOOOEEEYYYY –gritó con todas sus fuerzas.
El aludido escucho el grito, pero no pensaba regresar, sería mejor irse a despabilar un poco, después de todo las heridas y golpes casi no le dolían, solamente cuando hacia demasiado esfuerzo; corrió por quince minutos llegando a un bar del centro de la ciudad.
Había pasado las últimas cuatro horas bebiendo hasta decir ya no, el bar en el cual que había entrado no era de tan mala muerte según él, aunque las sillas y mesas fueran cajas viejas y barriles de dudosa procedencia a él no le importó, solamente quería aliviar sus problemas.
-disculpa hijo, pero yo que tu no siguiera bebiendo; ya no te puedes ni mantener en pie –le replicó el cantinero a pesar de que el le pagaba mas de la cuenta.
-no.. hip … meg imporzzta…. Hip –le contesto el rubio con la cabeza recostada en la barra –aghora… veo… hiip que con… el… alcoghol… la ggente ge siente… mejorrr… mi paggre… erra… alcogholico… hip –mientras le contaba la historia de su asqueroso padre un CEO estaba que explotaba dentro de su mansión, parecía león encerrado.
-¿Dónde diablos estará?, ¿y si le paso algo? –preguntaba el ojiazul ya a punto de rebentar
-cálmate kaiba, ya regresará –lo trataba de tranquilizar el peliplata.
-¿Cómo demonios quieres que me calme? –le gritó lo mas fuertemente posible -¿Qué pasaría si se ha enterado? Su estado emocional no es el mismo!!!!
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* FLASH BACK *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
El ojiazul se encontraba tranquilamente durmiendo en su escritorio, eran raras las veces que se quedaba dormido mientras trabajaba, pero esta semana definitivamente le había tocado sumamente pesado, empezando por que cierto rubio le había pedido que lo tomara casi todos los días, y claro el por su parte no se había negado. Esa mañana había empezado revisando unos inventarios que sus incompetentes empleados habían realizado, solamente salio a almorzar y regreso al trabajo.
Al entrar nuevamente en el estudio vio los resultados médicos que le habían dado hace casi una semana, lo leyó detenidamente mas de una ves, camino hasta el escritorio, se acomodó en su gran silla giratoria y empezó a digitar a gran velocidad como solía hacerlo todo esto sin soltar el análisis; poco a poco sus parpados se iban cerrando de tal manera que su visión fuera completamente negra, sin mas se rindió a los brazos de Morfeo.
Al despertar vio como los resultados que tenía en la mano había desaparecido de su visión, sin control empezó a buscador por doquier, hasta que al fin los vio en el piso; los recogió con sumo cuidado y vio como su enorme puerta estaba abierta, definitivamente alguien saldría despedido, ya que había dado orden absoluta que nadie podía entrar mientras trabajaba, a menos que fuera su cachorro o Mokuba. Sin pensarlo mas fue a la habitación e Mokuba, al no verlo ahí lo llamó a su móvil.
-hola hermano! –contestó del otro lado de la línea el pequeño azabache.
-Mokuba donde estas?
-con Noa ¿Por qué? –preguntó algo extrañado, ya que hace como 3 horas le había hablado que iba a pasar la tarde con él.
-no por nada, no vengas tarde! –le aconsejó e inmediatamente le colgó.
Sin mas tiempo que perder se fue al cuarto de juegos al revisarlo vio que su rubio no se encontraba ahí, salió corriendo a la habitación y tampoco, esto le estaba desesperando ver los resultados en el suelo y la puerta medio abierta no era una buena señal, y peor era no encontrar al rubio por ninguna parte. Agarró a una de las sirvientas que iba pasando para interrogarla ferozmente, pero el sonido del celular lo distrajo, sin esperar un segundo mas contestó dando con la sorpresa que era kyoshiro.
-¿Kaiba? –pregunto al verificar que le habían correspondido la llamada.
-no tu abuela! –le contestó ya muy alterado, no solía perder los estribos tan rápido, pero la falta de sueño y del rubio lo desesperaba mas que a nada.
-como sea, mira tengo algo importante que decirte
-sin rodeos
-Joey acaba de salir corriendo de mi clínica, al parecer se ha enterado de algo, vino con los ojos rojos, al parecer había estado llorando un buen rato…
-hace cuanto paso eso?
-no mas de quince minutos
-quiero que vengas a la mansión y me cuentes como sucedieron las cosas. –le ordenó el castaño. –apresúrate –sin mas colgó su celular y trató de serenarse.
15 minutos mas tarde el ojiverde ya se encontraba en la mansión explicándole todo el rollo al CEO. Trataron de relajarse por un momento, esperaron por horas y el rubio jamás aparecía.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* END FLASH BACK *-*-*-*-*-*-*-*-*-
-Kaiba, Joey regresará, solamente es de esperar un tiempo –lo tranquilizaba
-ya no aguanto mas, será mejor que empiece una búsqueda.-Kaiba se dirigía a la salida de su casa cuando lo vio… en un estado que jamás se imaginó encontrarlo… de manera fetal se encontraba en el enorme pórtico temblando del frío que hacía, su camisa estaba medio abierta, sus ojos completamente rojos. Sin pensarlo dos veces se acercó a él, hizo una enorme mueca al oler el fuerte olor a alcohol que tenían sus ropas, lo cargó hasta la sala donde un sorprendido kyoshiro lo observaba y se limitaba a seguir al CEO hasta su habitación donde dejarían a un rubio durmiente. (ss22: y borrachoxD)
Cuando Joey despertara les tendría que contar la razón de su media huida.
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