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Aliento Carmesí por Francismarq

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Notas del fanfic:

SasuNaru... Siempre inspira a todo tipos de historia. Y por lo general, cuando se trata de vempiros, es Sasuke quien posee los colmillos, pero que tal si el del hambre es nuestro tierno Kitsune?

Notas del capitulo: Empiezo otra histroria, ya se que la uni no me deja mucho tiempo libre, y que deberia actualizar las otras pero aseguro que lo haré muy pronto, porque ya estoy terminando la uni. Asi que bueno, he aqui este historia...

Neji Hyuga caminaba sin mirar a los lados, por una calle deshabitada. La vía que tomaba no era comúnmente transitada debido a que la gente solía pensar en lo peligroso que era ese camino a ciertas horas del día, sobre todo, cuando invadía la noche. El ojos blancos lo sabía. Por eso caminaba despreocupadamente, con un hambre que molestaba su cuerpo, aunque no tanto como su mente.

 

Los sentidos desarrollados 10 veces por encima de lo de un hombre común, lo hicieron detener. Podía escuchar la respiración agitada, de un cuerpo joven, muy cerca… Olía la sangre que fluía a través del cuerpo, los latidos del corazón acelerados y leves gemidos de una voz, que podía ser catalogada como celestial.

 

El hambre, es la necesidad del cuerpo por alimento. El hambre en un ser humano normal, puede ser muy molesta… Pero el hambre en un vampiro joven de linaje puro, es la muerte segura para la victima… Y Neji Hyuga tenía mucha hambre.

 

Una sonrisa de satisfacción se plantó en la cara del joven de coleta recogida en la espalda, un estilo que lo caracterizaba además de sus ojos… Se acercó hacia la persona que había alborotado sus instintos. Lo vio tirado en el piso, jadeando de dolor por una herida en el estomago. Neji se lo pensó un momento. No quería morderlo estando herido… No podría tener muy buen sabor…

 

Aunque la verdadera razón de haberse contenido eran las facciones del joven rubio de… ¿16 años tal vez? El vampiro, de 217 años, que aparentaba tan solo 18, notó que sus necesidades de comida se desplazaban por el deseo sexual.

 

Tomó entre brazos al herido y se dirigió, con una velocidad sobrenatural, a su escondite, que se encontraba siguiendo la misma y solitaria vía.

 

Limpio sus heridas mientras muchos de sus fraternos lo miraban curiosamente.

 

 -Neji, eso tiene muy buena pinta… -Comentaba uno de sus compañeros de cerca. Basto con una mirada del vampiro de ojos blancos para que retrocediera.

 

-Ni se te ocurra. Es mío.

 

-No seas posesivo con la comida –Replicaba otro, pero guardando una muy prudente distancia.

 

-No es comida, es mi nuevo compañero.

 

-¿Compañero? Como crees que reaccionará Sai cuando se entere –Escuchó de Kiba, quien había observado la situación con un silencio poco común en él.

 

-Dentro de un mes cumple los cien años. Ya es tiempo de que consiga otra pareja.

 

-Mmm… Eso podría serme útil. Tendria a ese moreno para mí.

 

-Sigue vigilando la puerta –Fue lo único que le dijo el Hyuga a su amigo. No quería que el dulce olor de la sangre del inconsciente rubio, atrajera a más vampiros.

 

Aunque ya habían pasado al cuarto las viudas del clan, no del clan familiar de los Hyuga, sino las viudas de toda la camarilla de vampiros. Hinata, su prima hermana, convertida en el mismo año que él, por la misma persona. Tenten convertida por Ino, y Sakura, convertida por la misma Hinata. Todas ellas se encontraba en la habitación degustando visualmente el cuerpo del joven… Las llamadas “Viudas” por ser las devoradoras principales de la comarca, y por no poseer relaciones largas con hombres, puesto que sus victimas siempre terminaban de alguna manera, en la muerte.

 

Neji estaba algo preocupado, por lo que procuro no dejar a solas al rubio. Bien conocía él, lo apetitoso que podía resultar aquel cuerpo… Pero si esperaba solo un poco más… Solo hasta que se recuperará, podría compartir con él el vínculo inmortal y hacerlo su compañero de vida. O por lo menos, lo que dictaba la ley de su especie, 100 años.

 

-Neji –Lo llamo el perruno del grupo –Sai está aquí.

 

-Déjalo pasar.

 

-Dice que quiere hablar contigo afuera.

 

Él joven se lo pensó, pero termino asintiendo. Miró a su prima, que era la encargada del grupo de las viudas. La chica, de apariencia tímida, podía ser un gatillo si se lo proponía…

 

Cuando salió su prima, las hembras la miraron esperando respuesta… Tímidamente, la chica se acercó al cuerpo victima de espasmos de dolor…

 

-No puedo creer que Neji lo quiere morder…

 

-No seas así Sakura… De seguro estas pensando en matarlo…

 

-No tenemos que convertirlo Ino… Es una pérdida.

 

-Chicas… Por… Por favor, ya escucharon a mi primo… Mejor no le hagamos nada.

 

-Pero Hinata…

 

La líder del grupo volvió a estudiar el semblante del chico… La verdad es que olía muy bien, pero no quería ganarse la enemistad de su primo. Tomó una mano del rubio y este inmediatamente abrió los ojos.

 

-¿Dónde…?

 

Dónde estaba era algo que le iba a sorprender mucho… Para exaltación de muchos la puerta se abrió y salió volando. El causante se le había tirado encima al rubio, nadie hiso nada puesto que se trataba del amante de Neji Hyuga, Sai.

 

Lo que más temor daba de Sai, era la mirada fría acompañada de una sonrisa bajo cero… Por eso, nadie siquiera se movió cuando el joven algo pálido, hundió sus colmillos en el cuello del sobresaltado rubio.

 

-¡No! ¡Sai! –Le grito su amo, o mejor dicho, su antiguo amo. Sai acababa de romper el vinculo antiguo y formar uno nuevo con el rubio, jadeante por la herida en el estomago que ya había empezado a sanarse, y por el extraño dolor del cuello… Aun no sabía donde rayos estaba ni que demonios le había pasado… Pero lo que menos entendía era porque tenia aun chico encima de él, y peor aun, porque lo estaba mordiendo…

 

Pero los pensamientos fueron dejados a un lado cuando sintió que algo comenzaba a sucederle. Cerró los ojos y volvió a quedar inconsciente, por segunda vez en la misma noche.

 

Cuando Sai sintió el sabor de aquella sangre en su paladar, tocó el cielo varias veces… Una extraña calidez lo invadía, nunca había probado semejante delicia. Al principio lo había mordido para arremeter contra Neji, que aunque no le importaba mucho, igual lo había dejado en segundo lugar a causa del rubio… Pero ahora se agradecía haberlo mordido…

 

Un dolor se apoderó de sus colmillos… ¿Qué sucedía? Antes de darse cuenta se encontraba tumbado en el piso. Aún tenía que darle su sangre al chico para que el vínculo estuviese completo, pero no podía moverse… La sangre del rubio era fuera de lo normal, y esto era algo que pensaba un vampiro, que estaba también, lejos de ser común.

 

Se levantó haciendo el uso de toda su fuerza, y observó como todos lo miraban en silencio. Neji estaba realmente molesto y esto lo divertía. Rompió su muñeca e hiso que el chico, aun estando inconsciente, bebiera de su sangre…

 

Ahora era inquebrantable el hecho de que ese chico seria suyo, al menos por cien años.

  

//////

  

Cuando Naruto despertó se sintió extraño. Como si hubiese estado durmiendo durante días. Intentó hablar pero una mano cálida le dio una leve sensación de seguridad, por lo que se quedó en silencio otro rato.

 

Cuando reunió fuerzas abrió los ojos, tenia mucha gente rodeándolo, mucha gente extraña, con miradas teñidas de insólitos colores… Él chico que sostenía su mano era pálido y de cabello completamente negro, cubriendo parte de su frente y de su cara.

 

-Despertaste.

 

-¿Qué me pasó? –Preguntó incomodo consigo mismo, sentía que había ocasionado molestias a todas esas personas.

 

-Tu vida… Pasó que tu vida cambio completamente.

 

-¿Eh? –Preguntó sin haber entendido mucho… Realmente no había entendido nada.

 

-No eras una persona normal… -Cierto, no era alguien normal –Bueno, ahora eres menos normal que antes –Le dijo al chico que había estado estudiando sus expresiones.

 

-¿Qué me pasa?

 

-Ahora eres un guardián de la oscuridad…

 

-No… Sigo sin entender.

 

Un joven de cabellos castaños se lo soltó de frente, ya Sai lo había preparado lo suficiente.

 

-Eres un vampiro.

 

Sai había sido muy desconsiderado al morderlo cuando aun estaba dormido, pero ya no importaba. Lo que tenía enojado al Hyuga es que era él quien quería probar su sangre… Y ahora tendría que esperar un siglo si quería tener su cuerpo. Pero bueno, como la mayoría de su especie, era muy paciente.

 

-¿Soy qué?

 

-Un vampiro, un ser con hambre de terciopelo.

 

-Un asesino… -Escuchó decir de una voz femenina.

 

-Tu vida depende de la muerte de otros –No entendía… ¿Un asesino? ¿Él?

 

-Si quieres seguir vivo, deberás matar –No… ¿Por qué? Había estado huyendo de todo eso, pero parecía ser inevitable.

 

-Y no es tu decisión, sino de tu amo –De una u otra manera terminaría siendo la bestia que no quería ser ¿Por qué?

 

-No… -Susurró impactado.

 

-Has sido sentenciado –Le dijo el chico que seguía sin soltar su mano.

 

-¿Tú me hiciste esto?

 

-Y durante cien años, compartirás tu vida conmigo… No te aflijas. Aun tienes que saber muchas cosas.

 

Le acarició el rostro pero el rubio se quito las frías manos de encima.

 

-No me toques… ¡No me toquen! ¡Déjenme! –Repetía al observar que intentaban calmarlo.

 

Los seres de aquel lugar lo miraban con cierto dolor, y el rubio se dio cuenta… Pero siguió sin aceptarle, solo corrió para alejarse de todo lo que le acababan de decir. No fue sino un par de minutos después que se dio cuenta que había llegado muy lejos en pocos segundos…

 

Se puso una mano en el corazón por miedo a que no latiera, pero este mantenía su ritmo constante… Miró su sombra, su reflejo en un lago… En apariencia, todo parecía ser normal, pero sabía que no lo era. Y el chico que le había hablado no se había equivocado cuando le dijo que no era normal del todo.

 

-¡Ahhhhhh!!!! –Gritó con todas sus fuerzas… Gritó una y otra vez, grito con frustración y con rabia… Gritó esperando respuesta, aunque no creía que le responderían… Gritó y fue abrazado por un cuerpo que lo había estado observando sin perderle de vista, y al sentir el abrazo terminó correspondiendo aunque en ese momento, esa era la persona que más odiaba.

 

-No lamento lo que te hice, y sé que tú tampoco lo lamentarás.

 

-Pero seré un asesino.

 

-Ya te lo han dicho, no es tu decisión sino mía, tomarás solo de mi sangre, y así no le harás daño a nadie… Además, serás inmortal.

 

-Pero yo no quiero ser inmortal…

   

/////

  

Naruto se encontraba corriendo libremente bajo la luz de la luna.

 

-Naruto –Escuchó que lo llamaban. Atendió a la voz familiar y se encontró con Sai.

 

-Encontré un excelente lugar para esta noche… ¡Deberíamos de quedarnos aquí toda la vida!

 

-Toda la vida es mucho tiempo.

 

-Bueno, si para nosotros; pero igual es un lugar muy hermoso.

 

-Tienes razón.

 

Y era verdad, el lugar parecía abandonado desde hace mucho tiempo. Una casa de gran tamaño y aparentemente, de muchos gastos resplandecía bajo la luz de luna.

 

-Entonces decidido, nos quedaremos aquí…

 

A lo lejos, se escuchó el aullido de lobos… Naruto entró a la casa y Sai se quedo fuera contemplando los sonidos motivados por la luna llena… Pensaba que probablemente, ese lugar fuera tan poco seguro como los demás. Pero ya habían huido lo suficiente, así que no tenía caso.

 

Dentro de la casa, el vampiro rubio detallaba lo humilde del hogar abandonado. Objetos caros, decoración lujosa, los baños de las mejores porcelanas y las habitaciones con los mejores muebles. Todo en buen estado para haber estado abandonado durante 10 años.

 

Sus oídos superdotados le indicaron que alguien estaba cerca.

 

-Wow Sai esta habitación huele muy bien. Toda la casa esta muy bien armada… No puedo creer que la hayan abandonado.

 

Su amigo tendría que estar a sus espaldas, pero como no recibía respuesta miro hacia atrás. No había nadie…

 

-¿Un fantasma?... Naruto cálmate –se decía a si mismo –Claro que no es un fantasma…

 

Más calmado entró en la habitación que había observado desde la puerta. Realmente olía muy bien, y ese olor lo había guiado hasta ese lugar…

 

-Me pregunto quienes vivían aquí… -Se sentó en la cama y vio una foto a lo lejos. Llena de polvo como el resto del lugar.

 

Cuando la iba a tomar para detallar la imagen escucho como algo muy cerca se caía.

 

-¿Sai? ¿Eres tú?

 

Como en cámara lenta, sus instintos empezaron a reaccionar a millón, mientras que una figura negra cruzaba el portal con una rapidez comparable solo con la de algunos vampiros como Neji o Lee.

 

Se quedo frio y completamente blanco… -¿Quien? –Trató de preguntar… Nuevamente intentó calmarse pensando en que no debía de haber estado leyendo esos libros tan extraños.

 

Sus oídos se agudizaron nuevamente y sintió pasos en su dirección. Antes de que se diera cuenta, terminó inclinándose, con los pies apoyados en el suelo y la espada echada hacia atrás. De esta manera, pudo observa la maniobra que una persona hacía para dar una vuelta en el aire, por encima de él. Cuando miró a hacia atrás solo llego a cruzar sus orbes azules con la mirada rojiza de un ser totalmente desconocido para él.

 

-¿Quién eres? –Pregunto firmemente, era obvio que no podía ser un fantasma.

 

El ser de ojos rojos lo miró profundamente, y seguido de eso, e ignorando la objeción del “no lo hagas” del rubio, se lanzó de espaldas por la ventana…

 

-¿Pero qué…? –Logro decir un sorprendido Naruto…

 

Cuando el rubio se asomó por la ventana para mirar a “la sombra”, como ya lo había denominado, se llevo la sorpresa de que no había nadie. Había usado toda su velocidad, y en ese tiempo, quien se lanzó, aun no debía haber tocado el suelo… Pero allí no estaba nadie…

 

-¿Naruto? ¿Qué pasó?

 

-No tengo ni idea…

 

Sai se encontraba mirándolo dudoso, luego se asomo por la ventana imitando a su amigo… Pero al comprobar que no había nada, decidió dejar de un lado la situación.

 

-Bien, nos quedaremos aquí. Es un buen lugar… -Le dijo Sai al, aun, extrañado rubio.

 

-No estoy muy seguro de eso.

 

-Pero si fuiste tú quien lo escogió.

 

-Ya lo se… Bueno, tenemos que limpiar.

 

-Si, encárgate de esta zona, yo me encargo de la planta baja.

 

-¡Si! –Contestó enérgicamente, como siempre lo hacía.

 

El rubio agradecía por sus habilidades para esos casos. Con rapidez y fuerza limpio toda la superficie en menos de dos horas, mientras que Sai lo había terminado todo en tan solo una.

 

-Voy a recorrer el pueblo, quiero ver que tal es.

 

-Eso ya lo hicimos a noche.

 

-Si, pero hacerlo otra vez no está de más.

 

-Bueno… Yo también iré, solo termino aquí y salgo.

 

-De acuerdo pero no te expongas demasiado.

 

-No me trates así, claro que no lo haré.

 

Sai le sonrió sinceramente, prefería no dejarlo solo pero el chico era demasiado libre como para cuidarlo constantemente… El problema era que siempre se metía en un problema.

 

El rubio termino sus quehaceres efusivamente, y luego salió por su cuenta a recorrer el lugar. Las zonas eran muy bonitas, y habían cambiado mucho con el paso de los años…

 

Había pasado poco menos de un siglo desde que lo habían convertido… Sai había demostrado ser muy buen amigo. Los del clan trataban al rubio como uno más, aunque de hecho era así.

 

Naruto había terminado en un muelle que daba vista a un hermoso lago. Mientras contemplaba el agua, recordaba como se había sentido cuando se convirtió.

 

-Pero las cosas no estuvieron tan mal –Se dijo animado. La luna se hizo protagonista de su mirada, por lo que termino recostado en el suelo contemplando el brillo en el cielo.

 

-Estás en mi lugar.

 

Se sobresaltó por un momento y sintió cerca al chico que le había hablado.

 

-¡Lo s-siento!!! –Se disculpó inmediatamente. Luego de pensarlo mejor, no lo había escuchado llegar…

 

-¿Desde cuando estas aquí?

 

-Desde siempre.

 

-¿Q-que? –Tragó saliva.

 

-¿Estas sordo?

 

Cuando volteo a mirar al grosero, porque le había parecido un grosero, se quedo casi en shock. Tenía una mirada penetrante y paralizante.

 

Iba vestido con un pantalón negro y una camisa azul oscuro. Parecía tener 20 años, con tez pálida pero facciones fuertes… Tenía excelente contextura física y su expresión denotaba molestia. Entonces pensó en lo que había dicho “estas en mi lugar”.

 

-No vi tu nombre aquí –Ok, eso fue muy infantil, lo sabía, pero ese idiota no parecía muy educado así que él no tenia porque serlo. El chico, con los cabellos más oscuros que la noche, lo miraba casi divertido. Entonces fue cuando pasó…

 

El otro sonrió divertido a ver como el rubio se arrimaba, por lo que termino sentándose a su lado.

 

-¿Por qué dijiste que estas aquí desde siempre?

 

-Porque es así.

 

-Te refieres a la aldea.

 

-¿A que más? Idiota.

 

-¿Cómo me llamaste? ¡Tonto!

 

-Como lo escuchaste.

 

Ambos parecían desagradarse mutuamente, pero ninguno hizo ademán de retirarse… Al contrario, se quedaron sentados compartiendo la noche.

 

-¿Cómo te llamas?

 

-Es de mala educación preguntar el nombre de alguien si no dices el tuyo primero.

 

-¡Pues es de mala educación tratar a alguien de mala manera y tu lo haces! Así que no hables… -El rubio pretendía quedarse callado pero la mirada del otro lo ponía nervioso –Me llamo Naruto…

 

El azabache lo miró triunfante, pero no dijo nada.

 

-¿Acaso no vas a decirme tu nombre?

 

-Sasuke.

 

Naruto lo miró y Sasuke miro al lado contrario, por lo que la mirada del rubio termino posándose en el cuello del pelinegro. Sasuke ladeo la cabeza nuevamente y observó los ansiosos ojos del chico.

 

Por segunda vez en casi cien años, Naruto odió ser lo que era… Una necesidad, desconocida hasta entonces, invadió sus instintos. El olor comenzaba a llamarlo, sus ojos azules empezaron a enrojecer llegando a una tonalidad violeta…

 

-¿Estás bien? –Le preguntó, fríamente, al rubio.

 

-Vete –Le respondio este con seriedad.

 

-Ja –Escuchó bufar al chico –Sabía que no durarías mucho.

 

El rubio sentía que dada vez que el azabache hablaba, que respiraba, provocaba más… Quería morderlo, más que querer, lo anhelaba… Lo deseaba. Lo necesitaba.

 

-Por favor… Vete.

 

El pelinegro tuvo que ser rápido para evitar exponer su cuello a los dientes del rubio. El rubio se le había lanzado encima con fuerza descomunal pero aunque tenía la oportunidad, no penetraba su piel. El azabache entonces observó detenidamente como los ojos violetas mostraban compasión y esto lo extraño.

 

Soltó las manos del rubio, que había tomado cuando este se le lanzó encima, y rodeó sus hombros con un abrazo, que había acercado aun más la boca del rubio a su cuello…

 

Ahora Naruto luchaba contra sigo mismo. Tenia la piel anhelada tan cerca, que podía sentir la sangre corriendo a través de las venas… Sasuke esperaba las reacciones del chico, y estuvo a punto de quitárselo de encima cuando sintió el tibio aliento, pero esperó un poco más.

 

El rubio lamia delicadamente la zona y cuando el azabache lo tomó de la cara para mirarlo, noto que las orbes teñidas de violetas habían recuperado su color cielo. Naruto había ganado su primera acometida, pero aun faltaban muchas.

 

-¿Estás solo?

 

-No, estoy con un amigo…

 

Al escuchar esto el azabache se molestó un poco.

 

-Después de todo ustedes siempre están con otro.

 

Naruto no entendió a que se refería, pero como aun estaba encima del azabache, y aun sentía que su cuerpo lo llamaba, prefirió ignorarlo, solo continuo lamiendo el cuello del otro.

 Sasuke no se resistía, y no entendía porque. Ya era momento de al menos quitárselo de encima, pero el trasero del rubio chocando contra su entrepierna, y su húmeda boca besando su cuello, era algo difícil de resistir.
Notas finales:

Y????? Que tal? Les parece digna de continuar? Despues de todo, lo hare si ustedes quieren, por lo que espero comentarios... Nos vemos pronto.

Por cierto... Un lemon vampiresco promete mucho, sobre todo si es de estos dos XD


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