Había sido uno de los días más pesados en la compañía.
Kaiba no podía recordar haber tardado tanto en una sola junta, y ahora que ésta al fin finalizó, no deseaba llegar a su vacía mansión, por lo menos no después de lo ocurrido.
Le ordena al chofer dirigirse al centro de la ciudad, necesitaba algo para relajarse.
Luego de vislumbrar absorto lo que la gran metrópoli le ofrecía ansiosa, un local en especifico llama su atención susceptiblemente.
Ya dentro de este, se detiene un momento para así permitir a sus ojos adaptarse a la escasa iluminación del ambiente. Se dirige lentamente hacia la barra y le ordena un whisky en las rocas a un muchacho pelirrojo.
-Joey -llama el pelirrojo- ¿podrías cubrirme esta vez? es que quedé de pasar por Sam para celebrar su cumpleaños.
-Está bien, pero me debes una.
-OK, ha y no se te olvide, hoy me tocaba cerrar, así que hazme también ese favor, las llaves están en la caja registradora.
Se quita el delantal, dejándolo apresuradamente en su lugar y camina hacia la puerta trasera.
-Ah por cierto… el cliente que acaba de llegar está tomando whisky.
Anunciado esto, sale apresuradamente dejando a su rubio amigo a cargo del local.
El castaño camina hacia la barra, ya quedan pocos clientes, se alegraba por ello. Había sido un día realmente pesado; para su alivio, mañana seria sábado, por ende, no tenia motivo laboral para despertarse temprano.
Sirve otra copa a los señores de la esquina y se acerca a llenarle la copa al sujeto castaño.
Trastabilla
No puede ser…
¡¡¡¿Qué hace el aquí…?!!!
-_-_-Segunda copa-_-_-
-Si estabas haciendo la ridiculez de caminar de espaldas para que no te reconociera Wheeler, no funcionó.
-¿Kaiba qué haces aquí?- sorprendido en verle nuevamente.
-Creo que es bastante obvio lo que hago aquí cachorro- responde con una ceja arqueada mientras le da un trago a su bebida.
Joey está nervioso. Hace mucho que no ve a Kaiba y está limitado, hasta cierto punto, a contestarle por encontrarse en el trabajo.
-Sabes, tuve un día de lo más estresante – dirigiéndose al chico con aparente confianza.
Decir que Joey está asombrado es poco. El CEO le habla, y para colmo, de una manera “amable”.
-¿Ah sí?-debe de ser el alcohol lo que causa este milagro- y… ¿se puede saber por qué?
El castaño lo observa, mientras la da otro trago a su bebida. Estaba muy estresado y el alcohol no estaba ayudando a relajarse, aunque, meditando por unos segundos
¿Qué tan malo podía ser hablar un poco?
-Un idiota trato de hacer fraude en la compañía- dijo con gran irritación al recordarlo.
-Y… ¿Supongo que estas molesto?
Seto lo mira irónicamente.
-OK, pregunta tonta ¿y qué piensas hacer con él?
-Despedirlo. Asegurarme que nadie más lo contrate, hacerlo sentir miserable, lo de siempre.
Joey traga nervioso, le ofrece otra copa.
-_-_-Tercera copa-_-_-
Abre la boca y la cierra un par de veces sin decir nada.
-Ya pregunta Wheeler.
-¿Cómo está Mokuba? hace mucho no lo veo.
-Está bien. Actualmente esta estudiando Ciencias de Vanguardia en la Tōdai (me puse a investigar ^_^). Deberías tomarte un trago, ya casi cerrarán, Además, no hay mucha gente.-No gracias -contesta mientras le sirve una vez más.
-_-_-Cuarta copa-_-_-
Joey regresa de limpiar la mesa del fondo
Ya sólo quedan otras dos personas en la barra, a parte de Kaiba.
Se sentía enormemente cansado; llevaba varios días peleándose con un trabajo para la escuela y este parecía querer complicarlo todo.
-¿Seguro que no quieres tomar algo?- pregunta el castaño delineando el borde de la copa con su dedo índice.
-Está bien, pero solamente por esta vez – normalmente no lo aceptaría, sin embargo, tiene un presentimiento, el cual le impulsa a aceptar.
Esta noche va a ser larga.
-Y ¿cómo está tu familia cachorro?
Joey lo mira anonado, no sólo por la pregunta sino por el tono usado al hacerla, el cual no era precisamente desagradable. Seto únicamente le da un trago a su bebida mientras observa con diversión las reacciones del otro.
-Bien, Serenity pronto terminará de estudiar arte, mientras mis padres están igual que siempre.
-_-_-Quinta copa-_-_-
La pareja que estaba en la barra por fin se va.
Solo quedan ellos.
Kaiba duda.
-¿Tienes pareja cachorro?
La pregunta toma desprevenido a Joey, haciendo que estuviese a punto de tirar el vaso apoyado en su mano. Se sonroja y desvía sus mieles orbes hacia otro lado intentando evadir la mirada de Seto, quien está bastante nervioso aunque trate de aparentarlo.
-No –El joven empresario se ve sorprendentemente aliviado.
-¿Por qué?- con la intención de obtener respuestas más personales.
-Porque sólo hay una persona que me interesa y no creo que él quiera salir con alguien como yo.
-Yo creo que nadie rechazaría salir contigo- responde mientras termina su trago.
-¿Kaiba cuánto has tomado?-el cachorro se ve repentinamente ansioso.
-Esta es la quinta copa.
-¿Ya estas ebrio?-pregunta con un tinte de esperanza en su voz.
-No, o no completamente.
Le sirve otro trago, esta vez doble.
-_-_-Sexta copa-_-_-
Joey se acerca sigilosamente a Seto, mientras este lo observa estático. Posa sus labios gentilmente sobre los del castaño con nerviosismo y miedo a la reacción de este, mas no siente rechazo y trata de profundizarlo; no hay respuesta por parte del ojiazul y se termina por hacer hacia atrás con tristeza impresa en sus ojos.
_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-Al salir, Joey tiene un gesto distante. Estaba desilusionado, y prueba de esto era el hecho de haber tardado aproximadamente una hora en cerrar después de que Kaiba se había ido sin decir palabra alguna.
Se ve empujado bruscamente contra la puerta que hace unos minutos acababa de cerrar, siente un beso desesperado y un poco brusco; está a punto de empujar a su atacante cuando abre los ojos y ve otros, azules, que solo pueden pertenecer a una persona. Vuelve a cerrarlos mientras pasa sus brazos alrededor del cuello de Seto, al mismo tiempo que este desliza sus manos hasta sus caderas.
El beso se va haciendo más clamado… terminan separándose lentamente.
-¿Y eso qué fue?- cuestiona sin separar sus orbes doradas de las azul profundo que le envuelven con fascinación.
-No estaba tan ebrio cachorro.
-Y... ¿ahora qué va a pasar?- pregunta con un dejo de ansiedad y duda en sus palabras
-Eso depende de ambos- dando seguridad al joven acorralado entre sus brazos
Joey sonríe y abraza emocionado a Seto, él lo abraza de vuelta mientras esboza una sonrisa que nadie ve.
-Vamos, te llevo- susurra quedito en el oído de aquel que tiembla alegre bajo su ser.
Fin