Era un día normal en la zona comercial, todos iban en el carruaje Meirin, Bard, Finny, Tanaka, Ciel, Sebastian incluyendo Pluto.
Meirin: gracias al joven amo pude comprar lentes nuevos.
Bard: si, yo compre ollas nuevas.
Sebastian: amo Ciel, porque los trajo? –Susurrándole en el oído-
Ciel: crees que los dejaría solos en mi mansión
Sebastian: es usted muy prevenido joven amo –sonriendo-
Ciel voltea su rostro y divisa el pasar de la gente; de repente ve a una hermosa mujer con cabellera rubia, esta lo mira y le sonríe.
Ciel: ¡ Sebastian!, detén el carruaje.
Sebastian: pero amo.
Ciel: hazlo.
Sebastian detiene el carruaje y Ciel se baja, empieza a correr en busca de esa mujer misteriosa.
Tras correr algunos minutos llega aun callejón y ve que la mujer le estaba dando la espalda.
Ciel: ahh, tu… date la vuelta –recuperando el aire-
Mujer: tiene algo de raro mi rostro?
Ciel: date la vuelta, quiero comprobar algo.
La mujer se dio vuelta; tenia el cabello rubio y largo; sus ojos eras un azul tono mar, sus labios carmín esbozaban una linda sonrisa.
Ciel: no puede ser. – Con cara de miedo-
Mujer: ha pasado bastante tiempo cariño.
Ciel: no puedes ser tu, estas muerta; yo te vi morir junto a papá
Mama de Ciel: si tu estas con vida, ¿ Por que no puedo estarlo yo? –sonriendo-
Ciel: eres idéntica a ella.
Mama de Ciel: tal vez porque soy yo –acariciando la cara de Ciel-
Ciel: también te sientes igual que ella –entregándose a la caricia-
Mama de Ciel: nos volveremos a ver Ciel querido –besando su mejilla-
La mujer se marcho, y después de unos minutos llego Sebastian
Sebastian: amo…, porque salió asi del carruaje.
Ciel: por nada –mas serio que nunca-
Sebastian: seguro joven?
Ciel: si, vámonos
Todos llegaron a la mansión.
Ciel subió a su salón algo pensativo.
Sebastian: amo Ciel, se le ofrece algo?
Ciel: dile a Tanaka que venga.
Sebastian: de inmediato
Tanaka entra al salón de Ciel.
Ciel: Tanaka, tengo que hablar seriamente contigo.
Tanaka: joven amo, debe haber algo que le moleste mucho.
Ciel: tienes razón Tanaka, hoy la vi.
Tanaka: a quien mi señor?
Ciel: a mi madre.
Tanaka: pero ella esta muerta.
Ciel: lo se, tal vez me estén haciendo una broma de mal gusto.
Tanaka: mi lord, que tiene pensado hacer?
Ciel: iré a la tumba de mi madre.
Tanaka: si mi señor.
Ciel: Tanaka, prepárate para mañana temprano.
Tanaka: si mi señor.
Ciel: Tanaka, dile a Sebastian que pase.
Tanaka: si mi señor.
Sebastian entra al salón.
Sebastian: me mando a llamar joven amo?
Ciel: pospone todas mis citas de mañana
Sebastian: va a salir mañana?
Ciel: algo parecido.
Sebastian: se le ofrece algo más.
Ciel: no, puedes retirarte.
Ciel aun estaba muy pensativo; quien era esa mujer, y si en verdad era su madre que pudo haber sobrevivido. Muchas cosas rondaban en su cabeza.
Llego la noche; Sebastian desvestía a Ciel para dormir.
Sebastian: joven amo, hay algo que le moleste?
Ciel: para nada
Sebastian: sabe que no tiene que mentirme.
Ciel: no tengo necesidad de mentirte; mas bien, tienes mucha curiosidad –mirándolo con picardía-
Sebastian: ya esta listo, que pase buenas noches, mi joven amo.
Sebastian cerro la puerta; pero las palabras de Ciel se repetían una y otra vez en su cabeza.
Sebastian: “tal vez si tengo curiosidad; para que llamaría a Tanaka, bueno, tal vez le estoy dando demasiada importancia a esto”
A la mañana siguiente, Sebastian entro en la habitación para despertar a su amo; pero se sorprendió al verlo tan bien arreglado.
Sebastian: ¡Amo! –sorprendido-
Ciel: Sebastian, cuida la casa.
Sebastian: a donde se dirige?
Ciel: tengo algo de suma urgencia. Tanaka, vámonos
Tanaka: si, mi señor
Sebastian los acompaña hasta la puerta de salida.
Sebastian: Tanaka, podría venir un momento?
Tanaka: si señor Sebastian.
Sebastian: donde piensa ir con el amo?
Tanaka: solo le puedo decir que algo tiene incomodo al joven amo; Sebastian, usted es joven y me supera en muchas cosas, pero hay algo en lo que usted jamás podría ganarme y eso es conociendo al amo Ciel; por eso yo lo acompañare y daré mi mejor esfuerzo para colaborarle a mi señor.
Sebastian lo mira sorprendido; pero este comentario lo molesto un poco